//

La arrogancia de la sociedad perfecta

lectura de 5 minutos

Hace 9 años, la Revolución Ciudadana inició su santa cruzada de perfeccionar la sociedad ecuatoriana. Llegaron al poder con la idea de crear una sociedad basada en el Buen Vivir, donde no existe desigualdad, donde no existen empresarios malvados, donde no existe la partidocracia, donde se come el buen sánduche y donde el pasado no volverá. Es un relato hermoso, pero atrás de ello se esconde un ideal perverso: la creación del nuevo ciudadano. No hay nada más arrogante, que la tentación totalitaria de pretender decir a alguien más cómo tiene que vivir.

Con miras a cumplir los preceptos del Buen Vivir, se han decretado varias leyes que buscan alinear la voluntad individual a un proyecto político. Desde el escritorio de un funcionario se decidió: cuando puedes o no tomar cerveza, qué puedes o no decir, en qué cocina tienes que cocinar, en qué carrera te vas a graduar, qué sectores de la economía van a prosperar y, ahora último, cómo debe funcionar la familia (sí, ahora proponen un código de conducta familiar) y cómo debe dar a luz la mujer. Y si fuera por Fander Falconí, con quién te deberías de casar en función de la sociedad. Lo que buscan con esto es perfeccionar la sociedad de acuerdo a su criterio, a lo que les conviene, según lo “bueno” para ellos.

La nueva reforma tributaria es otro intento del régimen de meterse en las decisiones personales. Nos dicen que es por el bien de todos, pero eso es un cuento chino de esos que le gustan al Gobierno. Lo que buscan con ese impuesto no es salud, sino más dinero que tanto les hace falta. Lo que pasa es que quieren ciudadanos “fit” para alimentar a un Estado Obeso, que en medio de una crisis en lugar de ajustarse el cinturón empobrece al ciudadano con otro impuesto más.

Unos tienen una visión muy simplista de la realidad y dicen que “solo” hay que dejar de fumar o tomar alcohol, que tomemos otra cosa y se acabó el problema. Hasta el bolsillo te lo agradecerá. Vale la pena preguntarse, ¿Por qué tengo que pagar más por un producto solo porque en Carondelet se quedaron sin fondos? Esa es la pregunta que nos debería importar a todos: ¿por qué tengo que cambiar mis gustos a la fuerza solo porque me quieren saludable? Por más noble que suene, el Gobierno tiene que respetar la elección de los ciudadanos de elegir mal y ser responsable de nuestras acciones. Después de todo, sin esa posibilidad no podemos decir que somos dueños de nuestra vida. Intentar perfeccionar a los ciudadanos, programándolos solo para hacer el bien, resulta en una sociedad menos civilizada, menos tolerante y de individuos obedientes.

Aquí no está en discusión si el impuesto es bueno o malo, (aunque hay evidencia que muestra la poca efectividad del “fat tax”  en el caso de Finlandia y Dinamarca) sino la arrogancia que caracteriza a las políticas públicas de este gobierno. Es cierto que no son productos de la canasta básica. Incluso Gabriela Ribadeneira dijo que no eran necesarios para la vida cotidiana. Disculpen, ¿Cuál es su autoridad para decir qué es bueno o malo para mí? A veces ni nosotros mismos sabemos que nos conviene pero aquí aparece un iluminado que sin conocernos, automáticamente ya sabe qué es lo mejor para tu vida.

Han caído en la tentación totalitaria: las ganas de crear al nuevo hombre, al ciudadano perfecto. La Revolución Ciudadana se pasó nueve años imponiendo la nueva moral revolucionaria porque quieren hacer de esta sociedad el paraíso en la tierra. La doctrina del Buen Vivir exige que se cumplan los fines sin importar los medios, así se sacrifiquen algunos derechos en el camino. Todo con la Revolución pero nada en contra de ella y así es como se empiezan a develar las raíces del totalitarismo andino. Esta es la desventura de la bondad extrema, de querer perfeccionarnos a su gusto. La vida del ciudadano ya no depende de sus gustos, sino de un burócrata que tiene como oficio decidir qué es bueno o qué es malo para cada uno. Tenemos que tener en cuenta que las intenciones más nobles pueden terminar en un régimen opresivo.

Quieren diseñar la sociedad a su gusto, piensan que los ciudadanos somos piezas en un tablero pero olvidan que, incluso en el ajedrez, cada ficha tiene su movimiento natural. Entiéndalo de una vez: no existe una sociedad perfecta ni existen vías para llegar a ella. Por cierto, esto no es una apología para que se conviertan en fumadores o alcohólicos. Simplemente, seamos nosotros quiénes tomamos las decisiones y no el Estado.

80 Comments

  1. He leído el artículo con atención, y este, a igual que muchos otros pecan de lo mismo: nuevas leyes, impuestos, deciden por ti, proyecto regional, totalitarismo. Acaso existe una sociedad sin leyes, sin impuestos, sin restricciones, con visión del bien común, haciendo predominar el credo político de quién nos gobierna en su momento. Todos en algún momento de nuestras vidas fuimos “vanidosos y ahora nos consideramos perfectos”. Todos en nuestras casas, barrios y lugares de trabajo tenemos claro lo que se debería hacer para enrumbar nuestro país hacia mejores días. Pero ahí queda todo. Somos de escasa participación ciudadana, de comprometernos con nuestra comunidad; ni para meditar el voto nos tomamos la molestia de escudriñar las propuestas de los candidatos y nos conformamos con decir: -todos son iguales-. Hemos naturalizado el quemeimportismo, para después, cuando ya es demasiado tarde, aparecer como paladines de la libertad y la justicia. Cuando votamos, no estamos votando por un presidente, estamos decidiendo por nosotros, por nuestros hijos, por nuestro país. Empoderemonos de nosotros y la comunidad. Comencemos a leer, para elevar nuestro nivel cultural. Qué diferencia puede existir, entre una persona que sabe leer y un analfabeto, si el primero no lee: ninguna. Recuperemos el sitial que le corresponde el ser político y el hacer política. Defendamos nuestro ideario, sin llegar al menosprecio de nuestro contrincante. Cumplamos con nuestras obligaciones. Seamos corteses al conducir. Que las marchas de las mujeres son sean contra los hombres, sino que persigan el bien común. Convirtámonos en esa chispa que produzca nuestra transformación personal y social.

  2. Pensar que la única forma de mejorar es aumentar leyes, implica que el país ecuatoriano no somos lo suficientemente capaces de poder tomar decisiones que sean buenas para nosotros . lo que los ecuatorianos necesitamos es información concreta de los hechos como es de capacidad de elección libre, educación. La revolución ciudadana se empeña en “educarnos” de la manera que más conviene a los intereses de los nuevo dueño del país. nos quieren convertir en entes autómatas que reaccionan solo a la orden del funcionario vuelto superior a las demás personas gracias a leyes absurdas y la prepotencia del presidente de la república.Gracias a los 4 pelagatos por no solo informar,si no ayudar también formar y desarrollar la cultura de este país

  3. El articulo es obviamente antiestatista y defiende con gran claridad la virtud de la individulaidad,vale decir,la libertad del individuo a decidir por si y para si sus propio destino. Los todavia idiotizados por la temprana inoculacion del marxismo en todas sus posibles modalidades, no se hacen esperar y son sus detractores naturales y,a mi entender, se les debe de prestar la misma atencion que se les presta a los borrachos.No existe un antidoto mas potente para la izquierda extrema y doctrinaria que la libre discusion de las ideas que en foros libres como este. Gracias a los 4 pelagatos por no solo informar,si no ayudar tambien aformar y desarrollar la cultura democratica.

  4. Arianna, muy buen artículo refleja mi pensamiento en muchas cosas. En las famosas sabatinas, el Correísmo creo un espacio para ampliar las disposiciones del Buen Vivir, con expresiones vulgares, muevas, gestos y bravuconadas……poco a poco se ha mostrado el Presidente y su entorno como son en realidad. Moralizadores y especuladores del Pensamiento Libre que no tiene tienda política, sino es propio de cada uno. El mundo esta lleno de buenas intenciones y también de intromisiones…..9 años de una escalada abrumadora, que afectó emocional y espiritualmente a todos. Si dieran ejemplo, sería diferente, incumplen con la let de solidaridad, hoy 13 de junio del 2.016 la noticias es que la mitad de Asambleístas de Alianza País no han aportado con lo dispuesto, pero que ley más rara…dicen que es voluntario el aporte, si es voluntario para que la ley. Arianna, porque no ha escrito nuevamente?

  5. Felicitaciones por exteriorizar adecuadamente ese “anhelado” Derecho a la libre expresión

  6. Solo me gustaría que el gobierno intente imponer impuestos como:
    * $1 por cada sachet de salsa de tomate o mayonesa en puestos de comida chatarra
    * $5 por cruzarte la calle por lugares indebidos
    * $10 por botar basura en la calle
    * $200 por orinar en la calle
    * $200 por graffitear las paredes
    * o $500 por exceso de velocidad al conducir un vehículo.

    Estos son unos de los tantos impuestos que te cobran en cualquier país de Europa por incumplir sus leyes.
    Por ignorancia e idiosincrasia ecuatoriana ya me sucedió.

    Los impuestos no siempre son para recaudar, sino para modificar ciertos comportamientos de la gente.

    • Se le olvidó poner un impuesto al aire que respiramos.-
      Andreu, UD. debería con sus ideas conformar el equipo económico
      del desgobierno que nos gobierna, ya que el iluminado solo sabe
      de como adueñarse de fondos ajenos, elevar impuestos y endeudarse
      a intereses altisimos.-
      En cuanto al articulo de Arianna , felicitaciones, siga adelante.-

  7. Buen artículo en donde se desnuda esta maquinaria política, dirigida a manipular a los pobres del Ecuador. El viejo país continua con esta porquería de gente que busca apoderarse de todos los recursos del país, haciendo desaparecer todos los fondos de ahorro e inversión para despilfarrarlos en fiestas, construcción de obras sobre valoradas y en excesiva burocracia. Este señor pasará a la historia como la peor peste jamás vista de un presidente. Que busco satisfacer sus caprichos, abolir la empresa privada, destruir la dolarización y hundir el país en un mar de impuestos y pobreza. Dignos para perseguir, expatriar y de ir prisión el y todas sus mafias. Creo que el país debe de aprender la lección esta vez y no volver a creer en esta gente que destruyo todo progreso y desarrollo.

  8. Arianna. Qué increible ver la persona en la que te has convertido. Te recuerdo de nuestros eternos viajes en el bus del colegio. Lucha por sacar este país adelante, ya sea con tus palabras o acciones. ¡Ánimos!

  9. Interesante el análisis sucinto, claro, conciso y preciso, sobre el criterio y argumentos que tienen las cabezas de la robulucion. Tanto neoliberales y neosocialistas, totalitaristas retrogrados… que disfrazan sus malas intenciones, y para conseguir sus fines y oscuros intereses se valen de constituciones, leyes, decretos, etc. Que son los médios apropiados de esas mentes infames y miserables para dar legalidad al saqueo y lucro personal, y grupillo los recursos del pueblo, para dar en sus ambiciosos bolsillos y eses es su credo. Para poner ejemplo debemos sólo ver cuando entran al poder con una mano adelante y otra atrás, vociferan hipócritamente promesas al pueblo humilde, y no pueden tapar su opulencia concebida desde el néctar del poder. Principios de igualdad, equidad, participación, democracia, distribución de riqueza, son otros médios más sublimes y figurativamente de buena fe para alcanzar su codicia y sin escape a la vista y juicio de Dios…todo se paga en esta vida…

  10. Indistintamente de lo que Arianna crea o de su ideología política, y de lo que el resto de foreros comenten aquí, me gustaría decir que su articulo desde mi parecer es mu apasionado, muy honesto en si mismo y eso me deja un buen criterio de su autora. Ojala existiera mas mas gente que compartiera ideas apasionadas.
    Saludos cordiales

  11. COMENTARIO A ARIANNA TANCA
    En su artículo “La Arrogancia de la Sociedad perfecta”, la articulista Arianna Tanca afirma que “…No hay nada más arrogante, que la tentación totalitaria de pretender decir a alguien más cómo tiene que vivir.” sin embargo, más arrogante que eso es la pretensión de cualquier individuo de suponerse por encima de la sociedad y que su capricho particular tiene más fuerza y razón que la necesidad social. Y ésa es la arrogancia en que caen los individualistas neoliberales que solo piensan en sí mismos, como si pudiesen vivir fuera de la sociedad humana a la que pertenecen.
    El actual enfrentamiento entre las personas que poseen una mayor conciencia individual por sobre una escasa conciencia social y las que tienen una mayor conciencia social por sobre la individual se remonta desde los tiempos en que aparece la apropiación por la fuerza del trabajo ajeno en provecho de unos pocos, o sea, con la instauración de la esclavitud. Es una constante histórica.
    En los tiempos modernos este fenómeno aparece en la revolución francesa en los enfrentamientos ocurridos entre la aristocracia financiera representada por los girondinos y los profesionales de la clase media representada por los jacobinos. La discusión se centraba entre: “Dejad hacer y dejad pasar” del liberalismo clásico al control centralizado del estado que instauró Robespierre. Entre estas dos visiones se ha desarrollado, y continúa haciéndolo, el estado burgués y el sistema capitalista que a todas luces no es el mismo originario de la libre concurrencia.
    Si comparamos la forma salvaje del capitalismo inicial, que obligaba jornadas de dieciocho horas explotando a niños y mujeres que dormían hacinados en infectos conventillos sin derecho humano ninguno con el capitalismo del siglo XXI, con aire acondicionado y licencia por maternidad, notamos un marcado progreso en cuanto al disfrute de los derechos, lo que sin duda alguna se debe a este constante movimiento pendular entre el carácter egoísta y cicatero que se inclina por la satisfacción absoluta de uno por sobre los demás y el carácter amplio y altruista que sopesa primero el impacto social, extremos sin duda del carácter humano; en otras palabras, hay una tendencia constante por parte del lado del carácter altruista de la sociedad de humanizar, o socializar valdría también, el sistema capitalista al punto de desarrollar formas más justas de emprendimientos económicos como la Empresa Comunitaria adscrita a la Economía Social y Solidaria y que no les cabe todavía en la cabeza de los neoliberales.
    Ubicados pues, en ese mecanismo intrínseco del proceso socio económico, el país que existía hace nueve años era un país colapsado porque el viejo modelo colonial de exportador de materias primas e importador de manufacturas, modelo que nos fue nuevamente asignado en el reparto que hicieron del mundo las potencias mundiales después de la II Guerra, había colapsado. Nuevas fuerzas productivas, especialmente de las clases medias arruinadas por las políticas neoliberales, presionaban por un nuevo modelo de desarrollo de producción que afectaba, y de hecho sigue afectando, los intereses de la poderosa clase de importadores que desde la época colonial, y afincados en la era republicana, gobiernan a este país.
    Aunque es para muchos evidente, sí vale subrayar que este modelo de producción afecta también intereses foráneos que nos miran como si fuéramos parte de su paisaje, sin considerar que las personas que poblamos este país también tenemos derecho, y en primer término, al uso y disfrute de los recursos naturales y a tomar decisiones por mayoría para enrumbar nuestro destino. La complicidad entre la poderosa clase importadora con los intereses extranjeros es lo que vuelve a la vieja clase dirigente de este país aliada a extraños intereses y opuesta a los intereses nacionales. Suena feo decirlo pero así es como se concluye de la realidad, y con el conocimiento adicional que esos intereses afuereños son en mucho, muy poderosos intereses que mantienen el actual orden en todo el planeta.
    En definitiva el punto es que hay una guerra de tras fondo que no termina nunca, que la humanidad sigue creciendo, que los recursos no son para siempre, que como especie hemos desequilibrado el proceso de la evolución natural y trastocado el equilibrio del medio ambiente. ¿Es eso casual o responde a alguna lógica? ¿Tiene responsabilidad el sistema depredador y consumista que el neoliberalismo trata de imponer como el único posible? ¿Es válida la insistencia neoliberal en sus dogmas económicos que a nuestro criterio conducen a la deshumanización? ¿Qué otra cosa puede ser si se aplica el “todo contra todos y sálvese el más sabido”?
    Y esta proposición antihumana es la que produce el mayor rechazo a la conciencia social porque es una propuesta fuera de la moral solidaria que desde tiempos inmemoriales fortaleció las falencias naturales que como especie tenemos; la ayuda mutua fue el arma más eficaz que garantizó la sobrevivencia de los humanos y la solución a los problemas existenciales que se presentaron en su proceso evolutivo. El individualismo neoliberal destruye esa esencia humana desligando artificiosamentea los individuos de la sociedad a la que pertenece y por la que vive, puesto que fuera de ella las posibilidades de sobrevivencia se reducen drásticamente.
    El ego inflado de los neoliberales que confunden libertad con voluntarismo, amplificado por todos los medios de comunicación que poseen y de los que se valen artera y mañosamente, condena burlonamente la buena intención del gobierno para mantener en funcionamiento un estado de derechos constitucionales que si bien todavía es imperfecto, sin duda es el problema central que tiene la sociedad por resolver en estos momentos, y ampliarlo más todavía.
    La posición neoliberal obstruccionista e irracional, cerrada a sus dogmas caducos, válidos talvez en las tempranas horas del capitalismo pero impracticables en los actuales niveles de socialización y concentración de la propiedad que existen, muestra claramente su ausencia absoluta de conciencia social mezclado con unas ansias patológicas de recobrar el poder político perdido para volver a conectar sus capitales, que no lo necesitan, a la botella de oxígeno que es el estado, desconectando de ella a los enfermos terminales tal como ocurre actualmente en la Argentina de Macri y su retorno al seno de los buitres.

    Francisco Perrone Coronel
    Guayaquil, Abril 01 de 2016

    • Qué fácil es caer en etiquetas de “neoliberales” o “capitalismo”. Que ni siquiera se han nombrado en el texto. Simplemente, es una reflexión de quién está tomando las decisiones dentro de la sociedad. Más bien, parece que la postura expuesta muestra una aversión a quiénes piensan distinto y si no es de tu agrado, automáticamente “neoliberal” cuando nisiquiera es el caso. Juzgar y etiquetar no alimenta el debate.

Comments are closed.