La campaña toma forma con la nominación de Lenín Moreno por el oficialismo y Paco Moncayo por lo que tradicionalmente ha sido la centro izquierda. Se unen a Guillermo Lasso que mantiene su candidatura, al igual que otros aspirantes. ¿Qué características se perfilan en esta campaña? 4Pelagatos expone seis:
- Correa, el rey que hay que enterrar: diez años es un ciclo largo y cerrarlo parece ser el objetivo de todos los candidatos. Incluido Lenín Moreno que quiere liquidar la guerra que Rafael Correa hizo a la sociedad. El correísmo será el referente irremediable para candidatos y electores: sea para superarlo y enterrarlo; sea para abrir otro capítulo en esa tendencia. La mayor incógnita reside en la actitud que adoptará el presidente: el sábado ya reconvino a Moreno por no vestir la camisa verde que le mandaron, por hablar con movimientos sociales, por abrir la mano en vez de mostrar el puño… Pero Moreno parece decidido a mantener sus posiciones. En su caso, además del estilo, tendrá que asumir o rectificar políticas. Se ignora lo que hará Correa. Pero él puede ser un gran aliado de la oposición. Ya lo fue y por eso Mauricio Rodas es alcalde de Quito.
- Un escenario con tendencias: aunque el momento no es propicio ni el estado de la economía lo recomiende, la campaña estará atravesada principalmente por tres tendencias. El populismo autoritario, la centro derecha y la vieja centro-izquierda. En cada una, además de la elección, se juegan partidos internos. Uno clarísimo, en el populismo autoritario, entre Rafael Correa y Lenín Moreno. Correa busca mantener su liderazgo y su modelo por fuera de su presidencia. Desde ahora defiende la continuidad con los mismos. Moreno pugna por renovar el estilo y, esto está por verse en la campaña, el rumbo ideológico y político de Alianza País.
En la centro-derecha la división entre Guillermo Lasso y Cynthia Viteri es irreversible. En realidad el mano a mano es entre Lasso y Jaime Nebot y lo que está en juego es la supremacía política en esa tendencia.
Paco Moncayo es el factor de unión en un bloque en el cual cohabitan todavía líneas políticas destinadas a separarse: la Izquierda Democrática virará irremediablemente hacia el centro; lejos de extremistas de izquierda con muchas nostalgias y pocos votos. Los indígenas finalmente plegaron a esta coalición. Disimulan así la desconexión política que tienen con la sociedad y las divisiones internas; algunas abiertamente políticas entre seguidores de Castro, moderados y pragmáticos amigos de negociar con el gobierno de turno. - La hora de las coaliciones: muchos afirmarán que esas tres tendencias son ideológicas. No lo son, empezando por el populismo autoritario donde, durante diez años, han cohabitado exponentes rancios de la vieja derecha populista y militantes de la vieja izquierda.
Las tres tendencias anotadas son, en realidad, coaliciones que responden al momento político, a la supremacía de Alianza País y al sistema electoral que premia a las mayorías. Por eso, se han producido movimientos absolutamente ajenos a la ideología que algunos dicen profesar. Ramiro González, ex gran jerarca del correísmo, ex Izquierda Democrática es cabeza de la lista de asambleístas nacionales de La Unidad.
Esa Unidad empezó con Nebot, Mauricio Rodas y Paúl Carrasco. Ya no está Rodas. SUMA, su movimiento, privilegió durante largas semanas, conversaciones con CREO. Lasso no admitió sus condiciones y ahora Guillermo Celi, su operador, pretende hacer binomio con Paco Moncayo. ¿Carrasco puede terminar en CREO? No es imposible, aunque Nebot dice que todavía hace parte de su coalición… Un caso parecido ocurrió con César Montúfar. Firmó un documento con Enrique Ayala Mora y Giovanni Atarihuana del ex MPD. Luego habló con Lasso y, finalmente, es parte de La Unidad. - El Centro, el punto más codiciado: los electores centristas (consensuales, racionales, indecisos, escépticos…) serán el punto de mira de todos los candidatos. Moreno los necesita para sumarlos a los votos duros del correísmo que no llegan al 30%. Lasso los requiere por razones similares para forzar una segunda vuelta. Viteri tiene primero que ampliar el horizonte en la centro-derecha; una tarea que se antoja cuesta arriba a estas alturas: Lasso ya cimentó un electorado duro que, en cuentas de CREO, suma alrededor del 22%.
Moncayo llega con la expectativa de juntar indecisos y electorado tradicional de la Izquierda Democrática, pues las siglas que lo acompañan no auguran posibilidades para crecer. Él aspira, como los otros candidatos, a convocar a los electores centristas a pesar de que la campaña está planteada como un ejercicio de péndulo político: continuar con el correísmo o salir de él. Esta paradoja volverá tras la segunda vuelta: quien salga electo tendrá que volver al centro para poder gobernar. Sea Lenín Moreno, Guillermo Lasso o cualquier otro. Esto será necesario para paliar, en parte, el clima de inestabilidad que rodeará al próximo gobierno. - Una campaña con luces apagadas: Si se creyera en los sondeos, Cynthia Viteri estaría por encima de Lasso y Paco Moncayo por encima de ella. Miente el propio Presidente que dice que el correísmo tiene un voto duro de 38%. La realidad es cruel para los ciudadanos: no tienen herramientas creíbles y muy seguramente tendrán que ir sin esa información a las urnas. La realidad es que las casas de sondeos, en general (lo cual deja poco espacio a las excepciones), han hecho méritos para anclar enormes dudas sobre su independencia durante esta década de correísmo. Los sondeos se han vuelto el espacio de manipulaciones y especulaciones de todo tipo. Ningún político cree en las cifras de sus contrincantes y, sin embargo, piden medirse para tomar decisiones. Paul Carrasco –sin decir y mostrar las encuestas– afirmó que sus cifras eran iguales a las de Viteri. Lasso publica hasta las cifras de un sondeo virtual de El Comercio (donde partidarios y adversarios multiplican sus intervenciones) para mostrar que está por encima de Moreno. Ahora Nebot llama a Moncayo, Viteri y Lasso a deponer sus candidaturas… para evaluar, mediante sondeos, quién tiene mejores cifras. ¿Quién mide?
- La segunda vuelta es el gran fantasma: forzar la segunda vuelta es el principal temor del correísmo y la gran expectativa de parte de la oposición. Parte, porque muchos dan por sentado que si ese escenario se produce, algunos de los aliados de la centro izquierda y de la centro derecha irán con Lenín Moreno. Esto lo excluyen algunos estrategas cercanos a Moncayo como Gustavo Larrea. Aquellos que no ven a Moncayo en segunda vuelta, afirman que su candidatura resta votos directamente al correísmo en la Sierra. Moncayo mismo dijo que Quito no tenía candidato en esta campaña. Olvida que Moreno es en los hechos quiteño y que Lasso tiene gran penetración en la Sierra. En todo caso, en la oposición se asegura que, de haber segunda vuelta, el oficialismo perderá. Por todas esas cuentas, muchas de ellas alegres, la segunda vuelta será el fantasma principal de la campaña.
Foto: El Telégrafo
OJO: MIENTRAS NO HAYA UNIÓN DESINTRESADA POR PARTE DE LOS PARTIDOS DE OPOSICIÓN, CORREA Y LOS SUYOS SEGUIRÁN HACIÉNDO DE LAS SUYAS CON EL PAIS, SUS RECURSOS, SUS CIUDADANOS Y SI ESO ES LO QUE BUSCAN, ENTONCES AHORREN RECURSOS PARA LA CAMPAÑA Y NO HAGAN NADA, PUNTO.
SERIA UNA PENA QUE NO HAYA NADIE QUE PIENSA A FAVOR DEL PAIS.
Que el fraude se viene,SE VIENE, con el santo del Pozo (con su carita de yo no hice nada) el pillo de turno para dirigir el fraude, como ya lo hicieron sus antecesores en ese puesto, Pozo por algo fue el escogido por correa para dirigir el fraude.
Se deberia EXIGIR a los candidatos de oposicion que abiertamente se comprometan a realizar una FISCALIZACION minuciosa pero justa de todo lo realizado por el correismo desde los dineros recibidos de las FARC para su primera campaña (en lo que conocemos hay implicados que ahora estan apoyando a Moncayo), hasta el ultimo desafuero como es el del mal uso de los medios incautados para la campaña.
Muchos partidos chimbadores de izquierda ya identificados comulgaron con el correismo para darle su cuota de apoyo, fueron cómplices, defendieron sus privilegios, menospreciaron a otros opositores, les salió el tiro por la culata engañados por la más bonita oportunista y la más fea les pateo el trasero, hasta dividirlos y desparecerlos y ahora mojigatos salen con el rabo entre las piernas para pescar a río revuelto, no tienen piso para sus aspiraciones politiqueras ni planes para gobernarporque la situación económica y social no se presta para sus jueguitos ni los robolucionarios puro teatro, ya agotaron sus falacias y oscuros maquillajes estadisticos, datos, disfrazados manejos economicos que ya no encaja por ningún lado con hechos de la realidad y se preparan para la huida.
También hay que analizar que A.P. controla el CNE, osea es juez y parte. Por otra parte, LOS ECUATORIANOS hábiles para sufragar según la base de datos de el CNE son 12 millones 800 mil entre 16 años en adelante, mi inquietud es cuantos ECUATORIANOS hay entre 15 años y neonates,
Existe también una alternativa que ustedes no han contemplado todavía en sus artículos y es la alternativa de un fraude electoral.
Lenin Moreno puede fácilmente obtener 30% de los votos y solo necesita de 40% para pasar en la primera vuelta.
Como ustedes saben todas las instituciones del estado son controladas por el correismo y el realizar un fraude electoral en el Ecuador es lo más fácil del mundo. De lo que yo conozco, en la historia reciente del país, por lo menos ya han habido dos.
Dos fraudes que son un secreto a voces tanto en Quito como en Guayaquil.
El CNE está totalmente controlado por el correismo realizar un fraude de solo 10% de votantes es más fácil aún.
Además, el aupar a Moreno a la presidencia permitiría al mashi un exilio tranquilo sin los apuros de una fuga apurada para evitar una fiscalización que vendría de un nuevo gobierno.
Gracias por su comentario. Esta nota contempla algunas características de la campaña. Ya tendremos tiempo de analizar las condiciones en que se realizarán las elecciones. Gracias por participar y comentar.
En la época de la “revolución” anterior se decía:
“no vamos a perder con papelitos lo que ganamos con balas”.
En la actual robolución es (y ha sido):
“no vamos a perder con papelitos si son NUESTROS papelitos”.
si el oficialismo no gana en la primera vuelta, con seguridad perderá en la segunda, pero el punto es que , como están las cosas, van a ganar en la primera vuelta, gracias a la decepcionante dispersión de la oposición, con varios candidatos, sin consolidación. Decepcionante la actitud de la oposición, que no pudo dejar de lado sus ambiciones personales. Que pasa por la mente de estos candidatos?. Moncayo, Bucaram, Olsen, Noboa, creen realmente que tienen alguna posibilidad de ganar? Porque Nebot impuso a Viteri, cuando ella podía ser un excelente binomio de Lasso, ante la negativa de Nebot de liderar a la oposición? Porque Lasso se negó a consensuar?. Cuales son sus intereses y motivaciones? Porque se alían con Gonzalez, con Romo, antiguos cómplices del gobierno? Francamente, para ser político profesional hay que ser o muy idiota o demasiado calculador, rayando en la deshonestidad. Ninguno es válido. A ese paso, seguiremos con la misma pesadilla robolucionaria