La creación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) en la Constitución de Montecristi se entiende sólo en su contexto: un momento de gran descrédito de los partidos políticos y años de pugnas entre el Legislativo y el Ejecutivo que tenían bloqueada la posibilidad de nombrar autoridades y órganos de control. Surge entonces como un espacio para que millones de ciudadanos que no se sentían representados a través de los partidos políticos, puedan participar en una importante función estatal a través de otras formas de organización en la que muchos se encontraban vinculados. Esta idea, extraña a nuestra tradición constitucional no sólo fue un fracaso sino un fraude. Un solo partido, el de gobierno, simuló carpetas, concursos y resultados. Y así, leales, allegados, esposos, esposas, subalternos, terminaron ocupando –a nombre de la ciudadanía y la sociedad no partidista– este nuevo poder. Los miembros de la comisión de selección eran los ganadores del próximo concurso, un carrusel de favores. Los nombres de los ganadores eran secretos a voces aún antes de que se conozcan los criterios de calificación. Los resultados fueron tan desastrosos que al pensar en una reforma constitucional muchos pensamos en la desaparición del Consejo. En la práctica, eso exigía modificar más de 100 artículos de la Constitución, lo que lo convertía en un imposible a través de consulta popular. El gobierno ofreció entonces una solución en dos etapas: cesar al actual CPCCS y reformar la Constitución para, en adelante, elegir este órgano a través de procesos electorales.
La pregunta recibió el apoyo de más del 60% de los votos válidos emitidos el 4 de febrero. Aunque muy superior a las respuestas negativas, esta fue la pregunta con menos apoyo y la más polémica en el debate, no sólo porque faltaba claridad en lo que sería el nuevo mecanismo sino también porque implicaba conceder gran discrecionalidad al Presidente actual para el manejo de la transición (descarto en este análisis a aquellos cuya motivación para oponerse fue perder sus propios cargos, privilegios o protección política).
Como votante (convencida, lo sigo estando) del SI, decidí mi voto por dos razones: la primera la necesidad de cambiar a los actuales integrantes del CPCCS por su complicidad y negligencia manifiesta, y la segunda, porque el mecanismo vigente en la Constitución no podía eliminarse pero al menos se debía tomar la oportunidad de cambiarlo. Ese es precisamente el problema del proyecto, la diferencia entre lo antes vigente y la nueva propuesta, no es mucha:
Constitución 2018, artículo 207 | Proyecto de ley presentado | |
El Consejo se integrará por siete consejeras o consejeros principales y siete suplentes (…).
La selección de las consejeras y los consejeros se realizará de entre los postulantes que propongan las organizaciones sociales y la ciudadanía.
El proceso de selección será organizado por el Consejo Nacional Electoral, que conducirá el concurso público de oposición y méritos correspondiente, con postulación, veeduría y derecho a impugnación ciudadana de acuerdo con la ley. |
El CPCCS estará integrado por siete consejeras y consejeros principales y siete suplentes, elegidos por sufragio universal, directo, libre y secreto (…).
Serán candidatos a consejeros aquellos ciudadanos seleccionados por el Consejo Nacional Electoral mediante concurso público de méritos y oposición (…).
La selección de los candidatos a consejeros se realizará de entre los postulantes que propongan las organizaciones sociales y la ciudadanía. |
Es verdad que la última palabra no la tendrá el Consejo Nacional Electoral (CNE) sino la ciudadanía a través de sufragio universal; pero sólo podremos elegir de entre aquellos que hayan sido pre selecciones por el Consejo Nacional Electoral. Lo que nos devuelve al mecanismo vigente antes de la consulta. En la práctica, el Consejo y sus miembros que tendrán que elaborar los reglamentos (seguramente direccionados y a la medida, como ha sucedido hasta hoy) en lugar de escoger a 14 personas tendrían que elegir a 28. De entre ellos saldrá el nuevo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. No hay verdadera reforma si no se le quita al CNE la posibilidad de direccionar un concurso, sólo que se nos convoca para legitimar lo hecho.
Si bien hay quien podría argumentar que se “cumple” con la Consulta al convocar a elecciones, la verdad es que una solución como esta burlaría en mucho lo que se ofreció en la campaña. El cambio del CNE a la votación supuestamente fue una apuesta por la democracia, la participación directa, una forma de evitar que el poder político constituido defina y coopte al poder ciudadano. Por eso lo propuesto, es mucho más que un problema logístico.
Es evidente que se tendrá que establecer algún requisito para la postulación o podríamos terminar con, literalmente, miles de candidatos a integrar este nuevo poder, y una situación así de caótica tampoco garantiza los valores de la democracia y la participación; pero estos requisitos no pueden ser sólo una pantalla para conservar el control del mecanismo de designación. Tenemos el deber de pensar opciones. Una podría ser autorizar a presentar candidatos sólo a organizaciones de tercer grado (federaciones que agrupan organizaciones nacionales) y siempre que el nombre o nombres (tendrían que ser dos para garantizar paridad) sean respaldados por al menos 10, 20, 50, organizaciones de este tipo. Un mecanismo así garantizaría que quienes aparezcan en las papeletas no han debido pasar por ningún filtro gubernamental y, dada nuestra última experiencia, éste podría ser ya un buen comienzo.
María Paula Romo es académica y política
En lo referente a la seleccion de los miembros del CPCCS conforme el referendum del 4 fe febrero de 2018, no es complejo, se requiere que los candidatos como dice Maria Paula Romo como opcion” …sólo a organizaciones de tercer grado (federaciones que agrupan organizaciones nacionales) y siempre que el nombre o nombres (tendrían que ser dos para garantizar paridad) sean respaldados por al menos 10, 20, 50, organizaciones de este tipo. Un mecanismo así garantizaría que quienes aparezcan en las papeletas no han debido pasar por ningún filtro gubernamental y, dada nuestra última experiencia, éste podría ser ya un buen comienzo. ” y de ellos el CNE escogeria a los candidatos a consejeros mediante concursos de meritos y oposicion(…) , ciudadanos candidatos que constarian en las papeletas de votacion para que el pueblo a traves del sufragio libre directo y secreto escoja 7 consejeros principales y siete suplentes.
Y olvidaba…es el mismo consejo con consejeros prorrogados y el mismo consejo acusado de fraude…este consejo será el que termine escogiendo a esos 28 personajes…
Buenos días Santiago Fernando, coincido con su comentario, querer entregar al CNE la designación de los nuevos miembros del CPCCS es una tomadura de pelo a los ecuatorianos, un CNE, vendido al correismo, recuerden como fue la campaña de Correa a favor de Moreno, ocupó todo el aparataje estatal y que hizo el CNE nada, luego el apagón que debo muchas dudas en los resultados para presidente. Los ecuatorianos no vamos a permitir que se vurlen de nuestra decisión en las urnas, quieren colocarnos un CPCCS hecho A la medida de Moreno.
Que engano…a.la final nos obligan a votar por quien el CNE nos dictamine…
Si los miembros del Consejo son elegidos de entre los nominados por “grupos”, terminaría de ser muy parecido al Senado que hubo un día, en donde había senadores “funcionales”. Tal vez cambiarían los grupos pero serán los intereses de estos los que prevalecerían.
QUE TAL SI LA HOJA DE VIDA DE LOS POSTULANTES SEA REVISADA POR PERSONAS QUE NO TENGAN INTERESES POLÍTICOS, ECONÓMICOS, PARTIDISTAS Y QUE LAS ENTREVISTAS A LOS POSTULANTES SEA REPLICADA A LA CIUDADANÍA POR TV. RADIO O MEDIOS DIGITALES. CREO QUE HAY CIUDADANOS ECUATORIANOS QUE HAN LLEVADO UNA TRAYECTORIA HONORABLE Y DE SERVICIO A LA COMUNIDAD Y SOLAMENTE CUANDO MUEREN SALEN A RELUCIR SU GRAN CONTRIBUCIÓN A LA HUMANIDAD. NO OLVIDEMOS QUE HUBO UNA FORMACIÓN DE 1000 LÍDERES MORALES AÑOS 89-92) LIDERADA POR 19 UNIVERSIDADES DEL PAÍS.
¿ DÓNDE ESTÁN? SOLAMENTE EN LA UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTIAGO DE GUAYAQUIL NOS FORMAMOS 52.
Mi idea sobre esto es la siguiente: todo tipo de organización puede PRE-postular un candidato al Consejo de Participación, con dos requisitos básicos, presentación de su PRE- candidatura con 15 mil firmas de apoyo mínimo y la calificación de de las organizaciones de apoyo que aunque no sean de la misma base puede asociarse con este fin, este será entregado al CNE. Este organismo revisará y expondrá públicamente su hoja de cualificaciones si existe objeciones públicas al candidato, tendra derecho a impugnar esas objeciones ante el Consejo de participación Social conformada en comisión por sus suplentes, y calificará su candidatura o la rechaza y enviará el informe 80 días antes de su participación electoral. El CNE solo así inscribirá definitivamente la candidatura. En caso de no objeciones al candidato el CNE PODRÁ registrarlo como candidato, limite maximo de candidatos a 50 nacionales para elegir 7 principales y 7 suplentes
María Paula Romo, fue una seguidora aserrima de Correa, apoyo la nueva Constitución de monte Cristi. Ahora quiere dar clases de como se deberia conformar el nuevo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, a mi criterio deberia desaparecer ya que éste organismo siempre se va a acomodar al Gobierno de turno y seguiremos viendo como se colocan personas en los diferentes cargos de acuerdo a sus conveniencias y se seguirá tapando la corrupción como sa ha venido haciendo hasta el momento
Totalmente de acuerdo con Ud. Ese CPCCS nunca será “representativo” de la ciudadanía. En el esquema de la Dr. Romo, se formarían “grupos” de interés para coaptar el Consejo, y esos grupos muy seguramente se originarán en Carondelet.
si la consulta le dio mayor poder a Moreno, él parece no estar enterado, por eso no se amarra los pantalones, y disuelve ese CPCCS, e igual el CNE…
la consulta lo faculta o le da poder para realizar y arreglar las cosas pero parecen que es lo mismos de el otro nada de pago a jubilados ,nada de derogar tabla de drogas nada de seguir a los culpables de la corrupción,
El esfuerzo que se debería hacer es el de desaparecer ese mamotreto de consejo, no sirvió para bien, no sirve y no servirá. Aléjense de torpes novelerías que más se acercan al facismo italiano que a la democracia.
Se da cuenta Ud. el galimatías en que nos metieron con su complicidad el elaborar la “Constitución de Montecristi”? Cuando nos cuenta los detalles?
Todavía no queremos entender que nada ha cambiado. El líder está lavando su dinero con la compra de espacios en la televisión rusa para dar sabatinas a la Unión europea y mos trar su ego. Y el títere con sus secuaces sigue manejando el país como lo hicieron los últimos diez años. ¿Hay otra opción? Creo que no.
Llegar a lo óptimo sería prescindir de la participación del CNE , harto difícil,el punto es que los organismos gubernamentales y estatales carecen de ética y buen proceder,los habitantes de este país seguirémos eligiendo de carrusel en carrusel.El mecanismo es claro,desprestigio y deshonra para los políticos y sus políticas para luego volver por lo mismo sin los mismos . Sin ser igual pero parecido ya entramos en una campaña de desprestigio de algunos negocios(llámense servicios que presta el estado) para concesionarlos a los empresarios privados. Modus operandi sin fin.