Presidente,
Usted parece llamado a provocar un gran remezón en el gobierno y en la sociedad. O a administrar momentos que podrían ser dramáticos en su mandato.
Pongámoslo así: una sociedad que confronta rupturas de fondo, es una sociedad dubitativa y temerosa. Y también nerviosa. Desde el 24 de Mayo del año pasado –para ser fiel con el calendario oficial– Ecuador vive en un tobogán emocional. Usted por muchas razones –sobre todo de conveniencia política– rompió con su compañero de partido. Usted dijo cosas que en el país se sabían pero que muy pocos pensaron que saldrían directamente desde Carondelet: el autoritarismo, las cifras falsas de la economía, la corrupción… Usted contribuyó, en forma decisiva, a que el país saliera del ensimismamiento autoritario en el cual lo había sumido el aparato de propaganda correísta.
A esa ruptura, se sumó el fin de la bonanza económica que el correísmo desperdició. Dos eventos que sacudieron al país y que hicieron pensar a muchos, por un momento, que se bastaban a sí mismos para marcar los nuevos derroteros. Total, se trataba de volver a la normalidad democrática. Pero no: salir del correísmo, asumir secuelas y facturas y superarlo, es todo un programa. En otros países, con traumas más o menos parecidos, estos períodos se manejan como una transición. Y se viven como un proceso que se piensa, se prepara, se propone, se debate, se acuerda, arranca, se consolida, se divide en etapas, tiene fecha de cierre… Y, claro, un proceso de este tipo requiere un gran liderazgo. Que no puede ser otro que el suyo, Presidente.
Durante meses se preguntó –en este medio lo hicimos– cuál era el papel de su gobierno tras diez años de autoritarismo. Y personas de su equipo, respondieron que no solo lo estaban pensando sino que incluso le iban a buscar un lema: algo que lo singularizara; que no lo limitara a ser un gobierno de transición. Algunos entendían que debían, desde los pasillos oficiales, servir y recomponer la tendencia. No era evidente entonces y, al parecer, no es evidente ahora, que su gobierno tiene que asumir ese rol.
Las circunstancias, desde el inicio, y más ahora, imponen el perfil de su administración: un gobierno de transición. Ese estatus define un período, una misión, un tipo de tareas, un prototipo de liderazgo. Es evidente, Presidente, que a pesar de las responsabilidades que le incumben por haber hecho parte del correísmo, usted y su gobierno no pueden hacerse cargo de todas las facturas y costos de la década pasada. Esa gestión es nacional, puede ser dolorosa, es compleja, es altamente política y requiere de un acompañamiento social y político pues no basta transparentar las cuentas y pedir justicia contra los correístas que abusaron y robaron. Hay que reinstitucionalizar el país y reactivar la economía; hay que luchar contra la corrupción y negociar los nuevos equilibrios y controles que siempre requiere el poder. Dicho de otra manera, usted tiene que liderar un proceso que no beneficia a ningún ciudadano en particular, pero que le conviene a todos. En esa tarea su gobierno ha perdido mucho tiempo, pero a usted le quedan dos años y siete meses.
Y esto solo lo podrá hacer si el país ve, en forma tan diáfana como lapidaria, que a usted y al personal de su gobierno solo los mueven esas tareas, esos intereses. No la tendencia política; no las próximas elecciones; no las licitaciones. Se entiende, Presidente, por qué en este período de alta densidad política, su perfil no puede ser el de un ser misericordioso y bonachón, sino el de un líder que tiende puentes, acerca posiciones, obtiene concesiones, se juega por causas que ya no son suyas: son las que le imponen al país el momento político y el ánimo depresivo, fruto de la crisis económica.
Si no hay un remezón en su gobierno, si no acota las tareas a las que el país requiere (no al Plan Toda una vida), el distanciamiento entre usted y la opinión podrá ampliarse y convertirse en pan bendito para los promotores del caos que, con perfume belga o sin él, ahora pululan.
Si su gobierno no se asume como uno de transición y si su perfil no cambia, será imposible ejecutar un acuerdo mínimo nacional sin el cual Ecuador no saldrá. Y a usted, Presidente, le corresponde liderarlo.
Primera entrega: ¿Le sienta bien ser un mandatario descafeinado?
Tercera entrega: Se juega por un-acuerdo nacional mínimo
Foto: Presidencia de la República
Saludos Sr. Hernández.
Me parece muy bueno su análisis. pero pensar que sólo es gobierno de transición es liberarlo de la responsabilidad social, económica y sobre todo política que tiene el actual gobierno con todo el pueblo. Que pesar que aún estamos con una retórica de campaña y el presidente no gobierna de verdad.
Hasta pronto
José Hernández, con un cordial saludo, el Presidente actual está varado y ya no tiene que decir respecto a la crisis, incluso ha perdido el discurso contra el gobierno anterior. Me recuerda los últimos días del gobierno de Mahuad. Sin embargo, tiene la posibilidad de liderar un diálogo para un cambio de gobierno ordenado, donde si hay un acuerdo total entre los actores políticos. En el reparto del poder a distintos grupos, se ha liberado del trabajo de gobernar, por lo que tiene tiempo para liderar la transición a un nuevo régimen que nazca de elecciones libres sin fraude y aplique una propuesta de salvación nacional. El próximo viaje a China no se justifica y debe centrarse en la gestion para la entrega del poder a un gobierno legítimo, de amplio consenso.
Articulo dramático…este gobierno desde el Dia Uno se viene cayendo a pedazos. Primero por su origen ilegítimo y segundo por la inoperancia, ineficiencia y desidia. Moreno no es un estadista, Moreno no esta ni mental ni físicamente preparado para gobernar, a pesar de que medios de comunicación y prensa lo sostengan, pronto tambien empezarán a tomar distancia….y con un petróleo de 80usd…no quiero imaginar Ecuador con Moreno y un petróleo de 30usd…
Quienes se enfrentan diariamente contra el poder, sin temor ni favor, no pueden dar su brazo a torcer, porque conocen perfectamente cual es su papel como orientadores de la sociedad. Asi lo han demostrado quienes están al frente de este blog leido con profusión dentro y fuera del país. Por eso el ataque muchas veces incomprensible de ciudadanos que no sopesan la gran responsabilidad de un verdadero comunicador social. El actual gobierno producto de una componenda política atrabiliaria de hechos sucedidos en cadena en los últimos lustros, culminará su período sin atender los verdaderos problemas que aquejan a la nación. Cómo es posible por ejemplo que el actual mandatario esté cobrando doble sueldo del erario como ex Vicepresidente de Correa y ahora como Presidente de la República, sin ningún reparo ético ni conciencia social, cuando hay miles de ecuatorianos que no tienen ni un dólar para llevar el pan a sus hogares. La fiesta correista y morenista, asi como sus adláteres continuará hasta que aparezcan verdaderos líderes, patriotas, que errumben al país por el camino del progreso y la superación.
Francisco Medina Manrique
En el escrito de José Hernández señala”
“…el autoritarismo, las cifras falsas de la economía, la corrupción… Usted contribuyó, en forma decisiva, a que el país saliera del ensimismamiento autoritario en el cual lo había sumido el aparato de propaganda correísta.”
sobre el atoritarismo es real lo expresado, en cusnto alas cfras falsas de ls economia hasta la presente no se transparenta estas cifras y en cuanto a la corrupción en el gobierno de Correa la justicia no ha sido eficiente ni efectiva en la determinación de responsabilidades.
“…En otros países, con traumas más o menos parecidos, estos períodos se manejan como una transición. Y se viven como un proceso que se piensa, se prepara, se propone, se debate, se acuerda, arranca, se consolida, se divide en etapas, tiene fecha de cierre… Y, claro, un proceso de este tipo requiere un gran liderazgo…”
“…Se entiende, Presidente, por qué en este período de alta densidad política, su perfil no puede ser el de un ser misericordioso y bonachón, sino el de un líder que tiende puentes, acerca posiciones, obtiene concesiones, se juega por causas que ya no son suyas: son las que le imponen al país el momento político y el ánimo depresivo, fruto de la crisis económica.”
Sobre estas etapas de transición o traumas que vive el Ecuador aun, no se ha puesto en marcha ningún proceso por la falta de liderazgo de iMoreno , el país esta a la deriva y se hunde irremediablemente, el gobernante actual debe dar un paso al costado y dejar el camino libre para que otro ciudadano con liderazgo nos gobierne.
Artículo lleno de verdad! Ojalá el Licen se de el tiempo en leerlo y espabile de una vez por todas..Él sabe muchos secretos de sus panas de antaño y también sabe, si es que abre su boca, caerá bien hondo..Es un gobierno de transición y punto!! Ecuador despertará en algún momento de éste letargo?
Interesante articulo, pero a mi modo de ver falla estrepitosamente al final en llamar “promotores del caos” a quienes piden cuentas a Moreno aun a costa de generar caos en una democracia con minúsculas.
Hay que ser críticos con Correa por su corrupción y autoritarismo pero tanto o mas con Moreno por su desidia y debilidad que es lo que este momento nos toca vivir
Ecuador se equivoco del medio a la mitad eligiendo a alguien que no nació para ser líder ni para estar dispuesto para jugársela por el país en uno de sus momentos mas críticos de su historia.
No se trata de celebrar que Moreno expuso las mentiras del correismo como han hecho algunos, eso no es ningún mérito cuando supuestamente Correa ya no tiene poder, esto debido porque centenas, tal vez miles lucharon silenciosamente (Moreno nunca entre ellos) para que eso suceda, algunos incluso a costa de sus vidas y cuando Correa tuvo todo el poder, ahora Moreno lo que hace es seguir jugando sus fichas, exactamente lo que hizo Correa, Palacio, Lucio cuando gobernaban, repito, nada que celebrar y si eso es promover el caos, pues en buena hora y a mucho orgullo ser promotor de el.
Dice usted, señor Hernández, que un proceso (de volver a la normalidad democrática y salir del correismo), requiere un gran liderazgo. Que no puede ser otro que el de Moreno.
¡¡¡Ese es el dilema!!! ¿Cómo se pretende que alguien que no nació para ser líder, ejerza liderazgo? Un líder toma decisiones universales, pensando siempre en el beneficio general de la población y no de grupúsculos, aún a costa de perder amigos. Lamentablemente en Ecuador hasta ahora no nace un líder con esa cualidad, pues todos, sin excepción, han dado más importancia a la amistad que al deber sagrado de administrar la Nación.
Moreno, con el debido respeto, en más de un año no ha sido capaz de impulsar a través de la Procuraduría juicios contra los corruptos ya identificados, como si la riqueza sustraída no fuera de los ecuatorianos. Capaya, dizque iba a cantar todo lo que sabía y hasta ahora sólo silva en su celda. La cárcel 4, un poco más y la convierten en una pensión de mala muerte.
Qué diferencia de la justicia de Argentina en la que se aprecian jueces y fiscales que dinamizan las investigaciones al punto de que la corrupta Cristina está al borde de vivir en la cárcel y hacerle compañía a otros que sirvieron en su gobierno. Pero en Ecuador, la tortuga camina más rápito…y tanto que habló de la cirugía mayor…¿o cuentero mayor?
Ángel,
Nuestro deber como ciudadanos es exigir a aquellos que están en los puestos de dirección (y Lenín Moreno es Presidente de la República) asumir las tareas que por su función deben cumplir. Si esa centralidad del poder se pierde, entonces hay que celebrar el caos. Cordial saludo.
¿Pedir peras al olmo? No olvidemos el retrato que hizo Mangas del actual mandatario…lo identificó de cuerpo entero, tal cual es. Por tanto, tiene razón usted José: Celebremos el caos.
Respetuoso saludo.