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Rafael Correa: un mentiroso con método científico

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El método correísta para el establecimiento de la verdad se parece sospechosamente a los procesos sumarios que usaban los tribunales de la época del terror durante la Revolución Francesa: para mandar a alguien a la guillotina sólo se requiere del testimonio de un enemigo o un malqueriente. No hacen falta evidencias ni demostraciones, no se permite argumentos de defensa y nadie asume la carga de la prueba. Basta con una fuente que nadie corrobora.

–Señor ministro, ¿es cierto lo que ese politiquero corrupto disfrazado de periodista dice, llevado por su odio?
–No, señor presidente.
–Queda demostrado que mintió.

Palabras más, palabras menos, esta escena se repite cada sábado.

Luego mandan a alguien de la Secom o El Ciudadano a buscar un intelectual orgánico de la academia correísta para que se invente una teoría que legitime ese expediente. Así como Alexis Mera siempre encontrará la figura que justifique cualquier aberración jurídica, los académicos amigos de la Flacso o el IAEN siempre hallarán la vuelta teórica de lo que se les ponga por delante. No interesa cuán obtusa llegue ser su explicación (que en ocasiones bate récords), para efectos de la propaganda lo que importa es que alguien ponga la jeta.

Isabel Ramos, por ejemplo, catedrática de la Flacso. En la última sabatina echaron a correr un video en que aparece con aires de estar hablando cosas inteligentísimas. Pero lo que dice es esto: “No está siendo respetado nuestro derecho a la información porque justamente hay parcialidad, hay una sobredeterminación de un solo tipo de fuente, hay una presencia privilegiada de ciertos actores con palabras respecto a otros actores que están silenciados, hay ciertos aspectos de la cuestión legal que no nos están contando. Me parece que esto es violar derechos a la información”. Considérese que está hablando del manejo informativo en torno a la crisis del Issfa, tema en el cual, en efecto, “hay ciertos aspectos de la cuestión legal que no nos están contando” los voceros del gobierno; y ciertos actores que, también es verdad, están silenciados (Marcela Aguiñaga y Javier Ponce, por ejemplo), pero por voluntad propia. Sin embargo, los que violan el derecho a la información, según ella, son los periodistas. Por lo demás, lo que fuera que quiso decir con eso de “sobredeterminación”, está claro que la palabra es incorrecta. Sí, tiene más de cinco sílabas y eso le confiere gran prestigio en el mundo del que Isabel Ramos forma parte, pero en el contexto no quiere decir nada. Y hablar sin decir nada, ¿no es una violación flagrante del derecho a la información? Hay que tener jeta.

No importa. Con que hable el ministro de turno y desmienta sin aportar prueba alguna lo que algún periodista ha dicho; con que hable el o la académica de turno y despache cuatro pendejadas con cara de solvencia intelectual a toda prueba… Con eso basta. Los chicos de la Secom ya pueden darse el gusto de sacar la manito con el sello de caucho sobre la pantalla. ¡Mentira comprobada! Es el procedimiento correísta de construcción de la verdad. Simple y puro. Sistemático. Casi científico.

A Janeth Hinostroza le sometieron a ese procedimiento en la última sabatina. En el noticiero de Teleamazonas ella había mostrado las imágenes de un grupo de manifestantes frente al ministerio del Ambiente y los había identificado como “funcionarios públicos del ministerio del Ambiente en horas de trabajo, incumpliendo con sus labores”.

concentración 10 feb, 2

¿Es verdad eso?, preguntó Rafael Correa a su ministro, Daniel Ortega. Y él, disciplinado y enjundioso: “Se les acabaron los argumentos, señor presidente, están desesperados. Esto es una completa mentira. Lo que vimos ahí son jóvenes, son jóvenes que son dueños de la moral revolucionaria, que han retomado una nueva dignidad gracias a este proyecto político que nos da una patria hacia adelante. El día que están concentrados no son horas laborables y son jóvenes de todo el país, no sólo son miembros del gobierno”.

¿No sólo? ¡Menos mal! La construcción de la verdad correísta pasa por alto estos detalles, quizás ahogados en medio de tanta retórica barata. Y hace de la vista gorda con las pequeñas mentiras. Por ejemplo, el hecho de que las mismas banderas (que pertenecen a un grupo juvenil del ministerio) fueran vistas más tarde en la concentración de la Plaza Grande contra “los golpistas” del Issfa, significa que el ministro faltó a la verdad cuando dijo “el día que están concentrados no son horas laborables”. Esto ocurrió el miércoles 10 de febrero. ¡Mentira comprobada!

concentración 10 feb, 1

–Muy claramente, Daniel –pregunta Correa–: lo que saca esta señora en Teleamazonas, ¿son funcionarios públicos en horas de oficina? ­

“No sólo”, pudo repetir el ministro. O sincerarse y responder: era miércoles. En su lugar, cumplió con lo que se esperaba de él:

–No, presidente.
–Ya. Esta señora mintió. Este es el periodismo deshonesto.

Basta con la palabra de un funcionario con el suficiente instinto de conservación como para saber qué puede decir y qué no en una sabatina. Y listo. Para Rafael Correa el proceso de construcción de la verdad tiene su ciencia: la ciencia de la puesta en escena.

Ese es el honestísimo presidente que tenemos. Su imagen pública se levanta sobre una retórica de la verdad, de la pureza de espíritu, de la transparencia, de la superioridad moral. Cada sabatina es un nuevo capítulo de la santa cruzada que ha emprendido contra la mentira. Rafael Correa el intachable, Rafael Correa el de las manos limpias, Rafael Correa el íntegro, el ético, el honorabilísimo. Hay que verlo retorcerse de la irritación contra aquellas minúsculas personitas que no le llegan ni a los tobillos en cuestión de dignidad y de valores. Hay que oírlo indignarse contra la mentira, contra la mediocridad moral propia de los perdedores, los amargados, los que no saben sino odiar. ¡Cuánto teatro! En qué consumado actor se ha convertido el presidente. Basta con rascar apenas sobre la superficie de esa verdad luminosa que el presidente de la República dice defender para descubrir que está construida sobre la más metódica y sistemática aplicación de la corrupción de valores y de la mentira. Una mentira que, para afirmarse a sí misma y proclamar su superioridad, recurre a burdos y precarios procedimientos como el descrito en este artículo. Con cuánta naturalidad el presidente convierte la mentira en verdad y la verdad en mentira. Ya ni siquiera se trata de que Correa mienta: es que en su retórica no hay una sombra de verdad. Ningún pudor. Ni el menor sentido de vergüenza.

(En la imagen de arriba el ministro de Ambiente, Daniel Ortega, comparece a la sabatina número 462 para mentir como le enseñaron).

38 Comments

  1. Como es de conocimiento de todos los ciudadanos por medio del abuso y otras mañoserias este régimen ha implantado en nuestro país un gobierno dictatorial donde hemos perdido casi todas las libertades principalmente la de de expresión, razón por lo cual no podemos reclamar nuestros derechos ni denunciar actos de corrupción que se dan en el sector público, a pesar de las numerosas intimidaciones, robo de la honra (mi caso personal) los Ecuatorianos estamos perdiendo el miedo haciendo escuchar nuestras voces en las calles,Colegios, Universidades y principalmente dejando nuestras opiniones en las redes sociales.
    Felicitaciones para los columnistas de este prestigioso grupo (Los cuatro pelagatos) sus orientaciones en diferentes temas publicados son de mucha valía para mi persona y entiendo para toda la ciudadanía

  2. La revolución vial de estos “revolucionarios” es un fiasco. Y ese es uno de los típicos argumentos de éxito de estos corruptos: revolución en salud y en educación son los otros, sobre los cuales sobran los comentarios por el desastre evidente que son. Donde está la autopista Quito- Guayaquil, la más importante del país, o la Guayaquil- Cuenca? o La Ambato-Cuenca? esos son ejes viales a los cuales se unen todos los demás. Solo repavimentaron las vías que la gente utiliza con frecuencia, alrededor de Quito o Guayaquil, y ensancharon las que se usan los fines de semana. La Quito -Ambato, de 6 carriles, está bien, pero su uso es de apenas al 20% de su capacidad. Es eso planificación y priorización? Con todo el dinero que tuvieron ,pudieron forrar el pais de autopistas que mejorarían la productividad. Un camión antes hacía 12 horas a GYE desde Quito, hoy toma 15 porque es la misma carretera de hace 50 años, pero con mucho más tráfico. Revolución o involución?. Mentira tras mentira. Lean las noticias de Venezuela, vamos por el mismo camino!!! En Venezuela ya están pensando en sacarlo porque el país no da más. Que esperamos los ecuatorianos??

  3. Este mentiroso contumaz de Presidente que tenemos habla y habla de valores, ética y honestidad y demás principios de los que carece. Un badulaque que ya no sabe que decir ni que mentir. Logico delante de unos descerebrados de ovejas -con el perdon de los animalitos- que tambien han aprendido a lo que su jefe es docto y por ello los horroris causas a ser mitomanos. Ya les llegara la hora para colgar sus lenguas putrefactas de tanta basura correista.

  4. Las pruebas “de que se inventan teorías” para hacer que lo inverosímil (una mentira) se venda como una verdad inapelable están en las propias palabras del Presidente, en la inquina de Douglas Argüello y en las cadenas de la SECOM. Aquí van los ejemplos… Los sistemas de seguridad social no es de los afiliados sino del Estado; los delitos de peculado cometido por los funcionarios del gobierno, ahora son de “errores de buena fe”; que las Fuerzas Armadas y la Policía (incluyamos aquí al magisterio y a los médicos) no generan riqueza, sino que la consumen; que el IESS está más solvente que nunca, pero la debacle de la situación actuarial y sus reservas es insostenible; que el Issfa, sus recursos y su misión están garantizadas por el Estado, pero la cuantiosa deuda estatal , de más 260 millones de dólares, lo tiene al borde de la quiebra; que la concentración de los maestros en Guayaquil dejó “impresionado” al Jefe por su magnitud y porque la “educación ya cambió”, pero no sabe (debe saber) que esa masiva presencia se logró mediante presión del propio Ministerio y un trabajo extorsionador del faldero Wilmer Santacruz para hacer proselitismo político partidista… Y así, hay “muchísmo más…”

  5. “Luego mandan a alguien de la Secom o El Ciudadano a buscar un intelectual orgánico de la academia correísta para que se invente una teoría que legitime ese expediente. Así como Alexis Mera siempre encontrará la figura que justifique cualquier aberración jurídica, los académicos amigos de la Flacso o el IAEN siempre hallarán la vuelta teórica de lo que se les ponga por delante.”
    -¿Cuáles son las pruebas de que se están inventando teorías?

  6. Muy buenos artículos y sobre todo valientes, sigan adelante, alguien tiene que decir la verdad de la tragedia que vive nuestro pobre país.

  7. Excelente artículo. Con hechos se demuestra el proceso de “creación de la verdad” por parte del Presidente y sus subordinados.

    • ¿Con hechos? ¿Cuáles hechos? Si habla de que “se inventan teorías para justificar” y no da una sola prueba de que esa afirmación sea verídica, lo que hacee no es rebatir una conceptualización sino desprestigiar a la persona y aunque la persona sea corrupta realmente, eso no le da “verdad” al hecho.

      • De acuerdo contigo Cristina, es un artículo interesante con una excelente redacción pero sigue siendo opinión, no hay hechos probados tampoco en nada de lo que se escribe, son elucubraciones. No se trata de ser correista u opositor, se trata de pedir pruebas de todo y si bien Correa debió pedir pruebas o mostrarlas de que esas personas no eran funcionarios del ministerio, en la nota de Janeth Hinostroza tampoco prueban que sean funcionarios, ni este artículo ofrece esas pruebas…

        • Entonces soliciten los QUIPUX a través de los cuales se dio la orden para que salgan los funcionarios en horas laborables. Soliciten una inspección de los sistemas de red internos de las instituciones públicas, cuya información es de todos los ciudadanos y ciudadanas que pagamos esos servicios con nuestros impuestos. ¿Pruebas? Ya tengan algo de vergüenza por favor.

      • ¿Por qué diablos no utilza estos mismos argumentos para analizar el contenido de las sabatinas? ¿Es usted sorda o finge serlo? ¿No se ha dado cuenta todavía que en estos nueve años lo que se ha hecho precisamente es recurrir al descrédito y el desprestigio sistemático? Y esa perla correísta que usted escribe: “y aunque la persona sea corrupta realmente, eso no le da verdad al hecho”. Tres tristes hechos hechan techo en el trigal. Por misericordia, cállese!

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