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La prensa promueve a los opositores

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… Esta es la aseveración que Correa realizó en el montaje de entrevista realizada el martes 12 de enero de 2015, en un canal estatizado con entrevistadores seleccionados para que las preguntas no desborden el guion propagandístico.

Esa conclusión que asocia prensa y oposición, que Correa la dice en tono de denuncia y pretendiendo demostrar una conspiración, comporta dos premisas. Una ideológica y otra ética.

En lo ideológico, que se mueve próximo a aquellas teorías totalitarias o digamos de democracia al estilo cubano, Correa niega implícitamente el derecho de la oposición a expresarse o del derecho de existencia de la oposición. En lo ético; la certeza que el rol moral de la prensa es coadyuvar a la tarea de cerrar la boca a los opositores y condenar sus voces al silencio. Stalin, así también ungido repleto de odio, persiguió hasta erradicar a la llamada oposición de izquierda liderada por Trosky. Métodos más drásticos, es la diferencia. Pero en concepto el mismo intento de forzar la unanimidad.

De lo que no se puede acusar a Correa es de falta de autenticidad. Deja ver o expone sin rubor o resquemor sus ideas. No importa si de ellas se puedan obtener conclusiones que rayan a la ética o se puede desnudar las profundas contradicciones entre lo que ha dicho, entre lo que ha hecho, antes que era un anónimo; y lo que dice y hace; o lo que ha aprendido del poder y de su asociación con el chavismo y con los podemitas.

En una grabación realizada en algún mes de 2004, que circula en las redes sociales, el entonces profesor de una universidad costosa a la que asistía en un modesto vehículo e increpaba a sus alumnos por usar vehículos de mayor precio;  se deshace en una apología de Radio Democracia y de Gonzalo Rosero, por el amplio espacio que la emisora y el periodista le permitieron para que se exprese sin limitación contra el gobierno gutierrista. Hay por alli otro video en el que aparece el candidato Correa agradeciendo a Ecuavisa por la objetividad, por la apertura; y además al periodista Carlos Vera quien fue un panegirista del candidato y de su supuesta intención de hacer de la política un acto de ejercicio moral.

En los primeros años de su gobierno, esa misma prensa que le abrió el espacio que hoy exige se cierre (la ley mordaza y sus cancerberos sirven para eso) ingenuamente mantuvo el apoyo a supuestas buenas intenciones que justificaron pisoteos a la democracia. No obstante los opositores, los pocos que en esos momentos líbramos una batalla contra los tempranos abusos, teníamos un espacio en la prensa; del que carecemos con medios y periodistas enrolados y asalariados por el correísmo. Eran tiempos en los que todos -medios, gremios, políticos, periodistas- cargaban en andas al redentor. Con cierto retraso periodistas y dueños de medios de comunicación se dieron cuenta del timo. Los espacios, sin embargo, para opositores y gobiernistas se han mantenido.

La prensa, en todas sus formas, juega el rol político -no electoral ni partidista- de recoger todas las versiones. De abrir espacios y encender micrófonos para quienes con cierta representatividad tiene algo que decir. Por eso es que Correa, quien algo tenía que decir y de lo que parece mucho que desdecirse, cuando era un analista, asistía regularmente a programas de opinión y publicaba columnas en prensa escrita. Eran tiempos de la prensa buena. Y lo era porque era él el que hablaba, opinaba, escribía. Ahora, esa misma prensa con todos sus defectos y virtudes, es mala. Simple, porque permite que los disidentes de la única verdad y sediciosos contra su liderazgo opinen, escriban o digan mentiras que eran verdades dichas por él.

Horrible contradicción y ruptura ética. O por lo menos una supina hipocresía. Que no se parece solo a mudar de ideas contradictorias unas de otras. Pues esta contradicción refleja una disonancia esencial de valores. Y visto hacia otros temas, hace sentido y muestra un patrón de conducta, porque así como ha cambiado de la alabanza a la diatriba a la misma prensa; ha cambiado, y lo hace abruptamente, sus opiniones sobre deuda, sobre entregar campos petroleros, sobre el FMI, sobre Goldman Sachs, y así. Consistencia en la inconsistencia.

2 Comments

  1. Correa no ha hecho otra cosa que seguir el mismo libreto que interpretaba el primer actor de la comedia bufa bolivariana, el pajarito Chávez, quien después que fracasó en su intentona golpista, y posiblemente perdonado y usado por los adecos y copeianos, se declara el más grande demócrata. Enseguida buscó los medios de comunicación para vender su nueva y postiza imagen. La revisión de algunos videos muestra a un Chávez en el papel de candidato, donde luce humilde, casi tímido, y muy respetuoso del trabajo de los periodistas . Se deshacía en agradecimientos por los espacios que los medios le brindaban. Hay un momento en que casi llora al ser recibido por un canal de televisión en el que nunca pensó sería entrevistado. Y luego se va produciendo un cambio lento y patético. La prensa que lo cobijó y le abrió las puertas pasó a ser su enemigo mas enconado al que tiene que destruir. A ella le hace culpable de todos los males. Del humilde y tímido entrevistado no quedó ni la sombra. Se volvió autoritario, abusivo y prepotente. El resto es ya por todos conocido: cierra, agrede, presiona, intimida y confisca los medios, y a los periodistas los convierte en objeto de la persecución más infame. La censura y clausura de la prensa independiente es el pan de todos los días. Se impuso la voz y la visión sesgada del que ejerció el poder de forma abusiva.
    Sí, Correa ni en eso ha sido original. Ha usado el mismo socorrido libreto del esperpento venezolano. Ha tenido la suerte de gozar del dinero del petróleo para montar el Estado de propaganda( nombre del brillante blog de Roberto Aguilar ) para uniformar la mente colectiva. La ominosa sabatina ha sido el instrumento para inocular la sumisión y la obediencia en los ilusos que lo siguen. Ha gozado de la cobardía, apocamiento y oportunismo de la mayor parte de los dueños de medios. Y qué decir de los periodistas que se allanaron al silencio o a ser el eco del poder. Ha contado con la complicidad de una oposición pusilánime, arribista y torpe. Correa se ha encontrado con un país que se ha acostumbrado a cultivar peligrosamente el silencio. Con estos factores a favor, Correa se ha sentido seguro de ser el dueño eterno de la escena para hacer que el “proyecto” se extienda hasta el fin de los tiempos. Correa es lo que todos le han permitido ser por activa y por pasiva. Por lo que es inexacto suponer que el correísmo va a desaparecer por la ley de la gravedad o la ley del menor esfuerzo. No nos traguemos esa hostia. Hay que trabajar con valor y perseverancia para recuperar la democracia. No hay otra forma de desahuciar al irresponsable inquilino de Carondelet.

  2. Perdón pero hablarle de ética a ese prepotente es lo mismo q hablarle de economía y finanzas! Más futuro tiene la semana pasada! Esos títulos obtenidos deben ser de la misma clase de los de su primo q se voló a Miami y prepara demandar al estado X persecución política! Definitivamente robar si paga pero solo cuando perteneces a Atraca País! Pero eso es otro tema!

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