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Carta 28: Usted se compró esta confrontación militar, Presidente

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Presidente,

Usted no evitó el choque con los militares y podía haberlo hecho. Fernando Cordero, días antes de irse del Ministerio, le había pedido dejar este tema en sus manos; como un problema administrativo. Eso permitía sacar esa papa caliente de Carondelet, bajar las aguas y buscar una fórmula para solucionar este entuerto. Usted prefirió forzar la devolución de $41 millones que debe, a su parecer, el Issfa por un supuesto sobreprecio en la venta de 66 lotes en los Samanes.

Martin Pallares contó, en 4pelagatos, lo que ocurrió el viernes, después de que el 4 de mayo Ricardo Patiño diera un ultimátum, como ministro de Defensa, al director del Issfa para cumplir con la orden del Presidente. Ahí está la respuesta: el Brigadier General Juan Francisco Vivero, hijo de un general de caballería, pone el caso en manos de la justicia. Ni él ni el Alto Mando acatarán el dictamen del Ministro. Usted puede repetir lo que hizo cuando Fernando Cordero estaba en La Recoleta: deponer al Alto Mando. Y pedir que cambien al Director General del Issfa. Quizá recuerde usted lo difícil que resultó a su gobierno designar un Alto Mando. El ambiente que hay actualmente, está más enrarecido por la actitud de Ricardo Patiño y activa lealtades naturales entre los militares activos y pasivos.

Usted se compró un enorme problema porque en su gobierno, incluso cuando usted plantea problemas de fondo, la tónica es resolverlos a la bartola: pateando el perro, desconociendo, insultando… Eso es ya una costumbre; la institucionalidad exige otras actitudes.

En este capítulo, usted llegó al punto de prescindir de los edecanes militares. Es su derecho como se lee en la Ley de Personal de la Fuerzas Armadas. Pero es irremediable pensar que también así usted hizo visible su distanciamiento con la sociedad militar. Es irremediable pensar que hay desencanto de su gobierno, tras haber comprobado que los militares, con matices por cierto pero como institución, se mantuvieron en la línea de servir al país, no a un gobierno. Ecuador no es Venezuela. Eso ha causado decepción en su gobierno.

Las FF AA son una institución compleja. Basta pensar la forma hermética en que mantuvieron su holding empresarial. Basta pensar en la información que tienen de la sociedad civil sin que lo opuesto sea equivalente. Los intentos de acercamiento que hubo a finales de los noventa mostraron las distancias construidas entre las dos sociedades. Y también los prejuicios de lado y lado. Desde 1995, hubo diálogos promovidos por la universidad Católica de Quito y, en particular, por su directora Bertha García. Esos acercamientos –a propósito de la preparación un Libro Blanco de la Seguridad– probaron que la sociedad civil y los militares tenían una ardua tarea –y tarea común– por delante.

Su gobierno no avanzó un ápice en esa dirección. Convencido de que los militares no son deliberantes y de que el Presidente representa la sociedad en su conjunto, usted creyó que con tener la dirección política de las Fuerzas Armadas bastaba. No admitió que la modernización militar y la formulación de una nueva política de Defensa, entre muchos otros temas, hacen parte de un proceso largo y complejo. No de simples rabietas.

Es evidente que hay privilegios en Fuerzas Armadas. Como también hay rezagos de viejas doctrinas militares que otorgan a las FF AA roles que son inadmisibles para una sociedad democrática. La de ser tutora de las instituciones democráticas, por ejemplo. Su gobierno ha planteado otros temas que son importantes para los militares (sus condiciones de vida y las de sus familias), o para las finanzas públicas (cesantías, pensiones, sostenibilidad del Issfa). Esto sin contar los temas fundamentales de la defensa que deberían ser discutidos en la Asamblea Nacional, así como el pensum de formación, la relación civil-militar, los nuevos roles de las Fuerzas Armadas… Pero usted quiso resolverlos todos por la fuerza. Apoyado únicamente en su grupo parlamentario y sin que esos temas fueran debatidos por la sociedad, las fuerzas políticas y los propios militares.

Su gobierno no solo no avanzó en esta nueva relación que debe establecer la sociedad civil con los militares y vice-versa. Ha llegado a un punto de altísima tensión en el cual su ministro, Ricardo Patiño, y usted quedan desautorizados por sus subalternos. Usted, Presidente, tiene una enorme papa caliente entre manos. No evitó esta confrontación. Y podía hacerlo.

Foto: Presidencia de la República. 

25 Comments

  1. Las Fuerzas Armadas son pueblo y se conformaron para defender el suelo Patrio de quien sea y la Policia Nacional tienen que velar y defender al pueblo no dejar salir del Paiz ha todos los que conforman el Gavinete de gobierno y funcionarios publicos y de justicia incluido el Presidente de la robolucion proiviles la salida del Pais por 3 años hasta que aclaren y debuelban todo lo robado disculpen soy un albañil la ortografia todos

  2. Su majestad, Rafael primero, acaba de ordenar a su visir principal, el débito (no será mejor despojo?) De 41 millones del ISSFA y acreditarlos a la cuenta del Ministerio del ambiente por un supuesto sobre-pago en la negociacion de los terrenos de los samanes.
    Es increíble que la ministra de esa cartera de estado, en ese entonces, se haya dejado engañar por el ISSFA, es incomprensible, que no haya contado con su cuerpo de asesores, (que debe haber sido más de uno) para que le hagan caer en cuenta que estaba a punto de pagar 41 millones de más!!!, no eran 41.000,00, no no, son 41 millones que esta inepta ministra supuestamente pago en exceso y nadie, en absoluto le ha pedido cuentas por este “negocio”
    En un estado de derecho la mencionada funcionaria estaba fuera del cargo y con una investigación exhaustiva, pero por supuesto, en un estado de derecho, con un régimen democrático y sin tapar negligencias u otras cosillas a nadie.
    Por otro lado, no compendo el odio que el rey tiene desde hace rato a las FFAA, que le hicieron? Alguien tiene alguna respuesta? Les humilló en público, al decabezar al alto mando a través de una red social, luego mediante acuerdo ministerial dispuso que los casinos, baños, espacios de esparcimiento, etc, etc, sean compartidos por la oficialidad y la tropa, sin tomar en cuenta que la oficialidad para mantener el principio de autoridad, debe tener su propio espacio de manera incuestionable
    Si el rey desea la igualdad socialista, porque no invita a los mensajeros, amanuenses y pesonal de limpieza a sus fiestas? Pero no, el es rey y nadie debe estar a su altura, sólo la realeza de palacio.
    Y para terminar esta incomprensible animadversión a las FFAA, decidió prescindir de los militares para que sean sus escoltas, que desprecio y falta de visión, a veces creo que Correa busca que las FFAA se cansen y le pongan en un avión a Bélgica, pero no señor, el rey debe rendir cuentas de su reinado aquí, en el Ecuador

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