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¿La Mashicard basta para enfrentar la crisis?

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Rafael Correa torea la crisis con una Mashicard. El bloque de la oposición que se reunió en Cuenca abre el año electoral con una agenda legislativa. Mientras tanto, la crisis económica trabaja en silencio. Su manto envuelve la sociedad en su conjunto.

El gobierno no habla de la crisis. El Presidente ha hecho hasta lo imposible por ocultar los semáforos que están en rojo desde hace meses. Para él no hay recesión. El Seguro Social no va camino de la quiebra. ¿Desempleo? Bueno, un tris. Nada que altere las estadísticas macroeconómicas. No hay empresas que quiebran. No hay un bajón brutal en la política crediticia del sector bancario. No cae el consumo…

Hay que ver a Patricio Rivera, ministro coordinador de la Economía. Hay que verlo con ese aire de superioridad que en su caso es pura chabacanería, repitiendo que no hay de qué preocuparse.

Hay que ver a Fausto Herrera, ministro de economía, mucho más sobrio, lidiando con las cifras reales frente a los imponderables políticos del régimen.

–Fausto, ¿ya llegaron los $3.000 millones de la China? –le preguntó el Presidente en la emisión de televisión con periodistas que hizo la semana pasada.

–Señor Presidente, esta semana firmamos los contratos –respondió el ministro… O sea, eso está crudo y cuando llegue la plata, si llega, no solucionará nada: dará trabajo a las empresas chinas.

El gobierno no dice la verdad al país. No dice cuál es el monto de lo que debe a proveedores, gobiernos locales, burocracia, hospitales… No dice cuál es la deuda contraída. Ni las condiciones financieras de los contratos con la China, con Schlumberger, con Tailandia… No dice lo que debe a las empresas petroleras por haber fijado precios en los contratos que hoy son insostenibles. No dice las piruetas financieras que hace para cuadrar parte de los salarios de fin de mes.

En cualquier país con mayor densidad en la esfera pública, las fuerzas que aspiran a reemplazar al gobierno de turno estarían haciendo sonar todas las alarmas. Estarían mostrando a la opinión –mañana, tarde y noche– la profundidad de la crisis y exigiendo al gobierno que la asuma porque mientras más avance, más sacrificios impondrá a los ciudadanos. Sobre todo a los más pobres.

Pues bien: esa no parece ser la prioridad de la oposición. Y solo ayer, este medio registró dos cifras que se suman a tantas otras y que perfilan la catástrofe anunciada que el gobierno está ocultando. El INEC acaba de publicar, como lo muestra el análisis de Marcos Flores, que ya colapsó el empleo. René Ortiz calcula que, por le bajón del precio del petróleo, el país ya debe $1.800 millones de dólares a esas compañías. Y ese contador no para…

La oposición parece creer que lo sensato es esperar que la crisis se agrave para que el electorado saque conclusiones políticas. Parece creer que su papel, en este momento, no es presionar para que el gobierno diga la verdad al país, cese de contarse cuentos chinos y tome decisiones sensatas que hagan menos doloroso el programa económico de ajuste del cual ya no se librará el país.

El gobierno, es visible, está jugando a ganar tiempo. ¿Para qué? ¿Para que Correa salga relativamente indemne y pase la bomba a su sucesor? ¿Por qué los militantes de Alianza País privilegian la actitud de la avestruz? ¿Acaso la factura de la crisis es un tema ideológico? ¿Acaso creen que el modelo está realmente armado para resistir un petróleo de 20 dólares? ¿Acaso creen que la famosa Mashicard es el remedio milagroso para hacer frente a la tronera fiscal que solo es endosable a la gestión de este gobierno?

La lógica política del gobierno (ocultar la crisis para justificar su modelo) es tan irracional como la de creer que hay tiempo para que el gobierno pague el costo político de la crisis en las urnas. Las elecciones son en 13 meses: una eternidad.

El cálculo del gobierno (disfrazar la profundidad de la crisis) es tan irracional como creer que el gobierno colapsará en estos 13 meses. La crisis en Grecia o en Venezuela muestra que los gobiernos pueden dejar que sus países se hundan mientras ellos celebran sus aniversarios cantando…

Si se miran las cifras de esta crisis, surge una pregunta irremediable: ¿Por qué esa catástrofe, que es nacional, que afecta a todo el tejido social, que suma día a día nuevas facturas por pagar, no es prioridad nacional? ¿Por qué sigue habiendo tolerancia social para que el gobierno esquive sus responsabilidades y el presidente haga chistes tan crueles como el de la Mashicard? ¿Por qué la oposición parece urgida de esperar para recibir un país con saldos en rojo que cada día se agravan e impondrán un colosal plan de ajuste?

Algo no cuadra en la sociedad y en la política. Algo dice que Ecuador está caminando hacia una catástrofe económica con los ojos abiertos.

4 Comments

  1. Muy buen análisis como de costumbre, por donde empezar, para solucionar esta crisis que ha quebrado al país, como fiscalizar a los responsables de semejante descalabro, tiene que actuarse ahora para mañana es demasiado tarde

  2. Qué pasa si gana las elecciones el candidato de AP ?…….estrategia?…..cómo resolverá la crisis si gana el candidato de la oposición?………para pensarlo.

  3. Una caída libre y sin paracaídas ? Dios nos ampare todo gracias a la irresponsabilidad de alguien que nunca pensó en el futuro que jamás quiso ahorrar un céntimo pensando que nunca se iba a cerrar la llave de el dinero irresponsabilidad total ?

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