De todas las reacciones posibles, Lenín Moreno escogió la peor. Con el comunicado que publicó en la tarde cuando en el país estaba hundido en un estado de conmoción emocional por el asesinato de una mujer en Ibarra, Moreno logró convertir, irresponsablemente, un tema de machismo abominable y de terrible negligencia policial en un mensaje de xenofobia. “He dispuesto la conformación inmediata de brigadas para controlar la situación legal de los inmigrantes venezolanos en las calles, en los lugares de trabajo y en la frontera”, dice en su comunicado. “Les hemos abierto las puertas, pero no sacrificaremos la seguridad de nadie”.
Lenín Moreno, con esos dos párrafos de apenas cuatro, coloca la carga del horrendo crimen en la nacionalidad del autor y no en la esencia misma del asesinato. Con esas líneas apalanca y legitima las peores reacciones de xenofobia que se dispararon luego del crimen y que alcanzaron sus momentos más siniestros en las escenas que circularon más tarde en las redes sociales donde se ve a taxistas linchando a venezolanos en las calle de Ibarra y otros hombres de de esa nacionalidad corriendo para salvar sus pellejos de los piquetes de justicieros espontáneos que aparecieron en esa ciudad. Lo que ocurrió en Ibarra en la noche del domingo 20 de enero es, sin duda, una expresión de todo aquello.
Al otorgar nacionalidad al crimen, Moreno ignora y pretende borrar de la escena al verdadero asesino y su terrible mentalidad expresada en el grito: “es mía o de nadie más”. Fue lo que dijo el asesino antes de incrustarle el cuchillo a Diana. Un grito que, de una u otra forma, se repite en prácticamente todo rincón del planeta y que nada tiene que ver con la partida de nacimiento de quien lo dice, sino con su cultura.
#TodosSomosDiana pic.twitter.com/BE4RuduxT2
— Lenín Moreno (@Lenin) January 20, 2019
Moreno y quien lo haya asesorado en la redacción del comunicado, no han hecho el ejercicio básico de preguntarse si los autores del crimen hubieran sido ecuatorianos radicados en otro país. No hace mucho un grupo de ecuatorianos violaron a una mujer en España y en Chile hubo otro caso similar protagonizado por ecuatorianos. ¿España y Chile, entonces, deberían organizar brigadas para examinar los papeles de los ecuatorianos en las calles y en sus trabajos? ¿Acaso España y Chile solucionarían el azote del femicidio con barreras migratorias diseñadas exclusivamente para ecuatorianos? El problema con el razonamiento de Moreno, expresado en el desafortunado comunicado, es aún más grave: hace pocos días el país había sido sacudido y conmovido hasta las lágrimas y la rabia con la violación grupal de Marta, por parte de tres personas que son tan ecuatorianas como él. Resulta, pues, tan condenable como imperdonable que con todos esos antecedentes, Moreno haya recurrido a una idea que evidentemente responde más al interés demagógico de apoyarse un sentimiento xenofóbico que ya ha intoxicado el país que en razones de Estado, sentido común y simple humanidad.
Al invertir casi la mitad del texto en el tema de los venezolanos, el Presidente está creando un peligrosísimo estímulo para el linchamiento de miles de venezolanos que han llegado al país no por voluntad suya sino por la desesperada necesidad de salvarse del oprobioso y desalmado sistema político que hay en su tierra. La evidencia de aquello son las vergonzosas y trágicas imágenes de lo ocurrido en Ibarra. Nadie niega que entre los venezolanos que han llegado al Ecuador existen delincuentes, como nadie puede negar que entre los ecuatorianos que han migrado a España o a las EEUU también los hay. Legitimar el odio social a los venezolanos por lo ocurrido en Ibarra es también legitimar el odio y la persecución a los ecuatorianos en los países donde unos pocos compatriotas cometen crímenes, como ya ha ocurrido en muchas ocasiones.
Moreno utiliza, para colmo de males, la palabra “brigadas” cuando habla del control que ha ordenado dar a los venezolanos. Si el tono xenofóbico es ya de sí chocante e irresponsable, el uso de la palabra “brigadas” le confiere un aterrador carácter fascistoide y estalinista al texto. No es difícil imaginar el terror y el desconcierto que deben sentir las familias venezolanas que, en su gran mayoría, han venido al Ecuador buscándose honradamente una vida, de solo pensar en unas “brigadas” buscándolas por las calles y sus trabajos. Un terror que se manifiesta ya en las escenas de venezolanos que corren desesperadamente por una calle de Ibarra tratando de salir de ahí para salvar sus vidas, como se ve en videos que circulan en las redes sociales. Videos que hacen asemejarse al Ecuador al oprobioso recuerdo de las persecuciones a minorías étnicas por parte de nazis y fascistas.
https://twitter.com/elsextocrudo/status/1087100478759014402
En el comunicado, cuyo título es “¡Todos somos Diana!”, Moreno ignora por completo la dimensión que en el Ecuador tiene el femicidio. “La integridad de nuestras madres, hijas y compañeras, es mi prioridad”, dice en la única parte en la que se refiere al verdadero corazón de la tragedia. Son apenas once de 119 palabras en las que menciona, pobremente dicho sea de paso, el tema de la tragedia de las mujeres en el Ecuador. ¿No estaba siquiera tocado por lo que había ocurrido con Marta unos días antes como para no haber desarrollado un poco más ese tema? “El Ecuador es y será un país de paz”, había dicho el presidente al arranque del comunicado echando mano de un trillado y falaz lugar común que no podía ser más inoportuno en medio de las circunstancias.
La situación en Ibarra es compleja, hay ataques en varios lugares en contra de venezolanos. pic.twitter.com/9ILCiZANsJ
— Javier Gallo (@_Jgallo) January 21, 2019
En el tema de la Policía, Moreno tampoco atina. Anuncia que aplicará “todo el peso de la ley” a quienes no hicieron “nada ante la violencia, la injusticia y el ejercicio criminal del poder”, pero no formula ni la más mínima reflexión sobre la necesidad de encontrar una respuesta racional y estructural a la imperdonable inacción de los policías que fueron incapaces de interrumpir el acto criminal que terminó con la vida de Diana que estaba embarazada. Moreno recurre a la promesa de la sanción, cosa que es absolutamente lógica y de rigor, pero no articula ningún anuncio que tenga relación con la necesidad de revisar la capacitación y la profesionalización de un cuerpo policial que ha sido disminuido y desprofesionalizado desde el aciago levantamiento del 30S.
La terrible imagen de un grupo de policías incapaces de hacer algo frente a un asesino que prolongó su macabro acto durante 90 minutos produce una sensación colectiva de desamparo e indignación que menoscaba la confianza de la sociedad en el Estado. El ecuatoriano es, desde ese momento, una persona más vulnerable y débil. Ante eso, Moreno únicamente ofrece aplicar “todo el peso de la ley”.
El comunicado del Presidente desnuda una insensibilidad que termina por conferirle una tristeza desesperanzadora. La sociedad estaba divida hasta poco antes de publicado el manifiesto entre quienes tenían claro que el problema era el machismo cultural y quienes de forma desubicada atribuían el crimen a un móvil de bandera y nacionalidad. Moreno con su pronunciamiento, legitimó a estos últimos e incumplió con los principios básicos de humanismo y responsabilidad que deben guiar a la primera autoridad del Estado. Los resultados están a la vista: lo ocurrido en Ibarra es ya una lacra en la historia del Ecuador.
Lo sucedido en Ibarra es la gota que derramo el vaso, todos sabemos que la maldad no tiene nacionalidad pero en el caso de los venezolanos han sido frecuentes los episodios de violencia que han generado, no es xenofobia querer cuida la casa y tener una mínima información sobre quienes ingresan a ella, además, se debe recordar que todo país tiene reglas para permitir el ingreso , esta medida debía ser tomada mucho antes, pero la famosa situación de fronteras abiertas dirigida por el desquiciado de correa y su gavilla es lo que ha inducido a que en nuestra casa entre el perro y el gato.
La cuerda siempre se rompe por lo más frágil, culpar a la policia por no actuar , acaso se olvidan que hay policias que enfrentan procesos que los llevará a la cárcel por disparar contra el delincuente, otros policias están ya en prisión , el maldito correa se aseguro de dejar en soletas a la policia, con este acontecimiento sería bueno que 4pelagatos hiciera una investigación sobre los cursos de capacitación, perfeccionamiento y actualización que han tendio en esta maldita década la policia nacional , hace que tiempo y con frecuencia son dotados de armas y municiones para sus entrenamientos, el legado de correa se siente y perdurá y va a pasar muchos años hasta que la sociedad ecuatoriana pueda respirar un aire de seguridad.
Mi profunda solidaridad con los familiares de Diana .
Lastimosamente el presidente no sabe qué hacer ni que decir en momentos críticos , recordemos lo sucedido con Guacho, no posee poder de decisión y rrecurre a algún consejero presidencial y termina diciendo frases sin sentido para salir del “momento”.
Sin tan solo hubiera una política de estado para atender el tema de la migración venezolana, lo que dijo el día del crimen no sonaría a xnofobia.
Esto no es xenofobia. La estupidez, ignorancia y RACISMO de los asesores de Moreno verdaderamente no tiene limites. Desde el incidente pasado con los venezolanos querían aplicar restricciones. En los medios yo no e visto que a los nacionales en España o en Chile se les allá puesto restricciónes por los delitos cometidos por ecuatorianos en estos países.
LOs ecuatorianos no queremos a los marielitos venezolanos. Debe pedirse documentos, debe ingresar gente limpia y serán bien venidos NO queremos delincuentes. Hay que apoyar a la policía los periódicos les atacan por una u otra cosa. Están apoyando al del Atico.
Juan Etera
La reacción del presidente Moreno es vergonzosa, un presidente debe liderar con los mejores ideales de humanidad y no con llamados a la xenofobia como Trump y ahora Moreno. Los venezolanos en Ecuador pasarán momentos muy duros por su irresponsable declaración, ha dado rienda suelta a los peores impulsos de la gente contra personas inocentes. Lamentable traspié.
No se delinque por la nacionalidad ,se delinque en parte por la mala formación del individuo y por las circunstancias.
La xenofobia no puede tener lugar entre personas civilizadas.
A los señores taxistas del video se los debería identificar y sancionar,como también a toda persona que ofenda la dignidad humana de otra persona sea ecuatoriano o de cualquier nacionalidad ,la ley debe ser para todos.
Reprochable desde todo punto de vista que ciudadanos se presten para atacar a venezolanos y en especial a niños indefensos ,ojala esa misma indignación la tuviesen ahora en los tiempos de campañales contra los seudos políticos que de seguro aparecerán para ofrecer el oro y el.moro y dejarnos perplejos con el acostumbrado “yo te
ofrezco busca quien te de”
Ojalá así nos indignaramos contra aquellos que llegaron a un cargo público con una mano adelante y otra atrás y con un sueldo o salario de $3.000 mensuales en un año tienen casas de $200.000 , quintas , carros de alta gama,viajes a los united states;y el pueblo ,bien gracias; indignarnos por aquellos que fueron capaces de quebrar al IESS , que triplicaron los precios de las obras públicas
Que mataron la esperanza de un pueblo al no aprovechar la bonanza petrolera;que facilitaron la huida de sus compinches y dejaron burlado el sistema de justicia
He allí algunos puntos de indignación,a más de la muerte de nuestra compatriota que nos apena y nos duele profundamente
La noche de los cristales rotos, azuzada por Goebbels después del asesinato atribuido a un adolescente judío derivó en el comienzo de la persecución, muerte y expulsión a campos de concentración de los judíos en todo el Reich.
Dolorosa y vergonzosa semejanza con lo que ocurre en Ecuador.
Me avergüenza tener un presidente
xenofobico que en vez de a pagar el incendio lo aviva más y más hasta convertirlo en un infierno
“…en un mensaje de xenofobia. “He dispuesto la conformación inmediata de brigadas para controlar la situación legal de los inmigrantes venezolanos en las calles, en los lugares de trabajo y en la frontera”, dice en su comunicado. “Les hemos abierto las puertas, pero no sacrificaremos la seguridad de nadie”
Su mensaje es irracional e inapropiado dando nacionalidad al crimen.
No piensa en las consecuencias que han generado su palabras en contra de un grupo social tan vulnerable como es el de los venezolanos que están fuera de su patria no por su voluntad sino por la situación económica en que se debate esa nación.
¿Sr. Moreno acaso usted se responsabiliza de las atrocidades y posibles muertes que han ocacionando turbas enfurecidas
en contra de los hermanos venezolanos y todo por sus irresponsables fraces xenofobicas.? como cree que están en estos momentos las familias venezolanas por sus desacertadas declaraciones
como el Sr Venezolano Juan Alfonso
que hace un comentario en esta página que se siente temeroso y frustrado por que en este país se permite el linchamiento ¡ Ya basta Sr. Moreno!
Por otro lado mi condena total contra la Policía Nacional que no hicieron nada por salvar la vida de Diana durante 90 minutos que estuvo ella
en las manos de su verdugo y asesino. Esto demuestra que en momentos decisivos, los policías son ineptos y no están preparados para intervenir de manera efectiva, por esta razón es preferible que está institución policial desaparezca para que no sigan malgastando el presupuesto del Estado Ecuatoriano ya que por su inoperancia no brindan seguridad a la ciudadania.
¿Habrán sido los piqueteros de Ibarra de aparición espontanea? Me pacere repulsivo que este articulo sugiera eso. Los eventos inhumanos que ocurrieron en esa ciudad debieron haber sido coordinados por una cabeza, una red, o mínimo un puñado de hombres y mujeres violentos. El país requiere que se inventigue y se de carcel a estas personas. No las queremos en las calles, aunque sean ecuatorianos.
He cavilado dos noches antes de escribir mi comentario en referencia a este horrendo episodio. Pensaba en ser generoso o reaccionario en mi apreciación sobre el mensaje de aquel que ostenta la primera magistratura gracias al prófugo en algún ático belga. Debo confesar que, como emigrante que soy, siento una tristeza infinita por mi país, una amargura por el nivel de sociedad en cuanto a valores y principios; y vergüenza por nuestros políticos que hace gobierno, incitando y alimentando abiertamente la xenofobia y el odio entre latinoamericanos. Todo esto evidencia algo terrible, con excepciones del caso: los ecuatorianos somos una sociedad de mierda que hacemos un país de mierda, que alumbra políticos de mierda que hacen gobiernos de mierda y entierran aún más en el fango putrefacto de las alcantarillas a todas las generaciones que heredarán una nación de mierda. La delincuencia, la perversidad y la maldad, cuyo desenlace concreto es el crimen y la infestación de antivalores no tiene nacionalidad. En este caso, el autor del crimen es un venezolano y por arte de magia los culpables de todos los actos atroces son hasta menores de ese país y los ecuatorianos unos angelitos dignos de elevar a los altares y ponerles velas y cirios.
Otra atroz realidad: la institución policial y sus miembros están atados de pies y manos frente a la delincuencia común y sobre todo ante los delincuentes de cuello blanco que son los dueños del sistema judicial. Recuerdo con indignación la estupidez de una mente brillante que estuvo junto al prófugo belga y hoy hace gobierno con el Silenciado: “que dotarán a los policías de armas no letales para defender a los ciudadanos”. ¿Piensan estos mastuerzos y mentecatos desarmar a la policía y entregarle toletes y pistolas de agua? En definitiva, el gobierno de los supuestos revolucionarios, que ya van 12 años, terminó por desprestigiar y destruir el órgano de seguridad llamada Policía Nacional. Para eso, los fantoches de izquierda, los terroristas y los pandilleros, los mimados de Correa y sus secuaces, se valieron de los excesos de Febres Cordero, precisamente por la lucha contra la delincuencia y el terrorismo. Está fresquita en la memoria cuando la inefable Gabi, a nombre de la Asamblea Nacional, hizo un homenaje póstumo y condecoró como a un héroe al terrorista de AVC, Arturo Jarrín, por el trabajito de asesinar inocentes. Y los policías, del rango que fueren, de aquella época, ya todos en servicio pasivo, fueron perseguidos, enjuiciados y muchos se exiliaron. Fue una cruzada de los esperpénticos que dizqué defienden los derechos humanos, no de los ciudadanos de a pie, sino de los delincuentes con ideología de mierda, de los politiqueros y demagogos de mierda.
Y como colofón a este desastre llamado el Silenciado, él, nadie más, termina por abonar el terreno para que los correístas provoquen un verdadero estallido social con miras a tumbar al supuesto traidor y pugnar por el regreso de su tótem a tomar otra vez el poder. Extrañan los sánduches y cola, el show de mierda de los sábados, la procacidad del eterno caretuco y que broten los nuevos ricos a costa de nuestros impuestos que pagamos los ciudadanos ecuatorianos, inclusive, desde el exterior. ¡Cómo duele mi país! Al mismo tiempo, siento una indignación y asco de los políticos que hacen gobierno y administración pública.
Es comprensible la posición de Moreno con sus tuits…Quiere calamar a la opinión pública, chusma enardecida en Ibarra. la misma que claramente es manipulada por unos cuantos agitadores pagados, camuflados como ciudadanos enardecidos, pero en su intento por dar una solución parche claramente ha cometido muchos errores más, dos errores no se convierten en un acierto pero así es el, el licenciado presidente, impulsivo, irreflexivo, lanza la piedra y luego esconde la mano. Es muy penosos lo que ha pasado en Ibarra, es una vergüenza que la gente reaccione así, cierto que esta masiva migración que ha soportado el país , no solo de venezolanos, cubanos, colombianos peruanos, jamaiquinos y hasta africanos, todo esto gracias a la política de puertas abiertas implementada por el correato.
El asesinato de Diana ha sido la gota que derramó el vaso, ya desde hace tiempo se ha reportado múltiples veces incidentes, delitos y crímenes protagonizados por venezolanos, las redes sociales se han vuelto en el caldo de cultivo de tanto odio y xenofobia…..mal muy mal pinta esto, más temprano que tarde se lamentarán más muertos y esta vez serán del lado venezolano, que sera de los niños que han sufrido esta pesadilla en su país y ahora en suelo extraño, un trauma de por vida para ellos y sus padres, que solo buscan mejores días y SOBREVIVIR ÚNICAMENTE….Se debe parar la difusión de odio en las redes sociales, esto es un incentivo para aquellas turbas alevosas, que no respetan a andie, animales sedientos de venganza, creen encontrar maltratando, insultando, vejando agrediendo, persiguiendo a los hermanos venezolanos, el motivo de calmar sus frustraciones, complejos y miserias de sus propias vidas.
Estamos frente a una crónica de una muerte anunciada y patrocinada desde las más altas esferas del poder, desde la presidencia de la República, ni más ni menos…esto es espeluznante…por Dios en que nos hemos convertido los Ecuatorianos.
Excelente!
Comparto plenamente su comentario
Con la misma valentía que atacan a venezolanos que no tuvieron nada que ver con el asesinato repudiable de Diana, así por qué no la defendieron del criminal tanta gente que estuvo presenciando el suceso y aún con mayor razón si el sujeto no portaba un revólver sino un cuchillo, y la policia cobarde incapaz de hacer algo se queda observando sin tomar decisiones. Debería darles verguenza de actuar solamente ante personas indefensas
Quedo totalmente sorprendido. No sé realmente de qué país me habla. Así como muchos califican el aborrecible crimen perpetrado por el venezolano como un “hecho aislado”, incluidas en este conglomerado asociaciones de Derechos Humanos, los actos xenófobos que se suscitaron en Ecuador no fueron más que hechos aislados, de igual modo. Quisiera invitarle a caminar junto a mí las calles del Ecuador, pues me parece que usted vive en otra parte, para que constate por usted mismo las exageraciones fuera de lugar de su opinión expresada en el texto. Ahora mismo estoy en Quito, en un bus en el que casi la mitad de los pasajeros son venezolanos, incluso niños pequeños, y no siento en el aire ni una mínima molécula de esa xenofobia de la que usted afirma que el presidente Moreno ha disparado. Es más, la mayor parte de la población de Ibarra no participó en los repudiables hechos en contra de hermanos latinoamericanos. Por otra parte, lo que dijo el presidente Moreno es solamente el comienzo de algo que se debe hacer por el más básico sentido común, todo Estado tiene derecho a tomar las medidas que considere oportunas para proteger a sus ciudadanos, y si esto significa pedir antecedentes penales y otros documentos a cualquier extranjero que por cualquier motivo venga a nuestro país, eso es razón de aplauso. Es más, si se hiciera una consulta popular o se siguiera otro sistema alternativo de democracia directa, usted y yo sabemos que la inmensa mayoría de los electores votarían a favor de tener controles migratorios más precisos. Pero usted, junto con toda la prensa internacional, torna las buenas intenciones del presidente en una excusa para ir en contra del sentido común, así como en contra de la voluntad del pueblo ecuatoriano, llegando al extremo de expresar que el señor presidente ha legitimado a quienes consideraban que el crimen tenía un móvil de bandera y nacionalidad, y que ha legitimado el odio contra los venezolanos, legitimando también el odio contra los ecuatorianos en el exterior. Pienso que esas son acusaciones muy fuertes, le recuerdo que legitimar es “dar carácter legal o lícito a un hecho, situación, u otra cosa”, de lo que dijo Moreno, a legitimar la xenofobia hay un trecho tan grande, pero tan grande, que ha usted le ha hecho falta un texto inmenso para poder “legitimarlo”. Por último, al establecer el hecho consumado como responsabilidad del “machismo cultural” me parece que sus intenciones no son nada buenas. Primero, generaliza subliminalmente sugiriendo que el Ecuador está lleno de gente xenófoba apalancada por Moreno, al final también sugiere que en nuestro país, así como en toda América Latina, la mayoría de hombres son machistas, puesto que existe la figura social denominada “machismo cultural”; es decir, el asesino no era un aborrecible machista, único responsable de sus propios actos, no, más bien es la sociedad quien tiene la responsabilidad histórica de parir criminales así por el “machismo cultural”. Siguiendo su misma línea argumental, son nuestros venerables ancianos quienes tienen la culpa histórica de todo lo que está sucediendo por habernos criado en una sociedad heteropatriarcal, siendo ellos (la sociedad cuna del machismo cultural) casi tan culpables como el asesino por el tipo de educación brindada. Sería bueno que dejara de jugar con los significantes en sus opiniones y se base objetivamente en lo que realmente sucede. Como ve, existimos personas que sin ser periodistas también sabemos ajustar y hasta manipular los argumentos. Con cariño,
Alberto.
Vea señor Pallares ahora entiendo porque Rafael Correa pidio su enjuiciamiento, usted con su discurso da a entender que los ecuatorianos tenemos la obligacion de ayudar a los venezolanos que huyen de su pais de un gobierno nefasto que ellos mismo eligieron, o acaso a Chavez y Maduro elegimos los ecuatorianos, habla de los ecuatorianos que migraron a otro pais, usted tiene el tipico discurso del gresado de la FLACSO que cree que Latinoamerica no debe tener fronteras sin darse cuenta que cada pais es diferente a otro, cada pais tiene sus propios problemas y no deben buscar la solucion jodiendo a otro pais que ya tiene suficientes problemas, como es el Ecuador, diga a cuantos venezolanos a acogido usted