El 16 de abril del 2016 nos dejará una huella indeleble. Mi generación jamás vivió en los confines de este país una tragedia similar al del terremoto del día sábado. Nunca tanta destrucción, nunca tanta muerte y al mismo tiempo nunca tanta solidaridad espontánea, organizada y efectiva de miles de ciudadanos. A todos nos corren lágrimas de tristeza y emoción por igual. Conmovidos por el dolor indecible de las familias que lo perdieron todo y al mismo tiempo, emocionados de ver cómo en fracciones de tiempo, al contrario de muchas de nuestras autoridades, los ciudadanos empezaron a movilizarse para ayudar a los damnificados de Manabí.
También como decía el editorial de 4Pelagatos, empezó la cacería de brujas en contra de cualquiera que dijera algo que sonara disonante en medio de esta unidad espontánea en torno a un desastre natural. La crítica, como decía aquella opinión, es reprochada.
A riesgo de ser mal vista, y como no pretendo ganar simpatía ni voto alguno, creo que es imprescindible sacar algunas conclusiones críticas a partir de lo que estamos viviendo. Recordemos que además, el Cotopaxi nos respira en la nuca y por tanto es ineludible aprender algunas lecciones.
Decenas de analistas venimos por años advirtiendo que el Ecuador era vulnerable a una diversidad de catástrofes naturales y que por simple lógica el gobierno, debía provisionar los fondos adecuados para hacer frente a esas eventualidades. El régimen repitió infinidad de veces aquella cantaleta de que ahorrar era beneficiar los intereses del capital y se voló (perdón la expresión) cualquier ahorro existente. Ahora nos encontramos ante una necesidad que el Presidente ha definido como de miles de millones de dólares. Luego de vivir semejante bonanza petrolera, ¿dónde están esos miles de millones cuándo más se los necesita? ¿Cómo es posible que no exista un fondo de contingencia en un país que vivió la mayor bonanza de su historia? ¿Cómo podemos permanecer en silencio frente a esto?
La tarea de reconstrucción de la provincia de Manabí de hecho resultará costosísima. La sociedad entera se ha movilizado con donaciones, pero deberá ser el estado quien asuma la inmensa tarea de revivir y reparar la infraestructura de los parajes de la Costa. Resulta del todo inaudito que no sepamos de dónde vendrá el dinero y cómo se le devolverá algo de normalidad a los damnificados de la zona.
Asimismo, el Presidente ha dicho que las construcciones se derrumbaron porque habían sido mal hechas. Es muy probable que tenga razón, como también tiene razón en afirmar que el control de la construcción es competencia de los gobiernos locales. Sin embargo, ¿cuántos de los alcaldes de Manabí pertenecen al movimiento PAIS? ¿Cómo es posible que el gobierno se entere de la paupérrima calidad de la construcción en el país solo después de sufrir semejante terremoto? ¿En dónde estaba la capacidad de nuestros líderes de anticipar un desastre que estaba escrito y tomar medidas preventivas?
Por último, parece claro que el gobierno no ha sido contundente en sus labores de rescate. Otra vez, resulta escalofriante pensar en la vulnerabilidad en la que nos encontramos frente a otros posibles desastres como la erupción del Cotopaxi. Urge, por tanto, reforzar la capacidad de las instituciones locales y nacionales para enfrentar emergencias, porque ya la sentencia de Mariana de Jesús, quedó para el olvido.
Sí es hora de unidad, pero también de análisis crítico para evitar que miles de ecuatorianos más pierdan vidas porque los desastres nos encontraron en los días del chuchaqui post fiesta del derroche petrolero.
Hablar sobre el pasado no es muy útil sino nos deja lecciones. Y si Correa dice que las construcciones no fueron construídas para resistir sismos de esa magnitud, es la oportunidad de que el gobierno re-construya junto con la empresa privada verdaderas construcciones sismoresistentes y de última tecnología. Asimismo, ya que nos va a clavar nuevos impuestos, las zonas afectadas deben estar completamente exoneradas de impuestos y deben otorgarse a los afectados, créditos sin intereses o donaciones. Estaremos vigilantes que este gobierno y el próximo cumplan estos requerimientos de la ciudadanía.
Solo una corrección. La escala de Richter no sirve para definir terremotos mayores a grado 7.
Para terremotos mayores a 7 se usa la magnitud de momentos.
Lastimosamente mucha gente menciona a Richter … y es un error terrible técnicamente hablando
Basta decir terremoto magnitud 7. y no mencionar la escala de medición.
gracias
Hoy el país cuenta con hospitales móviles, ambulancias, patrullas, mayor y mejor capacitado personal médico y de seguridad, etc. Solo en eso se hubiese esfumado el ahorro, sin contar con que la respuesta habría sido lenta y menos eficiente, y por lo mismo la tragedia habría alcanzado mayores proporciones.
Para nada Juan C Brito, hay dos aviones presidenciales para el simpático pero no un avión ambulancia. De cual capacitación hablas, la respuesta gubernamental ha sido lenta e ineficaz, más de 36 y hasta 48 horas en que se llegue a muchos poblados. Un fiasco y ahora toma impuestos.
Por que no se declara Manabi zona franca con 0 impuestos y en pocos meses eso estaría reventando de trabajo.
Podría alguien pasar por las redes el video de este inepto repitiendo hasta el cansancio que era una estupides guardar dinero para cualquier contingencia????.
Lo mas seguro es que luego diga: “quien hizo esta estupidez???”
Muy bien dicho. Es impresionante el tráfico que ha generado los convoys en pomasqui …. Es para ayudar a nuestros hermanos. Yo que vivo por este sector me puse a pensar: que carajos hacemos si erupciona algún volcán. Al final pensé y dije me quedo en casa muriendo porque en auto no llego ni a la tienda así que huir no es la opción, no hay rutas verdaderas de evacuación. Vivimos en una bomba de tiempo en este aspecto
Tecera línea, primer párrafo; “a la del”, en lugar de “al del”. Perdona, pero son gajes de Editora.
Hablando de reproches… solo imaginemos por un momento que el epicentro de este terremoto hubiera sido Gquil o Quito, tendríamos una cantidad de damnificados, muertos y heridos amplificada quizás en unas 50 veces! (siendo optimistas). ¿Qué hay en cuanto a el control de las autoridades locales acerca de la sismisidad de los edificios? o ¿el crecimiento urbano desordenado que se establece normalmente en zonas de peligrosidad? En Quito ¿cuántas espacios denominados ‘sitio seguro’ existen?¿cuál es la distribución de estos a lo largo de la ciudad? Pero aún así cierta gente quieren más vías, más pasos elevados en detrimento del espacio público. Ojalá se tomen en cuenta estos aspectos en las ciudades grandes!
Ojalá Correa no se aproveche de esta tragedia para encubrir el fracaso de su gestión económica o lo poco que haga lo utilice demagógicamente para retener el poder.
Es lo primero que hará
Excelente analisis de la dramatica y triste situacion de nuestros compatriotas y de la siempre prepotente actitud del presidente y del gobierno. Esperemos a ver que hacen. Desde ya, entrer ellos se repartieron el territorio donde van a mandar, sin tomar en cuenta a los gobiernos locales que saben mas de si mismos que los ministros trasplantados a manabi. No tengo esperanzas de que las cosas se hagan bien. Que pena!
Válido el análisis crítico sobre el despilfarro y la improvisación que han caracterizado la gestión de los últimos 9 años. Requerimos sin embargo entender que la reactivación no será solamente una tarea del gobierno, sino de una alianza público-privada que permita una adecuada canalización y administración de los recursos que se generen luego de la catástrofe. Vendrá dinero de afuera, pero a menos que se lo gestione adecuadamente, volverá a perderse entre la burocracia dorada de la “reconstrucción de Manabí”. Hace falta un líder de la sociedad civil manabita que asuma la tarea, de manera despolitizada, técnica y honesta. ¿Quién se apunta?
De acuerdo con el contenido de su sustentado comentario, la lección es que en un nuevo gobierno ” no se repita la irresponsable decisión de no tener un fondo razonable para co ti gencias “
Además -respecto de las construcciones- ¿no hay al menos un hospital público caído? Entonces con el dinero del Pueblo se hizo una construcción fuera de norma?
El comentario fue no sólo inoportuno e inútil sino con feo tufo de lavarse las manos
“El Litoral ecuatoriano es caracterizado por una
complejidad morfo-estructural, en la parte sur, en el
Golfo de Guayaquil sistemas distensivos son
asociadas a la abertura de la corteza continental a
través de fallamientos de tipo normales y de
cizallas, un rasgo distinto es presente en el prisma
de acreción junto al límite de la fosa tectónica de
subducción, donde sistemas de fallas inversas de
bajo ángulo de cerca de 70 Km de longitud podrían
indicar una estructura sismogénica “fallas
megasplay” (ie. Chunga & Quiñónez, 2013) capaz
de generar sismos mayor a magnitud 7 y también
desplazamientos verticales con generación de ondas
anómalas de tsunamis, sin descartar potenciales
deslizamientos submarino” Es lo que aseveran los investigadores, sin contar con otras fallas en la serranìa, no contamos con construcciones seguras desde hace muchas décadas, los centros históricos,dicen son fràgiles las constrcciones de adobe son críticas, necesitamos evaluaciones de nuestras construcciones en muchas zonas de riesgo.
El factor decisivo en la calidad de las construcciones, como todo en la vida, tiene proporcion directa con lo economico, es decir si los ecutorianos no podemos costearnos estructuras de calidad, no es por los codigos buenos o malos, existan o no, sino por nuestra deplorable situacion economica, que no nos permite mas alla de los simple algunas veces y de lo insuficiente casi siempre.
Cualquiera creeria que luego del “Milagro Ecuatoriano”, todos nosotros deberiamos estar habitando comodas viviendas, pero lamentablemente esto no es asi, el milagro sera solo para unos pocos priviloegiados que en “El Imperio” (como pedro delgado), tienen sus muy seguras y lujosas viviendas.
Hagamos los siguientes numeros: si “El Jaguar” dispuso de 300Mil MIllones de Dolares que para 15Millones de habitantes y cinco personas por familia nos dan = 300 000 000 000/ (15 000 000 / 5) = 100 000usd, es decir cada familia deberia tener un patrimonio de 100 000 usd. pero como no necesariamente debio llegar a todos (los sufridores los del pasado, los pelucones, etc no lo necesitan), entonces los pobres (a quien “El Simpatico” presidente ecuatoriano dice amar), deberian tener un patrimoni de 150 000 Usd, lo cual a precio internacionales sobra y basta para que una famila cuente con una vivienda digan, un vehiculo (cuyo precio real es 1/3 de lo que aqui), y un negocio.
Pero Claro estos calculos solo son de un humilde ciudadano y no de un “Iluminado”