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¿Y quién firmó la paz con el Perú?

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Ecuador acaba de celebrar el vigésimo aniversario de la paz con el Perú. Un acierto histórico que la tranquilidad de las dos sociedades y los resultados económicos y comerciales refrendan. Pero es una celebración sin protagonistas. Como si hubiera ocurrido por acto de magia. No se ha dicho quiénes firmaron la paz. Ni cómo vivieron las sociedades y sus políticos aquellos hechos. Es inverosímil que un evento histórico tan trascendental en la vida de Ecuador y Perú pase tan desapercibido.

No se ha hablado de los dos actores principales de aquel hito. Los dos tienen hoy en común ser considerados como cadáveres políticos, refundidos en los armarios, de los que no conviene hablar: Jamil Mahuad y Alberto Fujimori. Mahuad está en Estados Unidos y ha sido borrado de esta celebración por errores suyos que lo llevaron a decretar el feriado bancario, de fatal recordación. Fujimori, fuera de la paz con Ecuador, representa un crudo momento de la historia peruana. Si no ha vuelto a la cárcel, a sus 80 años, es por razones estrictamente humanitarias debidas a su estado de salud. Así el vigésimo aniversario de la paz se celebra sin nombrar siquiera a sus líderes. Y no hay –a juzgar por el silencio que impera– ningún otro actor (diplomático, político, social…) que haya sido vital en ese proceso. Si José Ayala Lasso no hubiera escrito “Así se ganó la paz”, quizá su papel, a la cabeza de la Cancillería ecuatoriana en ese momento, se hubiera diluido como ha ocurrido con otros tantos.

Diario El Comercio ni siquiera ha puesto en evidencia el trabajo extraordinario de su ex directora Guadalupe Mantilla de Acquaviva. Ella, consciente de los beneficios de la paz y decidida a empujar el proceso en ese sentido, puso el diario al servicio de la paz. El Comercio organizó una veintena de foros nacionales sobre ese tema. Desde Tulcán hasta Huaquillas. Dando la palabra a todas las fuerzas políticas, incluso las más recalcitrantes en ese momento. Como Norma Plaza en Guayaquil, decidida, en nombre del patriotismo, a oponerse a toda forma de acuerdo con el Perú. El Comercio hizo cosas poco ortodoxas. Por ejemplo, dar la palabra a los peruanos a pesar de la oposición abierta del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Era evidente que si se quería hacer la paz, había que presentar las aspiraciones de la parte contraria. Un acuerdo con El Comercio de Lima permitió, además, intercambiar informaciones y enviados especiales que pudieron trabajar en las instalaciones de esos diarios en Quito y en Lima. Esto creó resquemor con los militares en Quito, pero Guadalupe Mantilla mantuvo las decisiones y encaró las críticas y las respondió con una fortaleza indeclinable. Es evidente que su trabajo, y el de los otros medios que tuvieron posiciones similares, sirvió para crear un ambiente favorable a la negociación y a la paz.

Otro actor del cual no se habla fue Mario Ribadeneira. Él fue el responsable de los encuentros de Cusín; una hacienda que queda Junto al Lago de San Pablo, en Imbabura. Cusín es clave, en este caso, porque allí se dieron cita –a puerta cerrada pero habiéndolo anunciado al país– unas 50 personas, representantes del Estado, de la política y de la sociedad. La idea era avanzar en el entendimiento interno sobre la paz con el Perú para acompañar al gobierno y refrendar el acuerdo en el Congreso Nacional. En Cusín se logró que León Febres Cordero (en Guayaquil) y Jaime Nebot (presente), partidarios de la herida abierta, cedieran. Tras largas jornadas de debates, los socialcristianos decidieron no adherir al acuerdo pero tampoco oponerse en el Congreso. Mario Ribadeneira no solo organizó esos encuentros: logró apoyos externos para traer a eminentes facilitadores; uno de ellos Óscar Arias, quien había concluido su primera Presidencia en Costa Rica.

Hay así un vasto ramillete de actores de un evento histórico que Carondelet apenas subrayó con la visita de Martín Vizcarra, presidente peruano. Mario Ribadeneira lo hizo en el Museo del Alabado con una exposición del fotógrafo peruano Martín Chambi y la presencia del ex canciller Ayala Lasso. Pero, en general, esta fue una celebración en la cual ni siquiera se evocó a los protagonistas principales. A este ritmo, nadie sabrá en un futuro cercano quiénes pusieron fin, el 26 de octubre de 1998, al conflicto limítrofe que más pesó en la historia del Ecuador.

Foto: diario El Comercio de Lima

18 Comments

  1. Hasta que al fin se habla de HISTORIA, con mayúsculas, en 4Pelagatos. Y sobre todo de esta HISTORIA en particular, tan trascendental para nuestro presente y futuro, y de sus ignorados protagonistas…! Hubiera sido esta fecha distinta si el Doctor “Mentira Fresca” que gobernó la República durante casi 11 años hubiera decidido reelegirse? Desde ya, conservaré esta página entre mis links favoritos y se volverá una referencia de consulta obligatoria…!
    Muchas Gracias!

  2. Luego de la firma de la paz entrevisté largamente a los principales negociadores ecuatorianos, de la fase final, incluidos por supuesto el canciller Ayala Lasso y los presidentes Mahuad y Fujimori. Recuerdo que los primeros libros de ‘Al filo de la paz’, que así bauticé libro, me los trajeron de la imprenta mientras almorzaba con el embajador de Chile, Jorge Burgos, y la escritora Rosa Montero, en medio de un encuentro literario frustrado por los acontecimientos políticos. Aquella semana fatal de marzo de 1999 había empezado con el feriado y en la noche del almuerzo, Mahuad decretó en cadena nacional el congelamiento bancario. Al día siguiente, a nadie le importaba ya la paz; estábamos ante otro Ecuador y otro Mahuad.

  3. Se está olvidando de que Sixto Durán-Ballén, en febrero de 1996, propuso, por medio de su canciller, Galo Leoro, que los garantes pudieran intervenir en los diálogos de paz que se habían instalado y no avanzaban porque las partes tenían posiciones irreconciliables. Le pidió a Galo Leoro que propusiera esa iniciativa, que aceptada por la delegación peruana, se destrabaron las conversaciones, intervinieron los garantes con soluciones que finalmente produjeron el resultado de la firma en Itamarati. Hay que reconocer los méritos de Sixto. Fui testigo presencial de esa reunión en que el presidente ecuatoriano dispuso que su canciller propusiera la idea que fructificó en la paz.

  4. Jamil tiene dos aciertos importantes y quizá de los más trascendentales en la historia republicana: el haber firmado la paz con el Perú y la estabilidad económica de los siguientes 8 años producto de la dolarización de la economía, que de no ser por el mayor atracador de la Historia, surgido del inframundo de la mafia que instauró el Estado delincuencial que persiste y que arruinó la economía del país en la década perdida, nuestro futuro seria prometedor.

  5. Por salud de la Patria, ¿deberíamos perdonar a Mahuad y volver a ponerlo en la historia de este país?. Además de la paz con el Perú, este señor dolarizó nuestra moneda que es la que no ha permitido que los delincuentes terminen con este país como está sucediendo en Venezuela.

    No se enojen, sólo pregunto.

    • también deberíamos tener pendiente el día del cambio de la moneda, cuando amenazó a las empresas con abrir las fronteras si los productos no bajaban de precio y con la congelación del dólar; acto siguiente los militares lo sacaron del palacio y la gente invadió las calles..
      ah y de paso agradecer a la CIA a sus agentes y acciones secretas que por décadas de actuación impedían el ingreso de esos “robolucionarios” a las arcas del estado…
      pero ni modo, nos toca seguir entendiendo y aprendiendo de historia – aunque hoy sea un joby de viejos – porque hasta ahora se sigue ensenando en las escuelas a memorizar los nombres de “esos héroes” que sólo han ambicionado el poder y el dominio sobre el pueblo…

    • mmmm… y también deberíamos tener pendiente el día del cambio de la moneda, cuando amenazó a las empresas con abrir las fronteras si los productos no bajaban de precio y con la congelación del dólar; acto siguiente los militares lo sacaron del palacio y la gente invadió las calles..
      ah y de paso agradecer a la CIA a sus agentes y acciones secretas que por décadas de actuación impedían el ingreso de esos “robolucionarios” a las arcas del estado…
      pero ni modo, nos toca seguir entendiendo y aprendiendo de historia – aunque hoy sea un joby de viejos – porque hasta ahora se sigue ensenando en las escuelas a memorizar los nombres de “esos héroes” que sólo han ambicionado el poder y el dominio sobre el pueblo…

  6. Señor Hernández, mucha gente trabajó por la paz, y lo hicieron bien. Por eso dolió la versión de que en la revista Caretas se comentaba que refrendar esa paz en el Congreso del Ecuador habría costado. Hasta se especularon montos y se autodesignaron diputados investigadores. En Lima busqué la fuente de esa versión, no la encontré ni en Caretas ni en ninguna publicación limeña de esa época. Ahora, visto en perspectiva, esa perversa versión fue un vano intento por echar lodo en el acuerdo, y, desde luego, en la imagen del Congreso.

  7. Totalmente de acuerdo con Ud, pero también se olvidaron (y a ud tambien) de las FFAA, de sus combatientes, muertos y heridos, sin cuyo triunfo sobre las fuerzas militares peruanas, jamás hubiera habido ninguna firma de paz y el Perú se hubiera tomado más territorio patrio.

  8. Lo mejor fue lograr la paz gracias a Mahuad y Fujimori, porque de lo contrario hasta ahora estuvieramos gastando enormes cantidades de dinero, en armamento mediante gastos reservados y ultra secretos sobre los que nadie podía opinar y pregonando la cantaleta de la Herida Abierta.

  9. Dejando de lado todo lo malo que hizo Mahuad, que sin la menor duda fue mucho, hay dos legados extraordinarios para bien del país:

    1. La firma de la paz con Perú, con lo cual se cerró definitivamente la frontera, se alejó el fantasma – y negocio- de la guerra. Con ello se ha podido reformular el presupuesto habitual que se dedicaba a la compra de armamento, a su equipamiento y a la preparación de su personal; particular que, aunque no lo sintamos de forma permanente, va en beneficio de la inversión en obra pública y similares. Esta es una herencia incalculable para la presente y todas las posteriores generaciones.

    2. La dolarización, que ha traído estabilidad económica y la preservación del poder adquisitivo del conjunto de la población. Durante la década correísta, caracterizada por el despilfarro y la irresponsabilidad en el manejo de las finanzas públicas constituyó un blindaje que evitó vivir en nuestro país lo que hoy sucede en Venezuela. A futuro (es una pena que no haya sido aprovechada hasta el momento) constituirá un atractivo para muchos inversionistas que colocarán su dinero con mayor confianza donde existe una moneda dura. En resumen la adopción del dólar ha sido, es y será de incalculable valor para el Ecuador.

  10. La historia es ingrata cuando el egoísmo, la ignorancia y la envidia de los celebrantes de fechas memorables se impone y no mencionan a los personajes que las lograron . La paz firmada por Mahuad y Fujimori los redime de posteriores errrores, no existe bien más preciado que la paz definitiva para alejar la guerra, el invento más estúpido de la especie humana.

    • Totalmente de acuerdo. Magias hizo el milagro de la Paz. Debería ser “ redimido” y reconocido que con ese acto se borra cualquier error cometido. Que regrese Mahuad al Ecuador y se lo condecore. El no se benefició de un solo centavo. Hasta cierto punto ha sido una víctima de la política sucia de nuestro País.

  11. Oportuna observación.

    En la memoria histórica de este hecho de tanta trascendencia se soslaya lo importante que fue la participación de la población fronteriza de ambos países. Se generó una gran actividad de la sociedad civil para promocionar la firma de la paz.

    Solo por mencionar que se realizaron varias reuniones, tanto en Piura como en Loja, era un ir y venir de gente interesada en firmar la paz. La más importante fue una masiva reunión en Piura, que obligó a Fujimori a enviar a su Vicepresidente (Márquez) para que asista a los actos. El Sr. Márquez debió informar al Presidente peruano de la magnitud de la reunión y de la decisión de la población fronteriza de ambas naciones de luchar hasta conseguir la paz. En estos actos en los que participamos, asistimos no menos de 250 personas de Loja, representantes de las más diversas organizaciones (cámaras, gremios, etc) más muchos ciudadanos de El Oro y de Piura. Estimo que en las asambleas participábamos no menos de 500 personas. Recuerdo que toda la hotelería de Piura colapsó y fue necesario trasladarse a pernoctar en Chiclayo. Lo curioso de esta reunión es que la prensa, tanto ecuatoriana como peruana ni siquiera la mencionaron, como que no habría ocurrido nada.

    Jamil Mahuad, siendo lojano de nacimiento sabía que el costo de la guerra la pagamos las provincias de la frontera, fue la población la que pagó esa enorme factura. El NEGOCIO de la guerra lo hacían Quito, Guayaquil y Lima. Porque la guerra era un negocio. Supongo que ese conocimiento cercano de la realidad hizo que Mahuad se incline por la firma.

    La firma de la paz es un acto histórico que debería ser analizado en su real importancia. Para las provincias de frontera ha sido un alivio no tener que convivir con el fantasma de la guerra. Pero también es necesario mencionar que los beneficios de la paz no llegan a la población. El Plan Binacional sigue siendo una quimera llena de buenas intenciones. Las dificultades y trabas burocráticas no han cambiado.

  12. Cometen un error. Los socialcristianos con Jaime Nebot a la cabeza votamos a favor del acuerdo de paz en el Congreso Nacional. Sin nuestros votos no hubiera habido mayoría en el Congreso Nacional.

    • Don Alfredo,
      Usted no estuvo en Cusín (este pelagato sí). Sus votos fueron producto de la presión que allí hubo sobre Jaime Nebot y, por su conducto, sobre Febres Cordero. La nota refiere lo que ocurrió en Cusín y lo que comunicó Jaime Nebot, ante la satisfacción general, la última noche de esa reunión. Se dice en la nota, además, que los socialcristianos decidieron no oponerse.

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