El Presidente dijo que era extraordinariamente lógico. Tan lógico que de eso parece sufrir. Pero la política tiene sus servidumbres. Al menos como él y Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia, la entienden y la ejercen. Basta con ver la forma cómo explicaron el sábado en el enlace 462 el caso del Issfa y por qué no debían ir ante un juez para dirimir el problema. Lógico no es.
Primero fue el Presidente. Lo que dijo se puede oír en el enlace en el minuto 94’15’’. Correa se propuso “desmentir esta leguleyada de si se necesitaba un juicio” para que el gobierno pudiera alzarse con $41 millones del Issfa. Lo calificó de leguleyada, barbaridad, tontería. Si hay un informe vinculante del Procurador –dijo–. Incluso si no (hubiera) informe, nosotros somos los que mantenemos el Issfa. Y, por último si ellos se sienten perjudicados, pueden poner el juicio…. Pero “el juicio significa anular el contrato, volver todo al estado inicial”.
La barbaridad jurídica, dicha por el Presidente, fue refrendada por Mera tres minutos después. Esto dijo: “Ir a una acción judicial sería terrible y nefasto para los guayaquileños. ¿Por qué? Porque tendría que demandar el gobierno ecuatoriano la nulidad del contrato por objeto ilícito (ese es un tema que sabemos los abogados) por haberse violado la ley. Y eso lleva a que se retrotraiga la compra venta a su estado anterior de la compra venta. ¿Qué significa eso? Que no tendría el Issfa devolver 41 millones sino 48 más intereses y el Estado tendría que devolver al Issfa los terrenos donde ahora hay canchas, donde ahora hay estadios, hay áreas de recreación. ¿Eso querían los guayaquileños? ¿Estarían de acuerdo los guayaquileños en que devolvamos los terrenos para uso de la seguridad social de las FF.AA. y ya no puedan ir a recrearse a los Samanes? Esa sería la consecuencia”.
Barbaridad jurídica. En ningún caso, ir a un juicio implica “volver todo al estado inicial”. Es la sentencia del juez la que modifica la realidad, no iniciar un juicio. En vez de derecho, lo que dijeron Correa y Mera los asemeja mejor a prestidigitadores políticos capaces de sacar cualquier cosa de su sombrero.
Desde el inicio, el Presidente, afirmó que lo dicho por el Procurador es vinculante. Eso a pesar de que lo que hizo Diego García es un informe, no un dictamen. El Procurador solicita (es el verbo que usa) al Ministerio del Ambiente y al Issfa que procedan a la rectificación y/o modificación de los actos que sean necesarios y del contrato correspondiente (…) Contrato que fue llevado a escritura pública ante el notario cuadragésimo de Guayaquil.
En ese documento hay mecanismos para solucionar controversias. Las partes acordaron ir al Centro de Mediación de la Procuraduría General del Estado. Se lee que ese procedimiento de mediación “podrá terminar con acuerdos totales, parciales o la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre las partes”. Este es el primer paso que debe quedar registrado en una acta. El procedimiento contempla un segundo paso si, como es el caso, las partes no llegaran a un acuerdo. Las partes podrán iniciar “procesos judiciales ante el juez competente en Quito” (…) “para discutir en juicio las diferencias”.
¿Leguleyada, barbarie, tontería…? Pues no: es la forma acordada para solucionar la controversia entre el Ministerio del Ambiente y el Issfa. El Presidente, sin respetar procedimiento legal alguno, decidó descontar $41 millones de la deuda que tiene el Estado con el Issfa.
Nadie sabe si el gobierno tiene (o hubiera tenido) la razón en este caso. Pero en vez de aplicar el derecho, prefirió, muy en su estilo, recurrir a vías de hecho.
Parece broma, pero equivocarse en 41 millones en un negocio de 48, refleja a la perfección lo poco que saben del valor de las cosas los de AP. Porque sólo por eso se entiende que paguen por un kilómetro de carretera (la de Collas) ¿cuánto? ¿12 millones? Por Manduriacu, ¿200?, ¿300 millones de más? Y así todo. A punta de errores de “buena fe” la plata de la bonanza petrolera se fue por el caño del despilfarro. Lo único positivo es que los principales funcionarios de AP tienen lindo carros nuevecitos. Y lindas y grandes casas. Algunas con vista al mar… en Costa Rica.
Este “parcito” lo único que reconoce como viable no es el hecho ni el derecho, sino su derecho al lecho.
Las escrituras firmadas por las partes ante un notario público es ley para las partes; por desgracia en estos tiempos de abuso y prepotencia, nada se puede defender en derecho.
Por un error de digitación se escribió la palabra “citarlas” cuando lo correcto es “citarlos” para que guarde concordancia en género con el sustantivo “funcionarios”.
Dr. Es un placer seguir su lucha bastante desigual pero la fuerza de la razón llegara pronto
Un régimen totalitario, para gobernar, tiene que apoyarse en personalidades cínicas, moralmente miserables, malévolas, proclives a la corrupción y al abuso e ineptas. Un gobernante autoritario necesita de que sus colaboradores sean unos ineptos para ejercer sobre ellos una influencia hasta lograr el nivel de sumisión. ¿Y para qué necesita de funcionarios moralmente descalificados? Porque solamente ellos pueden realizar el trabajo sucio de arrasar con las instituciones, la democracia, denigrar y perseguir sin remilgos a personas moralmente diáfanas y hechar tierra sobre lo putrefacto de la administración pública. ¿Qué se puede esperar de un Alexis Mera, cuya escuela política fue el febrescorderato? Este abogado de una esquina rosa, acaba de realizar el más inverosímil aporte a la ciencia del Derecho Penal al resignificar los delitos de peculado y glosa como “errores de buena fe” y ha enviado por un sumidero las contribuciones a la ciencia del Derecho que han realizado brillantes juristas a través de la historia. Y en el régimen verde flex, los funcionarios sin calidad moral abundan como hongos después de una noche de tormenta y no vale la pena citarlas. ¡Cómo pudimos confiar en esta horda de descamisados! Son como el Rey Midas, pero al revés, porque todo lo que tocan lo convierten en esa cosa que una iluminada mandó a comer a los ricos. ¡Sin miedos Sr. José Hernández para desenmascarar a estos pequeñuelos que han destruido al país! ¡Estamos con usted!
Excelente comentario, saludos cordiales