Ayer el representante de Bolivia en la OEA pidió la renuncia de su Secretario General, Luis Almagro. La Canciller de Venezuela dijo que su ideología era seudofascista. El representante de Nicaragua lo acusó de llevar a cabo una maniobra “injerencista y retrógrada” al pretender aplicar la Carta Democrática al gobierno de Venezuela.
Los aliados del chavismo quieren convertir a Almagro en un títere, un conspirador, un golpista, un empleado de fuerzas oscuras que quieren derrocar al gobierno dictatorial de Nicolás Maduro. No es nada excepcional. Es lo que hacen a diario con las voces críticas. Pero en este caso, esos gobiernos se han impuesto una misión imposible porque Almagro es un hombre de la izquierda progresista. Todo el mundo lo sabe y su biografía a estas alturas es imposible de desnaturalizar.
Esto hace del Secretario General de la OEA un caso excepcional en el escenario institucional de la región: se ha vuelto el principal demoledor de las falacias del socialismo del siglo XXI. Un hombre de la izquierda progresista que desnuda las mentiras y los sofismas de la empresa política y mediática más exitosa de las dos últimas décadas. Almagro desde tan alto cargo, muestra que allí donde Guillaume Long ve felicidad (como Glas ve una refinería en un peladero), solo hay violencia, inflación, desabastecimiento, corrupción, desinstitucionalización, dictadura. Almagro por supuesto conspira contra esa maquinaria de sofismas construida por el chavismo. Él rompe el poder de la lengua pastosa que usan algunas cancillerías para enterrar lo esencial. Él retoma el camino de la decencia institucional que perdió la OEA. En nombre de sus principios, encara el régimen venezolano. Basado en los tratados firmados demuestra que Maduro no es un demócrata y que tiene –a vista y paciencia de los otros países– prisioneros políticos. Y detenidos torturados. Ese es el avance democrático del cual hablan Maduro y sus aliados; el correísmo entre ellos.
Almagro no solo es el dinamitador de la falacia chavista: es la mala conciencia de estos gobiernos que abdicaron ante el torrente populista aceitado por la bonanza petrolera. Con cifras en mano mostró que, a pesar de esa lluvia de dólares, el chavismo logró destruir el país con mayores reservas petroleras del mundo: inflación, 720%. PIB, menos 8% más en 2016. Deuda externa, 130.000 millones de dólares; casi seis años de exportaciones de petróleo. Desempleo, noveno lugar del mundo con la peor tasa. Pobreza, 73% de los hogares y el 76% de los venezolanos vivieron en la pobreza en 2015. Salario mínimo mensual, 13,75 dólares…
Decir estas cosas, lo ha convertido en un conspirador. Lo mismo que recordar el enorme embuste que echó a correr el chavismo –con éxito– cuando negó las bases mínimas de la democracia para disfrazar la concentración de poder y la dictadura sostenida por los militares en Venezuela. Los demócratas del continente tienen una deuda con Almagro: él osó recuperar esos valores mínimos de la democracia representados en el artículo 3 de la Carta Democrática: respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales. Acceso al poder y su ejercicio con sujeción al Estado de derecho. Celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto[…]. Régimen plural de partidos y organizaciones políticas. Separación e independencia de los poderes públicos. En el artículo 4 –recordó Almagro en su discurso– se delinean los componentes esenciales para el ejercicio de la democracia: “la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los Gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa”. Nada de esto cumple el chavismo.
Los demócratas no solo deben a Almagro que haya leído los principios (que “definen quiénes somos, en qué creemos y cómo interactuamos unos con otros”) que firmaron los países democráticos, que crea en ellos y que quiera aplicarlos. Le deben que quiera intervenir frente a gobiernos con esos principios en la mano. Gobiernos que recurran a la peor de las tesis –esa sí fascista– de la no-intervención en asuntos internos, para actuar contra la democracia en forma impune. Desde 1980, los países del bloque andino firmaron el documento de la Doctrina (Jaime) Roldós que, precisamente, afirma que “la acción conjunta ejercida en protección de esos derechos (humanos, económicos, politicos y sociales) no viola el principio de no intervención”. Bolivia y Venezuela firmaron esa doctrina. Y hoy (con Nicaragua entre otros) tratan agresivamente a Almagro por aplicarla.
Cerrar los ojos ante las violaciones a los DDHH o a los principios de convivencia llevó a Europa a tolerar la masacre de Srebrenica en julio de 1995, durante la guerra de Bosnia. Ese genocidio probó la falacia bajo la cual gobiernos fascistas actúan contra sus ciudadanos sin que la comunidad internacional pueda observarlos. O fiscalizarlos. Europa entendió tarde su error. Pero los autores del peor genocidio en Europa desde la segunda guerra mundial fueron llevados ante el Tribunal Penal Internacional.
Almagro, pese a su actitud valiente, no ha podido aplicar la Carta Democrática contra el gobierno venezolano. Pero ya le corrió la alfombra bajo los pies. Maduro y sus aliados saben ahora que los derechos humanos y democráticos están por encima de la supuesta soberanía de los Estados. Saben que Almagro conspira desde la OEA defendiendo, con una dignidad que se celebra, los principios democráticos que ellos pisotean. Si los demócratas vuelven a mirar hacia la OEA es gracias a Luis Almagro.
Foto: Flickr de la OEA
Las opiniones anteriores no son suficientes para valorar a este varón pero trascienden sinceridad, franqueza y fortaleza que pocos tenemos para estar de acuerdo en todo lo que dicen. Algún día será reconocido este SEÑOR por qué asumió con valentía y capacidad la delicada función que se le encomendó. Que inconformes están los gobiernos que se autodenominan progresistas.que lindo trompón están recibiendo.
Bienvenido al Ecuador V. Rangel. De todo corazón espero que pronto pueda regresar a su tierra querida con sus seres queridos … Solo le pido de favor cuando regrese, iniciar con los supervivientes del socialismo del siglo XXI un cultura de nunca jamás otorgar olvido ni perdón para esa sarta de delincuentes que se robaron trillones de dolares de los venezolanos.
Espero que les puedan dar caza y hacerlos terminar en prisión o en una alcantarilla como Gadafi
Gracias por sus deseos estimado amigo Ramiro. Entré por curiosidad a este foro y me da pena compartir nuestros problemas con este hermano país, que ya tiene suficientes problemas propios. Pero si nuestra experiencia sirve de algo para evitar que Ecuador sea otra Venezuela , los venezolanos de bien estamos para apoyar a los ecuatorianos en esta cruzada. Lamentablemente Venezuela está gobernada por malandros que se aferran al poder a cualquier costo y está siendo difícil luchar contra todo eso. La impunidad campea, las fuerzas armadas están dirigidas por un mafioso,Padrino, que está involucrado en narcotráfico. De Cabello,ni hablar, apenas saque un pie de Venezuela, la DEA se lo lleva pá Estados Unidos. El poder electoral, la corte nacional de justicia, responden a Maduro y ponen todos los obstáculos imaginables para evitar que la Asamblea electa en diciembre cumpla su papel. No hay ninguna institucionalidad, por ello es que queremos que Almagro convenza a los demás países para que palpen la realidad de Venezuela y obliguen a los chavistas a aceptar y respetar el referendum revocatorio, que seguro gana la oposición. No queremos golpe de estado. Pero han dicho que radicalizarán su revolución, sin importar las consecuencias. A veces sentimos que los demás países nos dejan solos, y eso destruye aún más el poco optimismo que tenemos de que las cosas mejoren. Y entonces sentimos que somos un pueblo vencido por la maldad, la indiferencia, la corrupción, sin esperanzas y eso es peligroso, porque el único camino que quedaría sería la violencia para recuperar el país, porque no tendríamos más nada que perder ya. Solo queremos un país. Es mucho pedir eso?
Almagro es un esclavo del derecho, que a veces raya la legalidad absoluta, de convicciones firmes y sin dudas valiente, un hombre de izquierda que ha hecho prevalecer su visión ideológica. Decir lo contrario de él, es querer ensuciar como lo hacen aquellos que imponen su punto de vista por la fuerza del poder, inclusive en un inicio abalados por la izquierda histórica internacional a la que trataron de comprar para aplastar la disidencia revolucionaria real.
Hablar del Che es bueno cuando cantan los poemas de Carlos Puebla los verdecitos de la revolución impostada, leerlo al che es terrorismo cuando lo hacen unos adolescentes en Luluncoto. La izquierda y su concepción, la derecha y su concepción tienen una sola ideología que las diferencia entre si, diferentes, distintas. Los gobiernos del Socialismo del siglo XXI son una fanesca que de cambios estructurales no tiene nada y si mucho de corrupción y creación de nuevas oligarquías. Por tanto para aquellos que sueñan con una profundización o radicalización, sueñan con pajaritos paridos, eso no se va a dar, lo que se ve es un grupo de fascitas apropiados del discurso de la izquierda. En fin pura Cháchara.
Postura muy valiente y demócrata de Almagro. Este tipo de hombres le viene bien a la Democracia, pisoteada por todos estos infames “dictad orzuelos” que no tienen ni cache para eso. Fuera tiranos fuera.
Soy un venezolano que tuvo que huir de su propio país porque no existía futuro para mi familia. El chavismo no solo se robó el país, se robó nuestro futuro. Gracias a la bondad de nobles amigos ecuatorianos he podido reubicarme en este lindo país, y trabajar dignamente para sostener a mi familia, pensando que en algún momento pueda volver a mi amada Venezuela, hoy destruída por la corrupción , y mas que nada ,por la maldad de la gente que gobierna, porque niegan que existe crisis y permiten que el país se hunda con tal de no reconocer su fracaso. Llevo un año en Ecuador y les digo, ustedes viven aún en un paraíso comparado con lo que es Venezuela ahora. Como podría decir que es vida en Venezuela cuando mis hijos adolescentes querían salir en la noche con sus amigos y no sabía si volverían, por que la violencia está desatada y nadie , en ninguna parte a ningún momento está seguro, y teníamos entonces que recluirnos en nuestra casa. Cuando comes según lo que encuentres, no lo que quieres. Tenía una pequeña empresa automotriz que quebró gracias a las políticas restrictivas de importación, y la gente dejó de tener dinero para comprar repuestos o servicio, apenas tienen para sobrevivir con tanta inflación. No pierdo la esperanza de con el revocatorio, saquen a esa manga de corruptos y Venezuela vuelva a ser lo que era antes de que los chavistas tomen el poder: un país poderoso, lleno de vida y alegría. Ahora mismo, mientras escribo con el corazón en la mano, desahogando mi rabia contenida , me salen lágrimas de dolor por mi familia que aún vive en Venezuela, hermanos, padres, etc. sobreviviendo todos los días. Al menos puedo comunicarme con ellos todos los días para ver como están, pero no puedo hacer mayor cosa por ellos. Pero no se confíen porque Ecuador está en la etapa en que Venezuela estaba hace 7 años, aún había dinero, pero el gobierno manipulaba la información, todos los poderes, y ya se notaba represión a quienes pensábamos distinto, ya estaban restringiendo el comercio y la producción, porque cualquier factoría que producía , Chavez la expropiaba. Y la acababan en poco tiempo. r. La revolución bolivariana equivale a lo que aquí llaman la revolución ciudadana: una farsa gigantesca de la cual es difícil salir. No repitan ese desastre. Si aman a su país, no permitan que esto pase acá.
La canciller de Venezuela encajara muy bien con los robolucionarios “IGUALITOS”.ni mandando ha hacer fuera tan perfecta.
La canciller venezolana dice que se conspira contra Venezuela. Pero eso no es vedad. Se censura eso sí, a un gobierno que no puede negar su total fracaso ante los resultados expuestos por Luis Almagro en el Plenario de la Organización de Estados Americanos.
Las cifras y los relatos presentados por el Secretario General, son la descripción de un desastre humanitario provocado por un gobierno que nunca tuvo la menor idea de lo que significa administrar un país.
Siendo un país que acumuló un millón de millones de dólares en los últimos 12 años, la gravedad de las imputaciones es mayor.
Maduro, en su ignorancia e ínfima capacidad intelectual, jamás podrá revertir la situación de grave crisis que afronta la ciudadanía venezolana, descrita con crudeza por Almagro.
Es una crisis que demorará en superar y una de las condiciones será remover al inepto de la Presidencia, con todos aquellos que ayudaron a generar la crisis. Se necesitará de un enorme sacrificio de la gente y una gran capacidad de análisis y toma de decisiones de quienes vayan a hacerse cargo del nuevo gobierno.
creo honestamente que llegó la hora de que los países miembros de la OEA, tomen cartas en este lamentable asunto, si no lo hacen hoy, van a lamentar mañana las consecuencias de una guerra civil que se la ve venir, y lógicamente, cuando eso suceda va haber desgarre de vestiduras a diestra y siniestra