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Rodas y los Quitocables: una mentira tras otra

lectura de 9 minutos

¿Los Quitocables van porque van? En El Condado las cosas ya se le fueron de las manos a Mauricio Rodas. Ahí, la oposición al proyecto es cada vez más irreductible y organizada. Ocurre que la manipulación de información clave y la aparente falta de estudios definitivos; la poca sensibilidad demostrada en el tratamiento de la población afectada, especialmente las familias que sufrirán expropiaciones; la forma como la alcaldía manejó la difusión del proyecto entre los pobladores y que sembró más inquietudes que certezas; la estrategia no disimulada de dividir al barrio… Todas esas razones han ido sumando en el ánimo de los vecinos y el resultado es un conflicto social que el alcalde trata de mantener en bajo perfil pero cuyos ecos ya llegaron adonde tenían que llegar: al Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Ese organismo fue contratado para ejecutar el proyecto por un monto de 11 millones de dólares por cada kilómetro de línea de transporte y ahora parece preguntarse en qué berenjenal se está metiendo.

Que la participación de los militares está asegurada, dio por sentado Rodas en el interminable discurso que pronunció en la sesión solemne del Concejo Metropolitano el 6 de diciembre. Ahí, en el escenario del Teatro Sucre, donde se movía de un lado a otro con la tableta electrónica en la mano y la ensayada soltura que prescriben los manuales de liderazgo, dedicó quince minutos a hablar sobre el proyecto y aseguró haber empeñado “un gran esfuerzo” para minimizar el impacto social inevitable. Nada dijo de las dificultades y nada de los cuestionamientos, salvo atribuirles oscuros intereses políticos. Pero el general Pedro Mosquera, del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, no parece ser de la misma opinión. A él no le gusta nada lo que está ocurriendo en El Condado y así se lo hizo saber al alcalde por escrito.

En una carta del 6 de octubre, Mosquera pidió a Rodas “acoger las recomendaciones pertinentes presentadas por los moradores y sobre todo alcanzar los acuerdos necesarios para mitigar el grado de conflictividad existente”. Con ese lenguaje diplomático pero inequívoco propio de los militares, le reiteró su compromiso de participar en proyectos municipales “que fomenten la unión y el progreso y sobre todo no representen un atropello a los derechos y tranquilidad ciudadana”. Mosquera se toma en serio a los vecinos, cuyos reclamos resume con estas palabras en su carta: “se resalta que el proyecto carece de un estudio de movilidad y demanda, existe opacidad y falta de transparencia, no es una solución apropiada de movilidad masiva, la existencia de otras alternativas de movilidad menos costosas, la falta de sustentabilidad financiera…”. Cualquiera entiende que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército está condicionando su participación en el proyecto.

Han pasado dos meses desde que esa carta fue enviada y las dos principales condiciones del general Mosquera no se han cumplido. Que se sepa, ninguna recomendación de los vecinos ha sido acogida por la Alcaldía; y el grado de conflictividad no sólo que no se ha mitigado, como pedía el general, sino que sigue en ascenso, con episodios penosos que demuestran el poco tacto del Municipio (por usar una expresión suave) en esto de tratar con los pobladores. Un ejemplo: utilizar a la fuerza pública para entregar las notificaciones de expropiación: los afectados activaron las alarmas barriales y se negaron a recibirlas. Otro: negar a los vecinos la autorización para instalar una tarima y festejar a la ciudad la noche del 5 de diciembre: el procurador del barrio, Patricio Molina, recurrió a la Intendencia de Policía y finalmente obtuvo los permisos.

Mientras tanto, el general Mosquera dirigió otra comunicación, esta vez a Alejandro Larrea, gerente de la Empresa Pública Municipal de Obras Públicas (EPMOP), en la que muy comedidamente le pide cumplir con sus obligaciones contractuales que, le recuerda, son ley para las partes. El general pone especial énfasis en el proceso de expropiación y pago de indemnizaciones. Le preocupa que la conflictividad social imposibilite el cumplimiento de los plazos establecidos en el cronograma. De hecho, según el único cronograma publicado por el Municipio, las obras llevan ya cuatro meses de retraso, pues el movimiento de tierras debía cumplirse entre el 8 de agosto y el 26 de septiembre.

Las expropiaciones son un tema delicado. La concejal Daniela Chacón tiene dudas (que expresó por escrito en un oficio dirigido al alcalde) sobre la legalidad de los procedimientos adoptados. En su discurso del 6 de diciembre, Mauricio Rodas dijo que las expropiaciones, en el terreno donde se construirá la estación de la avenida Mariscal Sucre (Occidental), suman 16. Una cifra que no habla muy bien de la sensibilidad del alcalde con respecto a los problemas sociales que genera el proyecto. Porque sí, en el mapa son 16 lotes, pero la mayoría de ellos tiene propiedad horizontal, así que en esos 16 lotes hay 33 cartas prediales donde tienen su vivienda casi 200 personas, que es la cifra que Rodas calla. Hace seis meses, cuando el alcalde fue por primera y única vez al barrio, le preguntaron si era imprescindible optar por una ruta que obligara a expropiar solares donde vive gente en lugar de echar mano de otros: la cancha municipal, por ejemplo, a sólo veinte metros de ahí; o los terrenos del Quito Tenis y Golf Club, al otro lado de la avenida Occidental. Rodas contestó: “soy abogado, no ingeniero”. A los vecinos esa respuesta no les gustó nada. Ahora, cuando lo escuchan decir que ha hecho “un gran esfuerzo” por minimizar el impacto social, simplemente no le creen.

En resumen: los vecinos se niegan a recibir las notificaciones de expropiación, el proceso no se ha iniciado, el cronograma se está incumpliendo y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército se está poniendo nervioso hasta el punto de condicionar su participación. Nada tan lisonjero como pretendió el alcalde en la Sesión Solemne. Y en esto aparece un nuevo actor no invitado a la fiesta: la Asamblea Nacional. Su presidenta, Gabriela Rivadeneira, dirigió una comunicación a Mauricio Rodas el primero de diciembre, pidiéndole toda la información sobre el proyecto, especialmente la relacionada con las expropiaciones. La Asamblea no tiene competencia para detener una obra municipal pero sí para fiscalizar a las autoridades locales y, llegado el caso, para censurarlas. Y para que no quede duda de su intención, Rivadeneira empieza citando los artículos constitucionales y legales que le confieren esa potestad. Como diciendo: Rodas, te estamos vigilando.

El alcalde tiene un problema: algunos de los documentos solicitados por Gabriela Rivadeneira, que coinciden con ciertas dudas expresadas en la carta del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, al parecer no existen. El estudio de movilidad y demanda del que habla el general Mosquera sigue sin aparecer, así como el informe que sustente técnicamente las razones por las que se eligió esta solución y se desechó las otras alternativas. Y otro que explique por qué se decidió expropiar esos lotes y no otros y qué se ha hecho en concreto para “minimizar el impacto social”. Ni siquiera los concejales manejan esa información. Y fue así, con dudas y vacíos, como una mayoría favorable al alcalde Rodas dio paso a la construcción de los Quitocables en la accidentada e irregular sesión del 18 de noviembre.

Mientras tanto, el alcalde sigue falseando información. En su discurso del 6 de diciembre mintió con insistencia. No sólo en lo referente al compromiso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército y al número de expropiaciones. También dijo que los Quitocables beneficiarán a 200 mil personas, cuando la propia documentación de la EPMOP considera 16 mil beneficiarios directos y 32 mil indirectos. Y continúa hablando de las obras para el desarrollo integral de los barrios involucrados en el proyecto cuando ninguna de esas obras está contemplada en el presupuesto. Esas mentiras puede que resulten muy vistosas en el escenario del Teatro Sucre, con la tableta electrónica en la mano, la pantalla gigante a sus espaldas y el aire de un improbable Steve Jobs criollo. Pero en San José del Condado, donde el conflicto social no da muestras de disminuir, ya no le sirven. ¿Le servirán para convencer al Cuerpo de Ingenieros del Ejército?

20 Comments

  1. ¿Quito Cables? El alcalde en lugar de tratar de crear expectativas nada viables, es hora de que realice obras que necesita la ciudad. Nunca Quito ha estado tan desordenado, sucio, lleno de basura en todas partes. Ventas ambulantes por doquier, calles rotas. No obstante, la propaganda de que se mejorarán los baches “dejados por el invierno más fuerte” que ha tenido Quito, va a paso en consonancia a la canción de moda “pasito a pasito”. “Los cables van porque van”, frase que dicha por el alcalde se vuelve amelcochada, y claro, si no hay un estudio serio, si no hubo socialización, si no se sabe el costo-beneficio. Si solo la algarabía de decir “esto hice yo”, va sobre los verdaderos inetereses de los ciudadanos. Quito merece obras y los barrios del norte, sumidos en el desorden exigen la conclusión de calles, que por no ser iniciadas en este período quiere dejar en el olvido.¡ Señor alcalde! un pueblo organizado está sobre cualquier pretensión personalista.

  2. En mi opinión creo que tal vez deberían de organizarse para tratar de poner en marcha la revocatoria de mandato de este funcionario, debido a que como el Sr. Rodas tiene aspiraciones presidenciales, sólo el hecho de hacerlo sentir el rechazo de su ciudad hará que se contenga antes de seguir usando a Quito como su lego personal, estoy consciente que si algo así pasa con nuestra capital; y el pueblo no hace nada por evitarlo, los que seguimos somos el resto de nosotros. Además considero que de no expresar mi pensar estaría pecando de omisión.

  3. En realidad la actual alcaldía de Quito a tenido algunos desfaces y conflictos con proyectos nuevos, uno de ellos el proyecto de Quito Cables. Para realizar este tipo de avances que benefician no solo a la comunidad, sino que muestra el desarrollo urbano que existe en el país, merece de un estudio a fondo identificando las causas y consecuencias que puede ejercer en su desarrollo, la falta de orden y de una organización adecuada no solo es responsabilidad de la actual alcaldía, sino de administraciones que han realizado una planificación con un corto plazo, es momento de actuar y dejar que la ciudadanía muestre sus molestias e inquietudes, somos un pueblo libre y democrático, Quito merece un cambio, pero ese cambio debe ser positivo.

  4. Me parece muy interesante el articulo, pero comparto dos opiniones en cuanto a movilidad para la ciudadanía, por un lado tenemos que el proyecto pretende agilizar la movilidad con el impulso de ideas como los metro cables que podrían funcionar en una ciudad que ha ido creciendo con el tiempo, pero a su vez no estoy de acuerdo con un proyecto que beneficiaria a la ciudadanía y afectaría a otras por decisiones de querer tener una ciudad moderna y evitando así el congestionamiento diario con otras fuentes de movilidad.
    Otro punto que no favorece al tema de obras publicas concierne a la falta de puntualidad en el momento de entrega de dichas obras ya que en estos nuevos mandatos la alcaldía ha presentado problemas de planificación y sociabilizacion, llevando estas al descontento de la ciudadanía.

  5. Este tipo de problemas es el diario vivir de todo el distrito metropolitano de Quito, no existen previos estudios, mi mucho menos una buena planificación de promedio lo único que hacen es defender intereses políticos y no hacen conciencia en barrios que en verdad necesitan un sin numero de gestiones como agua potable, pavimentado entre otras.
    Quito cables es una prueba palpable de eso propendiendo realizar una obra sin ningún beneficio ya que en vez de ayudar a la movilización la empeoraría haciendo que la gente se meta en el caos vehícular, su realmente se quisiera ayudar a la movilidad se darla tratamiento a otras calles del sector para ayudaría el flujo vehicular pero esto es una prueba clara de que solo se quiere hacer politécnica y no ayudar a la ciudadania.

  6. Esta es la realidad los concejales irresponsables, levantamanos que sin haber exigido todos los estudios aprobaron el proyecto, aceptando las mentiras del alcalde

  7. Desde un inicio la gestión de la actual alcaldía de Quito ha dejado muchos cuestionamientos tanto en la forma de planificación, en la sociabilización, en el cumplimiento en el tiempo de entrega de obras e incluso en algunos casos la mala construcción de las mismas, claro ejemplo es el que se expone refiriéndose a los denominados ¨Quitocables¨ donde el mayor problema que ha tenido es la presentación del proyecto a la ciudadanía específicamente a las personas que habitan la zona donde se lo construirá, tanto el número de usuarios beneficiados como de perjudicados no es un factor que influya totalmente en la construcción o no del nuevo sistema de transporte ya que son datos a boca de urna , sino son los estudios que los especialistas elaboran para la basándose en todos los criterios físicos, demográficos y demás. Además acotar que la falta de orden en la actual alcaldía no es solo su responsabilidad sino también de las posteriores administraciones que realizaron planificaciones a corto plazo pero no pensando en el futuro de la ciudad.

  8. Estimados Pelagatos: me encantan sus análisis y soy un asiduo seguidor suyo pero: me parece que hay una fijación contra el Alcalde Rodas, y que si bien se puede estar a favor o en contra de su administración y proyectos, no me parece justo agredir y ofender con términos escogidos y rebuscados pero que igual que el presidente Correa, descalifican y agreden permanentemente la honra de las personas. Así que adelante 4Pelagatos pero dejemos las fijaciones para el que sabemos…

  9. Lastimosamente usted tiene razón en mucho de lo que dice, lo más triste es que a muchos nos “toco” votar esta opción ¡no había más! , tal parecería que no está Lo suficientemente maduro para tal responsabilidad.

  10. Y ahora?………donde quedan los Concejales que son Fizcalisadores?….sin estudios y peor aún, en la realidad no se benefician las 200 mil personas que se inventa el Alcalde.

  11. La opacidad y la prepotencia son contagiosas.
    En el Concejo parece que también ha habido levantamanos.

  12. Los técnicos dicen que no hay estudios. Cómo es posible que los concejales aprobaron este tema? Es el colmo. Mal Alcalde y malos concejales.

  13. Soy guayaquileño; pero gracias a mis amigos quiteños, a Ustedes Pelagatos y a las noticias me entero de lo que está pasando en Quito con su administración. Por estas fuentes he llegado a la conclusión que al parecer el pueblo de Quito no está contento con la forma en que el Sr. Rodas está realizando su trabajo; y que además ese descontento es mayoritario.

    Al igual que mucha gente en Guayaquil, festejamos cuando en las elecciones pasadas fue electo el Sr. Rodas, aunque también estaba consciente que él no había ganado precisamente por su simpatía, sino por vender la idea de ser opositor al gobierno. Ya en la alcaldía, considero (basándome en las fuentes expuestas arriba), que no ha cumplido ni con sus funciones como alcalde en relación a sus deberes; y mucho peor como alguien que representase el sentir de sus ciudadanos, por lo que imagino que la mayoría de los quiteños deben sentirse traicionados.

    Por esto, creo que tal vez deberían de organizarse para tratar de poner en marcha la revocatoria de mandato de este funcionario, recurso válido y constitucional en estos casos. Tal vez como ahora este Sr. es más color verde alilado que azul y rojo, esta iniciativa no prospere; pero considero que, debido a que como el Sr. Rodas tiene aspiraciones presidenciales, sólo el hecho de hacerlo sentir el rechazo de su ciudad hará que se contenga antes de seguir usando a Mi Capital como su LEGO personal, haciendo elefantes blanco-hueso. Enfaticé lo de Mi Capital antes que me vayan a decir algo por no ser de Quito; pero estoy consciente que si algo así pasa con nuestra capital; y el pueblo no hace nada por evitarlo, los que seguimos somos el resto de nosotros. Además considero que de no expresar mi pensar estaría pecando de omisión.

  14. Quitocables si bien es un proyecto nuevo para nuestro país y que beneficiara a varias personas así también como podría contribuir al turismo nacional y extranjero no considero que tenga tanta relevancia como para afectar tantas familias si bien es cierto hay varias comunidades con difícil movilidad se podrían tomar en cuenta otras alternativas mas sustentables y que podrían ser mas beneficiosas considero que si el Los Ingenieros del Cuerpo del Ejercito están escépticos en tomar este proyecto es porque debe tener algún tipo de irregularidades las cueles no los dejan satisfechos con las explicaciones del alcalde Rodas.

  15. Lo gracioso de esta información es que Gabriela Rivadeneira, la sumisa del congreso, esté pidiendo informes para “fiscalizar” Da risa. El lleve aquí debe ser apreciable, porque lo quieren hacer contra viento y marea y seguramente la fulana esa , ya que no es parte de, quiere meter las narices. No digo que está bien lo que hace Rodas, ni que la intención de fiscalizar fuese correcta si viniese de alguien creíble y serio. No tenemos alcalde , peor gobierno. Solo unos pobres individuos tratando de parecer.

  16. Me parce muy interesante que salgan este tipo de noticias ya que no podemos dejar que Quito se vaya hundiendo con tantas mentiras, debemos poner un alto como ciudadanos. Debemos saber cual es la buena información y no dejarnos llevar por chismes, hay poca sensibilidad para la población y es la única que sale afectada. El alcalde de Quito debería solucionar todos estos problemas que suscitan en nuestra ciudad para que ya no sucedan este tipo de cosas.Y esas mentiras hace quedar mal alcalde y no puede suceder esto.

  17. Insisten en molestar a la comunidad, en forzar algún tipo de enfrentamiento. No entiendo como un gobierno municipal puede actuar de esa manera con la comunidad, en Toda obra que implica expropiación es cuestionada, el bien común está sobre los intereses de algunas personas pero en muchos de los casos los moradores lo único que hacen es defender sus tierras y no me parece correcto la actitud que están tomando al respecto.

  18. Desde un inicio la gestión de la actual alcaldía de Quito ha dejado muchos cuestionamientos tanto en la forma de planificación, en la sociabilización, en el cumplimiento en el tiempo de entrega de obras e incluso en algunos casos la mala construcción de las mismas, claro ejemplo es el que se expone refiriéndose a los denominados ¨Quitocables¨ donde el mayor problema que ha tenido es la presentación del proyecto a la ciudadanía específicamente a las personas que habitan la zona donde se lo construirá, tanto el número de usuarios beneficiados como de perjudicados no es un factor que influya totalmente en la construcción o no del nuevo sistema de transporte ya que son datos a boca de urna , sino son los estudios que los especialistas elaboran para la basándose en todos los criterios físicos, demográficos y demás. Además acotar que la falta de orden en la actual alcaldía no es solo su responsabilidad sino también de las posteriores administraciones que realizaron planificaciones a corto plazo pero no pensando en el futuro de la ciudad.

    • Que pena, en Ecuador siempre quedados, tratando de inventar el agua tibia. Mientras en Medellín, La Paz, Río, Caracas, Lisboa y otras ciudades ya tienen varias líneas de metro cables desde hace años, aquí tenemos que esperar, gracias a la ignorancia y mezquindad de unos pocos. Es claro que esa pobre gente está siendo manipulada por un puñado de personas que no tienen la menor empatía por todas las peripecias que esas personas deben hacer para movilizarse diariamente. Increíble, es de las cosas (entre muchas) que me hacen perder la fe en este país. Para variar las viudas del inepto burrera haciendo coro, quien hizo poco y ahora no quieren que otros si hagan algo. De pronto los quiteños se volvieron tan preocupados de la obra y su planificación, cuando hasta hace un par de años les importaba un bledo si se botaba la plata en una vía innecesaria (y costosa) como la Collas o se expropiaban cientos de predios para la ruta Viva dividiendo barrios enteros.
      Por cierto estimado Roberto, solo para variar, me gustaría leer de vez en cuando, una crítica suya a la gestión del señor Nebot en Guayaquil, tendría bastante tela para cortar.

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