Esta es la historia que cuenta cómo el Fantasma Ángel González, zar de los medios de comunicación en gran parte del continente y dueño de diario El Comercio de Quito, está a punto de asegurarse el emporio mediático que ya tiene en el Ecuador y que intentó agrandarlo con prácticas irregulares y tramposas, según lo detalla un informe que Contraloría publicó en junio de este año.
La historia está llena de intrigas, de lobistas astutos y de oscuras y fantasmales presiones políticas. Su principal escenario fue la Asamblea Nacional, donde se aprobó la reforma a la Ley de Comunicación. Ocurrió el martes de 18 de diciembre cuando, gracias a una propuesta de la asambleísta socialcristiana Cristina Reyes, se incluyó una transitoria al proyecto que busca que las concesiones de radio y televisión que estaban vigentes se ratificaran y quedaran vigentes en el futuro, incluidas aquellas que se consiguieron en el concurso de concesiones armado por el correato y que luego paró la Contraloría por haber estado plagado de trampas e ilegalidades.
La historia cuenta cómo se construyó un texto diseñado con precisión quirúrgica para lavar las artimañas hechas en el concurso en el que se descubrió que tres grupos, uno de ellos de Gonzáles y otros de Jorge Yunda (actual candidato a la Alcaldía de Quito) y Lenín Andrade, habían logrado hacerse de concesiones contrariando la ley que, supuestamente, busca reducir la concentración en la propiedad de los medios.
“Se renovarán por única vez las concesiones de frecuencia de radio y televisión, previo al informe jurídico y técnico sobre el cumplimiento de las obligaciones establecidas en los respectivos contratos de concesión y cuyo plazo hay (sic) vencido previo a la fecha de promulgación de la presente Ley…”, dice la transitoria incluida por el socialcristianismo en el proyecto de ley. Con esa transitoria, la concesión que el Fantasma consiguió de forma casi folclórica para su canal de televisión TVC, así como otras que logró en el concurso suspendido por Contraloría para sus radios quedarían santificadas y vigentes por los próximos 15 años, que es el período por el que rigen las concesiones.
Este triunfo del Fantasma González, sin embargo, no está todavía perfeccionado: está pendiente el veto presidencial que pidió el Contralor en una carta al Presidente. Para que el texto aprobado en la Asamblea quede en firme, con todo y transitoria octava, falta el visto bueno de Lenín Moreno. Solo ahí se sabrá si el Fantasma, Yunda y Andrade podrán lavar las trampas y mañas que hicieron durante el concurso y que fueron señaladas por los auditores en el informe de Contraloría. En él, se anula el concurso, se pide multar a los peticionarios que hicieron trampa y retirar las frecuencias concedidas. La Contraloría esta semana llamó la atención a Arcotel por no haber cumplido con las obligaciones señaladas en su informe de junio pasado.
El contralor Pablo Celi se opone a que se apruebe la transitoria octava porque eso dejaría sin piso el trabajo que hicieron sus auditores y que fue dado a conocer en junio. Por eso en su carta al presidente pide que vete la iniciativa socialcristiana. “De pasar (…) la disposición transitoria octava, en los términos aprobados por la Asamblea Nacional, se procedería a la legalización de las concesiones y autorizaciones de funcionamiento que no cumplieron con la ley previo a su otorgamiento, aún cuando posteriormente hayan observado los contratos derivados de aquellas; dándose paso con ello a la legalización de procesos de concesión que fueron observados por parte de este organismo de control, de los cuales se han derivados sendas responsabilidades administrativas e incluso, indicios de responsabilidad penal”.

La carta de Celi al presidente, sin duda, puede frustrar las expectativas del Fantasma pues tiene el peso y la legitimidad de un documento con carácter obligatorio del organismo de control que más credibilidad convoca.
Políticamente es más sencillo, para Moreno, allanarse al criterio y pedido del Contralor que aceptar una disposición polémica y que tiene una historia oscura que ha sido denunciada por todos los medios que no pertenecen a esos grupos.
La introducción de la transitoria octava fue, según la reportería de 4P., una operación socialcristiana. Las estrechas y muy buenas relaciones entre Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil y máximo dirigente del socialcristianismo, con los abogados y representantes legales del Fantasma González, específicamente los Gómez Amador del canal RTS, fueron clave en la operación del 18 de diciembre en la Asamblea. Para el socialcristianismo tener buenas relaciones con los medios del Fantasma resulta de vital importancia, sobre todo ahora que se avecinan las elecciones seccionales. Cuando Cristina Reyes leyó la disposición transitoria octava (y la leyó como si ese texto hubiera sido redactado en otra parte), estaba, en la práctica, trasladando al seno de la Asamblea una iniciativa que nació en las más altas esferas del Partido Social Cristiano.
En la ecuación Fantasma-Nebot también jugó un papel importante Kléver Chica, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión, según le dijeron a 4P al menos cuatro fuentes que estuvieron en la Asamblea el 18 de diciembre. Chica estuvo presente durante toda la sesión de ese día, atento a todo lo que ocurría y fue pieza sustancial en las conversaciones previas con asambleístas y el gobierno, contaron esas mismas fuentes a 4P.
La historia de la transitoria octava es, en definitiva, una historia que se repite en muchos actos políticos y que ocurren cuando intereses políticos y económicos se encuentran. Que el Fantasma retenga y consolide su emporio mediático no solo es algo que le beneficia a él, sino también a otros. Y cuando se busca a esos otros se tiene a los artífices del operativo del 18 de diciembre en el pleno de la Asamblea Nacional.
Con mucho respeto y admiración a las mujeres q ejercen la prostitución, la gran mayoría por necesidad, lamentablemente…
Pero vemos que hay otro tipo de prostitución, la q se vende al mejor billete, oportunamente…..
Como se han dado las cosas y conforme al devenir de candidaturas y las sorpresivas alianzas, entendimientos y acuerdos entre privados – de moral en muchos de ellos -, y en relación con este artículo tan claramente expuesto por Martín, he llegado a pensar que el escribano del texto introducido a último momento por Cristina Reyes, transitoria octava, bien podría ser el utilitario y saltimbanqui Santiago Guarderas quien a momentos fungía como opositor al abusivo estilo cotreista, pero en otros nos decía ser candidato socialcristiano, para finalmente, y habiendo hecho el mérito de redactar esta transitoria, gozar de la gracia de acompañar en la candidatura de Jorge Yunda a la alcaldía de Quito, a sabiendas que éste es uno de los beneficiarios de la concentración de frecuencias mediante un concurso tramposo que ya fue sancionado por la Contraloría.
En todo caso nos curemos en salud y mejor sería NO votar por Yunda y sus candidatos a consejales, por su poco clara y repentina integración tanto como por sus propósitos, sin desconocer los PHD que poseen, aun cuando recientemente fuimos gobernados por un PHD y miremos cómo y en qué condiciones nos dejó abandonados, solos y añorando su pronto retorno, para seguir escuchando y disfrutando de la fima sal quiteña y ocurtencias del Dr. Yunda y los doctores que le acompañarían como consejales en el Municipio de la Carita de Dios.
Feliz Año 2019.