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Las dos caras de la justicia

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“Los ecuatorianos son seres raros y únicos: duermen tranquilos en medio de crujientes volcanes, viven pobres en medio de incomparables riquezas y se alegran con música triste”. Así nos describía Alexander von Humboldt hace dos siglos, así nos definimos al día de hoy. El estado de la justicia no es sino una muestra de esas contradicciones tan enraizadas en la vida política del país. Hay esperanza por el futuro de la Corte Constitucional, hay incertidumbre por el devenir del Consejo de la Judicatura. Avanzamos, pensando en los nuevos jueces constitucionales. Nos detenemos (¿o retrocedemos?), mirando a los nuevos vocales del órgano rector de la justicia ordinaria. Nada puede ser completo, dirán los más optimistas. Había que distribuir el poder entre todos, argumentarán los miembros del Consejo de Participación transitorio, responsables directos de una y otra designación.

Tan raros y únicos somos los ecuatorianos, como diría el insigne científico alemán, que ahora esperamos que los nuevos jueces constitucionales recuperen toda la institucionalidad perdida a manos de la penosamente célebre corte cervecera y al mismo tiempo tenemos a una de sus más insignes representantes presidiendo el Consejo de la Judicatura. Nos alegramos porque la impronta de la década pasada se ha eliminado de la justicia constitucional y a la par nos entristecemos porque la huella altiva y soberana de la persecución sigue presente en la justicia ordinaria. Tan raros y únicos somos que, quienes nos producen sentimientos encontrados, son los mismos: los siete vocales del Consejo de Participación transitorio que ahora cuentan los días para irse. Ojalá el tiempo pase pronto pues su legitimidad se va minando día a día.

En efecto, tan raros y únicos somos los ecuatorianos que conformamos una Corte Constitucional con nueve nombres reconocidos y claramente identificados por sus virtudes y al mismo tiempo designamos un Consejo de la Judicatura con personas (excluyendo a Patricia Esquetini) a las que cuesta mucho rastrear su pasado profesional, excepción sea dicha de quien será su titular, alta funcionaria del gobierno pasado y actora clave para que la ley de comunicación haya sido declarada constitucional. ¡Cuánta razón tenía Humboldt! Somos raros y únicos. El gobierno no es la excepción. Se jacta de sus intentos porque la persecución a los delincuentes de la década pasada sea efectiva y a la par hace mutis por el foro cuando se propone como jefe de los jueces a una leal servidora de la mafia que capturó el país desde 2007. Que esa designación corresponde a la Corte Nacional y allí poco puede hacer el gobierno, nos dirán. Nadie con mediano criterio les cree. Los ecuatoriano somos raros y únicos, no torpes.

Así, en el país de las contradicciones, la Asamblea Nacional en estos días posesionará tanto a quienes confiamos en que serán el eje del cambio de la justicia constitucional como a quienes nos generan dudas sobre su intención real de propiciar un remezón en la justicia ordinaria. Unos y otros son fruto del mismo árbol. Ese árbol de raíces antidemocráticas que es el Consejo de Participación Ciudadana. Allí y en Carondelet se gestó la terna de la Corte Nacional de Justicia que ahora siembra tanta incertidumbre sobre el futuro del Consejo de la Judicatura. Si ya somos raros y únicos, como bien decía Humboldt, ojalá por esta ocasión no seamos de memoria frágil. Hay cinco miembros del Consejo de Participación transitorio que son los responsables del futuro de la justicia ordinaria del país. No hay que olvidarlos, como tampoco hay que olvidar la actitud valiente y decidida de Julio César Trujillo y Pablo Dávila, quienes se opusieron a que el Poder Judicial continúe por los mismos senderos de la década pasada.

Santiago Basabe es académico de la Flacso.

6 Comments

  1. da una impotencia saber como se maneja la justicia de igualmanera dentro de los sumarios administrativos dentro de la policia quisiera que me entrevistara quiero que se me escuche y se vea como se maneja ayude con una entrevista mi cell 0995367646 ci 0704377241

  2. Lo que se ve equi es sencillo, lo que se quiere ahorita en estos puestos son personas sin rastros del correismo, no importa que sea deshonesto o cínico con tal que no huela a correismo y respire anticorreismo sirve para cualquier puesto político. La corte constitucional fue puesta a dedo por anticorreistas declarados pero eso no importa.

  3. Todo intento para sustraer la JUSTICIA de manos del Correato; parece imposible, yo como CIUDADANO ECUATORIANO no le creo NADA a MARÍA DEL CARMEN MALDONADO, PRESIDENTA ELECTA DE LA JUDICATURA, LO QUE ES MÁS SIN SER AGORERO O ADIVINO DE LA MALA SUERTE;ELLA FRACASARÁ EN LA APLICACIÓN DE SUS CUATRO OBJETIVOS; ESPECIALMENTE EL DE LA CORRUPCIÓN; ADEMÁS ESTARÁ DEDICADA PLENAMENTE A TAPAR LOS ACTOS DE CORRUPTELA DEL GOBIERNO ANTERIOR; Y DE
    SU JEFE EL PRÓFUGO A QUIEN SIRVIÓ COMO UNA DE SU MÁS FIEL ABYECTA Y ESBIRRA LAME PATAS, POR MUCHOS AÑOS.
    NO PODEMOS HACERNOS ILUSIONES VANAS; AQUI SEGUIREMOS VIENDO JUECES COIMABLES, COECHABLES EXTORCIONSDORES.MALDONADO JAMÁS CAMBIARÁ LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN EL ECUADOR TENGANLO POR SEGURO; ELLA ES GUSTAVO JALK DOS(2)
    PROHIBIDO OLVIDAR JAMÁS.

  4. No hay en el Ecuador una cultura política y es por eso que hay muchisimos conformistas, que aceptan todo lo que se fragua en política y creen que alguien más les va a resolver sus problemas..además existe la famosa memoria de elefante entre muchos de nosotros…

  5. El corrupto Correa y su pandilla, ya deben estar tranquilos, tienen a una de sus colegas como Presidenta del Consejo de la Judicatura, así comenzamos pésimo, adiós esperanzas de una verdadera justicia.

  6. Decepcionante. Da rabia, impotencia y tristeza ver como nos falló el CCSPC al país al designar a este Consejo de la Judicatura.No sé que les pasó.Qué oscuros entendimientos o acuerdos
    existieron. Es cómo haber nombrado al cuentero mayor de Bélgica , para que administre justicia. Los designados son claramente, esbirros del correísmo. Lo que harán es proteger a todos los corruptos, empezando por el mayor ( el cuentero de Bélgica). Da pena por el país. El país esperaba que sean designados gente calificada, proba, honesta, con méritos. Y sobre todo que no tengan ningún vínculo con el correísmo. Se ha perdido una oportunidad histórica, para cambiar la administración de justicia. Jueces y Notarios que entraron por la ventana, pagando, para ser los “mejor puntuados”, seguirán tranquilos en sus puestos. O por tráfico de influencias. Es de chiste creer que estos señores mediocres, sin preparación suficienteligados profundamente a la corrupción correísta van a limpiar tanta basura, dizque van a evaluar a sus “panas” . Lástima por el país. Lamentable falla del Consejo de Participación Transitorio. Terribles consecuencias, se avecinan con esta designación.

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