En diciembre de 2015, poco después de haber sufrido una paliza en las elecciones legislativas de Venezuela, en las que la oposición obtuvo el control de la Asamblea de ese país, Nicolás Maduro pronunció un mensaje que lo retrata de cuerpo entero, no sólo como presidente (cargo que ya a nadie le cabrán dudas de que le queda enorme), sino como persona: “Yo quería construir 500.000 viviendas el próximo año, yo ahorita lo estoy dudando. Pero no porque no pueda construirlo, yo puedo construirlo, pero te pedí tu apoyo y no me lo diste –Maduro se calla e, increíblemente, hay entre el público quienes aplauden que el presidente de un país amenace con no llevar adelante un programa de viviendas ¡CON FONDOS PÚBLICOS! porque no le gustaron los resultados electorales; ante eso, Maduro, mirando a la cámara, insiste–: Pedí el apoyo y no me lo diste”.
Pocas semanas antes, en Argentina, cuando Mauricio Macri ya se perfilaba como ganador sobre el kirchnerista Daniel Scioli en las elecciones presidenciales que se celebrarían a finales de noviembre, el entonces ministro de Salud argentino, Daniel Gollán, publicó en su cuenta personal de Twitter dos mensajes –que luego borró– que dan cuenta de lo bajo que puede caer un gobierno desesperado por no perder el poder. El primero de ellos decía: “Los 12 nuevos centros de radioterapia para tratamiento del cáncer continuarán adelante si Scioli es presidente. Pensá bien tu voto.” El segundo iba en el mismo sentido: “Un millón de metros cuadrados nuevos de hospitales y centros de salud construidos en el país. Para que esto siga, Scioli debe ser presidente”.
Cortados al fin y al cabo por la misma tijera que chavistas y kirchneristas, no podía faltar entre los representantes de la “revolución ciudadana” quienes apelaran al chantaje en época electoral. Hace algunas semanas circuló un audio en el que una voz atribuida a la alcaldesa de Durán, la oficialista Alexandra Arce, amenaza con despedir a quienes no apoyen a Alianza País. Ahora fue el turno de Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo del IESS, quien, como se ve en un video colgado en la cuenta de Twitter de la periodista Ana María Cañizares, amenaza con la posibilidad de que el seguro social prácticamente deje de serlo si llega un gobierno de oposición. A un exaltado Espinosa se le escucha decir: “De ustedes depende que la seguridad social se privatice, como ya están queriendo algunos candidatos (¿nos podría decir cuáles, señor Espinosa?), o la seguridad social siga siendo de ustedes (…). De ustedes depende que se cumpla con los 52 centros de salud, centros materno-infantiles, hospitales y centros médicos que tendremos que entregar hasta finales de año o que simplemente no se lo haga. Eso no está en mis manos. Eso está en SUS manos, compañeros”. (Y precisamente él –en cuya gestión y sin que se le escuchara protestar, el Gobierno decidió eliminar el aporte estatal del 40% para el fondo de pensiones y en cuya administración también se está desconociendo una deuda por más de $2.500 millones del Gobierno con la seguridad social– termina su discurso diciendo: ¡Que viva el IESS!”.)
¿Tienen algo que decir respecto a la actitud de Espinosa las autoridades electorales del país o les parece normal y aceptable? Y, más importante aún, ¿estas declaraciones merecen algún comentario de Lenin Moreno o va a tratar de torear el tema, como ya lo ha hecho con las denuncias que involucran a su candidato a la Vicepresidencia? ¿Los viles chantajes de Espinosa son lo que Moreno entiende por “dignificar la política”?
A la luz de los escándalos de corrupción que tienen en la cárcel a altos representantes del kirchnerismo (y a Cristina Kirchner a punto de ser enjuiciada), los tuits de Gollán se pueden leer como un intento desesperado por evitar un cambio de gobierno que pudiera dar lugar a que en Argentina se empezara a destapar todo (como, efectivamente, está ocurriendo). En Venezuela, aún a costa de mantener el país colapsado, el chavismo, ejemplo extremo de lo peor del socialismo del siglo XXI y seguramente con mucho más que esconder, ha optado por pasar por encima de la voluntad popular, desconociendo decisiones de la Asamblea opositora e incluso negando la posibilidad de un referéndum revocatorio. En Ecuador, ¿a qué responden los chantajes del oficialismo? ¿También acá se teme que un nuevo gobierno destape nuevos casos de corrupción? Si Alianza País, con el control que ejerce sobre todas las funciones del Estado, permanece en el poder, va a ser muy difícil que lo averigüemos. (Lo que está ocurriendo con el caso Odebrecht, en el que incluso se habría devuelto documentación a Brasil con el increíble argumento de que no se la puede traducir del portugués, es un ejemplo.) Parafraseando al mismo Espinosa, se podría decir: “De ustedes depende, compañeros”.
Si, Sr. Carcelen, el IESS esta al borde de un colapso. Y los que tenemos que pagar las consecuencias somos los comunes ciudadanos que cumplimos con las obligaciones..
Hay una fiebre de glosas que esta regandose a todos los que tuvimos que ver con el IESS. Son ya varias las personas que coincidimos en haber recibido citaciones por el celular por unas supuestas “glosas” que tenemos con esa institucion. En mi caso, por una empleada domestica cuyo ultimo mes de trabajo conmigo fue en 2007. Cuando me acerque al IESS me dijeron que no habia sistema porque se cayo porque eran tantos los que tenian glosas!!!! y que regrese. Segun mis archivos todo estuvo al dia, inclusive el Acta de Finiquito respaldada por el entonces Min. del Trabajo, con la respectiva liquidacion. Pero ahora somos nosotros los que tenemos que pagar las culpas de otros y desembolsar dinero por una figura patronal llamada “responsabilidad patronal” que ni siquiera sabiamos que existia y del que NUNCA me informaron? Por que no se les cobra a los que hicieron todas las artimanas para agarrar el dinero que no les pertenecia y, de una vez, sanar a este pobre enfermo que esta a punto de fallecer (IESS)?
Pero si hay Ley, debe aplicarse la repetición a todos los alcahuetes del desgobierno de la década alienada y devolver al IESS LO QUE CUSTODIA DE LOS AFILIADOS.Espinoza fue el comodín para los caprichos del gobernante.ES TODOLOGO Y DEBE AUDITARSE SU GESTION
Descarados sinvergüenzas esos funcionarios de Correa, al igual que este mismo, Gran Jefe mediocre de la banda de ineptos¡¡¡
Al desmantelado IESS que lo dejó González este individuo le ha dado la puñalada más artera…vino a ello, a socabar fondos para el correato y a…ustedes ya lo saben. Ni perdón, ni olvido. Justicia. A la cárcel los corruptos.
Se está curando en salud. Sabe que de todas formas el IESS está al borde de un colapso. Con o sin ellos, la calavera es ñata.
La resaca de la orgía va a ser insufrible.
No serán olvidados los culpables. Malditos. Ya la pagarán.
UNA PREGUNTA. Los presos también gozan del seguro social. Porque desde el mes de Mayo las cárceles ban a estar llenas de gente de la banda de los corruptos. OJO QUE NO ESCAPEN PACIENCIA YA PRONTO SE ACABA ESTA PESADILLA.
Han desfalcado al IESS estos salteadores de la 35 y quieren seguir haciendolo. Chitiboga es un mal titere y solo amenaza por la desesprracion de saberse perdedor. Nunca mas votar por 35 ya sabemos las mañas y mentiras que dicen tofis ellos.
Este mamarracho que le quiere tumbar al IESS 2500 millones, y ya le tumbó el 40% de aportes del estado tendrá q responder ante la justicia civil y penalmente! Ni crea que se queda así!
Richard Espinosa es un engendro más del mismo estercolero de donde antes salieron Rafael Correa, Jorge Glas, Lenín Moreno, Vinicio y Fernando Alvarado, Galo Chiriboga, Gustavo Jalkh, Alexis Mera, Ricardo Patiño, Fernando Cordero, Marcela Aguiñaga, Carlos Ochoa, Carlos Pólit, etc.
Esto jamás lo olvidaremos.