La propuesta hecha por este medio de anular la papeleta del CPCCS, este 24 de mayo, ha suscitado numerosos mensajes y preguntas. Con ánimo de nutrir el debate y reflexión, objetivos centrales de nuestra posición, aquí se recogen las preguntas más recurrentes que llegan en los comentarios enviados a nuestras cuentas de facebook o de twitter.
“Con el debido respeto, ¿cómo consigue que todos anulen esa papeleta?”
Una propuesta es solo eso. En democracia nadie consigue (ni siquiera debe pretender) que todos los ciudadanos adopten la misma postura sobre un tema público.
“De acuerdo, ese organismo no debe existir, pero anular no sería la solución”.
A estas alturas es imposible parar el proceso electoral que, en lo que concierne la papeleta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), cumple con un mandato que salió de las urnas en la pasada consulta popular.
Reconocer que ese organismo no debe existir implica, entonces, no legitimarlo en las urnas. Y para no legitimarlo, lo mejor alternativa es menguar al máximo el número de votos positivos a favor de cualquiera de los candidatos. Por eso hay que anular esa papeleta. Es la forma de escapar a la contradicción que usted plantea: que ese organismo no debe existir pero que toca sostenerlo con el voto popular.
“Más bien enfoquémonos a votar el menos peligroso. Y luego presionar una consulta para su desaparición”.
En las redes ese argumento es profusamente utilizado. Pero luce inconsistente: aquí no se trata de personas. Esto no es un western en el que el dilema es eliminar a los malos (los correístas) y votar por los buenos (los que no lo son). El CPCCS no es una institución perversa porque lo podrían volver a manejar Correa y sus amigos. Es perversa porque es incongruente con una dinámica realmente democrática. Votar por el menos peligroso, según su expresión, significa creer que esa institución puede ser mejorada. Presionar por una consulta popular solo será posible si a ese organismo llegan, en esta elección, personas con una votación sumamente baja. De lo contrario se entenderá que los electores los legitiman, a ellos y al CPCCS, con sus votos.
“Los votos anulados no cuentan. Los únicos que votarían son los de Correa, por lo tanto ganarían las elecciones”.
Por supuesto que los votos anulados no cuentan en la contienda electoral. No se trata ganar en esa estadística. Se trata de convertir el voto nulo en un voto de rechazo al bodrio correísta y deslegitimar ese organismo gane quien gane. No se trata de las personas que vayan sino de la naturaleza del CPCCS. Y también es un mensaje al Presidente Moreno; autor, en los hechos, de la papeleta que suscita este debate.
“Otra cosa es proponer una consulta desde la iniciativa popular para que se elimine ese organismo”.
De nuevo aquí la pregunta es: ¿cómo puede proponer una consulta popular para eliminar un organismo que, eventualmente, haya recibido una masiva votación en las urnas? ¿Realmente cree usted que los candidatos no correístas, inscritos en esta elección, soltarán esa institución si llegan a ganar?
“¿Por quiénes deberíamos votar para evitar que los correístas se tomen el CPCCS?”
La paradoja no puede ser mayor. La propuesta no es salvar la cara de esta institución: es deslegitimarla en las urnas. Es impresionante llegar a considerar que el CPCCS es un ente perverso porque lo usaron (o lo pueden usar los correístas) y pasable o aceptable para la institucionalidad democrática porque, eventualmente, queda en manos de otras personas. U otros partidos. La institucionalidad no puede ser pensada en función de personas. O de afectos.
“De acuerdo con el reglamento electoral del CNE, los votos nulos no se consideran. No tienen ningún valor políticamente”.
El voto nulo tiene, contrariamente a su aseveración, un altísimo significado político. De hecho es la única posibilidad que tiene el país (obligado a votar) de generar una base política, un hecho de opinión necesario para prescindir de este organismo. Solo si el nivel de votos anulados es voluminoso, habrá forma de exigir una consulta popular para eliminar ese organismo.
“Pensar que “deslegitimar” con el voto nulo al CPCCS les va a importar, es soñar despierto”.
Tiene razón. Reconozca, entonces, que el país está atrapado. Y que solo “les” importará o “nos” importará si tenemos un organismo tan deslegitimado en las urnas que la única opción es ir a otra etapa: eliminar ese bodrio en una consulta popular y concertar una nueva alternativa de diseño constitucional, entre la sociedad política y la sociedad civil, para designar autoridades de control decentes e independientes.
“Lo mismo se pidió en Venezuela hace 20 años cuando anularon el voto o se abstuvieron de votar porque consideraban el gobierno de Chavez era ilegítimo. Esa es una de las causas para lo que hoy vive Venezuela”.
El símil es inapropiado porque alude a situaciones, momentos y contextos totalmente diferentes. El Presidente Moreno, equivocándose del medio a la mitad, llevó este problema a las urnas pensando que todo lo que allí se resuelve produce resultados óptimos. No hay, entonces, opción alguna en este momento: el 24 el país irá a las urnas. La propuesta del voto nulo no es sinónimo de desentenderse o bajar los brazos. Por el contrario, es la única herramienta que tienen los demócratas de dejar sin legitimidad un poder que produce, como ya se probó, concentración de poder, corrupción e impunidad.
La campaña por el voto nulo, lamentablemente, empezó muy tarde y muy focalizada en cierto grupo promotor identificado con cierta ideología y no fue suficiente. A pesar de que ese voto no logre una mayoría significativa, una vez proclamado los resultados se debe promover una consulta PERO sin aliados políticos. Que se queden en la sombra nomas
Así es, hay que votar por los buenos, para que el CPCCS no caiga en manos de los malos, los correistas.
La consulta popular para desaparecer al CPCCS se verá obstaculizada, si el CPCCS es correista. Van a dar papaya al correato, para que digan que lo desaparecen porque lo ganaron los correistas y que son mayoría.
Es increíble todo lo que armo el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio, cambio las reglas del juego a poner a elegir a todo el país uno de los poderes mas fuertes que tiene la Constitución del 2008. Ahora resulta que no se deben elegir así, y que todos deben votar nulo y que se repitan las elecciones o anulen este poder. Un juego despiadado sembrando caos en todas partes. Al final del camino sabemos que con valores inexistentes en nuestra sociedad, creer que todo el que va a un puesto publico a servir, se convierte en una burda utopía. Y si no roba es un tonto útil de los demás.
NO PUEDO VOTAR POR LOS BUENOS, YA QUE IGNORO QUIENES SON.
Decimos ser democráticos, he leído todos los comentarios y en realidad son dignos de una sociedad anarquista y fascista, que el pueblo sea el mandante en las urnas, si se equivoca se equivoca, no hay que satanizar a tal o cual grupo político, ya es tiempo de dejar de ser infantiles y manipuladores. Basta de esbirrismos y caprichos, el pueblo es el único juez y verdugo, con lo único que tiene que es su voto eso sí sagrado y respetado. Eso es democracia, y respeto entre todos.
Esperanzador es el texto que C. Larreategui ha recordado en un mensaje:
LEY ORGÁNICA ELECTORAL: Art. 147.- Se declarará la nulidad de las elecciones en los siguientes casos: …/
3. Cuando los votos nulos superen a los votos de la totalidad de candidatas o candidatos, o de las respectivas listas, en una circunscripción determinada, para cada dignidad.
Ese Consejo debe desaparecer!
El voto en un pueblo populista es un peligro para la democracia. Con todos los riesgos creo que lo mejor es anular el voto. Una gran mayoria nula demostraria que el Ecuador CONCIENTE rechaza el CPCCS y nos daria puntos para bloquear esta trampa del impresentable correato.
Como buen ciudadano, voy a exponer los nombres de los candidatos CORREISTAS:
GRACIELA MORA
CARLOS ESPINOSA
VICTORIA DESINTONIO
JUAN DAVALOS
OLINDO NASTACUAZ
WALTER GÓMEZ
BERNARDO CAÑIZARES
MARÍA ROSA CHALA
GINA AGUILAR
MÓNICA MOREIRA
MARÍA FERNANDA RIVADENEIRA
KARINA PONCE
IVETH ESTUPIÑAN.
Esta gente está comprometida con el jefe de la banda correista, decida Ud estimado compatriota como votar para que este delincuente regrese al país para ir a una prisión o a Carondelet.
Gracias no sabía por quien vota ahora sí
Por favor no publicar los nombres de los correistas, les hacemos un favor
Mejor publiquemos los nombres de las personas por las que debemos votar para conocerlos y saber sus nombres d3 lo contrario votaremos por los más conocidos que serán los correistas
Gracias
Nuestros políticos son fungibles, maleables y dúctiles, tal cual los metales. No sabemos quienes van para el CPCCS ni tampoco podemos identificarlos a ciencia cierta quienes son “Correistas” y quienes NO !; igual, sabemos que la mayoría son eso: “politicastros”. Nadie quieta ni garantiza que a la hora de actuar los ungidos en las elecciones, todos resulten ser de la tendencia… el poder y el dinero CORROMPE, mientras Correa y su pandilla sigue campante con el auspicio del gobierno
Si la información de tales aseveraciones sobre el voto nulo llegaran a por lo menos el 60% de la gente en condiciones de votar probablemente el éxito del voto nulo en este caso sería definitivo, pero desafortunadamente no es así, los correistas y morenistas votaran por sus candidatos, un gran porcentaje de votantes escogerán candidatos creyendo que no son corruptos y alimentarán sin darse cuenta al grupo correista, en fin el CPCC se viene y a estas alturas ya no hay posibilidad de evitarlo;.. en los comentarios se publica una lista de posibles buenos candidatos, sin embargo en las redes sociales ya se indica que alguno de ellos ha sido correista. Es una situación bien delicada para nuestro país, este organismo no debería existir.
Que el CPCCS sea nuevamente cooptado por el correismo es un peligro real y latente , y con ello se anulará todo lo logrado en los últimos tiempos con el Consejo de transición . Una respuesta contundente en las urnas anulando el voto , enviaría el claro mensaje que los ecuatorianos rechazamos el engendro del mal llamado “Quinto Poder ” , y se abriría la posibilidad de una consulta popular para eliminar el mismo .