En la columna “Plan prosperidad o deformación de los conceptos” publicada el 30 de agosto, el columnista Pelagato Jaime Carrera, quien es también Director del Observatorio de Política Fiscal, hizo una disección, mejor dicho desguazó los supuestos numéricos, estadísticos y conceptuales del Plan para la Prosperidad del gobierno del presidente Moreno; nombre publicitario de un conjunto desarticulado de medidas, al que también calificó como caricatura.
Carrera demostró que no existe rigurosidad técnica en las cifras de ingresos y gastos; que los datos sobre saldos de deuda son contradictorios entre sí, y con los requerimientos de financiamiento; que los datos sobre la cantidad de burócratas fuera del rol es inconsistente; que las perspectivas de crecimiento son ilusorias; que la proyección de ingresos es desacertada. Todas estas deficiencias en las que se fundamenta el “Plan” son intrínsecas pero, aparte, contradicen una presentación colgada en la web del Ministerio de Economía que pretende mostrar; en cifras increíbles, el ingenuo optimismo del gobierno para atraer inversión.
Lo que hizo Carrera con el “Plan” y con la “Presentación para Inversionistas”, es lo que haría cualquier analista de riesgos para sugerir o aconsejar arriesgar dinero en el Ecuador. Lo habrá hecho Goldman Sachs para pedir al gobierno una garantía del 140% a un desembolso de 500 millones de dólares.
El analista-articulista y el medio (4Pelagatos) hicieron su tarea. Advertir a los ciudadanos, a los políticos y al gobierno que en un asunto tan delicado se obra con impropia ligereza. No obstante, la respuesta del conjunto de la sociedad ha sido el silencio.
Hay una especia de conjura de condescendencia. Criticar al régimen parece una conspiración con el troglodita del ático. La consigna pública es “estamos en el camino correcto” aunque, privadamente, se reconoce que no hay intención cierta y peor resultado evidente de reducir gasto de personal, que no se entiende que es urgente algo más de prisa en solventar la crisis fiscal y remover todo obstáculo que permita mejores niveles de competitividad. Que hay serios riesgos que la inmovilidad, condicionada por encuestas, reproduzca el fracaso suscitado en Argentina. En este sentido reflexionó José Hidalgo, columnista Pelagato, Director General de CORDES.
En la Asamblea andan pescando pequeños escándalos mediáticos o debatiendo insulsas resoluciones. Poca predisposición existe para debatir, allí en el cenáculo de la democracia y centrar la atención en pedir información, explicaciones o justificaciones al Ministro de Economía sobre lo que expuso con nitidez Jaime Carrera. Los medios impresos parece eluden dedicar una nota o una columna de análisis sobre las deficiencias del que llaman “Plan”. Los gremios empresariales atrapados en la epidermis de la crisis y sin agenda sobre los cambios estructurales para favorecer el despabilamiento de la economía real que es por donde viene el crecimiento y la oferta de empleo.
Es verdad que los críticos al gobierno no son triturados por la publicidad. Es sin duda, una inmensa y virtuoso diferencia con el correísmo y sus sucias prácticas de descalificaciones. Pero no recoger las opiniones, no ofrecer explicaciones, no responder por errores, aceptarlos y corregirlos, es una forma pasiva de desechar la critica.
Moreno ha propiciado muchos cambios en lo político, sin llegar a reformas estructurales. Aprovechó que la oposición anticorreísta, enfrentado adversidades incluso con riesgos personales y patrimoniales, construyó un escenario propicio para proscribir el abuso y corrupta prepotencia de Correa. En ese ambiente fue posible la consulta popular y el subsecuente trabajo del Consejo de Participación Ciudadana Transitorio que opera con la fluidez que ofrece una opinión pública favorable. Pero en lo económico no ha avanzado con la celeridad y urgencia necesarias. Ha desaprovechado esa resistencia permisiva a que también, en esta área, se adopten medidas duras para corregir las aberraciones de diez años de despilfarro. Han preferido, sin embargo, una línea de tibieza timorata y maquillar la magnitud del daño económico para no enfrentar la magnitud de las reformas que se deben hacer. Aunque en las declaraciones, expresiones de intención se notan rasgos de lo que se debe emprender, en las acciones se siente no se completa un paso en firme.
Penosamente, esto que es posible en el interior del País, de eludir justificar los supuestos teóricos y numéricos de las medidas económicas, o de sostenerse con cifras contradictorias, no es posible en el exterior. Los inversionistas son implacables con las inconsistencias y con la poca credibilidad de un plan económico y eso se refleja en la tasa de interés y en la calificación del riesgo. Por eso, Goldman Sachs entregó un crédito al gobierno en condiciones que muestra la percepción de riesgo.
Diego Ordóñez es abogado.
El lado financiero de un País es fundamental para el bienestar de toda la población ya que es quien sostiene la economía del país. En ocasiones la economía del país es fatal es ahí cuando las población sufre.
Para ello debemos elegir a representantes los cuales sean HONESTOS, HONRADOS, y sobre todo buenos seres humanos para que saquen adelante el país y no lo hundan más.
QUÍEN PUEDE REFUTAR EN ESTE GOBIERNO VERDADES CLARAS,SI EL MISMO MORENO DICE CUANDO LE PIDEN EMPLEO,QUE EN LA BUROCRACÍA YA NO ENTRA NI UN SOLO ALFILER.HE MANIFESTADO EN MUCHOS DE MIS COMENTARIOS,QUE ESTAMOS VIVIENDO Y COMIENDO DEL FIO.LA FIESTA DEL DEPILFARRO NO HA TERMINADO,EL PRIOSTE MAYOR CONFUNDIDO DE LO QUE NO SE DEBE HACER,Y OFRECER ,ANDA POR AHÍ HACIENDO REIR Y LA GENTE SE PRESTA,Y TODO CAMINA A PASO DE TORTUGA, EN TODO .PUEBLO CONFUNDIDO,DESINFORMADO.PARA REIRSE EL ALBAÑIL ME CUENTA QUE CON CORREA NO HUBISEN ENTRADO TANTOS VENEZOLANOS.EL CORREATO DEJO MUY BIEN SEMBRADO:IMPUNIDAD CAMARADERÍA,ROBO DESCARO,ODIO,CINISMO,PODREDUNBRE,PERO SOBRE TODO IGNORANCIA.
Con el plan de prosperidad de Moreno, el Ecuador es un país estable para la inversión extranjera. Siempre y cuando los inversionistas consigan una ventaja superior al 140% que le dieron a Goldman Sachs. De lo contrario olvídense de inversión extranjera, así de fácil.
La salud financiera de un País, es fundamental para el bienestar de toda la población. Si la economía está enferma, el resultado será desastroso para toda la Sociedad. Así como se creo el Consejo de participación ciudadana, con notables Ecuatorianos, se debería crear una Comisión Económica con la participación de notables Economistas de acrisolada honradez, con amplio y probado conocimiento en su profesión, para que planifiquen una hoja de ruta económica real para salir de la crisis finaciera que se nos avecina.
Felicitaciones a los columnistas de 4 Pelagatos Jaime Carrera y Diego Ordoñez por sus análisis críticos sobre el “plan para la prosperidad del gobierno del Presidente Moreno …”
“Carrera demostró que no existe rigurosidad técnica en las cifras de ingresos y gastos; que los datos sobre saldos de deuda son contradictorios entre sí, y con los requerimientos de financiamiento; que los datos sobre la cantidad de burócratas fuera del rol es inconsistente; que las perspectivas de crecimiento son ilusorias; que la proyección de ingresos es desacertada. Todas estas deficiencias en las que se fundamenta el “Plan” son intrínsecas pero, aparte, contradicen una presentación colgada en la web del Ministerio de Economía que pretende mostrar; en cifras increíbles, el ingenuo optimismo del gobierno para atraer inversión.”
“…y elsubsecuente trabajo del Consejo de Participación Ciudadana Transitorio que opera con la fluidez que ofrece una opinión pública favorable. Pero en lo económico no ha avanzado con la celeridad y urgencia necesarias. Ha desaprovechado esa resistencia permisiva a que también, en esta área, se adopten medidas duras para corregir las aberraciones de diez años de despilfarro. Han preferido, sin embargo, una línea de tibieza timorata y maquillar la magnitud del daño económico para no enfrentar la magnitud de las reformas que se deben hacer. Aunque en las declaraciones, expresiones de intención se notan rasgos de lo que se debe emprender, en las acciones se siente no se completa un paso en firme.”
En resumen el plan carece de transparencia en las cifras que se manejan y falta decisión y voluntad por parte de Moreno para la realización de cambios estructurales radicales en este campo y no existen iniciativas en la Asamblea Nacional.