Glas aburre hasta promocionándose con Moreno para el 2017

Si los nombres para relevar a Rafael Correa están listos en los cálculos que la revolución ciudadana hace para el 2017, lo único que faltaba para convertirlos en posibles ganadores es un tema bandera para la campaña electoral. Hasta que llegó el terremoto.

En efecto, si algo dejó en claro el desabrido y aburridísimo enlace 477 del 26 de mayo es que la tragedia y la devastación producidas por el terremoto del 16 de abril han brindado al gobierno dos cosas que ahora son la luz que, hasta hace poco, no había al final del túnel: un escenario donde montar la campaña electoral y un tema sexi para darle animación y contenido.

Precisamente fue el vicepresidente Jorge Glas, una de las cartas que Alianza País tiene para las elecciones del 2017, quien hizo de maestro de ceremonias de uno de los enlaces que pasará para los biógrafos de las sabatinas como quizá como el más aburrido e insustancial de los últimos años. Porque el otro escogido para la campaña, Lenín Moreno, si bien no estuvo en vivo y en directo en el enlace fue en cambio protagonista, junto a Glas,  de los tantísimos videos que pasaron durante el enlace con el fin de que el electorado vaya sabiendo, desde ahora, que ellos son los puntales de la reconstrucción.

El enlace fue, en resumen, la presentación en sociedad de algo que podría ser la fórmula Moreno-Glas para las elecciones presidenciales. O Glas-Moreno, como sin duda prefería el vicepresidente. En efecto, al menos en toda la primera parte del enlace, lo que hubo es una retahíla de videos promocionales en los que aparecían una y otra vez Jorge Glas y Lenin Moreno (quizá un poco más Glas) recorriendo albergues y zonas afectadas, conversando con los damnificados cuando no era abrazándolos o besándolos, dirigiendo a empleados públicos apostados en la zona, jugando con niños y examinando que todo esté a punto para la reconstrucción y haciendo cualquier cosa que pueda verse como labor eficiente y solidaria para aliviar la tragedia en Manabí y Esmeraldas.

Quizá el momento cumbre de este espíritu campañero y electoral fue cuando Glas envió saludos a la perrita Moly que había parido a ocho cachorritos. Lo hizo cuando mostraba una de las tantísimas imágenes en las que aparecía jugando, conversando o haciendo bromas con niños felices. “Ahí está Francesca”, dijo al explicar, con su voz en off, que Francesca es la niña dueña de Moly, una perra que había parido ocho cachorros hace pocos días. “Felicitaciones a Moly”, dijo Glas casi como autómata y enseguida pasó a enumerar las cosas por las que esos niños, según dijo, lucen tan felices: saben que tendrán sus casas reconstruidas, que gozarán de educación gratuita y que podrán ir a una escuela del milenio. Y así Glas no se cansaba de mostrar videos en los que él aparecía haciendo volar cometas con los niños o jugando legos con ellos en algún albergue para damnificados. En las tomas, el Vicepresidente aparecía siempre alegre y dicharachero en un formato de videos que confirma que este gobierno con mente de publicistas ha convertido a la tragedia producida por el sismo en una alegre campaña publicitaria.

Las imágenes de los videos en las que aparecía Moreno no eran muy distintas. Por ahí se lo vio, claro, diciendo con voz pastosa y de hombre cuyo único mérito es ser bueno las 24 horas del día, que la reconstrucción sería imposible sin el trabajo incansable del presidente Rafael Correa y su compañero Jorge Glas. “Hay que ver cómo trabajan Rafael y Jorge”, dice Moreno en uno de los videos. Si algo evidencia el objetivo electorero del enlace también era el énfasis que se pone en mostrar a los dos ungidos junto a sus esposas durante sus desplazamientos por las zonas del desastre.

El problema del enlace 477  es que si sirvió para algo fue únicamente para ver por dónde disparará el Gobierno sus salvas electorales. Porque si el objetivo era ganar votos, los resultados deben haber sido nulos. Enlace más aburrido e insípido que el 477 es casi imposible. Era tan cansino, obvio y predecible el relato de Glas que resultaba imposible no imaginarlo rogando que llegue la hora del partido entre el Real Madrid y el Atlético, dar por terminada la tortura e ir a echarse una siesta. Lo más curioso fue cuando él mismo en un momento confesó que le habían dicho que aparecía con cara de somnoliento. “Es que me acosté muy tarde”, añadió como aclarando que si lucía lento y somnífero se debía a la cantidad de trabajo que despliega día a día en su afán reconstructor. Y así pasó casi todo el enlace que duró algo más de dos horas y media, un lapso que evidentemente resultó demasiado largo para decir tan poco. Gran parte del enlace, en realidad, además de  los videos de él y Lenin Moreno en la zona del desastre, fueron compendios largos y aún más aburridos de la ceremonia del Informe a la Nación del 24 de mayo, salpicados por esfuerzos casi sobrehumanos de Glas por aparecer fuerte y decidido.

Y como para darle un poco más de contenido al espíritu electoral del enlace, Glas repitió anuncios relacionados con la reconstrucción. Por ejemplo, que habrá un bono de 100 dólares mensuales por tres meses para comida a los damnificados y otro similar para familias acogientes; es decir familias que acojan personas que han perdido sus casas. Además que habrá casas de 10 mil dólares por las que los damnificados deberán pagar 25 dólares mensuales durante 36 meses y otro aporte de 4 mil dólares para los casos en que las casas estén afectadas y que no haya que volverlas a construir. Eso sí, lo dijo claro y lo repitió varias veces: para todas estas ayudas hay que estar en un registro de damnificados. Así  quedó abierta la duda o, más bien la posibilidad, de que esa lista pueda terminar siendo una herramienta electoral para beneficio de quienes, por lo visto en el enlace, serán las dos estrellas de la campaña. No está de más, por supuesto, tener durante la campaña una lista con los datos de todos aquellos en Manabí y Esmeraldas resultaron damnificados y esperan la ayuda del Gobierno.

La segunda parte del enlace fue ya muy al estilo Glas. Es decir, tecnocrático hasta no poder más y sin poder esconder cómo se le ha pegado el hablado, las ideas y las formas de Rafael Correa. Esta vez incluso llegó a maltratar, muy en el aire de su maestro y líder, a un funcionarios de la Corporación Financiera Nacional que estaba en el enlace por no decir algo de la forma en la que le gusta.

Tampoco pudo evitar, asimismo en el mismo estilo de Correa,  lanzar alguna puya a la prensa por algún título y una foto. Además, amenazó a quienes quieran manchar el proceso de renovación de la Refinería de Esmeraldas. “No dejaremos que se manche la repotenciación de la Refinería”, dijo ya caso al final.

Incómodo, aburrido y sin ángel: si así trabaja Glas en la campaña, los resultados no le van a ser muy favorables.