Rafael Correa es un machista básico. Tan elemental que ni siquiera se da cuenta de que lo es. Simplemente, el concepto de la igualdad entre los sexos es algo que no forma parte de su conducta ni de sus hábitos mentales. Como político, él sabe que hay un cierto nivel de corrección al que debe sujetarse; por eso, cuando da discursos, puede hablar durante media hora de las conquistas de su gobierno en el campo de la equidad de género y hasta declararse feminista. Pero luego se muestra como es en realidad (algo inevitable en una persona que habla demasiado e improvisa todo el tiempo) y contradice todas sus lindas palabras y sus buenas intenciones. Él cree que no hay nada de malo en mandar a Cynthia Viteri a hablar de maquillaje; en hacer bromas de mal gusto sobre violencia machista en un país donde 7 de cada 10 mujeres la sufren; en tratar a las mujeres con condescendencia y exhibirlas como objeto sexual… No es consciente de la pedagogía que, como presidente, ejerce sobre una sociedad machista que encuentra en la conducta de su máxima autoridad la confirmación de sus propios prejuicios. Él, que como presidente tiene la obligación de garantizar los derechos de todos los ecuatorianos, parece encontrar normal un esquema de comportamiento basado en el atropello de esos derechos contra la mitad de la población.
Los ejemplos sobran. 4pelagatos ha seleccionado algunos de los más impactantes. A continuación presentamos el Top 15 del machismo presidencial.
15. Los bancos son como las señoritas
Se lo dijo Correa al periodista español Jordi Évole y éste no pareció inmutarse, acostumbrado como está a aquello que su líder, Pablo Iglesias, llama “política masculina con cojones”. “Los bancos, el poder financiero –explicó el presidente– son como una chica un poco vanidosa, que si uno muestra mucho interés es más difícil de llegar a ella. Cuanto más interés muestra el chico, ella más que no. Cuando se deja el interés, pues igual es ella la que llama al chico. Así son los mercados financieros”. O sea: fluctúan entre brujas y ofrecidas.
14. Si Correa tuviera tetas…
Lo que Rafael Correa alcanza a comprender sobre los conceptos del feminismo y la igualdad entre los sexos no se diferencia mucho de lo que el reverendo Julio María Matovelle pensaría sobre los mismos temas desde sus catacumbas decimonónicas. Lo explicó muy bien en la sabatina 465, el pasado marzo: “Ciertas feministas fundamentalistas –dijo– proponen igualdad toda… ¡Yo no puedo dar de lactar pues!”. No, señor presidente, no puede.
13. El mérito de las concejalas
Galantería plebeya del presidente con las concejalas lojanas en la sabatina 465, en Vilcabamba: “¡Qué guapas! ¿Cómo elijen a las concejalas? ¿Por concurso de belleza?”.
12. Vístase como varoncito…
Diane Rodríguez, presidenta de la asociación GLBTI Silueta X y correísta convencida, cuyo marido dio a luz un hijo, se ha abstenido de pronunciarse sobre esta declaración vertida por el presidente en diciembre de 2013: “Yo prefiero la mujer que parece mujer, jejejé, y yo creo que las mujeres prefieren a los hombres que parecemos hombres”. El “jejejé” queda a interpretación abierta de los lectores. El presidente no hace el menor esfuerzo por comprender la irreductible diversidad de la sociedad que gobierna. Prefiere aferrarse a sus rígidas concepciones .
11. Los prejuicios ya son de todos
Como todo machista, Rafael Correa es homofóbico. Lo justifica con una coartada mezquina: la mayoría de los ecuatorianos también lo es. Tan seguro se siente al respecto, que en más de una ocasión ha amenazado con someter los derechos de los homosexuales a consulta popular: la idea es un despropósito; chantajear con ella, una vileza. Él cree que los prejuicios, si están generalizados, son buenos. Lo demostró en este intercambio de tuits con Pamela Troya, coordinadora del colectivo Igualdad de Derechos ¡Ya!, el 22 de mayo de 2013:
@pametroya No hay problema: con las próximas elecciones seccionales hacemos una consulta popular, ok? Veremos si son mis dogmas y prejuicios
— Rafael Correa (@MashiRafael) May 23, 2013
@pametroya Ah! Entonces ya no son sólo míos los "dogmas y prejuicios"…! Qué alivio!
— Rafael Correa (@MashiRafael) May 23, 2013
10. El cantante canta, la cantante mueve el trasero
En la sabatina del pasado 2 de abril, el presidente compartió escenario con una orquesta tropical. Con una pareja de cantantes, hombre y mujer, desafinó una vieja cumbia. Su comportamiento fue normal. Sólo minutos después reveló sus represiones: “El vocalista –le dijo al Mashi, su traductor quichua–, muy buena voz. Y la vocalista, muy buena… (con la sonrisa rijosa y los ojos lúbricos hizo una micropausa llena de significado), muy buena voz también. ¿No es cierto Mashi?”. Volvió la vista y buscó la complicidad de su interlocutor. “Muy buena voz, muy buena… –nueva pausa, nueva sonrisa libidinosa– muy buena expresión artística, jejejé”. Fascinado con su propio sentido del humor, tan fino, se sacudía el presidente al compás de su risita agria. Su adscripción de roles a los sexos es clarísima: un cantante es un hombre que canta; una cantante es una mujer que mueve el trasero.
9. Vamos a pasar de Andrés a Lorenita, tan bonita
Sabatina 466, Puembo, 12 de marzo de 2016: Andrés Arauz, ministro coordinador de Talento Humano, habla sobre las políticas del gobierno en el campo de la educación superior. El presidente lo escucha con atención. Luego busca con la mirada entre las autoridades presentes: “No sé si tenga algo que comentarnos Lorena Araujo, de Senescyt”, dice. En sus labios se dibuja una sonrisa galante. “Ya lo dijo todo Andrés pero es tan guapa Lorena –continúa– que le vamos a dar la palabra, ¿no?, para pasar de Andrés a Lorenita, a ver”. Nótese que no dice “Andresito”, el diminutivo es algo reservado para las mujeres, seres chiquitos. Y que si concede la palabra a la subsecretaria no es para escucharla (después de todo ella no tiene nada que decir) sino para exhibirla. El presidente le clava los ojos y la reta con un leve movimiento de quijada que es un gesto de mando. El rostro se le ilumina de autosatisfacción. Durante tres significativos segundos Rafael Correa proyecta la imagen de un tipo atrevidamente cómodo.
8. La ministra de la tecnocumbia
Sabatina 415: otra ministra sufre los avances del macho alfa de la manada. Viste jeans apretados y el presidente, literalmente, babea. “Ministra de la tecnocumbia”, le dice, cosa que a ella le desagrada ostensiblemente. Con el micrófono en la mano, trata de explicar algunos detalles de su trabajo en el ministerio pero Correa, evidentemente, no la escucha. La interrumpe como si no fuera importante lo que está diciendo. Y lo hace para pedir que la enfoquen, aunque las cámaras, en ese preciso momento, ya lo están haciendo, sólo que a la cara. Y no. El presidente quiere ver otra cosa en la pantalla. El camarógrafo entiende a la perfección lo que se espera de él. Como si de la Feria de la Alegría o de Chispazos se tratara, dirige su cámara de la cintura para abajo y hace un minucioso recorrido. Las partes bajas de la ministra aparecen de pronto en primer plano, entre logotipos de la Secom y del Enlace Ciudadano. Una pedagogía apabullante.
7. Los desplantes de un gallito
Rafael Correa tiene muy claro lo que significa ser macho: es algo relacionado con puños y trompadas. “Si es tan machito que venga”, le dijo a Andrés Roche cuando era asambleísta. Y añadió: “uno contra uno”. Algo parecido les repitió a Andrés Páez, a Emilio Palacio, a Joffre Campaña, a Galo Lara… A todos retó a los puños. En cada caso el desafío incluía una fanfarronada: a ver quién es más hombre. Porque cuando el presidente dice las palabras “hombre a hombre” o “cara a cara”, no está aludiendo a la honestidad o a la franqueza sino a la violencia física.
Por supuesto, lo que menos soporta un macho de esta naturaleza es que se dude de su hombría. Por eso, cuando un tuitero lo llamó burdamente “maricón”, simplemente enloqueció. Y se rebajó al mismo nivel, con palabras que revelan claramente su homofobia y sus concepciones reaccionarias. Palabras que lo pintan de cuerpo entero. En la sabatina 282, el 28 de julio de 2012, dijo: “Este señor Zenón Moreno, como todos los que nos insultan todos los días, si son tan machitos vengan. Me avisan si ustedes lo conocen, me avisan dónde encontrarlo, me despojo de todas las prerrogativas de presidente y que me venga a decir de frente todo esto, para ver quién es el badea. Solito voy a invitarlo a que me diga estas bascosidades, pero de frente para ver quién es el marica”.
6. Las mulatas son un vicio
En abril de 2013 volvió Rafael Correa de un viaje a Cuba y, en una sabatina, hacía alarde de lo bien que le trataron. Raúl Castro, contó, le llenó de regalos. “Habanos, ron, puro vicio regala Raúl, solo faltaba que salga la mulata de la caja”. Fantasías de Fredo Corleone en La Habana.
5. ¡Horror! ¡Una mujer que habla sin pedir permiso!
Para un hombre que interrumpe las explicaciones técnicas de sus ministras para pedir que las filmen de la cintura para abajo; o que les concede la palabra bajo la advertencia de que no tienen nada que decir pero sí algo que mostrar, encontrarse ante una mujer que expresa opiniones propias debe ser intolerable. Eso explica perfectamente lo que esta semana dijo de la candidata socialcristiana a la presidencia: “Yo de asesor de Cynthia Viteri le diría que no hable de economía. De cualquier cosa, de maquillaje, no de economía”.
4. Lecciones para matar a la esposa
¿Qué se puede pensar de un presidente de la República que hace chistes sobre la violencia machista? Correa los despacha con una inconsciencia que pone en duda tanto su sensibilidad como su inteligencia. Sabatina 348: suena la versión en francés de la canción Je l’aime à mourir (La quiero a morir), de Francis Cabrel. El presidente canta. Luego se vuelve hacia su traductor quichua y comenta: “La quiero a morir’ es la versión del soltero, del novio, ¿no? La versión del casado es ‘La quiero matar”. Correa estalla en carcajadas. “¿Se rió Mashi, se rió del chiste?”.
3. ¿Violencia machista? ¡No es para tanto!
Esta inconsciencia tiene una explicación muy simple: Correa cree (lo dijo en la sabatina 451) que en realidad el problema de la violencia machista no es tan grave. Que es “subjetiva”, dijo. Porque a la hora de hacer las estadísticas “hay mucha novelería”. Más claro: las cifras están infladas. Una conclusión perversa si se considera que la realidad enseña exactamente lo contrario: que la mayoría de los casos ni siquiera se denuncian y que las estadísticas, por tanto, siempre se quedan cortas.
2. Cocachos para las gritonas
El siguiente paso, claro, consiste en ejercer la violencia machista por mano propia. El pasado mes de febrero, un grupo de mujeres ecuatorianas que protestaron por la visita de Recep Tayyip Erdogan, el autócrata que gobierna Turquía, fue reprimido violentamente por las fuerzas de seguridad turcas bajo la anuencia de la Policía ecuatoriana. Los guardias turcos arrastraron a las mujeres, las patearon en el suelo, las golpearon con porras y puños mientras que los gendarmes nacionales miraban la escena. Rafael Correa no sólo justificó ese atropello (él, que tanto habla de soberanía), sino que lamentó no haber estado ahí para golpearlas él mismo. Porque “cuando vienen gritonas del MPD –dijo en la sabatina 466– me da ganas de darles un cocacho y que se callen”.
1. La democracia se fue de parranda
La peor manifestación machista del presidente es, sin duda, aquella por la que pasará a la historia. Esas palabras que pronunció, queriendo pasar por chistoso, en la última sabatina del año 2011, poco antes de quemar el año viejo, serán siempre relacionadas con su gobierno. Ya no lo puede evitar. Con ellas el presidente echa por la borda todas las conquistas de las mujeres en el campo de la representación política. Son las siguientes: “Yo no sé si la equidad de género mejora la democracia, lo que sí es seguro es que ha mejorado la farra impresionantemente, ha mejorado el buen vivir porque se armó una farra… ¡Qué asambleístas que tenemos! Guapísimas, ¿ah? ¡Eh, Corcho!, hay que aumentarles el sueldo, ¿eh?, porque no tuvieron plata para comprar suficiente tela, y todas con minifaldas, Dios mío, jejejé. Yo ni me fijo en esas cosas, me contaron, unas piernas y unas minifaldas impresionantes, guapísimas las asambleístas”.
Lo importante de esto es que las mujeres jamas volverán a ser denigradas, ni utilizadas como un objeto por alguien que esta vetado para hacer política, al tener problemas con la justicia, que tarde nos dimos cuenta del error, pero nunca es tarde para rectificar y buscar nuevos horizontes con gente honesta y que haga de su voluntariado político una religión de servicio en que prime la equidad, el respeto por la ley, a los ciudadanos y ciudadanas a los niños jóvenes y ancianos y encuentre el camino hacia el desarrollo de un país como el nuestro que tiene muchos recursos que bien administrados nos puede catapultar a sitios importantes en beneficio de todos y no de unos cuantos, por esto les invito desde ya a meditar el voto, en base a programas de gobierno que se puedan cumplir, eliminando de plano la corrupción que muchos analistas lo sitúan en el 10% del PIB es decir 10 mil millones de dolares, que puede servir para impulsar la salud, la educación, la Seguridad Social debidamente estructurada, si ese líder es honesto y pro activo va a tener el apoyo del pueblo para hacer los cambios necesarios
Faltó la de una Sabatina en Quevedo dónde dijo que le gustaría “sacrificarse” y acompañar a Bo Derek, quien había llegado a Ecuador (después supimos que con cheque en mano) para constatar los derrames petroleros atribuidos a Texaco. Me pregunto cómo le hubiera quedado el ojo a Correa si su esposa hubiera hecho público su deseo de “sacrificarse” y acompañar a Tom Cruise a la selva.
Y se olvidaron de contar la pasión con la que cantaba a voz en cuello GRINGA LOCA, ME MANDASTE PRESO SÓLO PORQUE TE PEGUÉ EN LA CALLE
Estimado Roberto,
Estamos teniendo una discusión sobre su artículo en una cena familiar. Mi hermano, hombre de 27 años, considera “hipócrita” la foto que se publica junto a su artículo, pues manifiesta que “todo hombre ha visto así a una mujer 300 mil veces en su vida”, y que un hombre sea quien escriba este contenido. Quisiera preguntarle: ¿usted eligió y consintió con la publicación de esta fotografía para su artículo?
Aprecio su respuesta,
Isabel
Yo lo supe desde el principio cuando acompañaba su campaña con correazos al aire, despertando en las masas, sobre todo en los hombres, los sentimientos más primitivos y cavernícolas de violencia. El artículo no menciona el tan conocido “gordita horrorosa”,cuando juzgó una pregunta, desde su punto de vista mal formulada, recurriendo al físico de la periodista y no a su intelecto y profesión, un físico que se aleja, pensando como el machista que es él, de los cánones de belleza femenina establecidos.
No entiendo al movimiento de mujeres que calló frente a esto y a otras expresiones machistas del presidente, como cuando obligó a nuestros jóvenes a repetir en coro “váyanse a la casa de la v–ga” aduciendo que la palabra tenía otro significado que los jóvenes debían aprender, o cuando intentó golpear a un joven que protestaba de un modo que no se aleja mucho del que utiliza Rafael. Hasta de eso se olvidó, o se le pasó: las mujeres también somos madres que trabajamos dentro y fuera de casa para que nuestros hijos tengan un presente y un futuro sin violencia.
[…] No recuerdo, sin embargo, que la frase, que pintaba al candidato de cuerpo entero, y sobre la cual el top 15 que acaba de hacer 4pelagatos no es sino un catálogo de variaciones, haya merecido comentarios, […]
Es un cabernario, con el perdón de homo habilis. El tipo por último, puede ser el peor machista, lo que sorprende es el sometimiento y silencio de las revolucionarias de AP, que por mucho menos, salían por los fueros del feminismo. Más les importa cuidar el puesto y los privilegios que enfrentar a su amo.
4pelagatos cae en lo que critica: casi que se ufanan en hacer permanente crítica de lo que dice la Iglesia católica, a la que gran número de ecuatorianos pertenecemos, en este caso nombrando a D. Julio María Matovelle.
Es un craso error, en el que no debería caer un periodismo serio, es meter todo en el mismo saco.
Por ejemplo, yo creo que la homosexualidad es un trastorno, no estoy de acuerdo con el matrimonio gay, etc. Pero jamás le he faltado el respeto a una persona con tendencias homosexuales. Me pueden llamar por ello homofóbico? Acaso pensar diferente es una falta de respeto? No es eso mismo lo que hacen ustedes en el plano político?.
No niego que haya católicos (laicos y religiosos) que puedan excederse. Pero no es justo que generalicen. En todas partes hay personas de bien (hasta en Alianza País ! )
[…] en EEUU, mientras que en el Ecuador las afirmaciones machistas de Correa, como se afirma en una nota en 4Pelagatos, no han pasado de ser una […]
M e parece que no le enseñaron a respetar tanto que hace campañas para que no exista el feminismo y que respeten mas a las mujeres ni el mismo imparte o da el ejemplo para que esto cambie. Por otro lado tenemos la inmoralidad todo lo que hace es para su campaña pero nada de lo que dise es verdad.
El comentario que hizo sobre Cyntia Viteri estuvo demasiado mal. ya que el esta denigrando a todas las mujeres, no le esta ofendiendo solamente a ella, sino a todas las mujeres ya que esta haciendo saber lo que piensa de nosotras.
Y por lo visto el nos tiene como como personas que no tenemos la capacidad de dirigir un país, o peor aun que no podemos hablar de temas importantes como es la economía de nuestro país.
Tal ves nunca tomo en cuanta la opinión de alguna mujer, o pero aun nisiquera la dejo opinar, nuestro presidente tiene que ser una persona equitativa correcta y justa
Lo más triste son las mujeres cercanas a él que se han dejado maltratar de todas las formas pues, aparte de que no han reaccionado de manera digna, haciéndose respetar y mostrando su valía con dignidad mínima, lamentablemente, con su actitud aprueban implícitamente el machismo expresado desde y en todos los espacios. Ellas aún más, son una vergüenza para todas las mujeres y para nuestra sociedad.