Escribir sobre la sociedad es como escribir una carta al poder. Es intentar reflexionar, es husmear en un proceso de pensamiento fruto de una experiencia. En el caso de la sociedad, este ejercicio podría asemejarse al método socrático (mayeútica) y su objetivo no es ir tras algún conocimiento escondido que provendría del pasado. Se trata de decantar algunos ejes de la vivencia de la sociedad con y ante el correísmo desde hace diez años. Este pelagato intentará hacerlo en cinco artículos.
Hay en este momento bronca y decepción de un lado y apoyo enardecido del otro. Hay disidentes de siempre, conversos, expectantes, fanáticos, troles… Hay ciudadanos cansados de este poder y otros tristes porque Rafael Correa ya no correrá en la elección de 2017. Hay ciudadanos que quieren que el presidente se vaya por el mecanismo que sea. Y otros ciudadanos que no quieren convertirlo en víctima, al amparo de algún proceso chueco.
La sociedad está polarizada y los bloques (que son muchos) volvieron a chocar alrededor del único recurso político que conoce la sociedad cuando se siente cabreada y bloqueada: sacar del poder a quien lo ostenta. Más que planes para lograrlo, más que estrategias reales de desestabilización –que este gobierno imagina sin poder demostrar alguna– se puede hablar de expectativas que trotan en el imaginario colectivo con la misma fuerza que tuvo delegar todos los poderes al Presidente y a su movimiento. Hay ahí un péndulo que merece ser examinado.
La sociedad (perdón por la generalización) no parece preguntarse por qué apoyó en forma reiterada esta fórmula de gobierno e incluso admitió, en un referendo, que el Presidente metiera la mano a la Justicia. Permiso que ha usado en forma devergonzada. En esa misma sociedad hay ciudadanos que osan decir su nombre en las redes sociales y militan –en casos con vehemencia denodada– para que, por ejemplo, los militares se hagan cargo del poder. Tampoco allí se hacen preguntas. Es como si el cansancio político de casi diez años hubiera abierta una caja de deseos. Coger el poder, ¿y cómo lo toman? ¿Y vuelve el país a los golpes que pensaba haber desterrado? Cogen el poder, ¿para entregárselo a quién? ¿Bajo qué figuras jurídica y constitucional? ¿Para hacer qué cambios? ¿Con qué apoyo político, pues la oposición (lo poco que hay en término de organizaciones) no es favorable a esa salida? ¿El gobierno es tan impopular como algunos señalan?
Las pocas respuestas que hay se encuentran en algunos programas alternativos de gobierno que también tienden a pensar con el deseo. La sociedad anticorreísta, empachada de diez años de retórica, quiere evitar la realidad política y pasar a la acción. Esa sociedad parece tener una prisa inusitada y quiere voltear la página. No devolver la película. No hacerse preguntas. No evaluar lo que este gobierno ha hecho legítimamente con su aquiescencia. No pensar en la maquinaria institucional –global, envolvente– que con su voto ayudó a crear.
Tras la celeridad con que se contribuyó a que el correísmo invadiera todo, tras el silencio que aupó a ese poder a continuar, a ir cada vez más lejos, la sociedad anticorreísta parece dispuesta a activar el síndrome del chivo expiatorio: toda la culpa la tiene Correa. Y si se fuera él, pues todo cambiaría. La sociedad vuelve de esa forma al espejismo en que cayó tras los golpes a Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez. El síndrome del chivo expiatorio parece funcionar como mecanismo compensatorio tras esa evidente actitud populista-religiosa que asumió la sociedad en su mayoría. Actitud que, en síntesis, se traduce en “pongo (Rafael Correa) todo en tus manos”.
Es evidente que esa sociedad, que terminó distanciándose hasta del Papa peronista por haber dado una mano al correísmo, luce estacionada. Perdió el miedo, salió a la calle, desafió al poder, generó una inmensa masa crítica, puso el correísmo a la defensiva… Pero tiene ante sí dos problemas: ya no soporta este poder que tiene todavía un año por delante. Y dos: la decepción la condujo de nuevo al espacio anti-político que es tierra de nadie y –dilema mayor– no tiene la certeza alguna de que la oposición tiene una fórmula ganadora. Si se suma el panorama gris de la economía, se entiende el aire de funeral que se respira. Y sin embargo, es la sociedad civil la que tiene que dar cuerpo –en abierto debate con la sociedad política– a su futuro.
En este punto, la sociedad ecuatoriana vuelve a estar terriblemente atrasada.
Serie de 5.
Mañana: La sociedad anticorreísta ya se liberó de este poder
Difícil que los ecuatorianos entendamos que cuando un candidato a la presidencia es electo,él tiene que cumplir en primer lugar con todas las consignas de quienes realmente le ayudaron a llegar al poder.Es decir,no tienen libertad para el ejercicio de su presidencia, está condicionado,por los verdaderos gestores del poder,los que ponen el billete,los que prestan los medios de comunicación,de transporte etc.Además tengamos claro que aquellos que se suman después de la primera vuelta,lo hacen para condicionarlo en su apoyo.Un gran pensador ya lo dijo”quien desde sus inicios no se pertenece a si mismo , es por su propio origen esclavo”.Aceptémoslo nos agrada que nos mientan,nos gusta creer que todo mejorará,creemos que es posible un cambio de rumbo basado en otro personaje,vamos detrás de quimeras.Es algo ruin pero ellos nos conocen bien.
Una de las cosas que se debe tener claro es que, si al momento la sociedad no ve a alguien de peso en la oposición y camina sin ton ni son como en velorio, es porque la misma propaganda que aúpa al gobierno ha martillado en el subconsciente de todos el que no hay nadie que valga la pena.
Esa venda mental es lo primero que se debe retirar para ver con claridad que, ante la ineficacia de este gobierno, la ineptitud demostrada por los dirigentes actuales y la pavorosa falta de ética de la que se vanaglorian día a día, que queda más que evidenciada en la total corrupción de sus integrantes, en realidad cualquiera de los candidatos podrá realizar una mejor función que el actual presidente, siempre y cuando, nosotros como sociedad hayamos aprendido la lección de no darle plenos poderes a ningún individuo, por más “ojos verdes” que tenga o bien intencionado que parezca.
Ahora sabemos, por lo menos nuestra generación actual, que hay ecuatorianos que pueden ser lo más deshonesto y ruin que pueda dar la naturaleza humana.
aqui vamos de nuevo a pesar que no publicaron un comentario anterior que hice sobre el ACTORASO de correa.
parece que fuera asi que ya el pueblo se canso de correa , pero da la impresion que es lo contrario ,si no es asi como correa “aplica” mas tributos aunque momentaneos dice el por un año ,lo que sucede que mientras continuen los mismos actores politicos de la vieja guardia desde el fin de la dictadura militar(NEBOT,HURTADO,FRANCO ROMERO,FALQUEZ,LAZO,CYNTHIA VITERI,BUCARAM,QUISPHE,TIBAN,NOBOA,PAEZ,LUCIO,GILMAR,RAMIRO GONZALES,ALEXIS MERA,CLEVER JIMENEZ……..ETC.ETC.ETC,LA LISTA ES INMENZA)el rafico continuara teniendo apoyo popular(los pobres y desmemoriados)
,y mientras la prensa derechizada llamese ecuavisa,el universo,carlos vera ,emilio palacios..etc.etc. pongas en contra del pueblo por el simlpe hecho de ser “amigos” del rafico al papa,piero,miguel bose,viviana parra,la vecina,etc.etc. no encontraran el nuevo rumbo que se desea”nuevo presidente” se seguiran haciendo plantonera el la shyris,parque centenario,parque calderon y no servira de nada.
POSDATA: por eso el ARMA mas letal para cualquie politico fracasado(oswaldo hurado,alvaro noboa,lucio,correa, etc.etc) son las elecciones 2017 con tu voto conseguiras ese nuevo rumbo que deseas.
NO ENTIENDO CÓMO SE LE AGUANTA TANTO A ESTE CÍNICO, MENTIROSO, FALSO, ARROGANTE, SORPRENDEDOR RODEADO ÚNICAMENTE DE SU SONRISA HIENÍSTICA.
¡YA CHAO!
Definitivamente en las próximas elecciones va a surgir un “DONALD TRUMP” , el cual va a prometer al país devolverle su antiguo resplandor, a reducir el endeudamiento masivo por el antiguo gobierno y sobre todo crear la imagen de “confianza” con el nuevo mandatario.
Segurito que va crear un éxito con las masas como nunca antes visto. (Esto me recuerda a alguien) De todas maneras el ciudadano tendrá la oportunidad de elegir. Si vuelven a equivocarse. Allá ellos y de su cruel destino. Después que no estén quejándose en las redes sociales.
O tal vez surja una ” HILLARY CLINTON” la cual defenderá a muerte al antiguo gobierno y seguirá sus mismas “prácticas”.