La candidatura Dalo Bucam-Ramiro Aguilar muestra –pero no es la única evidencia– por qué la política cambia tan poco en el país. Dalo Bucaram quiere ser presidente porque se le ocurrió. Y su encuentro con Ramiro Aguilar es la consecuencia directa de la primera ocurrencia. Ya van dos.
Se supone que ser presidente –o querer serlo– es para un político el último peldaño de una carrera política. O de una actividad privada como lo fue para Sebastián Piñera en Chile, Pedro Pablo Kuczynski en Perú o el mismo Donald Trump en Estados Unidos.
Bucaram no cumple con ninguna de esas dos premisas. Tampoco es conocido en el país. Ni tiene una hoja de vida que lo acredite para el cargo al cual aspira. A esto, los franceses llaman tener los ojos más grandes que el vientre. Las encuestas –en eso sí coinciden– le otorgan entre 2 y 4% en las intenciones de voto. El último puesto entre los presidenciables.
Tras diez años de correísmo se pensó que el país político había archivado las candidaturas testimoniales. Y también la vieja tesis de que “no importa ganar o perder; lo que importa es participar”. Se pensó que la realidad política, jurídica, económica e institucional –aplastante y dominante– creada por el correísmo, ponía coto a la fragmentación insulsa en un país del porte de Ecuador y a las candidaturas presidenciales que nacen muertas. En el primer caso, el número de candidatos a la Presidencia sí se ha reducido. En el segundo, los relojes no terminan de ponerse a la hora. La prueba es, precisamente, la candidatura de Bucaram. ¿Qué representa él actualmente en el paisaje político ecuatoriano? ¿Es portador de algún programa específico? ¿Tiene alguna implantación nacional? ¿Tiene un partido representativo y cuadros reconocidos?
Ramiro Aguilar es su adquisición de última hora. Adquisición política que lejos de menguar el sinsentido de esta candidatura, lo incrementa espectacularmente. ¿Qué une a estos dos políticos? ¿Qué valores comparten? ¿Qué tesis de política pública animan y cómo piensan hacerlas triunfar en el país? ¿Qué singulariza su programa hasta volver este binomio imprescindible en el panorama electoral? ¿Qué posibilidades tienen, en un momento tan dramático para Ecuador, para erigirse en alternativa real de poder? ¿Qué lleva a Aguilar a conformar este binomio que luce deshilvanado por donde se le mire?
Aguilar escribía en 4Pelagatos hasta el anuncio de su candidatura. Lo hacía al mismo título que otros políticos que animan el debate público como María Paula Romo, Aparicio Caicedo, Diego Ordóñez… Aguilar pidió a sus seguidores en redes sociales que opinen sobre la posibilidad de un binomio con Dalo Bucaram. 70% de aquellos que le respondieron mostraron su desacuerdo. Señal significativa de una incoherencia difícil de explicar. Aguilar puede decir que su decisión no se entiende porque la lectura que se hace en Quito es desde las élites y que él va camino a toparse con el Ecuador profundo sobre todo costeño que hasta ahora no ha frecuentado. Señal inequívoca de que su decisión –que ni sus seguidores aprueban– tiene una motivación definida: hacerse conocer en el país y ampliar su base social pensando, posiblemente, en una cita futura. Un sueño presidencial, por ejemplo, porque muchos políticos duermen con la banda tricolor ceñida…
Los políticos son dueños naturalmente de sus sueños. Pero precisamente por ser políticos están sujetos no solo al escrutinio público de sus acciones sino al análisis sobre la pertinencia y las consecuencias de sus decisiones. Aguilar, que se veía más en la papeleta con Cynthia Viteri, escogió irse a última hora con Dalo Bucaram. Es una decisión personal respetable, a la cual seguramente ahora se adherirán, como la hiedra a la pared, reflexiones de tipo conceptual y político. Pero tanto a él como a Bucaram les quedará muy difícil convencer al electorado de que su binomio surge de condiciones políticas que lo hacen necesario e imprescindible en este momento en el país.
Soy un asiduo lector de los artículos de opinión de José Hernández y respeto muchísimo su trabajo profesional, pero no estoy de acuerdo con este artículo porque se opone abiertamente a los principios que alguna vez esgrimió en el primer artículo que publicó en 4Pelagatos, bajo el título: “Pelagatos pero no sumisos”, que por ser el primero de este medio, no así del periodista, se convertía en el manifiesto de creación de esta Revista Digital, y como tal en una especie de declaración de principios bajo los cuales él y sus colaboradores desarrollarían su labor periodística en este medio.
En el artículo aludido, José Hernández, al referirse a lo difícil que resulta empezar una revista de opinión desde cero dice: “Es atroz empezar de cero, pero es terriblemente estimulante”. Entonces y desde otro ámbito ¿por qué sentencia a una candidatura como la de BUCARAM-AGUILAR desde sus inicios, también empieza desde cero como lo hicieron ustedes en su momento. Las encuestas preelectorales, que favorecen siempre a quien las paga, sitúan a este binomio en una posición que no le hace mérito realmente, pero hoy por hoy estos sondeos de intención de voto ya no son fuente de pronósticos infalibles, como ha quedado demostrado en los últimos referéndums que se han realizado en el mundo: “Sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea” y “Sobre el Acuerdo de Paz con las FARC en Colombia”; tampoco acertaron con el ganador de las elecciones en los EEUU; sin embargo, es notorio que estamos ante una candidatura que rápidamente va ganando adeptos en todas las provincias del Ecuador. La posición que finalmente ocupen en las elecciones no la decidirán las encuestas sino los votantes.
En “Pelagatos pero no sumisos” Hernández refiriéndose al Presidente Correa escribió: “ha condenado la pluralidad”, y ahora en el artículo “Ramiro Aguilar o el binomio innecesario” pregunta: “Que une a estos dos políticos? ¿Qué valores comparten?, …”. Yo veo un binomio de centro izquierda, que en sus intervenciones públicas coincide en que luchará contra la corrupción y procesará a aquellos que han utilizado la función pública para enriquecerse, no con venganza sino por justicia; concuerda además en proponer que es necesario reinstitucionalizar al Estado, pero NO A LA MANERA DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA que ha metido mano en todas las funciones del Estado, politizándolas y haciendo que el sistema pierda credibilidad y confianza; coincide además en la necesidad de renegociar la tan inflada deuda externa y en reducir el gasto público haciendo que el Estado sea más eficiente y eficaz. Veo un binomio comprometido, enriquecido por la juventud del candidato DALO BUCARAM y por la experiencia del candidato RAMIRO AGUILAR. Esto es precisamente pluralidad: unir pensamientos, voluntades y distintas generaciones.
En “Pelagatos pero no sumisos” el periodista afirma que “Ninguna sociedad cambia desde la inercia, desde el statu quo”, entonces, intentar cambiar la sociedad, hacerla más justa, más solidaria, más próspera, desde una posición de gobierno, como pretenden DALO BUCARAM y RAMIRO AGUILAR no está mal desde ningún punto de vista.
ALBERT CAMUS, cuyos postulados inspiran a 4Pelagatos, fue un defensor de la democracia, y en democracia, hasta los ciudadanos comunes y corrientes, o como creo yo que son mencionados en el primer artículo de 4Pelagatos, “simples pelagatos: unos don nadie en el campo social y ciudadanos sin categoría en la esfera pública”, tienen derecho a elegir y ser elegidos. Por qué entonces menospreciar candidaturas.
El binomio BUCARAM-AGUILAR representa para un segmento importante de la sociedad una alternativa de cambio. Son personas plenamente capaces, honestas y conocedoras de la realidad nacional. Ya han servido a la Patria, y lo han hecho con honor e integridad. Ambos candidatos se han formado en Derecho y han demostrado con sus actos que son respetuosos de la Ley y de los derechos de los demás.
El debate político se ha abierto y estoy seguro que con argumentos y propuestas este binomio va a dar dura pelea en esta campaña. Creo que si son una opción de gobierno para el Ecuador y estoy convencido de que van a dar una grata sorpresa en el 2017.
Creo que el colorado se apresuro, tubo sueños de perro muy pronto. A el yo lo “soñaba” como presidente de la asamblea e ir haciendo carrera desde la curul, pero bueno. Que se vaya a dar una vuelta por el Ecuador profundo y espero que no se queme.
Sr Hernandez, no sera que Aguilar se sintio tan frustrado de no poder hacer nada por su pais desde una Asamblea bloqueada por los AP que que opto por tratar desde mas arriba, asi no sea tan buena idea? Mas que un suenio de politico me pareceria desesperacion de hacer algo por la tierra de uno … una vez mas Correa logra dividir y desorganizar a los que tienen ansias de servir. Hay que darse cuenta de eso primero, para poder resolver a ese problema.
Es una tremenda pena pensar que el señor Aguilar a quien lei en este espacio pudo tomar una decision tan grotesca ,pareceria que su memoria es tan minuscula como su conciencia civica y tan grande su ego que no le ha importado nada ni siquiera su propia imagen ,no deja de asombrar la sucia politica ecuatoriana , hasta TICO TICO es ahora candidote
Ese binomio no va para ningún lado pero le reconozco a Dalo el mérito de haber escogido el mejor compañero de fórmula, lástima que empiecen con tan pocas expectativas.
El discurso anticorrupción de este caballero se cayó por los suelos al haber aceptado ser binomio de Dalo Bucaram.
Esta es una demostración palmaria que los políticos de este país sólo miran su interés personal y que cuando hablan de fiscalizar a un Gobierno corrupto sólo es de dientes para afuera; en fin, como decía Cantinflas, ese sabio cómico popular, para barrer la basura política, faltarían escobas.
Bucaram= PRE. PRE= corrupción. Bucaram + Aguilar= Chimbadores. Aguilar= decepción