El presidente Moreno habla sin libreto. No define una línea política, usa la retórica con la vaciedad suficiente para que nada pase. Un episodio -penosamente son muchos- fue el de su anunciada convocatoria a un acuerdo nacional. En alguna declaración ante los medios soltó que se aprestaban a hacer una convocatoria para dialogar. Apresuradamente los voceros, con evidente improvisación, hablaron de una supuesta agenda para “soñar con el Ecuador del año 2030”. Han pasado semanas y a la fecha no hay idea de agenda, interlocutores, procedimientos y menos aún, la intención y alcance de un diálogo nacional.
En el gobierno la carencia de equipo político y de gestión política que funcione en forma estructurada, la mediocridad de sus mecanismos de comunicación e interacción con la sociedad civil y política, la notoria incapacidad de una agenda legislativa, ha llevado a que, sin entender el momento político, se haya perdido tiempo y capacidad de movilización en torno a una agenda de reforma institucional. Es tan seria la carencia de gobierno que circulan cinco directores de Arcotel, (los últimos duraron quince días cada uno), en un área en que reinaron los negocios turbios de los Alvarado y se debe resolver un tema crucial para la democracia: la concesión de frecuencias.
La falta de ejercicio de gobierno, entre notorios y penosos retrocesos en decisiones que por polémicas que sean eran necesarias, ha dejado espacio abierto para el voluntarismo y dudoso entusiasmo del “consejero” Santiago Cuesta, metido a superministro sin cartera, a salvador de la gestión de Moreno. Igual, sin agenda y con una bocaza imprudente ha quemado la posibilidad de ejecutar un plan de venta de activos del Estado, no por obtener recursos para sostener el intocado gasto corriente sino por un principio de eficiencia y reducción del tamaño de la burocracia.
Salvo voceros socialcristianos y la inefable izquierda; políticos, economistas y comunicadores han sostenido la urgencia de cerrar un acuerdo con el FMI, porque eso obligaría al gobierno a definir un programa económico que sea avalado por ese organismo multilateral y así, reducir el riesgo país y evitar la onerosa y vergonzosa carga de intereses que una economía sin credibilidad debe pagar. Colombia colocó, en estos días, papeles de deuda al 5.6% en contraste al 10.75% que paga el Ecuador. La parsimonia con la que se percibe se mueve el gobierno en torno de este asunto anula el sentido de urgencia.
Si Moreno hubiera entendido el concepto de gobierno de transición, habría liderado una agenda de acuerdos políticos para recuperar las instituciones al servicio de la democracia, eliminado normas que permitieron su secuestro legal y erradicado leyes ideologizadas. Hasta la fecha, el cambio ha sido de personas, que es importante, pero insuficiente si mantienen principios como los del neoconstitucionalismo, estructuras creadas para que un partido político controle el Estado sin contrapesos; declaraciones ideológicas socialistas elevadas a categoría de norma constitucional y un sistema electoral creado para promover el fraccionamiento y una antidemocrática repartición de la representación política.
Los temas de una agenda de diálogo político para la transición fluyen naturalmente si en realidad la intención del gobierno de Moreno hubiera sido confinar al modelo y conceptos del correísmo. La decisión política de cerrar el paso a una nueva candidatura de Correa fue insuficiente. Oportunamente se anticipó al gobierno que la consulta popular debía ser más determinante para exterminar, por ejemplo, el Consejo de Participación Ciudadana. No obstante, con sonrisas y buena cara, igual le importó un bledo las recomendaciones. Ahora, en el borde de integrar ese invento del autoritarismo por vía electoral, se nota más claramente que esa “legitimidad” llevará a que siete individuos, sin la legitimidad de una real representación, reversen los pocos cambios hechos por el Consejo Transitorio.
A estas alturas esperar cambios es para los ingenuos, más allá de las buenas intenciones. Sin liderazgo, sin equipos, sin libretos, solo queda esperar que el daño sea el menor.
Diego Ordóñez es abogado y político.
Claro y contundente ,felicitaciones .
Felicitaciones al Abgdo. Diego Ordóñez por el escrito ” El tren se fue para Moreno” .
Dos años de Gobierno de Moreno y no se ve adelanto de los pueblos, la deuda del país sigue en aumento, las personas que acceden a trabajar lo hacen a través de tráfico de influencias sin méritos propios y se los camufla enviándolos a otras provincias, hoy en éste gobierno hablar de burocracia y corrupcion son términos sinónimos. la cirugia mayor contra la corrupción quedo para el cuento.
Realmente en la actualidad reina el desgobierno y como bien lo dice el título del escrito ” El tren se fue para Moreno” Puesto que Moreno ya no utiliza tren sino que lo hace en Avión ; es el gobernante paseante que no le interesa el bienestar del pueblo, sino solamente de él, su familia y de sus más cercanos colaboradores a quienes los ha ubicado en cargos públicos, sin importan que exista nepotismo y esto a vista y paciencia de las autoridades de control en suma Moreno malgasta. los recursos del pueblo ecuatoriano y más de una vez en el exterior nos ha hecho quedar mal con sus peroratas cuánticas.
Ante esta desolación de gobernabilidad de Moreno, el ilegitimo debe renunciar para dar paso a nuevas elecciones.
En lo referente al nombramiento en las urnas del Consejo de Participación Ciudadana , los postulantes inscritos no representan al pueblo del Ecuador su preparación, dispersión cultural, experiencia en temas sociales dejan mucho que desear, por tanto bajo esta óptica y amparado en lo que expresa la Constitución de la República del Ecuador “Capítulo sexto”derechos de libertad, numeral 6 “El derecho a opinar expresar su pensamiento libremente y en todas sus formas y manifestaciones “.
Los ciudadanos que resulten elegidos no serán idóneos para que a través de ellos, nombren a las autoridades de control, por este motivo y como una alternativa sugiero, llegado el momento, solicitar al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio (CPCCST) representado por el Dr César Trujillo retomar éstas funciones delicadas.
Funciones que en una de ellas expresa :
“…promoverá e incentivará el ejercicio de los derechos relativos a la participación ciudadana, impulsará y establecerá mecanismos de control social en los asuntos de interés público, y designara a las autoridades que le corresponda de acuerdo con la Constitución y la ley …”
Y dentro de sus deberes y atribuciones Artículo 208 Constitución de la República del Ecuador numeral 1 señala:
“Promover la participación ciudadana , estimular procesos de deliberación pública y propiciar la formación de ciudadania valores, transparencia y lucha contra la corrupción.”
Ratifico lo que usted menciona Sr. Ordoñez será un Consejo sin legitimidad real, pues observando y escuchando a los candidatos no creo que puedan mejorar al país en nada, este consejo debió desaparecer.
A Lenin Boltaire no se le ha ido ningún tren, primero como vicepresidente y luego como becado en Ginebra aprovechó bien los trenes… lo verdaderamente triste es que al Ecuador se le fue el tren, especialmente durante la década saqueada.
COMIENZAN A TOMAR DISTANCIAS. CUANDO YA MORENO HA CUMPLIDO CON MAS DEL 50% DE LO CONVENIDO, LE COMIENZAN A VER LAS COSTURAS, A VER CINCO PATAS AL GATO.
Felix,
¿Convenido en dónde, con quién… ? ¿50% de qué paquete?
Señor Ordóñez, magnífico su artículo. Sin embargo, en calidad de asiduo lector de sus mensajes y de todos los que se editan en 4Pelagatos, ninguno ha sido capaz de investigar el por qué de ese raro comportamiento de Moreno.
Como hipótesis, se me ocurre exponer:
1.-¿Moreno estará siendo chantajeado por Correa, quien debe tener bajo la manga una serie de casos en los que se comprometa seriamente su honorabilidad?; ¿Quién ha investigado qué contienen los libros que dejó Correa a Moreno, para que los aplique como “plan” de gobierno?; 3.- En el evento de que alguien conozca dicho contenido, ¿Alguien puede hacer una comparación entre lo que indican los libros y las decisiones de Moreno, para establecer si efectivamente éste se encuentra ejecutando el “plan” de Correa?
La ejecutoria de Moreno como gobernante es lo que hace pensar lo expuesto anteriormente. Pues, sus decisiones tan absurdas como “fabricar” una secretaría anticorrupción dependiente jerárquicamente del Ejecutivo; tener a parientes directos o indirectos en varios organismos; no acelerar como afectado los procesos que perjudicaron al erario nacional y a los ecuatorianos; mantener en la cárcel a varios corruptos sin que la justicia mueva las manos para ejecutoriar sentencias y definir los años de castigo para aquellos; no definir una participación de organismos internacionales para combatir la corrupción, etc., etc., etc.
Moreno debe ser más honesto con el país: si tanto temor le ocasiona actuar como presidente desprovisto de cola pajera, debería anticipar las elecciones, pues con sus tibias actuaciones sólo ha demostrado que quiere “irse a casa”, pues él mismo ya lo ha dicho.
Cuando el jefe de la banda le dijo a Moreno que no le entregaba la banda presidencial porque le quedaba grande, dijo una gran verdad, y eso le costó la inhabilitación para volver a Carondelet de por vida; en efecto, al licenciado le dolió tanto ese desprecio que su único objetivo hasta ahora fue ese, y usó al pueblo para lograrlo.
El resto han sido desaciertos, exabruptos, ambivalencias y una total incapacidad para gobernar, pasando por la última metida de pata en la charla dizque magistral en España y cuando sus amigos le hicieron caer en cuenta que muchos de ellos (incluido él mismo por malversación de fondos públicos) serían encausados en actos de corrupción si solicitaba la cooperación de la ONU para investigar esa olla pestilente, tuvo que recular su ofrecimiento de solicitar la asistencia de la misma.
Regresamos a la banana republic de los 70 y allí nos quedaremos hasta el 2021, cuando un presidente responsable, inteligente y no comprometido con la década robada, convoque a una constituyente de manera inmediata y echar abajo el correismo hasta sus cimientos, lo malo será que encontrará una deuda que bordee los 100.000 millones de dólares, porque el inepto que ahora gobierna sólo ha servido para buscar plata hasta bajo las piedras, pero cuando le dicen que debe botar a la calle a los casi 100.000 pipones que consumen 10.000 millones al año, se se hace el sordo
Parece que la última finalidad del correísmo- transformar al país desde una economía de mercado hacia otra central-mente dirigida, es decir hacia un Estado comunista, delineada con claridad en el Plan Nacional del Buen Vivir, que necesitaba como requisito fundamental la quiebra del estado para llegar al “punto de inflexión” y la necesidad de 30 años para lograr la transformación, solamente pasó de manos, a otro Presidente de la misma tendencia, pero con otro “modo”, el amable. mas despacio, nos dirige hacia la misma ruina más agudizada que quedó lista con correa, con un estado sin salidas, un estado fallido. la nueva etapa es la candidatura de Moreno para el 2021, con la campaña anticipada, pagada por el gobierno de viviendas gratuitas y el plan de Cuco Sánchez “toda una vida”. probablemente la esposa será el binomio.
El nuevo consejo de participación ciudadana es una payasada..Por algo Julio César Trujillo se abstuvo en votar..La Maldonado es familia de segundo grado de la primera dama, conclusión: sigue el nepotismo, y sigue la injerencia desde la presidencia para luego seguir solapando al correismo tapiñado en el gobierno del ilegítimo..Eso es lo que hay para el Ecuador querido. .
Sr. Ordoñez sus palabras: “nota más claramente que esa “legitimidad” llevará a que siete individuos, sin la legitimidad de una real representación, reversen los pocos cambios hechos por el Consejo Transitorio.” Sr. Ordoñez, el Nuevo concejo de Participación Ciudadana será elegido por votación. A que llama, no tener legitimidad?. El consejo transitorio fue puesto a dedo, y eso si es no tener legitimidad.
Ahora lo que nos queda, es tratar de determinar cuales candidatos al CPCCS son correistas o admiradores, para no votar por ellos, pero siempre habrá el riesgo de no determinarlos claramente, ya que siempre habrán algunos que se disfrazarán de cualquier otro partido y si salen electos, tratarán de ayudar al correismo. Debemos estar muy atentos para no dejarnos engañar.