La idea fue del propio Rafael Correa. Sustituir el Consep (Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, dependiente de la Procuraduría) por una Secretaría Técnica de Drogas (Seted), adscrita a la Presidencia de la República, le permitió “manejar directamente” la política antidrogas, como explicó en varias sabatinas. Cuatro meses después algo cambió, al menos en lo que se refiere a la circulación de precursores químicos. La nueva Seted eliminó un sistema para control y fiscalización que funcionaba como un reloj y no ha implantado ningún otro en su lugar. Y exoneró de control a las entidades del sector público.
Amoníaco, éter, Hidróxido de sodio o sosa cáustica, hidróxido de potasio, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, hexano, xileno, tolueno, benceno, alcohol isopropílico, bicarbonato de sodio, bicarbonato de potasio, acetona… En total son 29 sustancias químicas controladas que tienen una infinidad de usos industriales y resultan imprescindibles en fábricas de textiles, de pinturas, de detergentes, en empresas florícolas o de alimentos, en industrias metalmecánicas y petroleras…
Hasta diciembre del año pasado, último mes de operaciones del Consep, todas esas empresas estaban sometidas a un estricto control cuya herramienta principal era el Sisalem, un sistema digital de registro y seguimiento conectado al Internet. Cada empresa debía registrarse anualmente y obtener la calificación respectiva en función de sus necesidades de producción. Se le asignaba un nombre de usuario y una clave y estaba obligada a registrar en el Sisalem hasta el menor movimiento de una sustancia sujeta a control: compras, ingresos, consumos, usos, destinos… El Sisalem manejaba información cruzada en distintos niveles: quiénes compran y quiénes venden materia prima controlada; qué se hace con ella y en qué cantidades… Los inspectores del Consep, con la información proporcionada por el sistema, verificaban in situ cada dato. No había un kilo de precursores químicos que se les escapara. Era imposible burlar estos controles.
El caso es que el Sisalem lleva cuatro meses sin funcionar. Los mismos que tiene de existencia la Secretaría Técnica de Drogas adscrita a la Presidencia. Las nuevas autoridades decidieron “bloquear del sistema la opción de envío de reportes de movimientos”. En su lugar habilitaron una dirección electrónica que, obviamente, no garantiza la inclusión de la información en el sistema, la posibilidad de cruzar datos y su accesibilidad. Según explicó en una circular Gustavo Santamaría, director nacional de Control y Fiscalización, el cierre del Sisalem tenía por objeto implantar ciertas mejoras en el sistema, como la homologación de medidas y nomenclaturas, y debía concluir el primero de marzo. Pero continúa cerrado. Y las licencias para el año 2016 siguen sin emitirse: la Seted se ha limitado a prorrogar las de 2015.
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Ahora la Seted ha decidido “exonerar del régimen de regulación y control a las entidades del sector público, quienes no requieren calificación ni autorización ocasional de la Secretaría Técnica de Drogas”. Así consta en una resolución firmada por Rodrigo Suárez, titular de la Seted, y distribuida a las empresas participantes del Sisalem el pasado 27 de abril. Significa que empresas estatales como Petroecuador, con un altísimo consumo de sustancias sujetas a control y fiscalización, está exenta de rendir cuentas sobre lo que hace con ellas. Industrias metalmecánicas, laboratorios farmacéuticos, empresas eléctricas… Si son públicas, escapan a la fiscalización.
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“Aprueben rápido la reforma –había pedido Rafael Correa a sus asambleístas en la sabatina del 5 de septiembre de 2015– y que el Consep pase a la Presidencia y en dos semanas resolvemos todo esto”. Quería decir que, con él “personalmente” a cargo del problema, la política antidrogas fluiría. Hoy, entre la paralización del Sisalem y la exoneración del control a las entidades públicas, esa lucha parece estar dejando flancos abiertos demasiado grandes. Por primera vez en mucho tiempo, no hay control sobre la circulación de precursores químicos. Se ignora cómo, con esta falta de sistema de control, se puede evitar que esos precursores también sirvan para refinar drogas.
Arriba: el presidente Rafael Correa, su ministro del Interior, Jose Serrano (de espaldas) y el secretario técnico de drogas, Rodrigo Suárez, recorren una zona de Guayaquil libre de microtráfico. Foto: Presidencia de la República.
Mala toz te siento Federico… Que nomás estará pasando; recuerdo que antes de la Robolución Ciudadana, cada vez que se confiscaba droga, esta era incinerada públicamente ante representantes de entidades de control y seguridad del estado en los hornos de alguna gran industria, y ahora?? Alguien sabe que se hace?.
Será que acaso la están reciclando aprovechando la excelente relación, confianza y apoyo que se dan entre socioslistos del Siglo XXI que se apoderaron de nuestra región y que ahora están cayendo de a uno,… El tiempo nos dará la respuesta y de seguro será otro golpe a nuestro estado de ánimo por habernos prestado para tanto abuso, unos por confiados, y otros por sanduche y cola. La tarea que nos debemos obligar a futuro será el recuperar nuestros recursos no sólo económicos y materiales sino también MORALES, que la ética vuelva nuestras vidas como ahora rescatamos la solidaridad después de tanto esfuerzo por dividirnos. DESPIERTA ECUADOR.
Nunca antes el Ecuador ha sido tan permeable al narcotráfico como ahora. Solo hay que ver la cantidad de drogas que inundan nuestras calles, colegios y hasta escuelas.
Lastimosamente, burocratizando aún más las cosas no se resolverá este problema, que lleva décadas carcomiendo la sociedad.
Ósea estamos a merced de la droga, delincuencia y sicariato. Otro triunfo de esta malhadada Revolución ciudadana. Fuera correa fuera.
Srs Pelagatos
Favor corregir en la foto:
“…recorren una zona de Guayaquil” PRESUNTAMENTE “libre de microtráfico.”
Todos saben que en la bahia de la droga todavia se consigue todo lo que uno quiera.
Los pushers simplemente se movieron un par de esquinas .
Que coincidencia: la base de Manta fuera, los radares no funcionan, eliminan al Consep, hasta ahora no hay controles reales, las empresas públicas no están sujetas a fiscalización.
Mmmmm…….