Ya que dicen estar abiertos al diálogo, el alcalde Mauricio Rodas y su gerente de Obras Públicas, Alejandro Larrea, debieran empezar por poner toda la información sobre la mesa. Y por aclarar los malentendidos sobre la Solución Vial Guayasamín que la propia opacidad municipal ha generado. Sobre todo el malentendido mayor: el costo real de la obra. ¿No es hora ya de que el alcalde diga claramente cuánto va a terminar pagando la ciudad a la China Road and Bridge Corporation? Sólo un adelanto: se trata de una cifra escandalosa.
No son los 131 millones que la EPMMOP anunció a los concejales y a los ciudadanos. Tampoco los 185 millones que figuran en otros documentos oficiales, documentos que, probablemente, continuarían bajo siete llaves si no fuera porque la vicealcaldesa de Quito, Daniela Chacón, los difundió como corresponde (el memorándum de entendimiento entre la estatal china y la empresa municipal, por ejemplo). La cantidad real está muy, pero muy lejos de eso. Y podríamos seguir sumando. Hay gastos que, según el contrato, corren por cuenta del Municipio y hasta la fecha nadie ha calculado: la estabilización y el revestimiento de laderas, la protección de la descarga hidráulica de la quebrada El Batán, la rehabilitación del túnel Guayasamín y las obras mayores de mantenimiento de esa infraestructura, el costo de las expropiaciones… Nada de eso está incluido en el costo del contrato, los chinos no pagarán por esas obras. Pero ni así. Ni sumándolo todo se obtiene una cifra remotamente aproximada a lo que Quito terminará pagando por la Solución Vial Guayasamín.
¿Cuánto, entonces? La pista está en los propios documentos municipales: el contrato de alianza estratégica, el convenio de entendimiento, la propuesta financiera, los estudios de prefactibilidad… ¿Qué dicen esos documentos? Primero, que la empresa china invertirá ¿131 millones?, ¿185?, para la construcción de la obra. Segundo, que la ciudad le pagará con la concesión por treinta años del peaje: el 100% de lo recaudado durante los tres primeros años (mientras dure la construcción) y el 90% los siguientes 27 años. Tercero, que la tarifa del peaje (fijada actualmente en 40 centavos) se irá ajustando de acuerdo a un cronograma establecido, así: en mayo de 2018 se duplicará; en mayo de 2021 costará un dólar; en mayo de 2024 subirá a 1,40; en mayo de 2028 (dentro de doce años), 1,70; en mayo de 2033, 1,90. Estos incrementos en el precio del peaje, claro, tendrá que aprobarlos el Concejo Municipal, al que no dejan otra alternativa. El contrato chantajea al máximo órgano municipal: establece que si los peajes no se ajustan de acuerdo a lo estipulado, la empresa china podrá dar por concluida unilateralmente la relación, con todas las indemnizaciones que eso conlleva.
Para tener el panorama completo sólo falta un dato: el incremento de la demanda, es decir, del tráfico. Los estudios hacen cálculos conservadores. Tan conservadores, que consideran una tasa de incremento de flujo vehicular inicial que ya ha sido superada en los hechos: 5,5%. Los cálculos parten de 2015: ese año, 34.000 vehículos diarios circularon por el peaje. La tasa de incremento de 5,5% se aplica a los siguientes tres años, hasta 2018. En 2019, con la inauguración de la infraestructura, el incremento de la demanda será del 9%. El año siguiente, otra vez, 5,5% y, a partir de entonces, la tasa de incremento bajará medio punto porcentual cada año hasta estabilizarse en 0,5%.
4pelagatos hizo sus deberes: calculó año por año el total de lo recaudado, considerando la conservadora (irreal) tasa de incremento del flujo vehicular y los ajustes periódicos en el precio del peaje. El resultado es sorprendente. Y sí: escandaloso. Según nuestros cálculos, el costo de la obra (suponiendo que sea 131 millones) estará cubierto de aquí en diez años. En 2025, el precio del peaje será de 1,40 y circularán, según los chinos, 54.782 vehículos diarios por la vía (a eso hay que añadir los buses que el secretario de Movilidad, Darío Tapia, dizque piensa mandar por ahí mismo: a lo mejor sea necesario decretar de nuevo un contraflujo). Si al término de 2016 la recaudación anual sumará 5,2 millones, en 2025 se habrá quintuplicado gracias al incremento de las tarifas y al aumento de la demanda: será de 27,9 millones. La recaudación total de los primeros diez años será de 150,8 millones de dólares.
Aun así, la tarifa continuará subiendo. ¿Cuánto se recaudará al cabo de 30 años? Si el escenario que pintan los documentos municipales se hace realidad, en total, 928’155.902 dólares. De esa suma, a la China Road and Bridge Corporation (es decir, al corrupto e impresentable Partido Comunista Chino) le corresponde la totalidad de los tres primeros años y el 90 por ciento de los 27 restantes. ¿Cuánto sería eso? 837’326.791 dólares. He ahí una buena pregunta para planteársela al alcalde ahora que anda receptivo al diálogo: ¿se llevarán los chinos 700 millones más de lo que invirtieron? ¿Es ése el costo real de la Solución Vial Guayasamín? No hay mejor negocio, entonces, para los chinos, ni peor para la ciudad.
Es el precio de firmar un oscuro contrato con una oscura empresa china. Contrato que, para empeorar las cosas, el gerente de la EPMMOP pretende que no puede ser fiscalizado por el Concejo. Ante este escenario que se desprende de los propios documentos oficiales del Municipio, ¿tampoco deben Mauricio Rodas y su gerente de Obras Públicas una explicación a los quiteños?
En la foto, el gerente de la EPMMOP, Alejandro Larrea, habla durante la apertura de las obras de la Solución Vial Guayasamín. Lo escuchan un representante de la empresa china, el alcalde Mauricio Rodas, la concejal Carla Cevallos y la vicealcaldesa, Daniela Chacón, hoy opuesta a la construcción de la obra. Diario La Hora
Roberto Aguilar ha hecho bien el deber. Efectivamente, con 137 millones de inversión, en 30 años se habrán recaudado 837 millones, es decir, 700 millones de utilidad. ¿A qué porcentaje de interés se debería colocar 137 millones para que produzcan 700 millones en 30 años? ¿Al 10 %? ¿Al 20%? ¿Al 30%? Por ahí, por ahí. Si nos parece oneroso que el Gobierno Nacional coloque sus bonos al 10,75%, ¿qué opinión nos merece el que la inversión china en la Solución Guayasamín tenga una rentabilidad cercana al 30%? Eso es lo que debe explicar la administración municipal, sin exaltarse ni adoptar poses de “gran cacao”. Bien hecho el deber estimado Roberto.
[…] Larrea, gerente de la EPMMOP, escribe a 4pelagatos para responder nuestra nota titulada Rodas: ¿llevan los chinos 700 millones por la solución Guayasamín?, publicada el 26 de […]
El mejor argumento de un mediocre,desmerecer a alguien que intenta poner en evidencia las artes para hacerse de fondos públicos.TIR tiene relevancia,desde luego,lo mismo el elevadísimo costo para solucionar este problema de movilidad de la ciudad, muchísima plata. Sería grato verle y escucharle al alcalde con la misma determinación proponiendo una consulta popular a los habitantes de Quito sobre la realización o no de la obra que incluya semejantes precios.CIUDAD BICENTENARIO ETAPA DOS,tiene casas terminadas y que no le da la gana de entregar a quienes ya pagaron por ellas.El proyecto Quito Cables defendido a ultranza solo y únicamente a través de algunos medios de comunicación por el sr Rodas,sin que exista la posibilidad de modificarel proyecto.Un alcalde que no escucha eso es lo que se merece Quito?.
Opino que el alcalde maneja muy bien el tema de hacer para la ciudad obras gigantescas cuesten lo que cuesten.De todas formas si algún dinero se desvía,cosa bastante probable, si de pronto son pillados con lo mismo se defienden.Basta leer algunas opiniones y ya han salido parte del ejercito de defensores de una obra costosísima argumentando y por ahora con razón lo que significa el valor del dinero en el tiempo.La obra no debe detenerse porque es necesaria,no hay discusión sobre eso,aqui su costo nos disgusta y la forma de hipotecar a las próximas generaciones.Cerremos filas para impedir que estos incompetentes en la vida privada hagan fortunas en la empresa publica a pretexto de servir a la ciudad.
El crédito de los franceses para la construcción de la Aerovía Durán – Guayaquil (114.3 mill USD; adjudicada el 25 de julio 2016 a Poma S.A. – Sofratesa Inc) tiene una tasa de interés de 5.88%, a 20 años con 5 años de gracia); el crédito bancario con los chinos para la construcción del puente Guayasamín (92.5 mill USD) tiene una tasa de interés de 7%, a 15 años con 3 años de gracia, 1% Flat. Claramente, procesos de contratación más competitivos obtienen mejores condiciones de negociación.
Ya empezaron los iluminados a hablar de la TIR, como que las fórmulas utilizadas, como lo hace el farsante más grande en sus clases magistrales, arreglaran el problema de la “solución Guayasamín”. Partiendo de que la TIR se utiliza como un indicador de la rentabilidad de un proyecto, esta famosa fórmula es manipulable porque a mayor TIR, mayor rentabilidad, cosa que los chinos no son “chinos” para este tipo de negocios, sí tomaron en cuenta; pero para su empresa y no para el municipio capitalino. Aplicando la TIR se toman en cuenta los parámetros como la tasa máxima de interés del endeudamiento, la oportunidad del negocio, el coste de la misma y el nivel de riesgo. En este caso, para los chinos, la tasa de rentabilidad está libre de riesgo. El riesgo lo asumen los ciudadanos por treinta años. Por ello, para hacer más entendible para el ciudadano de a pie, es que Roberto Aguilar, con una simple calculadora, expone que si los chinos invierten 131 millones, en diez años se amortiza la deuda y encima los chinos se llevarán 700 milloncitos. ¿Cuánto va invertir el Municipio, cuánto y cuándo será el retorno del capital invertido? No hay respuesta. No olvidemos que en cinco años, como máximo, la obra ya estará colapsada en su capacidad para el flujo vehicular. A los iluminados les sugiero un poquito de comprensión lectora y releer el artículo.
Cuenta la historia que un día la muy noble y leal población de la capital voto encontra y no a favor de un candidato. Desde ese momento le dieron un cheque en blanco a un cretino que no tiene la menor idea de lo que esta querida ciudad necesita. Defender obras como esta ratifican un sesgo político incapaz de pensar en una ciudad ecológica, sostenible, amigable y sobre todo incluyente. Desesperado por votos y por recursos Mauricio desdibuja la esencia de una de las ciudades capitales más bonitas de América Latina y del mundo.
El cálculo del aumento del flujo de automóviles es hecho totalmente al ojo, más enfocado en los aspectos financieros del proyecto que en cualquier proyección técnica de tráfico futuro. Por eso es “conservadora”; es decir, se calcula con proyecciones moderadas para estar seguros de que hasta “si les va mal” (es decir, si el tráfico no aumenta como esperan), el negocio será rentable.
Hoy, el crecimiento del parque automotor en el valle de Tumbaco es del 9% anual. Y hacen una proyección de aumento del flujo por el abra, menor a ese crecimiento, como si la ampliación de las vías en un 150% no tuviera ningún efecto en aumentar el tráfico y de hecho sirviera como desinsentivo (por eso sería menor). Como dice sin inmutarse Alejandro Larrea, “hemos estudiado el tema, y sabemos que no habrá demanda inducida” (que es como decir, en esta esquinita del universo no aplica la gravedad).
Me parece que está mal hecho el cálculo, se debe poner la inversión a valor presente, es decir no se puede comparar los dólares de hoy con los del próximo año y etc.
Además, hay otro tema que no toman en cuenta, cuando hay este tipo de construcciones, generalmente hay vías alternativas sin costo. Las personas hacen una evaluación y toman vías alternativas cuando el costo es elevado, es decir, las personas hacen un análisis costo -beneficio del tiempo ahorrado versus lo que pagan. Para el caso de ir hacia los valles existen dos vías alternativas. No creo que se pueda hacer una proyección de traslados sin tomar en cuenta estos factores.
Ahora dejando de lado estas observaciones, sí llama la atención que se oculten documentos públicos.
Pesimo articulo, si esta es la supuesta nueva prensa independiente me quedo con el Comercio, ellos por lo menos un minimo de profesionalismo si tienen. Me daria verguenza hacer un supuesto calculo costo/beneficio con esos parametros de quinto grado de primaria y publicarlo en la red. Hay que ser valiente para eso. Sin mencionar ese tonico xenofobo al hablar de los chinos. Mal les veo panas…
No creo que criticar al corrupto Partido Comunista Chino sea xanofobia, es como decir que criticar a Donald Trump es xenofobo, por favor mejore los argumentos.
las personas somos libres de leer o no las cosas que se publican en los medios digitales, también depende de nosotros ignorar cualquier tema… pero esta ocasión me parece muy desatinado todo este articulo que a mi opinión se a convertido en presecución a toda obra a realizarse en Quito espero y las razones sean justas .. pero molesta q exista mucha campaña para impedir la modernidad de Quito
Bueno, el problema es que en estos casos surge siempre la pregunta escalofriante: ¿cuanto le toca al alcalde y a los funcionarios que han participado en el negocio? Pregunta que indigna, pero que es real y se ha vuelto tan natural como ver llover. El robo es generalizado, y es tan difícil de probar y castigar (peor aún con las cortes de bolsillo que existen en el país) que ya nadie se escandaliza. Por el contrario, se confía en recibir del cielo el turno de llenarse los bolsillos con plata ajena.
hoy ni siguiera puedo ir en transporte público por ahi, me beneficiaria mucho la obra
Hasta alguien debería decirle, razón quebraste el hoy cojudo, si no sabes sumar
Deberian investigar tambien los Quito Cables, que tambien estan tratando de hacer, pasando por encima de algunos barrios del noroccidente de Quito, sin considerar las afectaciones a estos y a los cuales les quieren expropiar sus viviendas. Ojala tambien se transparente esto, porque como se esta viendo en la solucion Guayasamin, aca tampoco se ha hablado claro al respecto, lo unico cierto es que dicen que “va porque va”
Es técnicamente erróneo sumar en una misma “canasta” dólares de hoy, con los del próximo año y peor los del 2046, como si cada uno de esos dólares valieran igual. Por eso su suma es errónea (absolutamente inflada) y no representa nada. Para eso existe el concepto de “Tasa Interna de Retorno” (TIR), que considera el valor del dinero en los distintos momentos del tiempo en los que se generaron, reflejando la rentabilidad REAL de un proyecto. Porqué no incluyó ese dato?
Discúlpenme, pero me he quedado impresionado de la falta de profesionalismo de sus artículos. Mezcla, en una misma canasta, dólares de hoy con los que se generarán en 10, 20 y hasta en 30 años, como si fueran lo mismo. Precisamente para evitar cometer ese error, existe lo que se llama “Tasa Interna de Retorno” (TIR), que considera la rentabilidad REAL, reconociendo en qué momento se generó cada dólar. Y Ud. no menciona NADA sobre el TIR…! Descuido?
Se quiere desvirtuar el fondo del artículo. Buenos matemáticos, financieros, planificadores, PMP’s y proyectistas, hagan el cálculo “REAL” e incluyan de una vez el valor actual neto (VAN), los costos evitados, el análisis costo/beneficio, etc, etc. Cuando tengan eso, publican el resultado. Me adelanto, quizá seguirá dando el mismo resultado: una estafa disfrazada de solución. 10 mil ó 1 millón USD de sobreprecio sigue siendo un acto corrupto. Que sea investigado por los expertos!
Es indignante tanta desvergüenza y despilfarro, el alcalde dejará a Quito en banca rota, luego a los ciudadanos le sacarán hasta el último centavo en nuevos impuestos e imposiciones.