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La derrota aplastante del correísmo

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El gobierno perdió la máxima apuesta de esta campaña: ganar en la primera vuelta. El resultado electoral es un desmentido incuestionable al optimismo marquetero del gobierno que nunca dudó en afirmar que ganaría de largo en la primera vuelta. El aparato compró ese discurso que Rafael Correa recitó desde antes de admitir que no sería candidato en esta elección.

Perder en la primera vuelta es un revés político inmenso para Rafael Correa. Él puso el aparato del Estado y la Presidencia de la República al servicio de la campaña de Lenín Moreno. Presupuestos, agendas, programas de inauguraciones, logísticas burocráticas, sabatinas, discursos… Todo hizo el gobierno de Correa por Lenín Moreno confirmando, una vez más que el correísmo es un Estado-partido sin equivalente en la historia del país.

Esto da mayor relieve al traspié electoral de Lenín Moreno. Tiene el mayor número de votos en la primera vuelta, pero sabe que 65% del país votó en su contra. Políticamente, esto sella la pérdida de convocatoria de Rafael Correa y el desgaste de un aparato que se constituyó, se articuló y funcionó alrededor de un caudillo. Un aparato concebido para un periodo de bonanza económico, que acalló las diferencias en sus propias filas y siguió ciegamente al líder. Ese aparato no fue preparado para cambios de liderazgo, disensiones políticas y ejercicio ético del poder. Lo prueba la miserable actitud asumida ante casos evidentes de corrupción en los cuales están involucrados Jorge Glas y otros jerarcas del correísmo. Los resultados adversos para el gobierno, a la luz de sus expectativas, prueba que una franja de electores también castigó la actitud encubridora que el propio Rafael Correa expresó ante la corrupción en cuatro formas: buscar chivos expiatorios, dorar la píldora, patear la pelota hacia delante y victimizarse.

Moreno es  consciente del hastío que genera el correísmo. Sabía que el voto duro y clientelar de ese partido no le alcanzaba para ganar, aún teniendo de su lado a un árbitro comprado. Eso explica su decisión de vestir camisa blanca en vez de verde, declarar el fin de la guerra que Correa hizo a la sociedad durante diez años y proponer un gobierno de mano tendida y diálogo. Ese discurso le ayudó a mantener sus cifras por encima de las del correísmo, pero no le alcanzó para ser percibido –como sus estrategas pretendían– como un candidato diferente y ajeno a este gobierno. Moreno contaba con el voto duro del correísmo y pretendía superar la barrera del 40% con votos suyos, provenientes de los indecisos. Ese cálculo le falló. Y este será una de las talanqueras más difíciles de circunvalar en la segunda vuelta.

Moreno jugó a no crear olas, evitar las conexiones públicas con el régimen (pero aceptando todo el apoyo logístico e institucional), esconder a Jorge Glas (el mayor peso muerto que arrastra), eludir a los otros candidatos y a los medios… En una palabra, quiso ganar de un solo golpe exhibiendo los atributos de policía bueno que atesoró durante los siete años que estuvo al lado de Rafael Correa. Atributos que pretendió conservar refugiándose en Ginebra gracias a la beca ilegal que le otorgó el gobierno. Esa estrategia en la cual pesó más su persona que sus ideas lo llevó incluso a explotar, queriendo suscitar conmiseración, el vil ataque que lo tiene en una silla de ruedas. Eso no le alcanzó. Como tampoco le funcionó la campaña populista desenfrenada en la que ofreció casa, empleo y bonos como si fueran confetis. Todo pagado naturalmente por el Estado.

Moreno quemó todas las naves en esta etapa de la elección. Al punto de que si quiere ganar en la segunda vuelta, tendrá que reinventarse en forma total. Su problema es que todo milita en su contra: la presencia de Correa en este momento que ya no aporta votos: quita. Glas es otro peso muerto y puede convertirse en un insumo letal si aparece en alguna lista de aquellas que causan pánico en Carondelet. Esos escándalos de corrupción hacen de Lenín Moreno un compañero de ruta poco apetecido por aquellos que, en la izquierda tradicional o en otros partidos, quisieran subirse a su camioneta. Su falta de densidad política será un problema ahora que Guillermo Lasso lo reta a tener un debate por semana para cotejar sus propuestas ante la opinión sobre los principales problemas del país. Escabullirse, como lo hizo en la primera vuelta aduciendo que quería conversar y no debatir, le será más difícil ahora que las cámaras están puestas en dos candidatos; ya no en ocho. Aceptar puede desnudar sobremanera sus inconsistencias.

En cualquier caso, Moreno tiene la presión de la segunda vuelta y esta mañana ya develó en un canal gobiernista, TC Tv., parte de su estrategia: atacar a Lasso por banquero y por ser rico. Parece poco si quiere revertir el voto de parte del 65% del electorado que este domingo dijo no al continuismo. Al no haber ganado en la primera vuelta, como lo tenía previsto y promocionado, el correísmo produjo, además, un mensaje que funciona en detrimento suyo: su tiempo terminó. Correa, Moreno, Glas y los otros, juegan ahora en terreno adverso. Y se sabe que, acostumbrados al confort del poder, son pésimos remando a contracorriente.

Foto: los jerarcas del correísmo la noche del domingo. 

33 Comments

  1. Interesantes números en temas de educación superior:
    Publicaciones científicas de 200 a 2.000 por año.
    Patentes de 1.3 a 50 por año.
    40 ganadores del Banco de Ideas con capital no reembolsable.
    Total de becas: antes 237, ahora +14.000
    Con golpes y tropezones se ha ganado mucho en la última década, ¿se seguirá ganando con el próximo gobierno?

  2. Derrota aplastante? Ojalá hubiese sido una derrota aplastante.
    El titular refleja un deseo antes que un hecho.

  3. Clases de matemática…
    En presidente y vicepresidente ganan con un millón de votos sobre Lasso.
    Tienen 77 asambleístas de 110 en total.
    Más de la mitad de los parlamentarios andinos.
    Ganó el si en la consulta popular.

    Estos literatos no están en nada..

    Los votos no son endosables… Acaso que los de Cynthia se suman así nomás… ya dejen de pensar en haciendas… la gente va a pensar y votar como quiere…

    De donde presuponen que la gente que voto por Cynthia todos votan por Lasso. Esos electores ya no tienen deuda con PSC por obras municipales… más agradecimiento le tienen a AP.

    Ya verán como Manabí incrementa su apoyo a Lenin Moreno, después de la humillación de CREO.

    Adio!!!

    Con fecha 21 de febrero les adelanto, no chillarán diciendo Fraude….

    • Afuera esta izquierda nazi aprendices inconclusos del castrismo y chavismo,robolucionarios fagcinerosos ladrones ,desde un principio le advirtió el ñaño, por el ojo tuerto té roban ñaño , y no sólo han robado por el ojo tuerto sino por todo lado, y todavía tiene la cara dura de decir, vamos por más. Si, hasta la victoria siempre, a como dé lugar, fuera correa, fuera y fuera todos sus ladrones y compinches ojalá algún rato todos estén juntos en la carcel cantando al Che , fuera correa. Fuera fuera correa fuera y a este mojigato del Lenin, ni que se acerque, a lo mejor le pasa lo mismo que al Pareja o al Bravo que ahora ni les conocen o eran socialcristianos.

  4. No creo que haya sido una derrota aplastante, ganaron en la asamblea muchos puestos mas de lo que se esperaba, y ganaron territorio en el criterio de los mas jovenes. Si hubiese sido aplastante, hubiesen perdido por todas partes pero eso no se ha evidenciado, creo que es mas bien un nuevo reves para la oposicion, gran parte del electorado no se siente representado ni por el uno ni por el otro

    • Roberto, para que entiendas mejor, 65 % del electorado le dijeron NO, no al continuismo, no a los “verdeflex”, no a Correa, mas que todo; en cuanto a que han ganado”más puestos en la Asamblea” generalmente ustedes acostumbran a celebrar por anticipado sus “victorias”, hasta con tarima armada para bailar con el “triunfo”, ya veremos los resultados finales, puede que sea como la consigna de ganar en “una solo vuelta”. Te hago un recorderis, la oposición fue completamente desarticulada a las elecciones, ahora, en la segunda, obligados tendrán que consolidarse a una sola, ya que toda la oposición siempre estuvo contra todo lo que es “verdeflex” correista. Recuerdalo.

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