El derrotado se hinca y se lleva polvo a la boca para mostrar su derrota. Guacho, el militante de la narco guerrilla llamada FARC, puso de rodillas la estructura de defensa y seguridad. El episodio, que rasgó el alma, por la imposibilidad –o la incapacidad– de traer vivos Paúl, Javier y Efraín, mostró que allí donde el Estado justifica su existencia (en garantizar la vida de los ciudadanos) el Estado no existe.
Los correístas daban alaridos de soberanía, se bajaron la Base de Manta y acabaron los sistemas de cooperación con Estados Unidos. Resucitaron consignas antiimperialistas. Convocaron a la segunda independencia con el panfletario discurso del anquilosado castrismo y así concibieron su política internacional. Alianza con el chavismo y, por definición, con los “subversivos” de la guerrilla que ya hace años dejó de ser la versión romántica de revolución y se convirtió en la fuerza armada del narcotráfico.
Ese torrente de dinero del tráfico de drogas financió a ex guerrilleros; asesinos iconizados por los juglares de la izquierda, que se deshicieron de las armas y blanquearon sus antecedentes criminales por perdones o amnistías. Ese torrente de dinero financió lobistas y embajadores para que los gobiernos bolivarianos fueran permisivos y, en casos, apologistas de las FARC y de otros terroristas protegidos por el eufemismo de “grupos irregulares” o ” subversivos” como un atributo.
Desde hace muchos años, la izquierda se opuso a cualquier acción militar conjunta entre Ecuador y Colombia. También, con las mismas taras de la retórica antiimperialista, sostuvo que la lucha contra las drogas debía hacerse en los mercados de consumo. Así, los terroristas expandieron en la frontera los campos de cultivo y el terror. Uribe, acusado de guerrerista por la izquierda, optó por la vía militar. Limpió las ciudades del miedo, redujo las zonas de cultivo y arrinconó a la dirigencia. Cuando se produjo el bombardeo en Angostura y murió Raúl Reyes, se desnudó que el gobierno ecuatoriano no era parte de una estrategia combinada para combatir el negocio y la amenaza transnacional de la narco guerrilla; era un aliado de esa narco guerrilla.
Es de tal gravedad esta descoordinación entre los Estados ecuatoriano y colombiano, que la crisis en la frontera, las muertes de militares y el secuestro y asesinato de periodistas, mostraron a sus gobiernos en un penoso lavatorio de manos, que evidencia que no tienen idea de lo que sucede en el lindero común. Los ministros del Interior y de Defensa de Ecuador, con los ojos repletos de ignorancia, contradecían versiones sin mostrar evidencias. Por su parte, el presidente Santos, trató de ocultar los enormes boquetes dejados por su llamado “acuerdo de paz”. Para hacerlo, afirmó y luego negó que el autor del asesinato es ecuatoriano y que opera en territorio ecuatoriano. Esto para no enfrentar que Guacho reemplazó en su territorio a Timochenko quien, junto con la cúpula, goza del poder político y de la impunidad regalados por Santos, mientras la guerrilla que no se desmovilizó, cuida el negocio de sembrar y vender cocaína.
El presidente Moreno, por su parte, recién descubre que las relaciones con Colombia y la política para la frontera, durante los años de correísmo, fueron contrarias al combate a la guerrilla y permisiva con sus turbios negocios. Con parsimonia, luego de 17 días de cautiverio, anunció que se reuniría con el presidente Santos para recuperar a los secuestrados. Ya era tarde porque los malvados herederos de Marulanda ya los habían asesinado. Es notorio el impacto de haber desviado la inteligencia y espionaje a perseguir opositores. Se nota que Moreno y su gobierno están extraviados, sin saber qué pasa en la frontera, en donde están los enemigos, y cómo responder a sus ataques. Pretenden reemplazar la falta de estrategia y de estructura por desplantes de rostro de furia maquilladas y por un ultimátum.
Estaba entendido para quienes no nos comimos el cuento de Santos y sus pretensiones como artífice de la paz, que los guerrilleros no iban a abandonar sus círculo de bienestar y fuente de ingresos por el narcotráfico, para dedicarse al trabajo honrado y la participación política con las leyes y restricciones de la civilidad. La impavidez cómplice del correísmo y la cámara lenta del morenismo frente a esas realidades, deja expuestos a los ciudadanos a ser presas inocentes. Dos nuevos secuestrados civiles sufren la vejación a su dignidad, y muchos temen quién será el siguiente.
La frontera es conflictiva para ambos países, no importa de qué nacionalidad es el delincuente ni en qué territorio se delinque. En esa discusión, la impunidad y la inacción se escuda en una línea imaginaria que divide ambos países. El Ecuador, en oposición a lo que ha sido el discurso hegemónico, que ha favorecido a la delincuencia, debe involucrarse militantemente en la lucha de las fuerzas del orden conjuntamente con Colombia, cuyo gobierno debe entender que el acuerdo de paz no acabó con las FARC, que se re etiquetaron, para sostener sus acciones criminales disfrazadas de subversión política. El objetivo debe ser erradicar sembríos, para acabar con el origen del dinero que financia al lumpen que repite el guión de sus mentores, los viejos caudillos de la guerrilla corrupta.
El presidente Moreno, no obstante el simplón pedido de su Secretario de Comunicación, está obligado a apuntar con el dedo a los irresponsables que destartalaron en diez años la política de seguridad y a sus incompetentes ministros que no pudieron siquiera explicar que no tenían nada qué explicar.
Diego Ordóñez es abogado
Por décadas, los mercenarios criollos del narco terrorismo inculcaron la idea de que el problema del narco terrorismo era de Colombia y no de Ecuador. La verdad es que Ecuador era proveedor de logística, recursos, precursores, combustibles, medicina. Correa un traidor a la patria, vendió el territorio de frontera a las FARC y los apoyó, desmatelando el FOL y la inteligencia y prohibiendo operaciones militares contra los narcos, y hasta una carretera les construyó para desalojar la droga.
Las ONG criollas controladas por la narcoguerrilla y secundados por Correa lograron parar las fumigaciones, que determinarán los cultivos de coca, inventando casos falsos de colonos afectados.
Guacho es las FARC, los disidentes son los 60 viejos guerrilleros beneficiados por el fraudulento proceso de paz de Santos, que el pueblo colombiano rechazó contundentemente. Una paz construida sobre impunidad e injusticia, no es paz.
A Usted le pregunto estimado , de que vinculación habla usted de correa con el narcotrafico , usted simula todo lo que nuestra vergonzosa prensa comenta , para su conocimiento en 10 años del correismo se lucho contra el narcotrafico y los numeros lo indican asai que deje su ignorancia y odio para gente igual a usted
Considero que se debe primero dar fin al paso libre en las fronteras, ya que por medio de esto es lo que nos vemos afectados por un mal análisis de política realizado por el actual presidente de la república, las fuerzas armadas mantienen un pésimo control y guía ya que están al mando de personal incompetente, y esto esta cobrando las vidas de ciudadanos inocentes que por amor a la patria dan sus vidas, aun cuando no tenían conocimiento de la verdad sobre las decisiones mal tomadas por parte del gobierno ecuatoriano y los ministros, pero después que todo cese el único culpable de todo sera Lenin Moreno, quien tendrá que saber dar respuestas ante las múltiple situaciones que han generado un descontento en la sociedad.
Jorge Armijos
Ab. Diego Ordoñez, le agradezco por la publicación de mi comentario y aclararle que no soy enemigo de las FFAA, por el contrario mi respeto hacia esa institución que lamentablemente de un tiempo atrás los famosos mandos militares la dejaron que la politicen, mucho de sus integrantes han sido parte de la función pública cuyos resultados han sido un desastre porque su preparación y experiencia no es para ello, metidos en la corrupción en instituciones que han participado y en fronteras que controlan.
Si terminó la guerra con el Perú, de inmediato cual debió haber sido su nuevo escenario que con aprobación legal, ejecuten lo planificado a un nuevo paradigma de conformar una fuerza pequeña, con preparación moderna, equipos, armas y tecnología de punta, gente con preparación constante. Responsables quien?
Si la Policía en un momento dado no puede controlar la seguridad interna, quien entra en su auxilio???, sin embargo el nuevo Ministro de Defensa Gral.(r) Oswaldo Jarrín dice “Las FFAA no pueden tener el control del orden público y la persecución del delito,esas son responsabilidades exclusivas de la Policía”, personalmente no se que quiere decir de acuerdo a la situación que vivimos !!
Ciertos periodistas y la generalidad de políticos nunca dicen nada de esta institución, Por qué?, les tienen miedo !! sin embargo el delincuente Correa los trató como le dio la gana y nunca dijeron nada, Por qué??
Ab. con mi comentario no trato de destruir sino el que se MEJOREN las cosas, principalmente es esta institución base del respeto y desarrollo del país.
GUACHO nos hizo morder el polvo y RAFICO nos hizo creer que los militantes de cuello y corbata de ALIAZA PAIS son de manos limpias y corazones ardientes. Que estupidos que fuimos !
Jorge Armijos
Señor Diego Ordóñez, el concepto que tienen muchos periodistas y el gobierno en particular sobre el narcotraficante guerrillero GUACHO es de lo peor y para deshacerse, como mínimo piden su cabeza, seguramente para mostrar al país y al mundo de lo que este gobierno ha sido capaz para defender a su pueblo, lo que Colombia no lo ha hecho por décadas hasta la presente.
Que yo sepa, una de las debilidades del Ecuador ha sido su diplomacia y hoy ni siquiera existe que lo demostró el presidente Colombiano Santos al lavarse las manos y decir que ese es el problema de los ecuatorianos, que no es nada nuevo porque cuando se ha necesitado su respaldo en litigios con el Perú nunca lo hicieron, para el colmo con el agravante de que por más de 11 años el gobierno ha estado conformado por guerrilleros (me figuro son los GUACHOS ECUATORIANOS) que dirigen las áreas críticas como las seguridades interna y externa.
Usted nada dice sobre la responsabilidad de mandos militares, irresponsables que dejaron desbastar las FFAA por un ignorante mental en materia de seguridad, cómplices de compras corruptas de armamento, equipos y material militar. Atacaron un hospital en el 30S y para cerrar con broche de oro se han dejado imponer Ministros de Defensa guerrilleros e imposiciones de muchos políticos. Señor, sabe usted si han planificado los nuevos escenarios de su Institución y lo más simple Las Estrategias para enfrentar a la guerrilla, país que tiene abierta las fronteras como tierra de nadie y al interior militares y policías jugando pidiendo papeles y la Droga les pasa por las narices. QUE VERGUENZA!!!