Desde que Juan Guaidó, cumpliendo con la Constitución venezolana, se proclamó Presidente, el régimen de Maduro se está desmoronando aceleradamente. La pregunta ahora es cuántos días o semanas puede seguir Maduro en el Palacio Miraflores y si el desenlace va a ser una transición pacífica o violenta.
Guaidó ha demostrado a través de la movilización masiva en las calles que tiene un apoyo casi unánime en Venezuela. Adicionalmente, cuenta con un decidido respaldo de la administración Trump, que está dispuesta a tomar todas las medidas requeridas para desalojar del poder a Maduro. Trump impuso, para sorpresa de muchos analistas, un embargo que paraliza la industria petrolera venezolana. Las sanciones económicas de EEUU consisten en la congelación de activos venezolanos en EEUU, incluyendo el complejo de refinación y distribución de CITGO, y la prohibición a las empresas norteamericanas a importar petróleo venezolano. El régimen de Maduro se hizo vulnerable a tales sanciones por la baja estrepitosa de producción de petróleo, que ha experimentado en los últimos años. Venezuela está produciendo y exportando tan poco petróleo que un boicot no tiene mayor costo para EEUU o impacto en los precios internacionales.
En cambio, para el gobierno de Maduro la pérdida casi total de ingresos petroleros es gravísima. Será virtualmente imposible mantener la lealtad de la tropa y de los funcionarios públicos si el Estado está en total bancarrota. Puede seguir manipulando la oferta monetaria, pero muy pronto el dinero no valdrá absolutamente nada. Solo la cúpula militar se mantendrá alineada con el gobierno de Maduro en estas circunstancias, ya que depende de negocios ilícitos, como la minería ilegal y el narcotráfico, que no son susceptibles a un boicot internacional. Así, se puede esperar próximamente una deserción acelerada de la tropa.
¿Qué ha pasado con el apoyo de Rusia y China a Maduro? Aparte de declaraciones retóricas, ninguna de las dos potencias extra-hemisféricas ha tomado acciones concretas para respaldar a su aliado. La empresa rusa Lukoil recientemente dejó de exportar derivados del petróleo a Venezuela por temor a las sanciones norteamericanas y un avión ruso que aterrizó en Caracas, en estos días, se fue sin un cargamento de oro que Maduro esperaba vender en los mercados internacionales. La inacción de China y Rusia se debe en parte a que Maduro ha colmado su paciencia por su incapacidad para pagar lo que les adeuda. No obstante, la transición venezolana va a tener un costo alto para las dos potencias extra-hemisféricas, ya que EEUU ha anunciado que las empresas energéticas de EEUU tendrán un rol clave en Venezuela con el nuevo régimen. Además, Maduro había prometido a Rusia, como colateral por su deuda, la mitad de CITGO, y ahora esa empresa está en manos de EEUU. Así, la explicación para la pasividad de los aliados internacionales de Maduro es que EEUU sigue siendo la única potencia capaz de resolver las crisis y actuar militarmente en el hemisferio occidental. La lección de esta crisis, en torno a la naturaleza del actual sistema internacional, es que el mundo multipolar existe, pero cada una de las grandes potencias ejerce su poder en su esfera geográfica respectiva.
¿Será pacífica o violenta la transición? Es evidente que mientras más rápida sea la transición a la democracia en Venezuela, más pacífica será. Hay signos de que la transición se puede dar en cuestión de días, si las fuerzas de seguridad se disuelven y, en ese caso, sería pacífica. La deserción de miembros de la cúpula y la resistencia pasiva que se está instalando en la tropa y la policía apuntan en esa dirección. No obstante, si Maduro logra extender la agonía de su régimen, el potencial de violencia es real. Hay dos escenarios posibles. Si Maduro rechaza o intenta controlar la ayuda humanitaria que EEUU está a punto de introducir desde Colombia y Brasil, Guaidó probablemente invitará a EEUU a intervenir militarmente. Como es el Presidente legítimo de Venezuela, la intervención no tendría que ser aprobada por la OEA. Asimismo, si Maduro no está dispuesto a abandonar el Palacio de Miraflores, es posible una operación de extracción que lo conduzca, como amenazó, el Asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, a la prisión norteamericana de Guantánamo. En ambos escenarios, una acción militar difícilmente se puede realizar sin lo que los militares norteamericanos cínicamente denominan “efectos colaterales”. Esperemos que la transición sea rápida y pacífica.
Carlos Espinosa es profesor/investigador de Historia y Relaciones Internacionales en la USFQ.
Ni Maduro y Guaidó, ambos deben irse porque ambos responden a los oscuros intereses de los grupos económicos, en los países que apoyan la intervención del Sr, Trump. también hay mucha corrupción y narcotráfico, Habrá como intervenir a los Estados Unidos para acabar con el tráfico de drogas , el tráfico de armas y la violación a los derechos humanos , como lo hace en guantánamo, o mediante los centros de reclusión donde se los marca o señala a los hijos de los migrantes. Den una explicación.
En verdad son los últimos días de este tirano, pese a eso se comporta muy prepotente y agresivo, pero siempre muy adulón al ejército que lo sostiene, recién se le vio al ridículo trotando junto a un grupo de militares, es una escena muy parecida a una conocida foto del dictador Benito Mussolini trotando con militares facistas.
GUAIDO no es nadie.. sean más serios con sus editoriales, por donde es legitimo según Uds? Si a Masburro lo critican, al menos el tiene más legitimidad que el autoproclamado presidente
La respuesta a su sui géneris comentario se la da el Art. 233 de la Constitución venezolana. Sería bueno que usted sea más serio y se informe antes de opinar
Gran maestro, Carlos. Excelente análisis. Ahora entiendo la inacción de Rusia y China.
Ojalá esto se resuelva pronto. Gracias por esta clase magistral, Carlos!
Hasta ahora no se ha visto una señal clara de que Maduro y su banda vayan a soltar el poder. Si se ha visto señales que apuntan lo contrario: Adelanto de elecciones parlamentarias, venta ilegal de oro, endurecimiento del control policial, ataque a la prensa, conversión de las fuerzas a civiles en miembros oficiales de las fuerzas armadas, llamamiento a ensayos militares en toda la nación la próxima semana. Todo esto me hace pensar que Maduro no va a dejar el poder por las buenas. Tampoco creo que le vaya a declarar la guerra a Estados Unidos. Creo que estará aprovechando este tiempo para unir sus fuerzas aliadas que le permitan confrontar militarmente a Estados Unidos. Irse solo a la guerra seria un suicidio. No creo que vayamos a ver un ataque directo contra la oposición de Guaido o la embajada estadounidense si primero no lograr unificar las fuerzas que lo apoyan (que no solo incluye a Rusia y China sino a las mafias que gobiernan en Venezuela como carteles, grupos terroristas, otros gobiernos dictatoriales). Mientras tanto Maduro aguantara tanto como pueda asfixiando a su población y reprimiéndola como nunca. La cuestión es por qué permitimos aquello.Como naciones democráticas no podemos seguir tolerando algo asi porque además nos afecta el flujo de migración descontrolado que viene de ese país. Es mas practico crear una alianza continental y atacar militarmente por todas las fronteras venezolanas. Recursos hay, capacidad militar sobra, pero escasea la voluntad política. Nuestros gobiernos censuran la idea de una intervención dándole mas tiempo a Maduro para que consolide su fuerza. En términos estratégicos eso significa que Maduro esta ganando la partida. En esta coyuntura, la unica solución es la guerra.