/////

Con el Licenciado la vida sigue igual

lectura de 5 minutos

El Licenciado no parece un energúmeno. No parece que tenga el arte del torcedor para usar su palabra y su poder para pisotearnos, como lo ha hecho el ahora emigrante. Eso parece. Pero, al contrario del entusiasmo ingenuo de algunos esperanzados u oportunistas proclives a acomodarse, creo que nada cambiará en lo fundamental.

Correa disertó sobre cómo desdolarizar la economía en una ponencia en 2004. En ella propuso una ruta para que recuperemos la moneda nacional. Crear un medio de pago alternativo sería necesario para ese propósito. En diez años, no desperdició palabras para acusar a la dolarización de los efectos negativos de sus desatinos en política económica. Con el descomunal gasto estatal, con la caída de las exportaciones y real limitación en las fuentes de financiamiento con divisas, se han creado condiciones estructurales para desdolarizarnos por fuerza de la realidad.

El dinero electrónico manejado por el gobierno, aparece, en los términos de la ponencia de Correa, como una opción de crear un medio de pago. En este escenario, que ha inducido a que agentes económicos tomen previsiones y el pesimismo crezca, el Licenciado creyó el mejor momento para recibir la asesoría de un extremista ataviado con trajes de alta costura. A Varoufakis sus camaradas le botaron del gobierno griego por extremista y por su empecinamiento en abandonar el euro. Esa foto y la sugerencia de usar dinero electrónico para pagar proveedores, incrementó la duda y el temor sobre el futuro inmediato de las economías personales y sobre donde es más seguro mantener los ahorros.

Refinanciar la deuda –oferta que hizo en campaña– debe empezar por hacer el anuncio público y determinar exactamente el monto y las condiciones para evitar la manipulación de la información; y pasa por reactivar el auspicio de los organismos multilaterales de crédito. No hay alternativa para bajar tasas, aumentar plazos y reducir el peso de la deuda sobre el presupuesto fiscal. Pero, no veo a Fander Falconí, diciendo “buen vivir” al FMI o al Banco Mundial.

Cambiar el rumbo que nos lleva a escenarios de alto riesgo, pasa por tomar decisiones económicas significativamente diferentes de las tomadas por Correa. Empieza por rodearse o mostrarse con personas que generen confianza. Los nombres de reciclados del correísmo, que blanden espadas revolucionarias e izan las banderas del estatismo, confirma que esperar cambios en el modelo fracasado es iluso.

El Licenciado ha dicho que buscará ayuda en Naciones Unidas para combatir corrupción. Pero los problema de la corrupción y de la impunidad se deben a que la institucionalidad responde exclusivamente a la órdenes del proyecto político del correísmo. El Licenciado debería crear condiciones para remover al secretario de Correa del Consejo de la Judicatura para que se elija un funcionario independiente y así evitar el control político de los jueces. Debería promover que el Fiscal, quien es un rabioso devoto y militante ferviente del correísmo, no se posesione y se nombre alguien independiente y así se pueda lograr se investigue, sin intención de protección, a los correístas ladrones.

En estos diez años, la implacable, mentirosa y difamatoria propaganda trastocó la realidad para mostrarla falsa pero acomodada al propósito electoral. Los medios de comunicación han sido invadidos para evitar que publiquen denuncias, obligar a que publiquen mentiras y penalizar la libertad de opinión. ¿Alguien, que no peque de iluso, puede esperar que esto cambie? El Licenciado debería deshacerse de los artífices de la propaganda corrupta. Debería remover a Ochoa y cerrar esa comisaría que hostiga con morbo las libertades. Esas libertades que ofenden a los dictadores.

El Licenciado ha dicho que extiende las manos. Si lo que quiso decir es que se abre al diálogo con los opositores y no que quiere estrecharse con los peones leales al correísmo –que se quedan en espacios de poder–, debe dar señales muy fuertes de que se rompe la hegemonía del partido. Pero conforme a su práctica avasalladora, el movimiento político que controla Correa no ha tenido el detalle democrático de considerar que, en la mesa directiva de la siguiente Asamblea, es legítimo que la oposición tenga sitio. No se prevé que termine la exclusión de la mitad de ecuatorianos que no votamos por el correísmo.

A los confiados hay que decirles que, emigrado el energúmeno, se acabará ese show tóxico sabatino y la sorna de la hiena: hasta allí cualquier cambio que se pueda esperar. El resto quedará igual pues, para eso, Correa deja armada la estructura legal, administrativa y su red de leales.

Diego Ordóñez es abogado y político

2 Comments

  1. Excelente análisis. Moreno lo dijo claramente: cambiará el “estilo”, pero seguirá fiel al “proyecto”. Las señales que ha dado en las semanas posteriores a su “triunfo”, son elocuentes, y para nada generan confianza. ¿Cómo generar confianza invitando a un ex Ministro griego, cuestionado en su propio país por sus posiciones extremas?. ¿Cómo generar confianza, si las entidades que en teoría deberían ser independientes, como la Fiscalía, la Contraloría, el Consejo de la Judicatura, la Superuntendencia de la Información y Comunicación, etc., etc., seguirán en manos de fervientes aduladores del próximo ex Presidente?. Las declaraciones de buena voluntad no son suficientes, y mucho me temo que, como muy bien lo analiza Diego Ordóñez, la estructura legal y administrativa queda fuertemente atada y en manos de incondicionales correístas.

  2. Muy buena lectura Diego, el padrino o jefe de la familia correone le dio la bendición al nuevo Don y le reemplazará con todo su poder y con los mismos jefes de las otras familias no hay duda de eso.
    Sólo tenemos que esperar y veremos que pasa con el nuevo padrino.

Comments are closed.