En el horizonte nacional se divisa a Moreno bajando lentamente por una cuesta que parece eterna. El Presidente no transita por terrenos planos desde julio y agosto de 2017, cuando las encuestas lo ubicaban en su mejor pico. Desde entonces, su gestión y credibilidad se deslizan por una pendiente que no acaba. Ese es el dilema político clave de Moreno y su equipo: no logran revertir la situación y nada al parecer les resulta.
El problema no es solo ir, aunque sea lentamente, cuesta abajo. Es no poder deshacer una bola de problemas que le pisa los talones: no hay resultados en la economía, en el empleo, en la lucha contra la corrupción, en la construcción de viviendas… Todo parece reducido al programa Plan Toda una Vida que llena de imágenes bucólicas las presentaciones de los lunes del Presidente y su esposa.
Chamorro, experto en geografías complejas y avalanchas de nieve, se topó con Lenín Moreno parqueado e indiferente en su maldita pendiente.
Caricatura de Marcelo Chamorro.
Seamos honestos: a Moreno le importa un rábano las encuestas, ya que desde el primer día el dijo que ya no veía la hora de que se acabe su gobierno. Nunca quiso ser presidente y está probado hasta la saciedad que Correa lo puso para que cubra sus crímenes y fechorías. Ahora lo que le debe estar interesando es poder mantener sus sueldos dorados, quedar impune de su propio latrocinio durante el gobierno de Correa, y ser el nuevo Hawking criollo.
Moreno es excelente para contar cachos…es ese su campo…ahí no tiene competencia.
Pero al ser elevado al cargo de presidente de un país, y demostrar con evidencias que durante dos años no ha hecho nada, pero sigue contando cachos, demuestra que llegó a su nivel de incompetencia. Esto es lo que se llama “Principio de Peter”.
Por tanto, Moreno al no haber estado preparado para ocupar tan alto puesto, por más que tenga buenos colaboradores, él no entiende nada de nada, principalmente de economía…pero continúa contando chistes.
Por el bien de la República, siendo honesto con él mismo, debería anticipar las elecciones presidenciales, puesto que en los dos años que le falta, no puede garantizar que nos enrumbemos por mejores días. También la asamblea se debe renovar y cambiar el nombre por el de CONGRESO.
La Credibilidad es aquella característica de determinadas cosas que hacen que sean creíbles, hablamos de situaciones, versos o estimaciones de una determinada presencia. Cuando decimos que observamos la credibilidad de algo estamos haciendo una medición de lo que es creíble y que no frente a una serie de ejemplos a fin de ejecutar una comparación al respecto.
Proveniente del latín “Credibĭlis“, podemos enunciar un ejemplo para representar lo que significa: “El gobernante de esta nación pierde su credibilidad cada vez que abre la boca, su discurso no tiene la misma presencia que su antecesor”, “El gobernante pone en juego su credibilidad al no cumplir con las promesas que hizo en plena campaña política”
Excelente comentario Angel, expresa la crisis de liderazgo presidencial y su falta de credibilidad, que afecta la vida del país. Lo que usted propone, adelantar elecciones, es a mi criterio la mejor salida, salvo que antes debe producirse un gran acuerdo nacional, con todos los partidos políticos legales y reconocidos, para diseñar una hoja de ruta que nos permita salir del régimen de AP. Saludos