A Mauricio Macri le tocó bailar el ritmo que dejó la era kirchnerista en sus 12 años de gestión: un tango amargo que habla de deudas desbordadas y corrupción desvergonzada. Cristina dejó como herencia una deuda pública de más de $240 mil millones, déficit fiscal y una corrupción calculada en $36 mil millones. Los pasos del presidente argentino han sido tibios y desatinados; de un gradualismo torpe. Macri no ha hecho enteramente sus deberes. Nunca dijo a los argentinos en qué situación real encontró al país ni cuál era el camino por donde tenían que transitar. Ahora afronta la ola de críticas como si la tragedia argentina fuera producto del neoliberalismo y no de la administración populista y corrupta de los Kirchner. Chamorro muestra cómo Macri baila el tango que compusieron sus antecesores.
