Los atentados en el aeropuerto y el metro de Bruselas dejaron 31 muertos y 260 heridos de 40 nacionalidades, según el último balance oficial comunicado por la Fiscalía belga.
“Desgraciadamente esta cifra todavía puede aumentar en las próximas horas”, dijo el fiscal Frédéric Van Leeuw en una rueda de prensa.
Desde que ocurrió el atentado, los estudios y análisis sobre el tema se han multiplicado. Entender las razones por las que el grupo terrorista se ha enfocado en este tipo de ataques, como el de París, se ha convertido en todo un desafío para académicos y periodistas. Entre esas explicaciones está el artículo que Daniel Byman, profesor de la Universidad de Georgetown, ha publicado en el The New York Times. Según este experto, autor del libro “Al Qaeda, el Estado Islámico y el movimiento jihadista global”, la organización terrorista atraviesa una difícil situación bélica en Iraq y Siria y necesita trasladar las acciones bélicas a Europa.
Según esta tesis que 4Pelagatos reseña en esta nota, el Estado Islámico está luchando para mantener la supremacía entre el jihadismo global y por eso Europa se ha convertido en un campo de batalla clave en sus cálculos. Trabajando con sus socios europeos, los EE.UU. han arrinconado al Estado Islámico en Irak y Siria. El grupo ha perdido un estimado del 40% de su territorio en Irak y 20% en Siria y ciudades importantes, como Ramadia, han sido recuperadas. Mosul, la capital de facto del Estado Islámico, está a punto caer en manos aliadas, mientras que los oficiales de EE.UU. calculan en 10 mil los soldados del Estado Islámico muertos en los últimos meses. Estas pérdidas lastiman al Estado Islámico por partida doble: el control del territorio y el establecimiento del califato es una de las diferencias más importantes entre el Estado Islámico y las organizaciones jihadistas que le precedieron. Los líderes de Al Qaeda se han opuesto a esa maniobra desde hace mucho, argumentando que aún es muy prematura e incluso torpe. El Estado Islámico, en todo caso, se ha ganado la legitimidad y la popularidad entre los radicales musulmanes al crear un ‘estado’ donde pueden vivir bajo su interpretación de la ley islámica.
Por eso, la pérdida de territorio implica de forma paralela la pérdida de legitimidad. El Estado Islámico ha logrado instalarse en el imaginario de los musulmanes como un grupo de ganadores, construyendo una utopía para los devotos mientras se derrota a los enemigos del islam. La distancia entre perder territorio y convertirse en un perdedor no es muy grande.
Cuando los grupos terroristas se estancan militarmente y tienen miedo de perder territorio en manos de sus enemigos, frecuentemente tratan de recrutar gente y fondos a través de la actos de violencia espectacular. Esta necesidad de construir una imagen, basada en el éxito y los triunfos, se debilita cuando hay muchas derrotas y eso les obliga a llevar la guerra al territorio de sus enemigos.
A esto hay que sumar el hecho de que más de 5 mil europeos han ido a pelear en Siria, siendo Francia y Bélgica los países que contribuyen con un número aplastante de estos combatientes. Algunos de los que regresan tratan de vincularse con locales y el ciclo de violencia se está volviendo auto sustentable.
Estos últimos ataques sin duda mejorarán las capacidades tecnológicas y militares de los europeos, pero ese continente tiene otra dificultad: la integración musulmana. A lo largo del continente, sostiene Byman, los musulmanes muchas veces se sienten arrinconados por las mayorías.
En cambio, en los EE.UU. muchos ataques han sido neutralizados porque la comunidad musulmana los reporta al FBI. Esa confianza no existe en Europa. ¿Por qué? Según Byman porque el crecimiento de la extrema derecha xenofóbica como el Frente Nacional en Francia o Alternativa para Alemania, no ayuda para mejorar las relaciones entre las comunidades musulmanes y los gobiernos.
Mientras las voces chauvinistas se hacen más protagónicas y las sociedades más xenófobas, las comunidades musulmanes se sienten más amenazadas. Eso es un caldo de cultivo para los radicales que quieren unirse al Estado Islámico.
Arrinconar al Estado Islámico en Oriente Medio es necesario para el éxito en el largo plazo, pero en el corto plazo vamos a ver más ataques en Europa, sostiene el experto. Desafortunadamente, la respuesta occidental en Irak y Siria es mucho más prometedora que los esfuerzos en Europa para detener el terrorismo. Bombardear al Estado Islámico y construir una oposición con credibilidad allá sigue siendo vital, pero lo que es más necesario es debilitar al Estado Islámico y sus partidarios en Europa. Eso, según Byman eso es lo más difícil de conseguir.
Como balance final, las guerras en Irak, Afganistán, Siria; el bloqueo de Irán y la caída de los líderes del gobierno de Egipto y Libia, el resultado que inició con la Primavera árabe y el permanente asedio de Israel a Palestina, desataron la formación de los musulmanes radicales, que antes estuvieron controlados por gobiernos despóticos. Encontrar a Sadam Hussein en una cueva, o el asesinato de Gadaffi, debe haber significado un insulto para los miembros actuales del EI. No fue una buena idea. No se puede descartar la mano de Rusia en todo esto. Solamente un genio de la geopolítica podrá resolverlo. Por ejemplo un territorio de paz en Siria, con control absoluto, proyectos productivos y repatriación de migrantes, invirtiendo los fondos europeos para la solución del conflicto y, por supuesto, la extinsión del EI.
La verdad es que E.E.U.U. y sus aliados europeos no son los países que han arrinconado a ISIS en Siria, Este papel lo ha cumplido eficientemente la Federación Rusa.
En este tema no hay que olvidar algo fundamental. Para que haya una guerra se necesitan armas. Es a los fabricantes de armas a los que mas les interesa una guerra y si es lejos de su tierra mejor. Si el EI consigue armas, ¿quién se las vende? Si se lo combate, se usan armas. ¿Quién provee esas armas? Hay un solo ganador con este tema del que los medios parecen olvidarse: el mercado de armas.
Excelente articulo Martín, de lo mejor que he visto en español sobre el tema.
Sin duda es un asunto complejo pero reconociendo lo buen periodista que es sugiero tocar los siguientes puntos relacionados:
La posicion de los socialistas del siglo 21 sobre el terrorismo (Podemos de España se niega a condenarlos),
La -derecha xenofoba- parece una generalización burda que incluye en el mismo saco a extremistas antimusulmanes o antiextrangeros con gente autenticamente preocupados por los peligros de la inmigracion indiscriminada. Mitos y verdades sobre el tema.
Desenmarañar las posiciones de los actores en Syria: EEUU, UE, Iran, Rusia, Turquia, etc. y nuevamente evaluar los apoyos del socialismo del siglo 21 a esos actores.