Jorge Glas no pierde la esperanza. Cuando Rafael Correa le encarga la sabatina, él despliega toda su simpatía y don de gentes sobre el escenario. Claro que al público asistente hay que llevarlo con engaños: muchos suben a los buses creyendo que van a ver al otro y nada en la convocatoria del partido ni en la propaganda oficial les permite imaginarse lo contrario. Si les anunciaran que el show estará a cargo del vicepresidente probablemente no irían. El caso es que ahí están y Glas no se detiene a pensar en esas cosas. Él se entrega lo mismo y se esfuerza por gustar. Habla cuanto puede de hornados y guatitas, encebollados y cebiches, pues en eso parece consistir su concepto de lo popular, y se muestra cuidadosamente risueño todo el tiempo. Sea por prescripción de sus asesores de imagen o por iniciativa propia, el vicepresidente mantiene la sonrisa congelada en el rostro mientras habla, lo cual confiere a su tono de voz aquella gentileza impostada de azafata de clase ejecutiva que lo convierte en un presidenciable de manual. Por lo demás, está claro que su afán por parecerse al jefe le demanda un gran trabajo. Es lícito imaginárselo educando la gestualidad ante el espejo o vocalizando lentamente sus discursos con el fin de obtener la modulación perfecta, aquella informal y traviesa manera de abrir una pausa milimétrica hacia el final de cada frase y rematar la última palabra en tonalidad mayor: “nuestros países… vecinos”; “han devaluado… su moneda”. Tan atractivo, tan seguro de sí mismo, tan dominante y tan suelto. Casi casi como el jefe.
El vicepresidente va directo al grano: “Adelante con ese video que me pidieron los compañeros del Diálogo… Ciudadano”, despacha ni bien empezado su monólogo. Se trata de una pieza audiovisual de antología: recopilación de los mejores momentos vividos por él en los desayunos familiares a los que ha sido invitado por supuestos ciudadanos espontáneos. Escenas de cordial camaradería y amistad sincera rematados por emotivos testimonios: “Es una persona amable, sencilla, extrovertida”, dice un ama de casa. “Es muy accesible, vino a mi casa”, confía un joven estudiante. “Yo lo veo como un amigo y eso es lo que admiro de él”, remata un profesional. “Me sentí bendecida”, se emociona una señora. Claro que Glas no esperaba nada de esto. Él no creyó que todo el video giraría en torno a su persona. Qué va. Él es un líder amable, sencillo y extrovertido. Si él pone a trabajar a sus asistentes para que le cuadren estos desayunos, los agenden y los organicen; si se toma la molestia de viajar a diferentes lugares del país con ese propósito; si se desplaza, además, acompañado de un equipo de filmación y producción de imagen para que lo registre todo en video… En fin, si hace todo eso no será para aparecer como protagonista de la cosa. Ni más faltara. Que ahora muestren un video donde nomás hablan bien de él y lo ponen por las nubes es, francamente, indignante para alguien tan falto de ambiciones. Por eso, una vez concluida la proyección, el vicepresidente se molesta con sus subalternos que no le avisan nada. “Oye –les reclama–, pero el video era para conocer más de la vida de ellos, jejé. No me vuelvan a hacer esto, compañeros”. Qué humilde, qué sencillo. No quiere que nadie se dé cuenta de que está en campaña.
Buena parte de la sabatina transcurre, previsiblemente, en el terreno de los sectores estratégicos, tan generosamente regados con dinero chino, que el vicepresidente tiene a su cargo. Las imágenes hablan por sí solas: Glas presionando un botoncito en un tablero de mando; Glas disponiendo por walkie takie la apertura de unas válvulas; Glas con casco de ingeniero caminando entre turbinas; Glas probando un simulador de vuelo diseñado por jóvenes emprendedores ecuatorianos; Glas ofreciendo explicaciones a un grupo de bien trajeados banqueros chinos de rostro inexpresivo… Sólo desentona la imagen bucólica y de profunda raigambre andina de Glas, en un páramo de Cotopaxi, rodeado de borregos (borregos propiamente dichos, de los que balan y dan lana, valga la explicación, necesaria en estos tiempos), imagen que él sabe explicar con frase guapachosa: “Soy más agricultor que eléctrico”. Olé. Está claro que no es candidato a nada.
Por lo demás, ha logrado el vicepresidente tal compenetración escénica con su jefe que ya es capaz de mostrar un idéntico nivel de desvergüenza. Como cuando dispone a la presidenta de la Corporación Financiera Nacional ahí presente que se le entregue un crédito industrial a un amigo. Así no más, por la jeta. O cuando cuenta que el gobierno, ahora que Esmeraldas tiene por fin un alcalde correísta, ha decidido entregar 130 millones a esa ciudad para financiar la construcción del tan postergado sistema de agua potable, y acusa al alcalde anterior, del MPD, a quien nunca entregaron ni medio centavo para un tubo, de “haber sepultado las esperanzas de este pueblo de tener agua potable”. “Tantas injusticias y tantas malas administraciones”, clama el vicepresidente con una jeta que, si se pusiera de pie, se la pisaría.
Otra cosa que aprendió de su jefe y parece haber perfeccionado a extremos poco usuales es la técnica de contarnos buenas noticias escamoteándonos las malas. Todo lo que él dice es tan bonito que prefiere no arruinarnos la experiencia sabatina mostrándonos la letra chica de las gestiones del gobierno. Dos ejemplos.
- La buena noticia: la empresa canadiense Lundin Gold firmó con el gobierno un acuerdo de condiciones económicas para la explotación minera del proyecto Fruta del Norte, prueba palpable de la confianza que inspira el Ecuador a los inversionistas extranjeros. El proyecto implica una inversión de mil millones de dólares y entrará en producción en 2019. Y lo que más le gusta a Glas: funcionará sobre el esquema de “anticipo de regalías”, que se resume en una frase: “págueme antes de que comience a producir”. ¿No es lindo? La mala noticia: La palabra clave de este acuerdo, palabra que el vicepresidente por supuesto no menciona, es deuda. Significa que en 2019, cuando esto haya terminado y probablemente algunos angelitos se encuentren lejos y forrados, el Ecuador tendrá que producir sus minas a cualquier precio para que la Lundin Gold se cobre la plata que está por adelantarnos. Claro que el vicepresidente nunca lo diría así tan feo.
- La buena noticia: un grupo de industrias ecuatorianas firmaron con el gobierno un acuerdo para incrementar el componente nacional en los insumos de las empresas públicas: Petroecuador, CNT, Celec… El Estado va a comprar 1.600 millones de dólares más a la empresa privada del país, con todos los beneficios derivados que esto implica en incremento de empleo, optimización de la capacidad instalada de las empresas y un largo etcétera. Buena parte de esas compras se emplearán para la construcción de la Refinería del Pacífico. La mala noticia: la palabra clave que el vicepresidente no menciona es, nuevamente, deuda. Esta vez del Estado a sus proveedores. Lo que Petroecuador, CNT, Celec y las demás empresas públicas ya le deben a la industria ecuatoriana acaso supera los 1.600 millones que ahora se piensa contratar. Significa que en un futuro cercano, cuando esto haya terminado y un nuevo gobierno del país probablemente se vea obligado a sincerarse y echar a la basura el proyecto de la Refinería del Pacífico, todavía habrá que conseguir 1.600 millones de donde sea para pagárselos a los proveedores embarcados en esta gigantesca farsa. Claro que el vicepresidente nunca lo pintaría de forma tan descarnada.
Al contrario: el vicepresidente lo dice todo muy bonito. Con la ayuda de la jovencísima directora de la Senplades, Sandra Naranjo, tan joven que apenas si conoce otra cosa en la vida que el gobierno correísta, nos muestra que el país acaba de inventarse. Que antes no había nada. Ni carreteras, ni electricidad, ni computadoras ni nada. Y ella, que aún no había nacido, lo confirma. Ternurita. Todo cabe en un sencillo cuadro: en la lámina en blanco y negro, el país de antes; en la lámina a colores, el país de ahora. Así: antes, “debilidad de políticas ambientales”; ahora, “fortalecimiento de políticas ambientales”. ¿No está claro? ¿No resulta incontrovertible?
“Los enemigos se preguntan cómo es que lo hacemos”, reta Glas al viento: “cómo es que la revolución ciudadana es tan fuerte. Cómo es que 16 millones nos apoyan”. ¿Cómo? No lo dice el vicepresidente. A lo mejor se lo guarda para más adelante en su campaña. Es un gran misterio, pero parece que el power point tiene que ver con todo.
Sin duda alguna la política está devaluada, tenemos un Vice que para graduarse de ingeniero copió la tesis desde El Rincon del Vago, tenemos un Vice que sin calidad moral protegió a un violador de niñas…, un Vice que es cómplice del fracaso en el cambio de la matriz productiva o que nos cuenten qué ha pasado con el proyecto de cocinas de inducción. El ingreso de miles de cocinas chinas, cuya mayoría son encimeras que se encuentran acumuladas unas sobre otras porque no se venden ni entre los más pobres…demuestra que ni siquiera hicieron estudios de mercado sobre lo que necesitaban los ecuatorianos…¿quién pagará ese “error de buena fe”? Sacarán al mercado dichas cocinas a competir con la industria ecuatoriana quebrando a los empresarios que le creyeron a Correa e invirtieron en esa producción? ¿Cual será el impacto en el empleo?. Es de replay los ecuatorianos deberemos consumir cocinas chinas y las producidas en Ecuador deberán exportarse al exterior para sobrevivir!.
Que nos cuenten ¿cómo van a cambiar la matriz productiva hacia la electricidad sin eliminar el subsidio al gas? ¿Cómo sostener el cambio a electricidad de 220V cuando ni las ciudades ni la empresa eléctrica tienen la capacidad de soportar esta transformación?
Que nos cuenten por qué el proyecto de la Refinería del Pacífico está costando hasta la fecha más de USD 1.300 millones. ¿ Por qué el gobierno se empecina en continuar este proyecto cuando no producimos un solo barril de petróleo adicional desde 2007? ¿ Por qué seguimos contratando con una empresa corrupta y procesada en el Brasil como es Odebrecht ?
Que nos cuenten menos cuentos y más verdades…que no tienen un solo candidato (a), incluido Lenin Moreno, preparado para enfrentar la crisis que Correa y AP crearon, pero que se aferran al poder para seguir contando cuentos, creando circo, tapando los “errores de buena fe” y llevando…
El 2017 los ciudadanos podemos dar una respuesta clara y contundente: No a la impunidad, no más corrupción, no más despilfarro obsceno y lacerante para la economía del país…y para el caso que nos ocupa: no más vagos graduados sin estudiar!
Este individuo les dice “malcriados” a los militares retirados, me parece ilógico que alguien menor a ellos (al menos en edad) les de ese calificativo, y ademas con que autoridad moral lo hace??…
Este famoso lamebotas y borrego por quedar como bacan de la película les tilda de “malcriaditos”, el ” corcho” Cordero los llamo ” chifladitos” a los comandantes y jefes militares también “copy” Glas llama a Correa “comandante” que trabaja para todos los trabajadores, amas de casa,floricultores, empresarios, o sea por analogias también son “chiflados malcriaditos” porque son los comandantitos de la venganza revolucionaria, es lamentable la baja pasion politiquera
Tuve la oportunidad, de conocerlo a Glas en la universidad (solo conocerlo, ni loco hubiese sido amigo). Y en cualquier documento y ante cualquier notario pongo mi firma que el era un completo pelele.
El solo es otra Marioneta mas del mishu
Glas : por que no pagan primero a los proveedores las deudas que durante meses no ha pagado el Gobierno antes de anunciar que van a comprar más ? Se apreciaría mucho más seriedad y responsabilidad en el manejo de las finanzas y un poco de consideración con los proveedores del estado .
Gracias,por este articulo,escrito de forma amena e inteligente,pero este señor Glass,carita de angel,defndiendo a su amo patron¡¡
Un politiquero es tan falaz, locuaz y contradictorio. El Vicepresidente, durante la entrega de los “borregos de de verdad” a los campesinos de la Sierra, expresa que es “más agricultor que eléctrico”; pero en la sabatina 464 (en medio de tanto ovejuno amaestrado) dijo le emocionaba mucho cuando ve y tiene que inaugurar las megaobras relacionadas con la electricidad y la electrónica porque él es ingeniero. ¡Genial! ¿No les parece? Ecuatorianos, la desvergüenza es tal que, abiertamente, a vista y paciencia de CNE, con los recursos de los ecuatorianos, un año antes, ya está de campaña… Y eso lo sabemos todos los ecuatorianos porque no somos tontitos para no poder descubrir lo que denota la agresiva publicidad del gobierno.
Bien desenmascarado este angelito de la robolucion ciudadana, a través de sus sesudas expresiones, solo añado con tanta electricidad que tenemos ya debería “electrificarse el transporte publico”, que tanto daño causa al ambiente basta salir a las terminales de los troles, donde buses y articulados hacen de las suyas contaminando nuestra ciudad, lo señalado entre comillas, seria algo verdaderamente valioso para todos los ecuatorianos.
El estilo de la nota nos provoca un rictus de sonrisa, pero al entender su ironía causa indignación. Que la impotencia no nos arrebate el espíritu de poner tras las rejas a los enajenados por el dinero. Cabe decir que Carlos Julio tiene vigencia y catalogaría a esta banda como HOMBRES ENLOQUECIDOS POR EL DINERO y para estar a la
Moda deberían si decir Hombres y Mujeres enloquecidos por el dinero
Como detener la voracidad de esta gente, como hacerlos responsables del dinero que nos está faltando, como decir a los acreedores que si siguen anticipando dólares, corren el riesgo de perder su dinero, porque no tenemos porque reconocer préstamos que se dan de espaldas a pueblo. También los acreedores deben llevar responsabilidad al entregar dineros a un grupo que no ha comprendido que su tiempo llegó a su fin. Y de faltar dineros, buscarlos hasta debajo de las piedras para que lo devuelvan.
Iba a comentar el artículo pero al llegar al punto de la deuda con la mina de oro ya me dio mucho ASCO de semejante bajeza de gobernantes y más aún de los que le apoyan, por lo cual no me quedan palabras.