¿Cuál es el perfil de las elecciones 2017? Diez años de correísmo es un precedente que suscita un dilema; el dilema de fondo de esta elección: ¿los electores quieren continuar con esta experiencia de gobierno o quieren cambiar?
Los sondeos dicen que la gente quiere mayoritariamente un cambio. Aún así, el panorama sigue abierto. ¿Cambio dentro o fuera del correísmo? ¿Qué tipo de candidato quiere la gente para operar ese cambio? ¿Una persona con experiencia? ¿Un outsider? ¿Alguien conocido? ¿Queda tiempo para que alguien, por fuera de los que figuran masivamente en los sondeos, se lance?
El electorado, esto está probado, es extraordinariamente voluble. E imprevisible. No obstante, el perfil de la elección 2017 tiene características que pesarán, en forma irremediable, en el voto de los electores.
- Una elección de voto útil: seguir o cambiar de rumbo tras diez años de correísmo, da al voto un sello dramático. El voto 2017 será útil. Esto centrará a los electores en las opciones ganadoras, reduciendo el espacio de candidaturas que, en esa dinámica, serán juzgadas chimbadoras, testimoniales o sencillamente excéntricas.
- No hay espacio para un outsider: el dramatismo que encierra la elección parece privilegiar el perfil de personas conocidas y con experiencia. El ganador (del correísmo o de la oposición) tiene un panorama espeluznante por delante. Este dato no parece militar a favor de nuevos experimentos o de perfiles de gente famosa pero sin alta práctica en gestión pública/privada o en manejo de crisis. No hay, presumiblemente, espacio para un outsider.
- Una campaña de fórmulas concretas: la crisis económica requiere un tratamiento suprapartidista, un tejido social y político basado en el consenso y fórmulas concretas para resolver problemas reales. Es evidente que tras diez años de ideologización de la esfera pública, la credibilidad de la oferta se jugará en la concreción de las medidas y la capacidad de generar alianzas operativas. El espacio para la hojarasca retórica se ha reducido. En la elección 2017 pesará mucho la idea de equipo por sobre la del candidato iluminado o salvador supremo. Nada está jugado, por supuesto, de lado y lado, en una elección que tiene otras características. No obstante, la lógica de esta elección -una decisión capital- podría castigar a aquellos que usan la tarima presidencial como mera galería de exposición.
Quedan apenas ocho meses y, por fuera de los cuatro escenarios examinados y sus posibles candidatos, hay otros nombres ya anunciados o en pista: Andrés Páez por Ciudadanos Unidos, Washington Pesántez por Unión Ecuatoriana, Dalo Bucaram por Fuerza Ecuador, Álvaro Noboa por Adelante Ecuatoriano Adelante… Lucio Gutiérrez no ha anunciado decisión alguna sobre sus intenciones.
Un caso singular, por su importancia simbólica, es el del movimiento indígena. Las figuras que suenan como precandidatos (Lourdes Tibán, Salvador Quishpe, Carlos Pérez Guartambel…) son cercanos a la izquierda que rodea a Paco Moncayo y a Enrique Ayala Mora. De hecho, han estado presentes en algunas ciudades donde están promocionando el documento de debate. La izquierda no correísta cuenta con ellos, pero esta vez el movimiento indígena ya no tiene la iniciativa política. Posiciones radicales como las de Pérez Guartambel lucen incluso en abierta contradición con las posiciones esgrimidas por la izquierda no correísta en el referido documento. La misma Lourdes Tibán tiene reparos sobre los tratados comerciales que ya no son un tabú para la izquierda que ella quiere representar.
Andrés Páez no cuenta, hasta el momento, con un partido que respalde su posible candidatura. Washington Pesántez tiene partido pero no es conocido en el país. Álvaro Noboa parece deseoso más de tejer alianzas que de volver a la arena electoral. Dalo Bucaram parece deseoso de cimentar su propia estructura en Guayas… Ninguno de ellos tiene, por ahora, real aliento presidencial y sus movidas parecen destinadas a posicionarse en la carrera parlamentaria.
Los candidatos Pesántez, Páez, Bucaram… comparten otro problema: compiten con la maquinaria correísta (activada y aceitada desde hace diez años) y con figuras como Guillermo Lasso y Jaime Nebot (o sus candidatos) que son conocidas y tienen una organización (o redes en caso de Nebot) en todo el país. En teoría, no tienen ya tiempo para paliar sus falencias. Lo dicho: el escenario presidencial 2017 no parece prestarse para outsiders, personas sin experiencia o sin organización nacional. Pero, bueno, el país electoral puede todavía sorprender…
Foto: La Hora
Esperemos que la lógica y el sentido común actúe en los dirigentes políticos y logren elaborar un plan de gobierno consensuado, al menos por tendencia ideológica, para bien del país. Algunos precandidatos deberían renunciar a sus mínimas probabilidades de éxito y apoyar al rescate democrático y de una justicia independiente y sin impunidad en el Ecuador.
Nunca dejará de sorprender el pueblo.
No hay que analizar mucho para entender a las grandes masas sobre todo latinoamericanas (José Hernández) realiza un valioso esfuerzo con este artículo; sin embargo el pueblo llano no piensa de esa manera para votar (“vota como vive”) y ahí ha estado nuestro histórico problema (del que muchos avivados “caudillos” se han aprovechado).
Vale aquí citar quizás la frase más famosa del Generalísimo Francisco de Miranda en la madrugada del 31 de junio de 1812 al ser arrestado por sus propios compatriotas en la Guaira: “¡Bochinche, bochinche! ¡Esta gente no sabe hacer sino bochinche!
Aqui aparecerá el peor de los enemigos, invencible, que someterá al Ecuador a 10 años más de desgracias, es el fraude electoral con el que de seguro ganará alianza país.
Los mas parados de frente y han refutado con hombría a los descriteriados de alianza país y atracadores impunes están siendo
Guillermo Lasso para presidente, un hombre sensato y honesto para rescatar del retroceso económico,social,institucional,comercial,industrial, seguridad social y prestaciones básicas, enmendar la relación diplomática, es decir resetear al pais, y como compañero de fórmula por encarar y denunciar la falta de ética, justicia solapada, cómplice de las trapaceríasy atracos de recursos y fondos del país sin temor y favor, con fuerza y firmeza golpear a la corrupción y respeto a las leyes seria Andrés Páez.
Entonces propongo y creo que este es él binomio que mejor proyecta la aspiración y apoyo popular, para enmendar y reflotar al país, los robolucionarios estánacabados, sufren y ya temen estar perdidos por eso todos los ataques a la carta y dedicatoria. Repito la pareja de mejor presentación y respaldo son con Guillermo Lasso para presidente y Andrés Paez a la vicepresidencia, son los más creíbles y fuertes para patear éltablero ppolítico
Extraña, Sr. Hernández, que a su docto análisis de los escenarios electorales se le escape el de Rafael Correa candidato. Ni Moreno, peor Glas, prenden el entusiasmo, ni siquiera entre sus mismos seguidores. A más de ello, estimo que debe haber, en la mente correísta, insomnio y tremendo miedo ante la eventualidad de que, una vez fuera del poder, le caiga la justicia. Silenciar esos fantasmas es una motivación sicológica digna de ser tomada en cuenta.