Una institución pública que es incapaz de construir confianza y legitimidad institucional tiene que pagar, tarde o temprano, mucho dinero para tratar de construirla a través de campañas de comunicación o publicidad.
Esto es lo que le ocurrió al Consejo Nacional Electoral presidido por Juan Pablo Pozo: pagó un total de 145 mil dólares (127 mil 900 dólares más IVA) para hacer una serie de sondeos de opinión pública que pretenden establecer cuánta confianza tiene la gente en su trabajo. Algo que no hubiera sido necesario si hubiera sido una institución que, por su conformación de origen y conducta, hubiera construido credibilidad en la sociedad.
En enero del 2017 el CNE decidió contratar a la empresa Perfiles de Opinión, representada por Paulina Recalde, para que haga una serie de encuestas que rayan en lo absurdo porque lo que se pretende saber son cosas de sentido común. Tan sentido común como ¿qué se espera del trabajo de una autoridad electoral? Como si no fuera obvio y lógico que cualquier sociedad que vive en un sistema democrático no esperara otra cosa de una autoridad electoral que transparencia e imparcialidad: dos cosas que son imposibles que la gente sienta frente a un CNE por el simple hecho de que sus cinco miembros pertenecen al mismo partido de gobierno y jamás dieron muestra de imparcialidad frente al proceso electoral.
Propuesta técnica hecha por Perfiles de Opinión PDF
El contrato con Perfiles de Opinión, empresa que ha tenido relaciones incestuosas durante años con el correísmo, fue firmado a partir de una resolución tomada por el CNE el 25 de enero del 2017. Ahí se dijo que era necesario contratar “sondeos de opinión a fin de generar estrategias comunicaciones y las acciones a tomar de acuerdo a los planes operativos del Consejo Nacional Electoral”. Es decir, eufemismos burocráticos aparte, para generar confianza que institucionalmente el CNE no estaba en capacidad de ofrecer.
La decisión se respaldó en un estudio hecho por la Dirección Nacional de Comunicacional Institucional del CNE en el que, en seis páginas de jerigonza burocráticas que parece salida de la Unión Soviética, se determina que la institución necesita “indicadores de seguimiento de opinión pública para generar insumos de cumplimiento de metas del plan estratégico”. En ese mismo plan se establece que “el seguimiento de la opinión pública deberá medir el porcentaje de credibilidad institucional del CNE, porcentaje de percepción ciudadana de transparencia de los procesos electorales, nivel de satisfacción de los ciudadanos y ciudadanas con respecto a los servicios del CNE, nivel de uso de servicios en línea por parte de la ciudadana, porcentajes de posicionamiento institucional del CNE, entre otros”.
En otras palabras, los 147 mil dólares que el CNE se ha comprometido en desembolsar a Perfiles de Opinión tienen como objetivo trazar una política de propaganda y persuasión para convencer a la gente de que se hace un trabajo honesto, transparente e imparcial.
En lenguaje de burocratismo soviético se dice, en el estudio de Dirección Nacional de Comunicacional Institucional del CNE, que “con esta contratación se espera alcanzar una muestra representativa de la ciudadana considerando las áreas geográficas (Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta, Puyo, Resto Sierra, Resto Cosa, Resto Amazonía) con el propósito de realizar un balance institucional desde el ámbito comunicacional, y de esta manera contar con los insumos cuantitativos y cualitativos para que la Coordinación General de Comunicación y las Direcciones Nacionales que la conforman, generen las estrategias y acciones comunicaciones para mejorar la difusión de los mensajes externos, acogiendo la opinión ciudadana”.
La contratación de Perfiles de Opinión, además, fue hecha de forma directa y sin concurso. A dedo. “Se invita a Perfopis Perfiles de Opinión” a que presente su oferta técnica y económica para la “contratación de sondeos de opinión a fin de generar estrategias comunicacionales y las acciones a tomar de acuerdo a los plantes operativos del Consejo Nacional Electoral”.
El desembolso de los casi 128 mil dólares es apenas una pequeña evidencia del costo que significa al país tener instituciones que, por su falta de legitimidad democrática, no son capaces de generar confianza ni credibilidad. Por eso, necesitan de estudios y campañas publicitarias para tratar de vender a la gente la idea de que son instituciones creíbles e imparciales.
El costo, sin embargo, no solo es económico. Una sociedad que no se siente segura de la conducta de sus instituciones es una sociedad que en cualquier momento puede dar rienda suelta a su desaprobación y molestia. Juan Pablo Pozo y los otros cuatro miembros del CNE no dieron muestras de imparcialidad cuando permitieron que la candidatura de Gobierno tenga las más grandes y groseras ventajas durante la campaña, como el libre uso de los bienes del Estado o la presencia casi exclusiva y permanente en los medios de comunicación administradas por el Gobierno. Son casi 128 mil dólares que se destinaron a un objetivo que, en una democracia normal, no hubiera sido necesario desembolsar. Si quieren celeste, que les cueste.
Perfiles de Opinión le daba ventaja de 18 puntos a Barrera, y perdió. Paulina Recalde trabajó estrechamente con Barrera en publicaciones del municipio de la época
No son obviedades, no es plata botada. Es solamente la cuota que le tocaba recibir a Perfiles de Opinión. Hay actividades económicas que dejan mucho dinero (petróleo, contratos de obras públicas, medicinas, etc) pero hay otras que no dejan mucho. Entonces los encuestadores (que también son verdes) tienen derecho a recibir parte de la tajada. Para eso hay que inventarse cualquier trabajito que justifique aunque sean unos 125.000 dólares, nada comparado con Odebrecht o Petroecuador.
“Sondeos de opinión a fin de generar estrategias comunicacionales…”, no para corregir procedimientos sino para atosigarnos con propaganda insulsa con la que pretenden convencernos que actuaron correctamente. Todos los de este gobierno se han creído a pie juntillas eso de que una mentira mil veces repetida se hace verdad. No se han detenido a pensar que al violentar la paz del hogar del ciudadano, a cada instante, produce el efecto contrario: aversión. Si escucharan la opinión del pueblo los resultados serían diferentes.
Si el Licenciado quiere demostrar buena fe al desempeñar la Presidencia, debe empezar organizando de otra manera este tribunal oprobioso, aunque si a Pozo le debe el triunfo, no creo que haga nada. ¡Pobre Ecuador!
Y de estos gastos inútiles que dice la contraloría?
Transparencia, imparcialidad, honradez, es lo que espera, por no decir exige la ciudadania ecuatoriana, desplieguen sus empleados, si asi de claro, aunque algunos que llegan al poder, o sus colaboradores, pronto sufren de amnesia de conveniencia y se olvidan de ese “pequeno detalle”. Contratacion a dedo? que mas da, si de lo que se lee ha sido el modus operandi de esta decada, segun ellos ganada, algo que contrasta totalmente con el criterio de la mayoria de la ciudadania. Tratar de tapar el sol con un dedo, proyecto imposible, entonces, gastando plata ajena, pues no es del bolsillo personal de ellos, crear un espejismo de las cualidades antes citadas, es lo que les queda. Olvidan que el respeto y la credibilidad se los gana dia a dia con un comportamiento etico, vertical, honrado. En el caso que nos ocupa esperar transparencia, imparcialidad, honradez equivale a pedir peras al olmo. Pero concientes de que va en detrimento de la democracia ecuatoriana darse por vencidos, entonces es del caso exigir que el proximo CNE sea compuesto por ciudadanos idoneos, independientes, que no se deban a ninguna filiacion politica, menos a cualquier gobierno de turno, porque caso contrario, seria soñar en musarañas esperar un cambio positivo en bien del pais.
Qué gracioso. En la página 78 del PDF aparece el padre de la hija de Paulina Recalde como arrendatario de una computadora para el dichoso sondeo.
Por experiencia, no creo que haya sido para consultar obviedades. Lo obvio es que es una forma “normal” de repartir(se) la plata del presupuesto del estado con los amigos. En todas las entidades hemos visto gastos inútiles para “darles una manito” a los amigos, sean encuestadores, ingenieros o pasteleros. Lo importante es mantener a las amistades y asegurarse el futuro.
Ahora entiendo mejor el resultado del Exit Poll dado por perfiles de opinion. Rabo de Paja
De nada valdría que una prostituta haga publicidad para convencer a la ciudadanía de que es mujer digna, si todo el mundo la ve paseándose por las calles y subiendo a moteles con sus clientes.
Usted ya lo ha dicho Martín: Ecuador no puede ni debe seguir manteniendo a cinco miembros de la prostituida CNE que pertenecen al mismo gremio de asaltantes de la buena fe de la gente. ¡¡¡ ESTO DEBE CAMBIAR !!! Queremos una institución que se gane el respeto de los ecuatorianos; por lo tanto, los tales miembros deben ser gente proba, con experiencia y sobre todo QUE NO ESTÉ NI HAYA ESTADO AFILIADO A PARTIDO POLÍTICO ALGUNO.
Respecto al gasto INÚTIL en que ha incurrido Pozo y su banda, debe ser glosado por Contraloría, por no someter a concurso una PEROGRULLADA.
Martín siempre tan acertado. Referente de lucha es usted. Y vamos juntos.
“Platita botada” o regalada es lo mismo, si hacían la encuesta en Whatsapp se desayunaban que el 98% no confía en ellos y el 2% es el márgen de error. Así nomás “pozo séptico”.