Thomas Friedman, en su reciente libro “Gracias por llegar tarde”, realiza un magistral recorrido por los avances tecnológicos, que retan a los países a abordar el tren de la globalización tecnológica, que en el futuro transformará el mundo y su visión del desarrollo. Friedman ubica al año 2007 como el inicio de la revolución tecnológica, la más significativa después de la revolución industrial. En el mismo año, en Ecuador se inició un gobierno que marcó una dolorosa y costosa involución.
En 2007, cuando Steve Jobs presentó el Iphone, nació otra era tecnológica. Al mismo tiempo, germinaron un conjunto de empresas e innovaciones que han transformado las formas de producir, actuar, crear, pensar y comunicarse, tanto de personas como de empresas. En 2007, gracias a la empresa Hadoop aumentó exponencialmente la capacidad de los ordenadores, al volver universales los big data. En este año, la empresa Github empezó el desarrollo de una plataforma de código abierto que amplió exponencialmente la capacidad del software. Facebook abrió su red social a quienes tuvieran más de 13 años y una dirección de correo válida, y empezó su crecimiento global. En 2007, Twitter empezó su globalización como sitio web de movilización social. Al tiempo que Google lanzó Android, una plataforma que facilitó a los smartphones su expansión global.
En 2007, AT&T realizó inversiones millonarias para ampliar su capacidad de manejar el tráfico telefónico demandado por la revolución del Smartphone, el tráfico de datos móviles de su red inalámbrica nacional creció más del 100 000 por ciento entre 2007-2014. Satoshi Nakamoto inició el pago digital Bitcoin. Amazon lanzó Kindle, que gracias a la tecnología digital 3G de Qualcomm permite descargar miles de libros desde cualquier sitio.
En 2007 nació Airbnb, la empresa de alquiler temporal para turistas. Palantir Technologies, principal compañía que utiliza análisis de los big data e inteligencia aumentada, lanzó su primera plataforma. IBM, empezó la construcción de Watson, el primer ordenador cognitivo que combina el aprendizaje automático y la inteligencia artificial. En 2007, Intel, el mayor fabricante de chips del mundo, introdujo en los microchips, por primera vez, materiales no basados en el silicio, contribuyendo a que la Ley Moore, que duplica la potencia de los microchips cada dos años, continúe su crecimiento exponencial. Estos y muchos otros avances tecnológicos, marcan otra historia del mundo.
En contrapunto con la revolución tecnológica, en 2007, se inició en Ecuador una década con consecuencias nefastas para toda la sociedad. Las instituciones democráticas que encarnan las libertades individuales, económicas, políticas, sociales y de información, fueron destruidas. Lo mismo los fundamentos económicos y fiscales que sustentan el progreso. El boom petrolero, traducido en 140 000 millones de dólares de producción petrolera, de la que más de 100 000 millones de dólares se exportaron; así como, más de 40 000 millones de dólares adicionales de deuda interna y externa, se despilfarraron en subsidios, en la duplicación de un gasto público irracional, y en una desproporcionada y oprobiosa corrupción.
Para incubar la descomposición de las finanzas públicas, reflejada en elevados e inmanejables déficits fiscales, se eliminaron las bases legales de prudencia fiscal. El populismo autoritario, deformó las valoraciones colectivas del progreso, al crear una ficción de bienestar fundada en el desorbitante gasto público financiado con petróleo y deuda pública, vendida mediante un alienante estado de propaganda. El Ecuador fue condenado a décadas de dependencia de los mercados de capitales, con el irresponsable endeudamiento de 14.750 millones de dólares a tasas de interés de usura. El ciego aislamiento del comercio mundial y el oprobio a la inversión extranjera, incubaron una dolorosa vulnerabilidad del país a la escasez del flujo externo de dólares.
El demagógico aumento de los costos salariales y el desdén por mejorar la productividad, alejaron sin rubor las reformas estructurales que hacen competitiva una economía dolarizada. El gasto social, endeble paradigma de una fallida revolución, no puede sostenerse por estar muy por encima de las posibilidades económicas del país. El retroceso de la producción hacia el año 2014, el paisaje nacional adornado con cinco millones de personas en el desempleo y subempleo, y cuatro millones llamados pobres con la indigna sobrevivencia de menos de 84 dólares al mes, sólo abonan a la tragedia forjada en una década que estigmatiza parte de la historia nacional.
El préstamo de 500 millones de dólares del Banco Goldman Sachs, cuya prenda de 1.200 millones de dólares de bonos grafica la precariedad fiscal y económica del Ecuador, sólo es el inicio de un largo y doloroso camino de reconstrucción económica, que exige atribuir sin descanso, cada costo de los sacrificios futuros, a las monumentales irresponsabilidades de la ignominiosa década de una mal llamada revolución, cínicamente defendida como un enfermizo acto de fe.
La hipoteca del bienestar de las futuras generaciones, no sólo se agiganta por el alto costo de la reconstrucción económica, sino también, por los gigantes esfuerzos inherentes a recuperar las brechas de desarrollo ampliadas ante el avance de otros países y la vertiginosa aceleración de las tecnologías, que marcan otras formas de progreso y creación de riqueza.
Los desafueros de la década perdida, deben ser rigurosamente juzgados y asociados a cada sacrificio futuro, a fin de que los ajustes económicos no alimenten las ciegas añoranzas de los destructivos populismos.
Jaime Carrera economista.
Excelente artículo, elaborado por una autoridad en la materia. Un gran contraste entre el impulso a la creatividad e inventiva versus el populismo destructor. Deberían leerlo tanto correistas como no correistas, los primeros para que empiecen a intentar reflexionar, los segundos para hacerse eco de la frase PROHIBDO OLVIDAR.
Economista Carrera me gusta sus comentarios respecto a sus análisis económicos y como nos ha dejado el gobierno corrupto anterior.Le voy a solicitar Ud. realizar una investigación sobre las frecuencias entregadas a políticos cercanos a Correa en estos últimos 10 años.Le hago esta petición pues nos acercamos a las elecciones y el poder que tienen estas personas es enorme, cada uno de ellos con numerosas frecuencias en diferentes provincias, lo cual les permite realizar una campaña totalmente parcializada mirando sus intereses personales y no de la colectividad.
Este artículo se completa con la mención al estado de propaganda que nos inundó en tiempos corresistas, colocaba como el jaguar de América y por poco del mundo, con el uso fibra óptica como el primer país latinoamericano, con las politicas en contra de los empresarios que son quienes con sus inversiones crean riqueza y puestos de trabajo, con un país donde se puso trabas a las ongs que generaban conocimiento en las sectores sociales como los indígenas, afros, pescadores, artesanos, salud, y educación , con universidades que los transformo en cajas de resonancia de las políticas de gobiernos donde los profesores eran políticos que miraban a la economía del país en franca recuperación mientras todos estábamos en un despeñadero, hospitales llenos de aprendices y los médicos de categoría y experiencia eran obligados a dejar los puestos de trabajo en manos de cubanos que sabían manejar una bandera del comunismos pero que no entendían de cirugías. El robo el despilfarro y la corrupción y la farra con dinero de los ecuatorianos era el almuerzo de cada día de todos estos políticos que lo único que tenían en su mente es como llenarse los bolsillos del dinero mal habido.
Después de todas estas mañas, el Ecuador no nos ofrece absolutamente nada, en ciencia atrasados, tecnología obsoleta, manejo de innovación no existe, cuando un Ecuatoriano recorre del país solo podemos encontrar un atraso de un siglo en todo por ejemplo gobiernos locales atrasados en donde la política de la AP se metió y atrofia todo ( concejo metropolitano de Quito), con ministerios con aprendices , con productores campesinos metidos en una economía social y solidaria que nos les permite crecer ni aspirar a ser medianos productores, un país afectado por deuda descomunal, con falta de capacidad productiva, con falta de liquidez, con estancamiento, deflación y sin rumbo, y la tecnología no llega a las escuelas, colegios y universidad lugares donde debe llegar, con este panorama la pregunta es ¿ cómo podemos ser mejores en el futuro?.