“El buen periodismo destruye prejuicios, revela nuestra humanidad y nos conecta con los demás”.
El periodismo, al igual que cualquier profesión, es perfectible, es decir, está en constante trabajo para perfeccionarse. Las demandas ciudadanas, nuevas voces, nuevas luchas sociales, ayudan a que el periodismo sea más completo y aborde temáticas antes invisibilizadas. El periodismo nace como respuesta ante la necesidad de información de la gente, pero también puede ir más allá y ser la voz de los sin voz. Ser el canal por medio del cual los grupos tradicionalmente marginados y discriminados pueden dar a conocer sus realidades y demandas a más personas. Esto ayuda enormemente a la lucha por sus derechos, ya que lo que no se conoce, simplemente no existe.
Por eso es importante que los grupos tradicionalmente discriminados, como los LGBTI, tiendan puentes de comunicación y diálogo con los medios de comunicación y, sobre todo, con las y los periodistas, ya que sin el periodismo y quienes lo ejercen nuestras luchas no pasarían de ser acciones aisladas sin mayor importancia, y la gente no las conocería. Esto es lo que quiere evidenciar la campaña #MiVozConElPeriodismo, cuya frase principal es “el buen periodismo destruye prejuicios, revela nuestra humanidad y nos conecta con los demás”.
Otro asunto de relevancia, debido al cual nace esta campaña, es contrarrestar la cacería de brujas por parte de una facción LGBTI, que se ha dedicado, por un lado, a hacerle juego al poder y servir de punta de lanza en la ingrata tarea de perseguir y denunciar a periodistas y medios de comunicación. Y, por otro, agradecer cada migaja que este régimen nos lanza para intentar verse progresista. Estas migajas disfrazadas de “derechos” son una unión de hecho que no nos garantiza los mismos derechos que el matrimonio, ya que deja fuera del espectro de protección jurídica a los niños/as que nacen por mecanismos de maternidad asistida en el seno de parejas del mismo sexo, pues la actual Ley del Registro Civil vuelve a reiterar la imposibilidad de registrarlos con el apellido de ambas madres o padres; y un género opcional en la cédula que, de acoger la Asamblea Nacional el veto presidencial de la Ley que lo propone, obligaría a las personas trans a acreditar su autodeterminación de trans para cambiar el campo sexo por género, a través de dos testigos que además atestigüen que la persona lleva siendo trans al menos por dos años; y pare de contar.
Ningún otro “avance” en el ámbito de reconocimiento y protección a las familias homoparentales ni de identidad de género; y ningún otro avance en ningún otro ámbito de manera general, lo cual nos deja atrasados con respecto a los derechos LGBTI en países vecinos como Colombia, cuya Corte Constitucional ha actuado con total independencia y ha garantizado la progresividad de los derechos, no su estancamiento como la Corte Constitucional de Ecuador, en cuyas manos han reposado durante años dos causan sobre derechos de importancia fundamental para las poblaciones LGBTI: matrimonio y reconocimiento de hijos/as en familias homoparentales.
Así, esta campaña #MiVozConElPeriodismo quiere verse como un punto de lucidez entre tanta maniaca forma de pervertir el activismo LGBTI por parte de esta facción, pues sus acciones “jaladas de los pelos” nos llevan inevitablemente a dos terribles desenlaces: 1. La autocensura de los medios hacia nuestras temáticas, pues sería hasta entendible que periodistas y medios empiecen a cerrarse a abordar nuestras luchas y causas por temor a represalias con sabor a denuncia y SUPERCOM, y 2. Las expresiones de odio y desprecio que se puede apreciar, sobre todo, en redes sociales, cuando la gente se entera de estas denuncias insensatas y arremeten contra todos los LGBTI sin excepción, al pensar que todas/os estamos en el mismo saco y, así, todo el trabajo de activistas sensatos, coherentes y comprometidos con la defensa de nuestros derechos, que ha venido generando puentes de comunicación sobre nuestras luchas con los medios y la ciudadanía, literalmente se irá al tacho de basura. Todo nuestro esfuerzo venido abajo por un mal activismo LGBTI que colabora a satisfacer las ansias de revancha de un régimen contra todas las voces disidentes y que no ha escatimado ni la más mínima vergüenza para vender nuestros derechos a cambio de prebendas personales. Un “activismo” que merece llamarse entreguismo y lamebotismo.
- Pamela Troya es activista LGBTI
Estimada PAMELA
Tanta instrucción e inteligencia desperdiciada, no entiendo a que “derechos” te refieres, si las personas de tu grupo, exclusivo, han determinado vulnerar todos los derechos de una sociedad civilizada, anclada en costumbres milenarias, convertidas en modelos de progreso, de elevación integral de la persona, que fundamentalmente estan ligadas y constituidas en la FAMILIA ( papa, mama e hijos ) y por ende en la propiedad que es el sosten de toda persona, que diariamente labora con esfuerzo para construir un patrimonio digno para los suyos.
Ejemplo: el pueblo indigena de hace 50 años, vivia en la miseria, con el trabajo sacrificado y con la ayuda de toda la familia, haciendo eco de sus culturas milenarias ( la minga, la fiesta, etc) han construido un futuro prometedor en todo sentido……
Hoy en las ciudades, especialmente Guayaquil, en un 90 % son propietarios de prosperos negocios, ( tiendas de abarrotes, patios de compra venta de vehículos, dueños de transportes de uso público, paanaderías, etc) ..
en este pueblo que debe ser ejemplo para todos los ecuatorianos no existe EL HOMOSEXUALISMO, EL LESBIANISMO, ETC.ETC. porque tienen principalmente una FE enorme en nuestro Señor JESUS , y no se han creado esa idea de llegar a ser dioses como el grupo de Uds. que no respetan normas, costumbres de vivir con dignidad, etc-etc…
Estimada Pamela : Favor tus esfuerzos que sean para desterrar el vicio, el hedonismo de nuestro país, que felizmente tiene una acervo católico invencible.
Te deseo muchas bendiciones de un Dios Misericordioso y amoroso, que en tu vida no ha llegado todavía, pero depénde de ti que habras tu corazón y lo implores que te llene de sabiduría auténtica y veraz.
Abrazos.
aburrido
Para vuestras aspiraciones se tendría que cambiar el concepto de matrimonio?
O sea la mayoría que tenemos al matrimonio como la base fundamental de la sociedad, nos tenemos que someter a los caprichos de una minoría, que tiene una orientación sexual diferente?
No es al contrario que las minorías se deben adaptar a las disposiciones legales que rigen en una sociedad?
Si los trans que visten como hombres llevan en su cédula género femenino van a ser más discriminados, que ahora. Salvo que de ahora en adelante los trans se vistan como mujeres y las lesbianas como hombres.
Tema complicado. Acreditar con dos testigos que son trans, me parece una ridiculez sin nombre.