Un conocido refrán reza: “Sin verdad no hay justicia”. Cinco potentes palabras que cobran un gran sentido y fuerza cuando se trata de exigir desde la ciudadanía que hechos execrables que nos llenan de vergüenza sean conocidos, judicializados y condenados.
La desaparición del tercer cuerpo en el proceso de investigación de la muerte del General Gabela, nos coloca en un sórdido laberinto sin salida. Esto nos lleva al mismo sitio siempre donde hay una verdad que está dando vueltas, que todos comentan, que todos condenamos moralmente, pero que no puede hacerse oficial porque no hay la evidencia física necesaria, simplemente porque no aparece y, por lo tanto, la justicia no podrá actuar.
El asesinato del General Gabela desnuda una realidad y una lógica de corrupción que el país vivió no hace mucho y que quizás continúe en otros espacios a espaldas de los ecuatorianos. Conforme siguen apareciendo más detalles, el estupor va ganando espacio en nuestra mente por las características macabras que se revelan.
El caso Gabela nos muestra la peor cara que puede llegar a tener un Estado carente de valores, contaminado por la codicia y enfermo de poder. Un Estado capaz de articular, desde las más altas esferas, complicadas e insalvables redes de ocultamiento de delitos y que, en lugar de cumplir con la obligación básica de todo Estado, que es la de tutelar los derechos de los ecuatorianos, estuvo preocupado y enfocado en perseguir a quien investigaba un posible proceso de corrupción, desaparecer testigos y ocultar información.
Lo más grave es que en esta estructura de ocultamiento, que al final se llevó la vida de un inocente, podrían haber intervenido funcionarios y asesores del antiguo régimen. Toda esa información reposa en un informe que fue levantada por el perito Meza, que es necesario que se conozca por el bien de todos, pero que no aparece por ningún lado. Ahora resulta que todos los que lo tuvieron en sus manos sólo tienen un recuerdo vago de haberlo visto alguna vez, y nadie se hace responsable de su custodia. Simplemente se esfumó.
Este informe constituye, en este caso, el reporte técnico de lo sucedido, la investigación profesional de los hechos y, además, contiene los nombres de los involucrados. En la administración de justicia, los peritos juegan un rol muy importante porque los informes que levantan ellos –que son expertos, auxiliares directos de los jueces– ayudan al esclarecimiento de los casos. De hecho, muchas sentencias finales en casos difíciles descansan en estos informes.
La importancia del tercer cuerpo es fundamental. Primero, porque de lo que hemos podido escuchar, de boca del propio perito, contiene la conclusión de que la muerte del General Gabela no fue por delincuencia común. Es decir, da una connotación de que su asesinato pudo ser por razones políticas, lo cual es muy grave. Después, porque va a permitir a la ciudadanía conocer quiénes estuvieron implicados en ese acto y exigir, desde la sociedad civil, que se les aplique el máximo peso de la ley.
Desde varios espacios de opinión y en medios de comunicación, hemos escuchado al perito Meza narrar partes del contenido de su informe, mencionar nombres y también transparentar su temor de regresar al país para facilitar el esclarecimiento de los hechos. Seguramente teme por su integridad física, lo cual se entiende perfectamente, ya que hoy por hoy, aparte de los involucrados, es justamente él quien conoce la verdad y sabe a lo que se enfrenta si regresa sin garantías para su seguridad personal.
Por eso es clave que él pueda regresar y que, a partir de la reconstrucción del tercer cuerpo, se devele el contenido de ese informe y por fin podamos tener un baño de verdad. Necesitamos saber de quiénes son las manos que están manchadas de sangre y dónde están las fortunas producto de este acto execrable. Que se sepa todo y para ello se debe garantizar desdeismo Estado la integridad del perito Meza.
Si el caso Gabela no se esclarece al final perderemos todos porque, si se queda en la impunidad, se estará dando el mensaje erróneo, a la colectividad y las futuras generaciones, de que cuando de tener plata se trata no importa los valores y que la ambición está por encima de la vida de los demás.
Por eso, por la justicia y la verdad que regrese el perito Meza.
Ruth Hidalgo es directora de Participación Ciudadana y decana de la Escuela de Ciencias Internacionales de la UDLA.
Es menester que el Gobierno descida el regreso del perito Meza, para desmentelar de una vez por todas a la delincuencia organizada.
Ruth: Aquí subyace una equivocación derivada del manejo obsesivo de la información respecto al caso Gabela. Es claro que el perito Meza con sus declaraciones veladas lo que quiere es que lo vuelvan a contratar. Pero hay al menos diez ministros que leyeron el tercer informe y que se encargaron de desaparecer-lo. Es la fiscalía general la entidad que tiene que reconstruir los hechos con base en las evidencias, tanto testimoniales,cuanto documentales. Exigir la verdad en las declaraciones de los funcionarios que participaron en la comisión conformada por decreto presidencial y procesar a militares, funcionarios, empresas que ofertaron los productos fallidos y a los ministros que encubrieron tanto el asesinato, cuanto el peculado derivado de la contratación turbia. Es inconcebible que el famoso perito no haya mantenido en su archivo al menos los documentos borrador del informe. Es parte del fraude. El Perito meza, ya es parte de la sórdida historia.
¿Por qué el perito Roberto Meza, a pesar de su gran experiencia, aceptó firmar un contrato que le obligó a guardar reserva sobre sus trabajos, pero le prohibió guardar para sí copias de sus informes? ¿Por qué y para qué hubo tales condiciones? Ahora ya conocemos lo que sucedió con su tercer informe. El perito Meza, en consecuencia, debe retornar al Ecuador para rehacer su aludido tercer informe del que, obligatoriamente, debe quedar una copia notarizada.
Si el perito Meza tiene corazón, él dirá toda la verdad, dicho y escrito en el “tercer cuerpo” aunque haya firmado un documento de confidencialidad…Hay que proporcionarle todas las seguridades y facilidades para que, de una vez por todas, la familia Gabela y el Ecuador entero sepan la verdad….
Al diablo con la confidencialidad, lo que este señor Perito Meza es pedir que el pais le ponga en su cuenta bancaria en Brasil los 78 mil dolares, y haga el favor de aplastar una tecla de su LAPTO e impoirmir el TERCER CUERPO, firmar sumillar, protocoizar, y mandar via HDL, directo a Fiscalia para que el Dr Paul Perez Reina, abra lea de las ordenes inmediatas de privison a los complices, encubridores del asesinato del General Gabela, y si en ese informe consta el nombre del Ec Rafael Correa Delgado, inmediatamente viaje el Mnisro de RElaciones Exteriores a Lyon presente el caso exraditenle y ahi si este señor Correa a robado dinero devuelva, pero por favor hasta cuando con la misma cantaleta, Editoriales, Preentadores de Televison Pweriodicos Revistas, todo queda en la impunidady todo tienen la culpa el ex mandatario transparenten y no hagan elucubraciones ni juicio de valores par eso hay instancias que mal o bien se llama Fiscalia y hay una Corte de Justicia y usted yo, y la ciudadania sepamos la verdad, pero la verdad.
Más que enfermos de poder, unos verdaderos sicópatas. Pero cómo se les puede llamar a los cheer leaders de los sicópatas y a los que han preferido ver para otro lado con todos estos horrores? El Ecuador de urgencia al diván, por favor
desde que entraron en escena los altos mandos militares de esa epoca, por arte de magia el proceso se estanco…….
“SIN VERDAD NO HAY JUSTICIA” EL PAÍS REQUIERE CON URGENCIA QUE SE INSTAURE LA VERDAD SOBRE EL ASESINATO DEL GENERAL JORGE GABELA, COMETIDO POR ENFERMOS DE PODER Y FORTUNA QUE SIGUEN SILENCIANDO A LA JUSTICIA CON LOS MILES DE MILLONES DE DÓLARES MAL HABIDOS. EL PERITO DEBE ESCLARECER SU TERCER INFORME ANTES QUE LOS MILLONES DE DÓLARES EN JUEGO LE PASEN UNA MALA JUGADA.LA BANDA QUE POR 10 AÑOS MANTUVO CAUTIVO AL ECUADOR SON EN EXTREMO PODEROSOS Y MALDITOS.¡JUSTICIA PARA GABELA!
La miseria de jueces y fiscales que tenemos, ha impedido que el tercer producto aparezca. ¡Qué fácil resultaría que tales funcionarios inicien juicios a todos y cada uno de los sinvergüenzas que aceptando que el dicho tercer SÍ EXISTIÓ, tanto que el perito Meza recibió sus honorarios profesionales, en el momento de dar sus declaraciones NADIE SE HACE RESPONSABLE DE SU DESTINO!. Pero como hay tibieza y cobardía, cuando no, favoritismo y tráfico de influencias, por parte de esos malos servidores de la función judicial, prácticamente han permitido que los responsables queden libre de culpas, burlándose así de la familia del general Gabela y de los ecuatorianos.
Pero, a falta de recuperar físicamente el tercer producto, la fiscalía ya debió hace tiempo ordenar que el perito reelabore el documento, con el cual ya no existiría pretextos para condenar a los criminales de Gabela.
Buen artículo de la Srta. Hidalgo; además, oportuno, porque ante tantos y variados problemas por los que pasa el país, el tema del general Gabela tiende a quedar en el olvido. Pero ahí tenemos a 4Pelagatos para recordarlo hasta que se haga justicia y los criminales corruptos, sin distingo de ser civiles o militares, vayan a parar a la mazmorra.