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Moreno entierra al caudillo Correa

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¿La esquizofrenia se instala desde hoy en Alianza País? Basta oír los dos discursos, el de José Serrano, presidente de la Asamblea, y el de Lenín Moreno, presidente de la República, para entender de qué se trata. Mientras Serrano habló de profundizar la revolución, Moreno hizo un ejercicio de de-construcción que, por más escepticismo que despierte, coloca algunas bombas en el interior del correísmo.

Moreno no habló de profundizar la Revolución Ciudadana. Hizo un corte, de tajo, con el gobierno de Rafael Correa. Cerró una etapa. Se preguntó si las ideologías se acabaron y se respondió, de inmediato, que no importa: que su gobierno introducirá prácticas sociales y que, de ahí, saldrá una ideología. Una forma prosaica de acabar con la retahíla de la Revolución Ciudadana y el Socialismo del Siglo XXI que sirvieron de armazón al discurso correísta.

Serrano había insistido en su discurso sobre la continuidad revolucionaria sellada en el programa de gobierno. Moreno también se liberó de esa herencia: dijo que si en el diálogo surgían otras líneas de trabajo, cambiaría el programa. En los hechos confesó ser un pragmático porfiado, un no-académico que busca, con avidez, la síntesis y los resultados. En este punto, aprovechó para definir su estilo que, ante las circunstancias, no solo lo distancian de Rafael Correa: lo ayudan a enterrar el modelo caudillista y el absolutismo monárquico que erigió a su antecesor en principio y fin de todas las cosas. Moreno dijo que asumirá un perfil bajo. No encarnará la verdad absoluta y de, hecho, cuestionó que alguien pueda tenerla. No hará sabatinas y buscará un nuevo mecanismo para comunicarse con la nación. Así Moreno preconizó volver a las formas normales en una democracia e incluso dijo que procedería como lo hacen los mandatarios europeos. Se entendió que el caudillo, sabelotodo, insultador, fanfarrón, dueño de la verdad, castigador, propietario del Ejecutivo y todas las demás funciones del Estado, pasó a mejor vida.

El entierro de Correa y su estilo, que marcaron las políticas y las prácticas de su gobierno, vino cuando Moreno habló de lo que el país puede esperar de él: ser el presidente de todos. No marginar a nadie. En este punto, rompió de golpe con muchas de las reglas del catecismo correísta: no dialogar sino imponer y considerar a la oposición y a los críticos como enemigos. Para Moreno, opositores y críticos son “asesores importantes” y dijo que escucharía sus puntos de vista.
Correa convirtió en dogma no dialogar con los ciudadanos que debían ser regulados. Banqueros o sindicalistas. Moreno acuñó y repitió un lema: nada sobre los ciudadanos sin los ciudadanos. Eso equivale a volver a sentar en la mesa de las decisiones, a la sociedad real (no aquella cooptada en los comités correístas), dialogar y concertar con ella. Nada de todo esto, dijo Moreno, se hará sin libertad de expresión. Una alusión obvia a lo que ocurrió durante la década de Correa. Y aunque trató de perfilar lo que deben hacer los medios y los periodistas –tarea que no es la suya–, Moreno aseguró que tendrá una relación fresca y fluida con los medios de comunicación. Y también con el humor, pues aludió a la frase célebre de Carlos Soublette, un político venezolano, que observó en la primera mitad del siglo XIX un ensayo de una obra de teatro en la cual lo satirizaban y él no la prohibió: “La República no se perderá porque el pueblo se ría de su gobernante. La República podrá perderse cuando el gobernante se ría de su pueblo”. Otro golpe a la visión monárquica de Rafael Correa, tan obsesivamente preocupado por el respeto que le debían sus súbditos.

Si se escucha el discurso de Serrano, si se recuerdan las movidas correístas para obligar a Moreno a proseguir el proceso revolucionario, hay que convenir que el nuevo mandatario anuncia un cambio formal importante. Son anuncios, cierto, que deberá refrendar con hechos para que se pueda evaluar si dan paso a cambios reales. No obstante su discurso -descosido, plagado de anécdotas, falto de aliento conceptual- introduce elementos con los que no contaban los correístas más fanáticos. Esto se notó en el aplaudímetro, sensiblemente menos activo cuando Moreno evocó los puntos de ruptura con las prácticas de Correa.

La esquizofrenia se instala entonces en Alianza País: aquellos que aplauden ahora a Moreno por proponer esos cambios, aplaudieron hasta hoy a Correa por hacer lo contrario. Esta paradoja apenas comienza y si Moreno cumple se va a repetir en algunos campos. Si Moreno cumple y combina este estilo liviano con decisiones y mecanismos democráticos de gobierno, la esquizofrenia podría dar lugar a rupturas que, ahora es una evidencia, están represadas.

Foto: Presidencia de la República. 

33 Comments

  1. Señores.
    No es Presidente quien no fue elegido democráticamente por el pueblo.
    No corresponde tal título a quien fue designado como sucesor contraviniendo la voluntad mayoritaria de los ciudadanos, pues no obedece ni a los intereses ni a la voluntad mayoritaria del pueblo sino a la de los que lo designaron y a los suyos propios.
    Todo show mediático que amordazados deben seguir según libreto preestablecido, no es sino parte de la estrategia de confundir y engañar del enemigo, que como ladrón no entra por la puerta al redil.
    No nos confundamos y nos engañemos.
    Esto tiene aplicación universal.
    La Verdad nos hará libres.

  2. Por lo menos el discurso fue diferente; irradió paz y esperanza, esperamos días mejores para nuestra patria

  3. Lenin Moreno debe manifestar con claridad a los ecuatorianos, la situación en la que recibe el País, para que no se le culpe por su gestión posterior. Con este solo hecho recibirá la adhesión de muchos compatriotas.
    Es recomendable que paulatinamente de deshaga de los reciclados, que han venido detentando cargos representativos, durante el período de Correa.

  4. ¿Moreno y su bloque resistirá el asedio del bloque de los negocios mal trechos de Glas y del bloque fanático presidido por Serrano? A más de la férrea crítica social que levantará al no poder concretar sus “propuestas” de gobierno porque el sistema, que está más arriba de una persona, que a pide a gritos pragmatismo económico y verdadero desarrollo social; es decir dos frentes y poco dinero. El panorama muestra muy poco espacio para la acción del ejecutivo. Por ello, ante los fuertes cismas que sufrirá AP y que posiblemente termine disolviendo al partido, y ante la conflictividad que genere el no poder desarrollar su plan de gobierno y tener que hacer lo que planteaba honesta y directamente el candidato opositor en segunda vuelta, lo único que empieza es la cuenta regresiva para en un plazo máximo de dos años se dé la muerte cruzada que será festejada por los bloques de Glas y Serrano para la vuelta de su redentor hacendatario. Que no será una nueva y brillante oportunidad para Lasso pero sí para Nebot (cosa por la cual tal vez reservadamente apoyó al actual presidente) porque al entender los patrones culturales latinoamericanos y sobre todo en Ecuador, los favoritos serán Correa y Nebot que generará otra vez una elección 50-50 bajo un sistema electoral fraudulento que lastimosamente hará al hacendado volver al ejecutivo del país, tal vez bajo otro movimiento político. Finalmente, espero, como joven y ecuatoriano, que este análisis premonitorio no suceda. Pero al ver la campaña y proceso sucio que llevó a Moreno al poder, con una contraloría y fiscalia dispuesta a los intereses particulares verde flex, el panorama es desolador y tener esperanza en un sola persona que llegó al ejecutivo en un apagón de 20 minutos con papeletas “planchadas” es tener una actitud ingenua, ya que aunque el discurso es esperanzador y desconcertante, para algunos que gustan del personalismo, de las buenas intenciones no se vive.

  5. Yo no vote por Lenin, Pero los tiempos horrorosos que se vivió con correa, este discurso debería darnos algo de tranquilidad por ejemplo mantener la dolarizacion ,no a la moneda paralela, no a las sabatinas y muchas otras cosas positivas para los ecuatorianos y dichas para conocimiento del mundo entero, pienso que no puede echarse para atrás porque el pueblo no se lo permitiria

  6. Aparentemente, y basándome unicamente en sus palabras y al articulo de 4 pelagatos, Moreno estaría optando por un camino mejor que el delndelincuente anterior.

    Si es así y si fuera así, ojalá se de cuenta del poder que lograría si comienza a perseguir a todas las ratas corruptas correistas (perdón por la redundancia, corrupto y correista es lo mismo), pues asi, fácilmente lograriá el 95% de apoyo del 100% de los ecuatorianos, y destrozaría las ínfulas correistas de autoproclamarse procer de la patria.

    Ojalá Lenin aunque sea por accidente lea esto y se convenza que mas poder tendría combatiendo correistas que solapandolos….. pero lo dudo, su pasado comunista lo traiciona y merma su capacidad intelectual,

  7. Pues si….., he leido los comentarios, unos a favor otros en contra….., RESTA SEGUIR EL DIA A DIA, Y TODOS Y TODAS LAS ECUATORIANAS APORTAR CON ALGO, alguna vez escuche a un comentarista en una radio decir…” que si no hay apoyo entre los miembros que conforman tal o cual grupo , por ejemplo la familia,…..NO SE LLEGA NI A LA ESQUINA”, entonces no tenemos que ser solo espectadores, hay que dar……, ayudar….., no solo esperar…., la union hace la fuerza y es justo que contribuyamos con optimismo a mejorar y sacar nuestro pais…, como….por ej., si hay una ley de transito…,que ayuda a dar normas y que estas deben cumplirse, pues que se cumplan y no sobornemos cuando hemos inflingido y despues despotricamos diciendo lo que no vale la ley o el chapa es un tal o cual…, en fin de lo concreto hay QUE ir a lo abstracto…es hora que nuestro pais , el lindo ECUADOR ….sea digno representantes de cada uno nosotros quienes somos parte de este….VIVA MI PAIZ

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