Los correístas respiran aliviados: les volvió el alma al cuerpo. Se vuelven a decir que están unidos. Que sus dos líderes (Rafael Correa y Lenín Moreno) están juntitos. Que el proyecto revolucionario sigue adelante.
Esta foto, que subió Gabriela Rivadeneira la noche del lunes, en la que aparecen los principales miembros de la nomenclatura correísta con Lenín Moreno (que fue de la nomenclatura pero ahora es Presidente), hizo el efecto de un verdadero exorcismo en los rangos del oficialismo. Si se analizan los comentarios de algunos correístas en las redes sociales, se puede (por contraste) medir la angustia y desazón con que han vivido seguramente desde el mismo 24 de mayo, cuando se posesionó Moreno.
La foto cumple un rol liberador. Y por las características que encierra, por los mensajes que envía, por las lecturas que suscita, evidentemente se trata de una foto montada: es decir, pensada desde las necesidades políticas que tienen aquellos que pidieron la reunión a Lenín Moreno: es una foto estratégica. Primero porque reúne a Moreno con Correa. El expresidente, que sufre de los síndromes de viudez del poder y de abandono, está al lado de Moreno. No está solo. Y no solo está a su lado. Está rodeado de su gente que, a su vez, rodean a Moreno: Jorge Glas, bajo sospecha. Alexis Mera, tan cínico como maquiavélico. Los ñaños Alvarado, tan vivos y tan impresentables. El inefable Ricardo Patiño. Gabriela Rivadeneira, tan inútil y tan grandilocuente. José Serrano, presidente de la Asamblea y un enigma por antonomasia.
La foto está pensada para mostrarlos unidos. Dueños del poder. Parte del mismo equipo. En ese sentido, no es una foto casual. Está pensada estratégicamente por la gente de Correa para ser usada políticamente. En este punto, los correístas de cepa dan siete vueltas a los dos miembros del gabinete que acompañan a Moreno: Paola Pabón y Eduardo Mangas.
Golazo de Correa y de su gente, formadores de este evento político-mediático, si se tiene en cuenta que se publica luego de los tuits de Rafael Correa. Esta foto sirve sus intereses sobre todo en la militancia y el electorado duro que, con perplejidad, empiezan a vislumbrar la doble moral y la corrupción que tuvo lugar en el gobierno de Correa. Rasgos de la revolución que emergen a pesar de la tibieza política de Moreno. Esa foto era necesaria en los rangos correístas, como lo es un dique de emergencia en una inundación. La obtuvieron y la publicaron.
Moreno pierde puntos en la opinión sensata que, por naturaleza, es poco afecta a lecturas semióticas enrevesadas. Esta foto se hizo con su concurso. Y lejos de ayudarle, pone en jaque su voluntad y su decisión de distanciarse de lo peor del correísmo; algunos de cuyos representantes están en esa foto. Los mensajes de fortaleza y unión que allí se leen contravienen su deseo expreso y el de sus estrategas de separar la paja del trigo.
Lunes 12 de junio: Correa 1-Moreno 0.
Es una lectura. Pero obviamente hay más: en el entorno de Moreno se reitera que es un político frío, calculador, que mantiene sus decisiones a pesar y por encima de las eventualidades. Esta reunión –se dice– la pidió Correa y Moreno no podía negarse. Pero se hace hincapié en las rupturas que ha marcado desde el 24 de Mayo y en la que produjo, precisamente, el mismo día de la fotografía: Moreno se reunió con las cúpulas policial y militar y dio un golpe de gracia a un proyecto en el cual Correa invirtió gran capital político: un grupo de protección para personalidades, incluidos el Presidente y el vicepresidente, sin militares y policías. “para mi seguridad personal –les dijo ante Miguel Carvajal, ministro de Defensa– no acudiré a ninguna otra instancia que no sea la de ustedes“. En claro, Moreno sigue su camino y espera que los otros entiendan que ahora es él el Presidente. Él dicta las pautas.
La misma sensación se tiene frente al documento que puso a circular Alianza País anunciando un nuevo proceso de diálogo interno destinado, en última instancia, a “fortalecer la unidad y la lealtad”. Cada bando lo entiende a su manera. La nomenclatura correísta insiste en que Moreno es producto de un proyecto histórico que afronta ahora una nueva etapa. Por eso insisten en la lealtad a lo que hizo Correa y a sus postulados. Del lado de Moreno, se hace hincapié en la nueva etapa definida en el discurso de Moreno del 24 de Mayo en el cual dejó atrás el Socialismo del Siglo XXI y la Revolución Ciudadana. Lealtad con Correa para unos; lealtad a Moreno para los otros. El mano a mano sigue.
En suma, la foto de marras retrata el instante en el cual Correa y los suyos metieron un golazo a Moreno. Los amigos de Moreno no lo creen así e insisten en que hay que seguir viendo el partido. Y evaluarlo en su totalidad.
Una foto en la que se aprecia al lider y su gavilla , este es el grupusculo ( faltan algunos ) que con sus actuaciones y decisiones han devastado al país.
Es la familia monster que tanto daño ha hecho al pais, hay que tenerlos en cuenta
y no olvidar sus rostros de alegría ante tanta miseria y corrupción que han dejado
en nuestro querido Ecuador.-