Diez años de escurrirse a los riesgos de ser indagado por periodistas que no están en el rol estatal. Diez años de entrevistas en montajes de propaganda. Diez años en que los zares de la publicidad, negocios haciendo, han controlado cada palabra cada gesto. Diez años de impunidad, de hacer los que le ha dado su rep….. perdón, regalada gana.
La expectativa que se presente en un canal al que han intentado cerrar, contra el que tienen iniciado un juicio para anular la venta de las acciones, fue alta. En la fanaticada anticorreísta seguro esperaban un entrevistador que introdujera los dedos en las cuencas de los ojos del entrevistado. En la fanaticada correísta seguro esperaban un entrevistado escupiendo desprecio y azotando al entrevistador.
Pensé que se abría un espacio para que tantos temas represados, sobre los que solo escuchamos el monólogo sabatino, hubieran podido ser profundizados. No todos, claro está. Pero los cruciales en un diálogo de repreguntas para evitar que el entrevistado se escurra como lo hizo.
Para el show sirvió poner el trapo rojo para que la furia del abofado y achinado entrevistado se deje ver. Nada nuevo, sin embargo. Los fallos, costosos, regresivos, corruptos de diez años de reinado fueron someramente enunciados y prontamente desviados por la agenda elusiva del entrevistado.
Lo del estreno de Teleamazonas solo deja ver el profundo daño que el correísmo ha producido a la prensa. Con certeza cundía el riesgo de que el cancerbero de la comunicación, reglamentos en mano, hubiera estado pendiente de todo el episodio, junto con semiólogos y roedores, para encontrar motivo para arrojar al medio de comunicación algunas multas. Como sucedió cuando se multó a Ecuavisa porque un entrevistador no permitió que algún burócrata del correísmo divague.
El formato del programa, cuidadoso, ligero, en momentos anodino, es lo que la estructura represiva y coercitiva del correísmo permite. El espacio de furor fue breve y debido a un tema irrelevante en relación con otros en los que Correa seguro arrojará espuma por la boca.
Por ejemplo, sobre el ejército de desempleados que son más que los que había en 2007. Por ejemplo, sobre la draconiana deuda que solo es posible porque, como deudor, el país tiene la credibilidad de un derrochador. Por ejemplo, sobre el dispendio en El Aromo: si algún inversionista quiere construir esa refinería, ¿será a crédito o como inversión?, ¿cuánto costará y cómo se amortizará? Por ejemplo, sobre el uso de dinero de los depositantes en gasto público mediante los 4 mil millones que alegremente el Banco Central ha prestado al Gobierno. Por ejemplo, sobre la deuda al IESS que afirmó es de 7.500 millones; cinco veces superior a lo que la infame propaganda oficial ha sostenido. Por ejemplo, sobre las observaciones de la UE al Estado de Derecho y a la vigencia de la libertad de expresión como obstáculo para firmar el acuerdo comercial. Por ejemplo, sobre la explosión de gasto público.
Y sobre corrupción. Tanto que preguntar y tantas respuestas que deben dar. Los montos del derroche, que es corrupción; de los contratos girados a dedo con tramposos procesos y estados de excepción. Allí tanto que decir. Correa, confundido entre papeles que llevó para el ataque, incurrió en yerros que merecían una repregunta. Afirmó que si a algún burócrata le ofrecen un millón, debía responder que esa coima se reduzca del precio y, al mismo tiempo, asegura que no hay sobreprecios. Afirmó que no hay contratos a dedo y lo explica porque se hace contratación directa amparados en una reforma a la Ley –que legaliza el contrato a dedo– hecha por reglamento para excluir a la petrolera de concursos. Desparpajo supino la afirmación de que es el mismo gobierno el que ha investigado a Capaya, su compañero de viajes. Lo que sí es cierto es que Carrión lo dejó escapar. Ahí había mucha tela para cortar.
Esta destructiva censura estatal al ejercicio libre de la actividad periodística que es libertad fundamental en una sociedad democrática, ha conducido a evitar riesgos que pueden provocar cierre de los medios. El caso del Diario Hoy fue ejemplificador.
Por esto me resulta extraño que haya políticos e incluso periodistas que sostengan que no se debe derogar -quemar sostengo con Supercom y can incluído- la inmoral Ley de Comunicación. No debería haber espacio de debate sobre esto, salvo que sostengan que cualquier derecho siempre debe ser regulado y puesto bajo control de algún burócrata.
Carrion nunca paso en su vida de Periodista de la actitud simple y poco profunda de quien le gusta disparar pero teme hacerlo.. Aunque en medio de una guerra quiera muerto al contrincante.
Todos se acomodan a sus intereses.. Y miedos.
Ahora cuestionar y demandar respuestas a un funcionario publico.. Se ha convertido en una contravencion y falta grave.. Que descaro!!
Los Ecuatorianos pensantes tenemos la oportunidad en estas elecciones de votar por el cambio.necesitamos un presidente empresario.por que el empresario sabe como se crean los sistemas de produccion.a travez de los cuales se genera trabajo y dinamismo economico.por lo tanto un empresario a la presidencia .facilitara el escenario para la invrsion de capitales en el Ecuador.a esto es lo que tenemos que aposrar.estoy hablando de Guillermo Laso a la presidencia.vasta de economistas de pizarra.filosofos de pacotilla y ladrones que aprovechandose de la ingenuidad de un pueblo sano.se han clnvertido ahora en nuevos ricos.esa es la vendicion.de las manos limpias.corazones.ardiented y mentes lucidas para robar.esto tiene que ser investigado.lo que se han robado.recupersdo.ladrones a la carcel de por vida.quitados sus derechos profesionales.todo esto por rateros de cuello blanco.
De acuerdo, pero por otro lado, muy difícil lidiar a un psicópata berrinchoso con todos los poderes para denunciarte y hacerte la vida imposible.
Igual rendirá cuentas el “tesorito”. Las pagará, tarde o temprano.
Una entrevista pésima. Cretino vs cretino. Un periodista vulgar fente a otro individuo vulgar. Un periodista mediocre frente a otro tipo mediocre. Los dos, vulgares, bajos de inteligencia y necios. Un tipo sin inteligencia haciendo preguntas insulsas a un tipo vacío de ideas. Una vergüenza para el periodismo ecuatoriano. ¡Horror!
Plenamente de acuerdo sr. Lopez
Andres Carrion dejo escapar muchas inquietudes, pero tenia que cuidarse x que, por todo les demanda.
De acuerdo. Otra oportunidad perdida de saber el por qué su década ganada. Periodista y, por supuesto él, se van por las ramas.
¿Será sólo el miedo a la ley de cominicación?. Yo creo que no hay cotejas para el inflamable.
Otra cortina de humo de la que media oposición se regodea.
Muy bien Diego, totalmente de acuerdo.