/

¡Qué mal que la pasó Lenin!

lectura de 5 minutos

Para el ex tenista argentino Gastón Gaudio jugar profesionalmente ese deporte llegó a convertirse casi en un suplicio. “¿Qué hago aquí? Me quiero ir a mi casa”, se lo escuchó decir en un partido contra el ruso Mikhail Youzhny. En otra ocasión, pese a que estaba ganando, dijo: “El problema no es el pasto, ni nada. El problema es que no quiero jugar más”. Pero tal vez su frase más celebre sea ese “¡Qué mal que la estoy pasando!” que, acuclillado y con la mirada clavada en el polvo de ladrillo, gritó en 2006, en pleno torneo de Roland Garros, el mismo torneo que había ganado un par de años antes. Cuando finalmente se retiró, en 2011, había caído por debajo del puesto 700 del ranking mundial.

Para cualquiera que haya visto el “diálogo presidencial” de ayer, Lenín Moreno tampoco la pasó demasiado bien. Al igual que Gaudio, el candidato oficialista a la Presidencia daba toda la impresión de querer irse a su casa. No eran sólo sus frecuentes titubeos, o esos silencios incómodos en los que parecía un estudiante de primaria esforzándose por recordar algo que le habían obligado a aprenderse de memoria, era sobre todo su expresión: una expresión rígida, casi desencajada, muy lejos de esa sonrisa de buen tipo que muestra en los afiches de campaña y que, a estas alturas –con la crítica situación económica que deja su partido, con las redes sociales explotando por las acusaciones de Carlos Pareja Yannuzzelli contra Jorge Glas, con sus propias inconsistencias sobre su estadía en Ginebra o sus onerosas charlas a entidades públicas–, parecía ser su principal activo.

La tensión de Moreno resaltó aún más en un evento que difícilmente podía haber sido más inofensivo para el candidato oficial: si con ese formato, que buscó impedir el contrapunto y en el que los candidatos prácticamente se limitaron a decir lo mismo que en sus spots de campaña, Moreno lució tan nervioso, es posible imaginar cómo le habría ido en un debate en el que, como representante y miembro del gobierno saliente, hubiera tenido que responder por todo lo que ese gobierno deja y por todo de lo que se le acusa. Tan pobre fue su desempeño, que dio lugar a brillantes tuits, como este:

Y, a propósito de Twitter, la intensa actividad del Presidente Correa en esa red social para comentar el debate tampoco favoreció a su candidato. Por el contrario, parecía que el mismo Presidente no estaba conforme con sus intervenciones y quería darle una mano criticando a los demás candidatos antes que resaltando los supuestos aciertos de Moreno, si es que los hubo. (En su edición de hoy, El Telégrafo busca darle otra manito con este desvergonzado titular de primera plana: “Un diálogo de siete contra uno deja mejor posicionado a Moreno”. Una muestra de la objetividad y el profesionalismo de nuestro diario público).

Captura de pantalla 2017-02-06 a las 12.25.46 p.m.

En realidad, fueron muchos más los errores de Moreno, como el de ofrecer “casa para todos” (justamente él, que se presentaba como alguien opuesto a la demagogia y que había dicho que “el candidato que sabe que va a perder puede ofrecer cualquier cosa”) o ese autogolazo que se metió al preguntarse: “¿Cómo puede haber desempleo en un país que hay tanta riqueza (sic)? ¿Cómo puede haber desempleo en un país que hay tanto por hacer (sic)?”. Pero, ¿cómo? ¿No es Moreno justamente el candidato del gobierno que manejó la mayor bonanza en la historia del Ecuador y que ahora deja al país con una economía en franca contracción y un mercado laboral en el que apenas cuatro de cada diez personas que quieren trabajar lo hacen en condiciones adecuadas? ¿No había dicho Moreno hace poco, en una entrevista en Teleamazonas, que la economía había sido bien manejada en estos diez años?

Pese a sus limitaciones, el “diálogo presidencial” sirvió para mostrarnos un Moreno dubitativo, tenso, por momentos incluso agresivo, que tenía que acudir constantemente a sus apuntes (o los apuntes que le pasaron) para exponer sus ideas. El mismo Moreno que dice estar preparado para un cargo donde las vacilaciones y los errores no quedan simplemente en la anécdota, sino que pueden tener graves consecuencias para todos los ciudadanos. En ese caso, ya no será sólo Moreno el que la esté pasando mal, sino todos nosotros.

32 Comments

  1. Solo me atrevo a pensar: Moreno estará capacitado a ser el Presidente de los ecuatorianos? porque…………..

    El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.
    Baltasar Gracián (1601-1658) Escritor español.

  2. Fue el más grande detractor de su propio presidente: “Voy a corregir todo lo malo que se ha hecho en este gobierno” (cuando según Correa todo lo hecho es lo mejor de toda la Región). “Voy a construir viviendas que no se han hecho en diez años”. Qué más afirmación para confirmar la ineptitud del gobierno correísta para dotar de vivienda, ni siquiera a los damnificados.

  3. La verdad de la milanesa:
    Hay dos etapas modernas de este paisito, la una, antes de
    Correa; y, la otra, con Correa.
    Desde 1830 hasta el desgobierno correista:
    populismo,milicos,robos, es decir corrupción.
    Con el correísmo:
    inmensos ingresos económicos, robos a todo nivel, secuestro de todas las funciones del estado, es decir, más de lo mismo. Corrupción elevada a la enésima potencia.
    Nunca enseñaron a pescar al pueblo.
    187 años y seguimos en pobreza e ignorancia del pueblo.
    Y seguiremos en lo mismo, con esos candidatos.
    Votaré por el menos malo.
    Es una verdadera lástima que Mauricio Pozo, no sea candidato a la presidencia.

  4. Que empiece devolviendo el billete que le regalaron para vivir en ginebra, mientras aquí se apoderaban del dinero de los trabajadores IESS.

  5. No he visto el debate ,pero tanto candidato con aspuraciones a la presidencia del Ecuador solo demuestra la ambicion de llegar al poder y hacer lo que la gran mayoría lo hace aprovecharse de lis recursos que manejan .
    Porque si pensaran en funcion de servir se unirian los más honestos sin importar que estos sean banqueros pero que vayan con buenas intenciones sin compromisis con nadie .
    Pero esto está muy lejos de serlo por qué cada quién jala agua para su propio molino. De ahí que pueden ofrecer “cambiar al pais o morir en el intento ” como dijo uno que hasta se iba caendo por salir volando .
    Igual gane quien gane igual llevará su parte .
    Pero por lo menos ya no tendremos apagones y no tendremos que buscar tramutadores para el registro civil ni mancharnos y limpiarnos en las paredes del mismo y algo más .
    Es mi humilde opinión.

Comments are closed.