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Nebot evidencia la ilegitimidad de Lenín Moreno

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¿Y ahora? Esa es la pregunta que ya se están haciendo actores políticos internos que no ven cómo se puede desenredar el ovillo electoral: el gobierno cree que Lenín Moreno ya está impuesto como Presidente y Guillermo Lasso hace impugnaciones, sin mayor expectativa, ante un CNE oficialista y decididamente correísta. Lasso ha dicho que no reconocerá -lo repitió ayer (12 de Abril) en Quito- “a un gobierno ilegítimo que pretende posesionarse sobre la base de un fraude”.

El Partido Social Cristiano-Madero de Guerrero, es la primera fuerza política, fuera de CREO, que pone en evidencia la sin salida en la cual se encuentra el gobierno. Lo hizo ayer en un comunicado en el cual propone dos fórmulas; una legal y una supra legal. La legal es que se abran las urnas y se cuenten los votos correspondientes a todas las actas que impugne Guillermo Lasso. El PSC duda, sin embargo, de que el CNE resuelva favorablemente la totalidad de la impugnación. Y como sabe que el problema no es meramente jurídico, se saca de la manga una propuesta sui generis susceptible, a sus ojos, de “devolver la paz y la tranquilidad a los ecuatorianos y eliminar la sombra de ilegitimidad” que tiene la candidatura de Lenín Moreno. ¿De qué se trata? De realizar un acto que debe ser transmitido en directo y en presencia de representantes del tejido social, mediático, político, académico y gremial del país: que los asistentes escojan al azar varios miles de actas, se abran las urnas y se cuenten los votos…

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Más allá de la polémica que plantea introducir una fórmula de legitimación supra legal, la doble propuesta del PSC tiene un efecto político negativo para el correísmo: lo pone ante un problema que Rafael Correa busca acallar vociferando, insultando y amenazando. El PSC se une al coro de aquellos que piensan que lo que hace Correa y Lenín Moreno (negar impugnaciones y jugar al hecho cumplido) no les alcanza para legitimar un triunfo que, como se ve, suscita rechazo y desconfianza en el país. El PSC señala las consecuencias que acarrea para el país y para Moreno (de ser el próximo mandatario), este estado de cosas: habla de perjuicios para la imagen del país, la consecución de préstamos, la negociación de la deuda pública, la inversión, la generación de empleo… El costo para las familias.

Correa y Moreno fingen ignorar esta realidad. Todo han ensayado: tratar de hacer creer que el CNE es un juez imparcial. Denostar contra Participación Ciudadana. Allanar a Cedatos. Pagar líderes de opinión para que hablen bien del CNE. Poner a gente del gobierno, tipo Omar Simon, a defender lo indefendible. Movilizar a todos los medios y a sus periodistas pagados, tipo Carlos Rabascal, para denigrar y desprestigiar lo que hacen los otros actores sociales y políticos. Amenazar con cárcel a aquellos que defienden las cifras contrarias a las del CNE. Exhibir en sus medios los saludos enviados por otros presidentes… Todo lo han hecho: pero en la opinión interna que se reconoce en Lasso; es decir, por lo menos la mitad del país, subsiste la convicción de que el CNE jugó a favor de Moreno y que este triunfo anunciado está viciado de fraude.

El PSC, que había presionado indebidamente a Lasso, ahora pone el acento en esos puntos neurálgicos para el correísmo en este momento. Y esa realidad es tan manifiesta que Moreno, que en el esquema oficial debe posesionarse en 40 días, se desplazó con una nube de 500 policías para un encuentro con 380 empresarios en Guayaquil. Nada hubiera podido graficar de mejor manera, la soledad y el aislamiento que siente el propio candidato del oficialismo. Es evidente que, en esas circunstancias, se antoja imposible que asuma la Presidencia de la República.

Para ver el resumen de la objeción de Guillermo Lasso haga clic aquí

El comunicado del PSC coincidió con la presentación, en Quito, por parte de Guillermo Lasso, de la impugnación a los resultados de la segunda vuelta de la elección presidencial. 4Pelagatos publica un resumen de esa queja que CREO contextualizó, argumentó y desarrolló: los antecedentes, el apagón digital, las irregularidades en las actas, los resultados estadísticamente imposibles… En esa querella que Lasso también anunció en la Plaza Argentina, cercana a la sede del CNE en Quito, se dice que está en juego más de un millón de votos.

CREO hace uso de un derecho pero ha dicho que este Consejo Nacional Electoral, dirigido por Juan Pablo Pozo, no tiene presentación en democracia alguna, pues está conformado por cinco jueces, todos del mismo partido. Esto significa que, en el plano estrictamente técnico-jurídico, que es donde debiera resolverse este caso si el CNE fuera un organismo independiente, la impugnación no será solventada. Como tampoco lo será la ilegitimidad que tiene, a los ojos de Guillermo Lasso y de su electorado, “el resultado irreversible” anunciado por el CNE correísta.
La fórmula supra legal propuesta por el PSC es política y muestra de cuerpo entero hasta qué punto la tan cacareada institucionalidad del correísmo no produce seguridad jurídica. Por eso, por traslucir el juego mañoso del árbitro de la contienda y por poner lo que debe ser un hecho cierto en manos del azar, esta salida difícilmente podrá ser asumida por las partes. Pero deja en evidencia otra realidad que agrava los pasivos políticos del gobierno: Nebot, el hombre alabado la semana pasada por Correa, y todo su partido, se unen a los que piensan que Moreno, de perseverar en la vía en que se instaló, sería un Presidente sin fuerza política, legal y moral para gobernar. Y que esto tendría severas consecuencias para los ciudadanos y sus familias.

Foto: Ecuavisa 

28 Comments

  1. PARA LEGALIZAR EL FRAUDE SE DEBE ESCOGER LAS ACTAS AL AZAR ?

    QUE ENORME ESTUPIDEZ DE QUIEN LO DIJO. RIPLEY LO ELEGIRÍA COMO EL NUMERO 1

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