El Correa de los sábados es un tipo de mucha jeta y poco escrúpulo.
Es el tipo capaz de sentarse en la tarima y decir, sin que le tiemble un músculo de la cara y mirándonos a los ojos (o sea, mirando a la cámara), que la Policía del Ecuador es “la mejor de Latinoamérica y probablemente del mundo”. Ni más ni menos. El Correa de los sábados es el que nos toma por imbéciles.
Es el que mete miedo con el coco. Y el coco es él: “Si me siguen fastidiando los mediocres de siempre me les presento a las elecciones del 2021”, dice. “Me les presento”. La política es una bronca de esquina y el Correa de los sábados es el gallito del barrio. El que se cree invencible.
Es el que echa mano de cualquier pretexto para eludir responsabilidades y caer siempre parado. Ahora es el Brexit. Porque resulta que “la economía ya se estaba recuperando” (ah, ¿sí?) “y viene el referéndum británico y gana el No, se desestabilizan los mercados, se aprecia el dólar, cae el precio del petróleo”, en fin, que esto “nos ha golpeado muy fuertemente”. El oportunisata que dice yo-no-fui. El dizque académico cuya deshonestidad intelectual resulta obscena.
El Correa de los sábados demuestra su superioridad de macho alfa mangoneando a ministros y funcionarios que se humillan y se arrastran en su presencia, que bajan el lomo hasta tocar el suelo con la frente. ¿Cuántas interrupciones ofensivas, frívolas, insulsas está dispuesto a aceptar un funcionario por parte del presidente antes de que la sonrisa servil se le borre del rostro? Todas. Las que vengan. Las que sean necesarias. Correa trapeará el piso con sus traseros y ellos continuarán sonriendo.
El viceministro de Educación, Freddy Peñafiel, expone las bondades del sistema de evaluación de maestros:
–Los comentarios que usted ha hecho sobre la evaluación son bastante acertados, presidente. Y algunos datos importantes: hemos hecho un cruce de los resultados de la evaluación con…
–Sí –interrumpe Correa para retomar una fruslería que dejó inconclusa–, pero es que ahora los chicos también usan aretes. Se ponen unas cosas negras, redondas. Se ponen como huaoranis, ¿no? Se abren la oreja y se ponen unos platos aquí, negros…
–Se llaman extensiones, presidente –replica Peñafiel, posponiéndose a sí mismo con una sonrisa patética.
–¿Cómo se llaman?
–Extensiones.
–Se ponen unos platos aquí, negros –insiste Correa con candidez de nonagenario–, ¿para qué servirá esa cosa? No sé.
–Entonces, como le decía presidente, hemos hecho un cruce entre los resultados de la evaluación…
–¡Imagínate al Mashi, necesita toda la vajilla!
Jajajá jejejé.
También al ministro del Interior, José Serrano, que se encuentra explicando los avances en materia de seguridad, le interrumpe Correa para contar que el Mashi invitó ceviche en el mercado para después de la sabatina. Jejejé jijijí. Y cuando le devuelve la palabra con un gesto displicente de quijada:
–Solamente, presidente –trata Serrano de retomar el hilo de su exposición– se descubrían…
–Pero ceviche de melloco. ¡De melloco! Y al ceviche de melloco el Mashi le quiere echar salprieta.
Así es el Correa de los sábados. Un bacancito. Y así de trascendentes son los temas con los que teje su informe.
“Domingo 19, actividad personal”.
“Lunes 20 de junio, actividad de despacho”.
“Nos visitó la unidad educativa La Inmaculada de Quito”.
“El gabinete sectorial fue un gabinete muy largo y hablamos de varias cosas”.
“La guatita, la empanada, el morocho, la ensalada de frutas en Solanda, porque el sur es nuestro norte”.
El Correa de los sábados es el canchero de la risa fingida. Finge reír para demostrar su superioridad sobre el mundo que lo rodea. Finge reír para dejar en claro su autosuficiencia, su control de todas las situaciones, su capacidad de mando. Finge reír también para hacer alarde de su humildad, para ostentar su sencillez, para poner en escena su naturalidad. Tantas veces finge reír el presidente que la sabatina completa se podría leer en función de ese solo gesto.
La gente grita “reelección” y él finge reír como diciendo “no me abrumen”.
Pinta el oscuro panorama que nos deja el Brexit y finge reír como si lo tuviera todo controlado.
Muestra un video propagandístico sobre lo que él llama “la reconstrucción de Manta” y finge reír, agrio y pedante, como quien se muestra satisfecho de su propia eficiencia.
El video de “la reconstrucción de Manta”: uno no sabe si las venenosas voces de Douglas Argüello y su acompañante femenina resultan más ofensivas y malsanas cuando se dedican a sembrar la insidia o cuando tratan de proyectar optimismo y buen rollito. Los buenos sentimientos suenan tan impostados en esas voces cuya naturaleza es la malicia, que la farsa cae por sí sola. En todo caso, son el contrapunto perfecto para el acre y presuntuoso Correa de los sábados. Son la perfecta expresión sonora de la mentira y así serán recordadas, junto con la risa agria de Correa, cuando esto haya terminado.
El Correa de los sábados es el desmañando sofista que ya ni siquiera se preocupa de la solidez de sus argumentos. Obsesivamente fiel a su propia caricatura, Correa es cómico contra su voluntad. Como los malos payasos. A diario El Comercio le propina una andanada de agravios por haber escrito que “Ecuador comprometió venta de petróleo con China hasta 2024”. “¿Qué se entiende con un titular así?”, se escandaliza el presidente. Bueno, normalmente se debiera entender lo que está escrito. Él no. Él entiende otra cosa. Según él, ese titular sugiere que el país firmó un contrato de venta anticipada de petróleo. Como tantos que ha firmado, pero este no es el caso. No. En esta ocasión no se trata de venta anticipada, explica Correa con toda jeta, sino de un “compromiso de venta”. Tal cual. O sea: no es que Ecuador comprometió venta de petróleo sino que Ecuador comprometió venta de petróleo. Maldita prensa que lo tergiversa todo.
El Correa de los sábados ahora insiste en que la sabatina “ya no le cuesta al Estado” porque “no se imaginan cuántas invitaciones tenemos, gobiernos autónomos que dicen venga presidente, nosotros pagamos todo”.
El Correa de los sábados recuerda a una vieja viñeta de Chumy Chúmez en la que un hombre revestido de las insignias del poder proclama: “El hombre es bueno por naturaleza y al que diga que no le saco un ojo”. Al defensor público él le dice: los jueces en este país son independientes, así que no le permitiré que insulte “a nuestro sistema de justicia”. Y añade: “y si no está de acuerdo, renuncie”.
El Correa de los sábados dirá que rinde cuentas y que pone las tareas del gobierno, antes tan distantes, al alcance de los más humildes. Que este sábado, por ejemplo, se explayó sobre las universidades estratégicas, sobre el Yachay, sobre la evaluación de los maestros, sobre los esfuerzos por bajar los índices de inseguridad… Pero él es el primero en darse cuenta de que la gente (como le consta a cualquiera que haya asistido a una sabatina) no lo escucha. “Por favor, préstenme atención, no me están parando bola”, se vio obligado a reclamar en la última sabatina.
Si alguna pedagogía ejerce el Correa de los sábados, no proviene ésta de sus argumentaciones racionales sobre las tareas de gobierno. Cualquier persona medianamente sensible ante las puestas en escena del poder sabe perfectamente que el mensaje dominante de un acto de masas como éste se desprende de otras cosas. De las risas y los gestos, de las actitudes, de la música y los videos, de las voces, del montaje de aplausos y aclamaciones, de los chistes, de los momentos de furia, de las comparsas y los figurantes… La sonrisita servil de un ministro mangoneado transmite más, pero muchísimo más que los olvidables argumentos técnicos que trata de colar entre las interrupciones insulsas del presidente. Ése y no otro es el mensaje de las sabatinas. Y ese mensaje nos retrata a un presidente ramplón, inescrupuloso, oportunista, pedante, vanidoso, de una deshonestidad intelectual apabullante. Un mal tipo. De eso (no de los logros del gobierno, si los hubiera) trata la sabatina. De eso hay que ocuparse.
Muy buen artículo.
Si Correa quiere que los titulares de prensa no le tergiversen la realidad, entonces sea
tansparente y realice una verdadera rendición de cuentas sobre los préstamos de China, las preventas petroleras, la producción real de la refinería de Esmeraldas, etc y, déjese de sus chistecítos agrios, de contar lo que ha comido, en donde ha dormido, de ridiculizar a sus sumisos subalternos, de palanquearse monumentos, de dar clases de “economía”, de hablar de los agentes de la Cía, etc, etc.
El Sr. Aguilar pinta en este artículo, con el pincel magistral de su pluma, un retrato perfecto de Correa y la pantomima de cada sábado. Leyéndole encontré a quien hable por todos a los que la gama interminable de sonrisas hipócritas del bufón mayor y sus frases repetitivas, les colmaron la paciencia. Lo que escribe es, afortunadamente, lo que muchos ecuatorianos vemos en este economista de pacotilla desde hace mucho tiempo, la gran mayoría, aunque le quedan todavía los asalariados y los inmorales que seguirán junto a él hasta que se le acabe totalmente la plata.
Sobre mi comentario anterior, respecto a la canción Las Caídas de Patricio Mann, deberíamos agregarle esta estrofa que pongo a su consideración:
“Siguió el oportunista, el populista
Lobo con piel de oveja, y economista
Destilando veneno y su verborrea
Y con su risa falsa, tan canallesca
Caerá Correa”
Simplemente retratado de cuerpo entero. Un mal tipo. ..Muy bueno su artículo
Los subalternos se merecen las burlas y humillaciones que les llegan por parte de su jefe, porque vendieron su conciencia y su dignidad por un plato de lentejas ( probablemente algo más que eso). Que aguanten entonces. Me pregunto: Que pensaran de ellos su hijos? tendrán algo de sangre en la cara para sentir vergüenza? Aparentemente todos son caraduras ya, caretucos como diría el mayor caretuco del país. Pobre gente. Solo inspiran lástima y vergüenza ajena
Vamos a un plan integral de economía de libre mercado con capitalismo estatal. Soportado por pilares férreos de democracia integral: división de poderes con independencia absoluta. La institucionalización del país es prioridad elemental. El respeto y la autoridad de los principios legales hará una sociedad orgullosa, trabajadora. Será blindarnos contra esos populismos cancerígenos que corroen nuestros principios de libertad y de oportunidades. No más o mejor NUNCA MAS al papá estado regido por un tiranuelo corrupto e inepto.
Habiendo tanta gente preparada y brillante, no se como el Ecuador esta gobernado por un mediocre de esta magnitud. Segun se escucha, en sus ladratinas no hay nada de fondo, todas son superficialidades y amenazas
Simplemente ¡magnífico! Que buen retrato.
Totalmente de acuerdo con su comentario Roberto, pero si alguien cree que Rafael 1 hace el papel de “gran bufón” en las sabatinas por casualidad, se equivoca, ese es un plan que lo trazaron los sociolistos de Ecuador, Venezuela, Bolivia y Argentina, con el apradinazgo de Cuba; manipulan las masas como lo hicieron los tiranos, dictadores y reyezuelos del pasado como Hitler, Stalin y Mussolini.
Además no debemos dejarnos engañar por el aparente deseo de descanso de su majestad y su “amenaza”, de postularse para el 2021, si le “siguen molestando”, nada de eso, lo que pasa es que desde el 2014 sabían que Correa perdía popularidad y que esa tendencia aumentaría los años siguientes por que ya no había plata para seguir manteniendo la “alegría del pueblo”, entonces optaron por un plan perfecto para ellos: dejar que la oposición gane las elecciones del 2017 y como al nuevo gobernante no le va a ir muy bien por las desastrozas condiciones economicas que recibe el pais y probablemente tenga que tomar medidas drásticas, presentarse como el salvador de la patria otra vez, y claro como la gente pierde fácilmente la memoria, apoderarse del pais otros 4 u ocho años.
El terremoto de abril les cayó como anillo al dedo para armar el plan B: promocionar a Glass para presidente y por si acaso, captar 4 años más el poder; compatriotas, no caigamos en la trampa, solo miremos lo que los chavistas han hecho en Venezuela en 17 años: ese país está quebrado, no tienen que comer, (sólo los que marchan en favor de Maduro lo hacen) la gente muere por falta de medicinas, tienen la mas alta inseguridad de la region, la inflación del orden del 180% y con proyección al 700% este año; y esta al borde de la guerra civil, si la miopía de ciertos países impiden que la OEA no toma cartas en el asunto
Que porquería de ser humano es ese Ratón de los Sabados…
Unos se ponen aretes, otros platos negros y otros penes al rededor del cuello. Todo es parte de la rendición de cuentas !!!
Nada es eterno. Recuerdo la última estrofa de la canción Las Caídas, del cantautor Patricio Manns:
“Y seguirán cayendo nadie lo duda
la libertad trabaja la sufre y suda
y al final va limpiando de nuestro suelo
el excremento estéril del tiranuelo.
Ay, que consuelo”
Excelente retrato.
Nadie, ni el mismo causante de la crisis, que parecería ser un niño malcriado que hizo una travesura y no tuviera conciencia de la magnitud del desastre que creó, sin tener quién lo reprenda, ignora sistemáticamente su fracaso e ineptitud!
Bien dice el Presidente que los opositores son los más fieles oyentes, no se pierden un solo enlace, se ve que tienen el tiempo necesario para hacerlo, deberían estar agradecidos de que siquiera tienen algo de qué escribir los articulistas, columnistas, 4 pelagatos, o como quieran llamarse los que al parecer aprendieron solo a escribir en contra de este Gobierno; claro, es que si no lo hacen, como justifican lo que les pagan por escribir sus “brillantes” artículos. Ya dejen de sufrir por lo que hace o deja de hacer el Presidente, alguna vez en su vida escriban algo que valga la pena leer, dejen de destilar veneno y odio, critican al Presidente y hacen lo mismo, con la diferencia que lo hacen todos los días y así se quejan que no hay libertad de expresión.
Y por qué los lee?
Simplemente Carlos, no leas a 4pelagatos. Y trágate entero el cuento de Rafa Belt cree todo ciegamente y confía en el discurso oficial.
“Más esperanza hay del necio, que del sabio en su propia opinión”.
Saludos Carlitos
Los pueblos tienen los politicos que se merecen, pueblo clientelista lleno de viveza criolla, poco preocupado de la realidad nacional, es fácil víctima de un cuentero de honoris causa.
Nuevamente el señor Aguilar es tan acertado como valiente. Tan piedra en el zapato para Correa como lo fue Montalvo para García Moreno, el tirano de su época.
No tardará el tirano de nuestra época en desatar a la manada de Ochoa en contra de un cronista brillante.
Todos los 4P, Roberto Aguilar y sus compañeros, tienen el respeto y el respaldo de quienes nunca agacharemos la cabeza.
No se perdería casi nada de este “análisis” si se lo resume con una de sus últimas frases: “Y ese mensaje nos retrata a un presidente ramplón, inescrupuloso, oportunista, pedante, vanidoso, de una deshonestidad intelectual apabullante. Un mal tipo.” Cabría entonces preguntarse: ¿Es en serio? ¿En serio estos defectos personales (ciertos o imaginados) constituyen el único núcleo de significado que brindará el autor a sus lectores? ¿En serio hay que ocuparse solo de eso? ¿En serio la penetración intelectual del articulista no le permitirá más que esta temblorosa evangelización de odio?
“Núcleo de significado”, dice usted. ¡Uyyy! Usted, señor Francisco, debe ser uno de los semiólogos de intendencia para usar un metalenguaje así defendiendo a su amo. Da mieeeedo…
Defiende a tu amo servil, el pueblo se esta alzando en masas
Se olvidó de la burla al ministro Serrano, refiriéndose a su tamaño, no es la primera vez que lo hace. Pobres subalternos inspiran desprecio cuando hablan pero lástima cuando el presidente les habla. Buen artículo
No es novedad que las ladratinas sean solo eso: ladratinas. Entiendo que van como 400 de esas, y estoy orgulloso de no haber escuchado jamás ninguna . Serán a lo sumo 10 minutos en total en estos 9 años de burlas, en que ha coincidido cuando busco algo en la radio y ha podido más la curiosidad , pero entonces el estómago empieza a protestar si continúo. Conclusión: es perder el tiempo. Nada de informes, nunca ha “coincidido” que escuche algo importante, solo bufonadas y mentiras adobadas para que sea más fácil para la masa engañable el digerirlas. O para que los obligados a asistir cumplan la penitencia semanal.