El albañal político que desnudó un video

lectura de 4 minutos

Los dos minutos y dos segundos que dura el video del periodista Paúl Romero de Ecuavisa, son quizá los más elocuentes y reveladores sobre la salud ética de la clase política que se formó y consolidó durante los diez años de ejercicio político del correísmo. En ese tiempo, Romero logra registrar la insólita historia del documento que contiene la denuncia que se hizo pública en las pantallas de Teleamazonas en contra de la vicepresidenta María Alejandra Vicuña. Ahí se afirma que ella, cuando era asambleísta, obligaba a sus asesores a depositar en su cuenta bancaria aportes que se descontaban de sus salarios.

Pero lo más revelador del video no es exactamente la historia del documento, sino la relación que éste tuvo con las personas que aparecen y que se mencionan en el mismo. En la primera toma se ve a la ex asambleísta correísta Sofía Espín que, minutos antes de ser destituida, se acerca presurosa y alterada hasta la curul de Ximena Peña, coordinadora de la bancada morenista, con un documento en la mano que agita con vehemencia. Gracias a las observaciones que hace Romero, se llega a saber que ese documento es copia del que tuvo Teleamazonas y con el que ese medio hizo la denuncia en contra de Vicuña. Estas escenas tienen un significado, sin duda, monumental. ¿La razón? Es la evidencia más brutal de que muchos, por no decir todos, los que aparecen en el video sabían que Vicuña había sido acusada de un delito que nunca denunciaron. Espín, es evidente, sabía sobre la grave denuncia en contra de Vicuña pero, gracias al video, se ve que Peña también se entera del tema. Además, hay otros diputados que están cerca y que escuchan todo. Se ve, por ejemplo, a José Serrano y a Esteban Albornoz, alineados con el morenismo. Todos callaron sobre ese delito, lo cual en sus casos es mucho más grave porque son funcionarios públicos.

Si se analiza un poco más el contenido del video es evidente que los protagonistas, de este mini documental, tienen pleno conocimiento de al menos dos cosas: que Espín está chantajeando a la bancada morenista para que no vote en su contra porque de lo contrario hace pública la denuncia contra Vicuña y, dos, que Vicuña tiene una denuncia sobre depósitos en su cuenta personal de contribuciones forzosas de sus asesores parlamentarios.

El video revela otras cosas. Según lo que Romero narra, se sabe que Peña, luego de la amenaza de Espín que sale del hemiciclo furiosa antes de la votación acompañada de sus coidearios Juan Lloret y Luis Molina, llamó a Vicuña para contarle lo que había sucedido. Esto quiere decir que Vicuña supo de la denuncia, al menos desde el día en que Espín fue destituida y que no anunció públicamente nada sobre el tema. Lo de Vicuña es aún más grave si es cierto lo que dijo hoy en radio Majestad: que venía siendo chantajeada desde antes de saberse de la denuncia. ¿Cómo es que no lo denunció? Un chantaje, más aún si es a la Vicepresidenta de la República, es un delito que debería ser denunciado y perseguido por la gravedad que encierra.

Lo cierto es que, como puso en un tuit la periodista de Vistazo, María Belén Arroyo, el video de Paúl Romero permitió conocer que “todos sabían y todos callaban” . Además, pone en evidencia un hecho aterrador: que los políticos, amamantados y luego destetados del correísmo, han perdido esa capacidad, indispensable en cualquier funcionario mínimamente decente, de distinguir entre aquello que es ético y aquello que no lo es.

Foto: Asamblea Nacional

24 Comments

  1. Los hechos delictivos perpetrados por la Vicepresidente, que muy propiamente lo calificara el ex-presidente Noboa con todas sus letras, al llamarlos “mafiosos”, nos recuerdan las acciones extorsivas de las mafias estadounidenses de la década de los 30 del siglo 20, y de las llamadas vacunas de la narco-guerrilla colombiana, No es ni más, pero tampoco menos.

    Estos actos delictuosos, hay que ubicarlos dentro de la perspectiva de le época en que se cometieron, esto es, dentro del inconmensurable mar de corrupción del correato, en el que el pillaje en grande era la norma de conducta, y sobre el cual, tenían conocimiento mutuo los funcionarios entre sí, ya que se repartieron todas las áreas de la función pública, por mencionar solo dos: el Consejo de la Judicatura y el área de hidrocarburos.

    El que haya enrolado en el gobierno, esta repugnante funcionaria, a dos decenas de sus familiares, incluido entre ellos a su padre, era una nimiedad frente a los contratos con el Estado de más de mil millones del hermano del presidente.

    La extorsión a sus colaboradores, era una minucia frente a las obras con sobreprecio en todos los ministerios.

    De manera que estos 2 actos delictivos, sin duda la hacían sentirse “honesta” al compararse ella misma, con todos los atracadores del gobierno que ella tanto defendía, y que ahora en forma nauseabunda defiende al actual. Enloquecida por el dinero, está con quien tiene el poder.

    Aquí el asir la bandera del chavismo, era solo una franquicia para enriquecerse.

    Esta es la clase de gente que nos gobernó en la década robada, en la que para bien de la patria, un puñado de periodistas alzaron valientemente su voz y fueron perseguidos en forma inmisericorde.

    En vista de la casi total escasez de lideres políticos, salvo contadas y honrosas excepciones, (C. Montufar, A. Páez, A. Galarza, J. Cruz, M. Montaño) son los periodistas los que alzan su voz y nos hacen saber de los interminables episodios de corrupción del anterior y del actual gobierno.

    Por otro lado, estamos a la espera de periodistas acuciosos y sin temor, que investiguen el secreto a voces de lo que ha pasado y sigue pasando en la Prefectura del Guayas.

    ¡¡ Hurra para los valientes y honestos periodistas!!

    ¡¡Abajo TODOS los polítiqueros oportunistas y ladrones!!

Comments are closed.