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Correa debe estar revolcándose en el ático…

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Lenín Moreno firmó hoy la declaración de Chapultepec: es una muy buena noticia. Ecuador pone así el reloj a la hora, 25 años después de que esa carta fuera adoptada, en México, por la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión. El Presidente lo hizo ante una delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa, presidida por la colombiana María Elvira Dominguez. Los directivos de los medios tradicionales y algunos representantes del cuerpo diplomático estuvieron en el acto realizado en la Capilla del Hombre, en Quito.

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Esta firma consagra la ruptura entre el correísmo y el gobierno de Lenín Moreno en libertades públicas; la libertad de expresión en particular. Una ruptura que facultó a la presidente de la SIP a hablar de dos Ecuadores. El de antes, oscuro y autoritario. Y el actual, sin miedo a la libertad y que muestra tolerancia democrática. En su retrato, María Elvira Dominguez recordó la persecución, la mordaza, el hermetismo oficial, la censura legitimada por el gobierno de Correa mediante la peor Ley de Comunicación que se tenga memoria en el continente. Una ley reñida con los principios de la Carta Interamericana de Derechos Humanos y que autorizó a Correa a estigmatizar a sus críticos, en la propaganda oficial, buscando acallar voces y producir autocensura. Diez años de retroceso en libertad de expresión en los cuales, dijo, las autoridades se creyeron superiores al Estado.

La Presidente de la SIP alabó la desaparición, en la Ley de Comunicación, de la Supercom, el linchamiento mediático, las acciones punitivas, pero hizo notar, dirigiéndose a Lenín Moreno, que quedan normas que contravienen las convenciones internacionales (la información como servicio público, por ejemplo). E instó a que haya mejoras en el  reglamento.

Moreno se regodeó en su salsa y se apegó a un discurso escrito, evitando las usuales referencias cuánticas. Incluso aprovechó para rayar a Rafael Correa dos veces en forma directa. Cuando evocó aquellos que se creen eternos (y dijo que eso ya no va más en Ecuador) y cuando habló de la vergüenza que causa que un presidente rasgue periódicos ante las cámaras. No dijo nada nuevo en su forma de ver los medios, pero repasó lo que ha venido diciendo para el público invitado que, por lo visto, lo apreció: decir prensa y libertad de expresión es un pleonasmo. Gobierno y medios son realidades paralelas. Él prefiere los excesos de la prensa al imperio de la mordaza. La crítica es una herramienta fundamental para que los gobiernos corrijan errores. Un periodista crítico es un asesor ad honorem. Una Ley de Comunicación es necesaria.

Menos afortunadas se antojan las declaraciones de Moreno sobre la forma como cree que la prensa debe hacer su trabajo. La comparó con un filo de cuchillo en el cual, de un lado, el periodista puede ser grosero y del otro lisonjero. Una metáfora que solo puede producir la lógica de un político. Su Secretario de Comunicación también se aventuró a hacer clasificaciones inoportunas sobre la forma como debe estar hecha una denuncia: siempre con argumentos y, según sus palabras, “en un afán constructivo, nada destructivo”. Esta lección de periodismo positivo prescinde de la única premisa fundamental en periodismo: los hechos. O son ciertos y están probados o no se publican. El resto -las recomendaciones sacadas de la urbanidad de Carreño- sobran.

Lenín Moreno y Andrés Michelena mencionaron, sin citarlo, el informe escrito por Christian Zurita y Fernando Villavicencio. El Presidente dijo que nada tiene que ver con esa “retahíla de datos y garabatos”.  Michelena habló, ante invitados que nada debieron entender, de la publicación de una denuncia maliciosa. Sin sentido. Que hace el juego político a un político que “estamos combatiendo”… Error político y de comunicación, pues si esa denuncia no tiene sustento (los dos lo dijeron), es maliciosa y hace el juego a Correa, nunca debieron citarla en una ceremonia con ribetes históricos (por la firma de la declaración de Chapultepec). Ni era el sitio ni es la forma porque en vez de adjetivos y descalificaciones, el poder tiene que responder puntualmente.

Así el gobierno produjo una buena noticia (que debe dar urticaria a Correa), pero volvió a mostrar su falta de tino político para manejarse en su propia agenda.

Foto: Presidencia de la República.

5 Comments

  1. Definitivamente al señor Michelena le falta diplomacia y tino político inclusive en sus discursos se nota su falta de preparación conceptual peor aún si se lo compara con una María Paula Romo por ejemplo.

  2. Volviendo a las políticas k nos dejaron en la pobresa total sólo para los nacidos en cuna de oro son buenas noticias

  3. El correismo y los libertarios de la expresión, son los dos lados de la misma moneda. Ya Andrés Carrión decía lo que hacían, y el correismo hizo lo mismo de lo que hacían los Andrés-Carriones, pero tirando para su lado. Ahora nos quieren hacer creer que ha regresado la libertad de expresión, ahora que ellos pueden volver a seguir haciendo masa crítica porque tienen el poder mediático para direccionar el pensamiento de la población y hasta para hacer campana directa como el Voto Nulo. Ya quisiera tener ese poder mediático y tantos otros que no respondemos a la derecha. Qué coincidencia que los portales y medios de más sintonía sean los que se inscriben con el pensamiento dominante o predominante. Acaso ustedes son más inteligentes o es que los otros no tienen los recursos económicos para poder bombardear, como ustedes hacen con información de derecha, promocionando a los intelectuales del libre mercado. Todos sus editorialistas siguen esa misma línea. ¿Dónde está el pensamiento opuesto en su web? Ustedes no hacen pensamiento crítico, pues han tomado opción por una ideología, la ideología de libre mercado. Los pensadores críticos no asumen ninguna ideología, por el contrario, han desideologizado su pensamiento y sentimiento, y enfrentan a todas, como en nuestro caso que desnudamos a derechas e izquierdas. Claro, la mayoría de las izquierdas también hacen lo mismo y nos cierran también sus espacios. Entonces, no vengan al cuento con la manida libertad de expresión ni se hagan los libertarios. Hoy todos los periodistas trabajan para la derecha, pues los que desenmascaran el correismo están poniendo la alfombra para su regreso, pues si fueran consecuentes sacarían las fechorías del correismo pero al mismo tiempo recordarían lo que hacían antes del correato, y ante todo cuestionarían a las ideologías detrás de esos grupos, pero solo lo dejan como corrupción a secas. Entonces no hay libertad de expresión ni de nada, es un mito de la modernidad, la libertad es para el que tiene el poder y puede disponer a su antojo. Como ustedes que pueden o no publicar este mensaje, como ha pasado en anteriores oportunidades, donde a veces me publican. Entonces, si fueran coherentes dejarían de mentir, y no seguirían engañando con la manida libertad de expresión, y se presentarían con la editorial que tiene cada medio. Todos sabemos que cada medio tiene una editorial, El Pais, Le Figaro, Hibdo, El Comercio, etc. Así debería estar en sus logos de presentación y no periodismo independiente, imparcial, libre, objetivo, veraz… Pronto voy a publicar un libro sobre éste y otros temas. Se llama La Sociedad de Claustro, los mitos de los hombres libres. Que si tuviera recursos económicos ya mis otros 9 libros circularían en todo el mundo. Apenas 3 están traducidos al francés. Entonces, libertarios o “esclavos del Señor” a ver si ya dejan la auto explotación, como diría Byung-Chul Han.

  4. De veras, Correa debe estar revolcándose en el ático, pero revolcándose en dinero mal habido, por eso él su pandilla, nunca más volverán a ser gobierno.

  5. Una de las pocas cosas acertadas que ha hecho este mediocre, sino, malo gobierno, la firma de la declaración de Chapultepec, vigoriza la libertad de expresión, pone coto a Correa y sus Ochoas y todos sus aulicos, quienes creyeron que sus latrocinios y rapacidades nunca iban a terminar. Gracias a Dios no hay mal que dure mil años, ni cuerpo que lo resista. Bien por el periodismo sin esbirrismo, que no alcahuetea al tirano y no tiene temor de denunciar a los omnipotentes.

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