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Spotlight

lectura de 4 minutos

Salgo de la sala de cine con lágrimas en los ojos e indignada.  Lágrimas  de rabia y emoción.  Rabia, porque la película colocó en mi despistada memoria el caso de los centenares de niños abusados por curas en la zona de Boston a lo largo de décadas y el sistemático encubrimiento de la alta cúpula eclesial de los sacerdotes pedófilos.  Siento nausea.

Pero también me invade una extraña sensación de emoción otra vez mezclada con ira.  Y es que la película se esmera en mostrar el meticuloso trabajo realizado por los 4 periodistas del Boston Globe que conformaban la unidad de periodismo investigativo “Spotlight” que pondría a la luz los abusos sexuales de curas pedófilos a niños durante años y cómo la Iglesia encubrió de forma burda y desparpajada los casos.  Que esto sucediera es nauseabundo.  Que fuera una investigación periodística la que lo develara es emocionante, casi impensable para el país de nuestros tiempos.  Mi emoción está bañada de nostalgia.

Emocionante y nostálgico para quien como ustedes o como yo, queridos lectores, vive en un país en que el poder de turno fulminó el periodismo inquisitivo, pulverizó la capacidad cuestionadora dentro de las salas de redacción y dejó a los medios con edulcoradas páginas de variedades.  ¿Hace cuánto tiempo no vemos al verdadero periodismo en acción en nuestra aldea?

Spotlight resulta una película imprescindible, no solo para recordar lo atroz (la pedofilia) y evitar que se repita en cualquier institución eclesiástica o espacio educativo. También y en otro ámbito, para que la memoria frágil de este país escopolaminado vea cómo entra en escena el periodismo independiente y recuerde por ejemplo, las razones que – como sociedad – deben motivar la creación de un medio como éste y de los otros que casi clandestinamente siguen informado e investigando en las circunstancias actuales.   Vale también para que esta sociedad conservadora y silente se espabile un poco y entienda que hay que salvar los espacios mínimos en donde se procura el deber ser del periodismo, en un país en el que la sin razón ha intentado atribuirle a la prensa no el rol de develar y sacar a la luz las barbaridades humanas como en el caso del Globe, sino por el contrario, ser la oscuridad de oscuridades.  Ser el monstruo máximo.

Spotlight no hace concesiones.  Ni con el medio que levantó el caso, ni con los periodistas que hacen el trabajo investigativo.  De hecho la película recuerda como el Boston Globe en más de una ocasión recibió documentación sobre las víctimas y el encubrimiento, y optó por el silencio.  También nos muestra que el oficio no es lo glamoroso que parece.  Periodistas haciendo trabajo de ratones de biblioteca por horas interminables en salas oscuras.

Una de las escenas cumbre de la película, ocurre cuando se da el encuentro protocolar entre el Cardenal Bernard Law y Marty Baron nuevo director del Boston Globe.  El Cardenal (Law terminaría presentando su renuncia al Papa Juan Pablo II en el año 2002) ofrece al Globe todo el apoyo institucional, “porque cuando las instituciones trabajan de la mano, a la ciudad le va mejor”.  Entonces Baron cortésmente responde que al Boston Globe le irá mejor siendo independiente.  Independiente del poder eclesial, independiente del poder político.

4pelagatos es un proyecto ambicioso en días turbulentos.  La apuesta por la independencia, la agudeza y la autocrítica es imprescindible e ineludible. Aunque casi quijotescos, no se puede dejar de perseverar en estos esfuerzos, so pena de ser cómplices de la extinción de la palabra crítica y de la búsqueda de claridad. La tarea será, como la de Spotlight, la de realizar cero concesiones.

¡Buen viento y buena mar a los cuatro pelagatos!

6 Comments

  1. Felicitaciones, sigan con el proyecto, es lo que realmente necesitamos en nuestro país, prensa totalmente independiente y sin ley mordaza.

  2. Todo este relajo se termina el día en que la santa madre iglesia club de privilegios, derogue la condición de ser célibe para entrar formar parte de ella.
    La biblia no pone la condición de ser célibe para lograr el sacerdocio.
    En fin, cada club, tiene sus restricciones y sus condiciones.
    Por eso, yo gracias a dios, soy agnóstico.

  3. Hola igual que José Félix no veo ningún ataque a la iglesia , más bien lo que hay que rescatar es que hayan personas Valientes como ella que nos hagan llegar estas verdades escondidas .
    Felicitaciones Ana María .

  4. Qué fácil hacer picadillo a la iglesia, no te van a decapitar, pero al encubrimiento de mas de 10 años de la policía a bandas de musulmanes que violaron y esclavizaron sexualmente a más de 1000 niños ingleses en Rotherham, destapado hace 1 año, no es noticia. El encubrimiento de la violación a cientos de mujeres en Colonia y otras ciudades europeas por musulmanes y la destrucción de las cintas de circuito cerrado ordenada por el gobierno alemán tampoco es noticia. No. No me sorprende nada una pelicula como spotlight porque simplemente está siguiendo la agenda de los socialistas que dominan Estados Unidos y Europa que es destruir la civilización occidental fundada sobre la iglesia católica, destrucción encabezada ahora por el mismo “papa” que recibe con honores (y tapando las estatuas) a quienes por 1400 años intentaron conquistar y destruir el cristianismo, o celebrando los 500 del cisma que dividió la iglesia.

    • No veo un ataque dirigido a la Iglesia Católica en el artículo de Ana Maria. Veo un llamado a realizar periodismo por encima de cualquier dificultad, sin importar el cisma que el develamiento de la verdad pueda producir.

    • Anamaría, la Iglesia siempre cruelmente atacada. Sólo basta un caso para que reprochemos actos cobardes y repugnates, pero precisamente, no es en la iglesia en donde están estos actos en cantidades abrumadoras, claro que no; son los enemigos de la Iglesia quienes hacen tanto ruido que pareciera fueran por miles. Te basas en una película de Hollywood, para hacer tu crítica y no de la historia. Se conoce que los Testigos de Jehová, en las aulas escolares de los Estados Unidos, los cascos azules de la ONU, tienen verdaderamente una lista larga de abusos sexuales en contra de niños y tu te basas en una película; me da la impresión que tu no conoces de periodismo investigativo

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