La Secretaría de Comunicación es capaz de empapelar a un ciudadano, dedicarle cadenas infamantes en radio y televisión, cambiarle de biografía, asesinarlo simbólicamente y llegar con ese mensaje hasta el último rincón de la patria. ¿Hay alguien en este país que ignore lo que el gobierno dice de Fernando Villavicencio, de Lourdes Tibán, de César Ricaurte, de Carlos Pérez Guartambel, de Guillermo Lasso? A la hora de difamar a una persona a escala nacional, la Secom alcanza una efectividad del cien por ciento. Pero cuando se trata de llegar a cien familias de Canoa y comunicarles que, pasadas tres semanas desde el terremoto, ya no hay peligro de tsunami, la Secom no mueve un dedo. Y ahí están: un centenar de familias damnificadas, lejos de los albergues oficiales, refugiadas en el cerro hasta el día de hoy en pésimas condiciones de salubridad, simplemente por falta de información adecuada.
En la extensa zona afectada por el terremoto del 16 de abril no hay una política de información pública dirigida a la población afectada. Ninguna en absoluto. En Manta hay familias que continúan viviendo en casas que ya fueron inspeccionadas por los técnicos y catalogadas como peligrosas. En Bahía, un barrio entero cree que hay que esperar por el censo frente a las ruinas de las casas, durmiendo junto a los perros enfermos de sarna en chozas cubiertas de plástico, para demostrar a los funcionarios del INEC que la casa se les vino abajo. En los cantones Sucre y San Vicente, la gente que lo perdió todo está convencida de que el gobierno les va a dar un bono de 14 mil dólares (30 mil, dicen en Canoa) para solucionar su problema de vivienda. Toda la información de que disponen los damnificados proviene de rumores, de habladurías, de suposiciones. Y, por lo general, es falsa. La única certeza que tienen las víctimas del terremoto es su propia incertidumbre.
Mientras tanto, ¿en qué andan ocupados los 289 burócratas bajo el mando de Patricio Barriga? Un grupo de ellos gasta su tiempo persiguiendo a los tuiteros que utilizaron la aplicación MashiMachine, acosando a los medios electrónicos y abusando de las leyes de copyright para presentar demandas ante los proveedores de Internet, en clarísima apropiación indebida de bienes públicos. Otros se dedican a cubrir con lujo de detalles cada movimiento del presidente de la República, como si los órganos de comunicación del Estado fueran parte de su equipo de campaña. Los equipos de producción elaboran documentales y videos publicitarios que transmiten en cadenas nacionales de televisión, en los que alaban la eficiencia y oportunidad del trabajo desplegado por los prohombres del correísmo, con Jorge Glas a la cabeza. En suma: mientras los damnificados manabitas y esmeraldeños carecen de la información más elemental, la Secretaría de Comunicación ha entrado de lleno y sin pudor en la carrera electoral para 2017.
La Secom parece entender que su papel en la crisis humanitaria sigue siendo el de siempre, el único que puede concebir: hacer propaganda. Y la única campaña de comunicación que ha desplegado a propósito del terremoto, vista desde las ciudades y pueblos en ruinas que se desgranan en hilera desde Portoviejo hasta Muisne, es para morirse de la risa. Consiste en promocionar las bondades turísticas de la zona afectada utilizando, para ello, grandes fotos de ceviches y ayacas, secos de gallina y encocados, sombreros de paja toquilla y dulces de Rocafuerte. Para justificar semejante extravagancia, una cadena nacional de la Secom emitida la noche del miércoles mintió que “cientos de visitantes recorrieron la zona afectada el día de la madre”. Cualquiera que haya estado ahí sabe que eso no es verdad, no ocurrió nunca. ¿Cientos de visitantes en Bahía, en Canoa, en Pedernales? ¿Sacándose selfies entre los escombros? Definitivamente el señor Barriga perdió el último resto de vergüenza. No sólo omite todas sus obligaciones para con la población afectada sino que tiene el descaro y la miseria de aprovechar la situación para especular con la mentira, para sacar ventaja política de la tragedia a través de la propaganda.
¿Cuáles son los derechos y obligaciones de las personas afectadas por el terremoto? ¿Qué beneficios les reporta el censo de damnificados? ¿Qué pueden y no pueden esperar de las autoridades, del COE, de la Secretaría de Riesgos, de los militares? ¿A quién deben reportar qué cosa, a quién deben acudir según qué necesidades? ¿Cómo la gente debe organizar su vida en las áreas intervenidas? ¿Cuáles son las patologías que amenazan la zona y cómo evitarlas? ¿Qué hacer en caso de enfermedad? ¿Qué hacer en caso de réplicas? ¿Cuáles son zonas seguras? ¿Cuáles son las medidas sanitarias básicas cuando se vive en una carpa? ¿Cómo se debe tratar el problema de las mascotas? ¿Qué posibilidades de trabajo existen? ¿Qué se viene en el futuro inmediato? ¿Cómo afrontar el proceso de reconstrucción, a qué atenerse? Estas son sólo algunas de las cosas que los damnificados ignoran. Y mientras la Secom se dedica, como siempre, a perseguir, a mentir y a hacer propaganda, el silencio de la comunicación pública en la zona devastada es ensordecedor y vergonzoso.
Miseria de gente este Barrigón.
La familia política de una conocida es de Crucita. En esa zona no han existido daños mayores comparados con otras zonas ,pero hay que reconstruir. Me comentó que a la comida almacenada la han dejado podrir, ya está inservible y que muchas de las vituallas enviadas para los damnificados fueron tomadas abusivamente por los policías y por los ” custodios”: secretarias, funcionarios enviados, etc.
Esta información no es confirmada, me dice que no denuncian por miedo a represalias, a que no les den ayuda. No me sorprendería que fuese verdad, por lo que se escucha en el boca a boca . Si la gente sabe que esto está ocurriendo, deberían denunciar públicamente para poner en evidencia a responsables. Así podríamos saber que está ocurriendo realmente y felicitar, si es del caso, o sancionar al máximo a quien se esté aprovechando de esta infausta situación, sea quien sea.
Super articulo como siempre y q verguenza la denuncia de Marcela, pero no sorprende tanta miseria humana.
El Sr. Barriga perdió la poca verguenza que le quedaba, por lo tanto es uno mas de los sinverguenzas que engrosa la R.C. Repugna ver como los seres humanos cambian sus principios por adulo al capatáz que les alienta un mendrugo de pan.-
sr. aguilar, agradeciendo sus reportajes desde las zonas afectadas, este tipo de cronicas ayudan a formularse una idea mas clara de la catastrofe en tanto proceso y no solamente como evento noticioso. la forma de hacerlo, me parece, es mas alla de la polarizacion politica. caso contrario, todo suena a propaganda. la que usted denuncia y que es cierta, sin duda, por el manejo de la comunicacion sobre el desastre por parte del gobierno desde el momento mismo de la tragedia, y, se vislumbra, durante este ano electoral. ud. hace un gran servicio al describirla y contextualizarla. pero tambien sus reportes corren cierto riesgo. es tan blanco y negro el escenario en esas zonas? me pregunto. no hay presencia efectiva alguna del gobierno? es la burocracia solamente una extension del cinico deslpliegue mediatico de los aparatos del estado? hay gente que, efectivamente, se beneficia de las politicas gubernamentales en las zonas de desastre en este momento? continue sus recorridos, su tarea es importante. las preguntas que levanto solamente tienen el animo de entender, desde abajo, la tragedia. y de tratar de contextualizarla mas alla de la politica de los medios. gracias.
Sinceramente me alegra desde el fondo de mi corazón que ya hemos perdido el miedo y desemascaremo a estos farsantes que se han aprovechado de la ignorancia de la gente, que ciega de la idolatría a un PELELE, nos haya llevado tan lejos como lo a hecho. Ánimo Quijotes cuenta con nosotros y muchos mas..
Sr. Barriga, le comparto unas palabras de una autora norteamericana -del odiado imperio”, Elena White:
“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se deplomen los cielos”
Entendiste?. Dime dónde quedó tu honestidad por el Ecuador?. Si entendiste, te ruego que trates de hacer entender también al resto de serviles verdes flex porque parece que no se dan cuenta del enorme daño que están provocando.
Gracias a este periodismo real! Debemos difundir los hechos con la ética a la que estuvimos acostumbrados antes de la tal “revolución de ultima”
Me gustaría mucho que la secom haga cadenas nacionales para darnos a conocer TODO lo que pasa en la Refinería de Esmeraldas y sus millonarios sueldos de unos poquísimos funcionarios de las empresas contratadas A DEDO, pero que en realidad es una sola y saben quien es el dueño de ese montón?, los dejo de tarea (chuta y yo sin trabajo y por ende sin poder cada día, llevar el pan al hogar), del fiscal Chiriboga y “su” mansión, pero que es ética y moralmente (por que legalmente ya se la farreo a la pobre señora alemana), dueña otra persona, y lo cómico y absurdo sigue siendo fiscal??????? por citar dos casos de los cientos que hay, digo; porqué no informa alguito de eso la secom?
Los verdes son la personificación del descaro, la arrogancia, el irrespeto, el derroche, la incompetencia, la ignorancia, la mentira, etc., etc., comenzando por Rafael Correa hasta el último de los burócratas. Y así pretenden perpetuarse en el poder? Dios nos guarde. La Revolución del Siglo XXI va rumbo al fin.
Muchas gracias señor Aguilar por exponer las verdades que el correísmo pretende barrer debajo de la alfombra.
Este señor Barriga, ente escaso de neuronas y rico en desvergüenza, tendrá que pagar por sus actos. Tarde o temprano.
No olvidaremos el nombre de este corrupto siervo del tirano.
estimado ROBERTO
siempre leo a los 4 pelagatos y siempre me conmueve la claridad valiente con la que asumen su profesión y, en su caso particular, la manera serena y altiva de contarnos aquello que nadie quiere decir como en el artículo de hoy en el que muestra desgarradoras realidades;
la una, la de los damnificados del terremoto por dolorosa, palpable y modificable, sin que nadie -desde el nivel central- haga nada y digan tantas mentiras
la otra por impúdica, la del sr. Barriga quien -por un mínimo de amor propio- debería renunciar.
Mientras los muertos caminan entre las ruinas del terremoto que ha destruido Manabi, los “sarnas” del gobierno hacen lo unico que saben hacer, demagogia y propaganda.
Un dicho dialectal italiano: Grattarsi la buricchia – rascarse la barriga significa: hacer nada todo el día. ¡Bingo!
Excelente el artículo, desnuda al lambón