Rafael Correa, el humanista del cual habla Carlos Marx Carrasco, casi logra su cometido: desterrar el periodismo del país. El paisaje de los medios, tras la mal llamada Revolución Ciudadana, luce devastado. Desaparecieron diarios y revistas. Los canales incautados fueron puestos a su servicio y quebrados. Los periodistas se acostumbraron a trabajar en las redacciones bajo el ojo vigilante de abogados. Algunas grandes empresas se achicaron tanto que su giro de negocio es ahora similar al de hace 20 años. No hubo inversiones, la producción fue deficitaria, la innovación no se ve. Los medios que sobrevivieron se dedicaron a capotear a los miserables que, en la Secretaría de la Comunicación y la Supercom, fueron pagados para hacerles la vida imposible.
El daño no solo es ese. Correa, en un país que no lee, se dedicó a romper periódicos. Y en un país que no debate, clausuró todos los intentos. Prohibió a sus ministros ir a los medios. Quiso convertir los periódicos, las radios y los canales en notarios de su gestión. Casi lo logra. Las noticias dejaron de girar alrededor de los hechos. El correísmo quiso apoderarse del relato; convertir a los periodistas en administradores de versiones. Y siempre quiso que la suya tuviera prelación sobre las restantes.
La historia del correísmo contiene capítulos truculentos contra los medios de comunicación. Sus insultos contra los empresarios de los medios. La persecución descarada contra caricaturistas y periodistas. Las multas montadas y exorbitantes. Las rectificaciones escritas, tituladas, diseñadas por el tribunal de la inquisición correísta. El cambio de biografías. Las interrupciones de programas. Las cadenas. Los pedidos de aclaración… No será fácil superar este intento abyecto, consciente y sistemático para destruir, desde el poder político y con apoyo de académicos como Hernán Reyes, el periodismo en Ecuador.
Reyes no fue el único que suscribió el discurso según el cual la intervención fascista del poder político en la comunicación mejoraría la calidad del periodismo en el país. Romel Jurado es otro nombre para recordar. No solo ayudó a armar la Ley de Comunicación sino que, tres años después de aplicada, pretendió, también él, ver refinerías donde solo hay terrenos aplanados.
La realidad está a la vista: nunca, desde la persecución obsesiva del Ejecutivo y la promulgación de la Ley de Comunicación, el periodismo ecuatoriano ha estado tan mal. Perdió periodistas. La inversión fue penalizada. Algunos de los pocos empresarios que había se retiraron. El oficio perdió mucha de su sustancia. Su objetivo se volvió equilibrar versiones; no buscar la verdad. La autocensura es un hecho. Desde que Correa llegó al poder no hay una sola experiencia icónica en los medios tradicionales del país. Es claro, la década de Correa es el peor retroceso en la historia del periodismo nacional. Lo poco que hay en la columna de activos hay que buscarlo en los portales digitales que fundaron periodistas que perdieron sus empleos. O francamente señalados y perseguidos por el poder, lo cual los convirtió en indeseables en muchas redacciones del país.
No se sabe, por ahora, hasta dónde la sociedad ecuatoriano resintió este intento de convertir el periodismo en correa de transmisión propagandística del poder político correísta. Las desapariciones de la revista Vanguardia y de diario Hoy no generaron zozobra social alguna. Tampoco La ausencia en la pantalla de un periodista polémico como Jorge Ortiz. Lo mismo ocurrió en el caso de Emilio Palacio exilado en Miami. Las muestras de escasa solidaridad nacional con medios como El Universo o Radio Democracia en Quito, amenazada de perder la frecuencia, crea serias interrogantes sobre la convicción profunda que tiene el país en libertad de expresión. ¿Le da lo mismo contar con información independiente y de calidad sobre los procesos sociales y políticos que no tenerla?
Esa es una respuesta pendiente para el periodismo. Hay otras tareas. Quizá la más importante sea recuperar el oficio y renovarlo. Es imprescindible volver a bucear en la sociedad que, contrariamente a lo que quiso hacer creer el correísmo, es plural y compleja. El periodismo puede contribuir a superar la polarización maniquea fraguada por el correísmo. Volver a los hechos, tras una década de intoxicación propagandística, es decisivo para saber lo que realmente ocurrió en todos los campos y acompañar al país en esta transición hacia la democracia.
El paisaje mediático luce devastado. Pero el periodismo fue, sin lugar a dudas, el mayor factor de resistencia a un gobierno autoritario que vio en él su mayor enemigo. Correa perdió esa guerra.
En la foto de la Presidencia, Rafael Correa y Hernán Reyes en la Primera Cumbre para el Periodismo Responsable en los Nuevos Tiempos (Cupre)
Aunque no lo he manifestado antes y seguramente hay miles de personas como yo, debo decir al equipo de los 4 Pelagatos que ustedes nos han llenado no solo de información y de análisis sobre lo que pasa y ha pasado en el país sino que ademas nos han dado esperanza y mucha fe en que tarde o temprano el tirano y su pandilla habrían de desaparecer.
Su valentía y su entrega es insuperable, como otros pocos sobrevivientes y el Ecuador tiene una deuda con todos ustedes. Mil gracias!
Que artículo tan duro: “un país que no lee…que no debate…”, y que triste tener que reconocer que así es, que el “lodo se avienta con ventilador” aunque existamos personas que ni nos hemos acercado al charco. Esto es lo que han construido los 10 años de la revolución ciudadana con vandalismos como el cometido contra la libertad de expresión y el periodismo en el Ecuador: mayor ignorancia, mayor inmadurez política, mayor desidia, mayor desinterés por los que deberían ser temas trascendentales de la conversación del día a día, especialmente entre la gente joven, entre los nuevos profesionales y empresarios, quienes deberían ser los nuevos potenciales líderes. Y qué decepción cuando uno pregunta a colegas en el trabajo, a amistades de los hijos, si le siguen, por ejemplo, a 4Pelagatos o al programa Hora 25: para qué…. es muy tarde…. lo mismo y lo mismo…. Por eso estamos como estamos mi estimado señor Hernández. Al menos a uno le queda el placer y el consuelo de leer a un artífice de las letras como usted.
Estoy seguro que después del balance realizado conciencidamente el sinverguenza de Rafael Correa quedará como el peor presidente de la historia republicana del país y el más corrupto ganándole con creces a Bucaran. Alianza País, quedará como el que lleno de alcahuetes como los del CAL, dejaron robar, dejaron pasar y dejaron huir a la mmayor mafia organizada del país, entre los que se cuentan a los Jalk, a los indios Hernandez, a las come estiércol ex pobretes y hoy peluconas de las Alvarado, Rivadeneira, Aguinaga, al alegre Mera y una caterva de indecente que por ser muchos no se los avanza a nombrar a todos.
Correa fue pura propaganda mentirosa, de ,odio,abuso y delicuencia y cero justicia y fue y sigue siendo la cloaca delicuencial de la ratas verdes.
De todo lo que vamos descubriendo se puede deducir que, todos estos diez años fue una competencia de QUIEN ROBA MAS, que asco de políticos,. desde este maldito y miserable CORREA hasta el ultimo integrante de esta mafia. Cuantos ecuatorianos mueren de hambre y estos se llevan el dinero por millones que HP que son, que sinvergüenza este pendejo de Glass que se atreva a decir que no sabe nada de lo que hacia el ladrón de su tío, ahí se observa que esto ya viene de familia el una mas inocente que el otro.
El albañal que quiere crear el paranoico e inservible solitario pende sobre el Ecuador. El cuadro de penurias de Venezuela es su meta. El pueblo ecuatoriano libre y soberano a preparase para dar la gran batalla. Sería inaceptable volver al país del nefasto pasado correista. El licenciado y sus asesores tendrá conciencia de los planes sucios de la gavilla de AP y su mafioso jefe?.
Este panorama desolador o algo parecido sucede con la educación, amenaza tras amenaza, auditorias educativas (intervienen jovenes que nunca han dado clase), persecución a los prof, que no pensamos igual (no apoyamos a la red), informes y archivos para escribir noche tras noche y tras noche, cursos virtuales, ordenes por correo o wap sap, ya ni en su casa lo dejan en paz, todo herencia de un gobierno de fascinerosos delincuentes asociados para desfalcar el país…
Sr. Hernández, no nombrar al mejor entrevistador que hemos tenido (Carlos Vera Rodríguez), es un lapsus o es una muestra de egoismo de su parte?
El desgobierno de Correa fue de abuso y mas abuso, e ahi los resultados : UN PAIS QUEBRADO
ECONOMICAMENTE Y SIN VALORES. Lo bueno es que hay periodistas que no se amilanan ante
la amenaza de los fascistas y que hablan sin temor ni favor, para que el pueblo este informa-
do.
Don José cómo que no existe la REFINERIA DEL PACÍFICO ?
Si hasta tiene GERENTE, que con seguridad tendrá algunas secretarias, personal de limpieza, choferes, jefe de personal y todo lo demás.
Caso contrario qué clase de GERENTE es el que sale en televisión. Por favor que alguien aclare, la refinería tiene un solo payaso, o también tiene trapecistas, la mujer barbuda etc.
Lo único visible en este circo es un chuyo payaso y NINGUNA CARPA.
Cual es el presupuesto ?
Muy buen análisis José lo suscribo íntegramente.
No olvidemos sin embargo, que la destrucción de la actividad periodística en la década robada se inició por acción de pseudo periodistas esbirros que fueron artífices de este mal. No podemos olvidar a Rolando Panchana promotor y defensor a ultransa de la ley de comunicación, a Patricio Barriga, al Impresentable Carlos Ochoa, Pérez en el Telégrafo, Xavier Lasso , Jorge Gestoso Entervistadores incondicionales que acordaban el libreto para el lucimiento del Twitero, Hernán Reyes, Carlos Rabascal , Marcela Holguin y varios que se me escapan. Ellos tiene una alta responsabilidad en la forma cómo ha quedado la actividad periodística luego de éste nefasto gobierno de Correa.
Excelente análisis.
Muchos intelectuales vendieron su conciencia por un plato de lentejas que ahora ya se acabó. Empezarán a adular a Moreno? El inefable Ochoa debe seguir el ejemplo de Patiño y Pabón.
A propósito de las radios, cómo quedó el concurso para la adjudicación de frecuencias?
Asi es ,Correa perdio la guerra totalitaria contra la libertad de expresion y el periodismo libre.Ojala pronto se pueda derogar la ley MORDAZA